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14.

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Querido capitán:

¿Por qué todo tenía que terminar así?

¿Por qué no pudimos tener un final feliz?

Creo que hay muchas respuestas para esas preguntas, pero todas son igual de dolorosas.

No me atrevo a hablar con nadie sobre lo que paso anoche, el capitán Ukitake, mi maestro. Me preguntó tantas veces en toda la noche y mañana, pero en ninguna de esas veces pude responderle o contarle lo que pasó.

Esta feliz ¿Cierto?

Como lo amo, no puedo delatarlo. Así que debería decirle al capitán Aizen que esté tranquilo, igual no diré nada.

Esta es la despedida ¿verdad?

En ese caso debería decirle que: Lo amo, como no tiene una idea.

Hasta nunca querido capitán.

Atentamente:

Su ex novia y teniente

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| CAPÍTULO CATORCE. |

Aquella mañana era tan triste para la teniente del tercer escuadrón Tara Kobayashi. Que ni siquiera su increíble mentor podía alegrar la.

—¿Qué es lo que te pasa Tara-chan?— preguntó preocupado un peliblanco delante de ella.

—N-no es nada Ukitake-sensei— respondió la chica tratando de sostener una sonrisa, pero no pudo.

Ambos tomaban el té, mirando el pacífico jardín donde muchas veces ella entreno junto al capitán del treceavo escuadrón.

Se levantó al sentir una presión espiritual muy conocida. Jūshirō le miró con confusión.

—¿Esa es la presión del capitán Tōsen?— preguntó la pelinegra mirando a su maestro.

—Así es, ¿por qué la pregunta?— preguntó el mayor confundido.

La chica no respondió aquella pregunta pues rápidamente salió corriendo, esperando poder encontrar al capitán del noveno escuadrón.

—¡Capitán Tōsen!— exclamó la chica logrando que su superior se detuviera.

—Teniente Kobayashi— habló este serio mientras se volteaba para quedar enfrente de ella.

—¿Podría darle esto al capitán Ichimaru?— hizo una reverencia mientras extendía la carta hacia el capitán —Se todo, Aizen me descubrió... Solo quiero despedirme de él, ayer discutimos— explicó al sentir como su superior expresaba su confusión con un ceño fruncido.

—De acuerdo— tomo la carta —Si el capitán Aizen la descubrió. Le aconsejaría que se escondiera— agregó como sugerencia mientras retomaba su camino.

La chica lo miró alejarse, soltó un suspiró y regreso al treceavo escuadrón. El lugar donde menos pensarían en buscarla.

Esa tarde la paso con su mentor hasta que una horrible noticia llegó a ellos.

—¿Qué?— vociferó incrédulo el peliblanco —¿Aizen murió?— agregó con sorpresa.

A su lado su estudiante se encontraba aún en shock, ayer él le había ordenado al amor de su vida matarla si llegaba a escaparse. ¿Ahora le decían que él había muerto?

—Debe ser parte de su plan— se dijo mentalmente mientras salía de su trance.

—Así es capitán, se sospecha que fueron los Ryokas— respondió el Shinigami.

—Lo entiendo, puedes retirarte— ordenó pacíficamente Ukitake.

En cuento el Shinigami se retiró, Jūshirō miró a su aprendiz quien se encontraba perdida en sus pensamientos.

—No puedo creer que hayan derrotado al capitán Aizen— habló la pelinegra después de unos minutos de silenció.

—Ni yo— acompaño el mayor —¿Enserió esos Ryokas son tan poderosos?— preguntó no tan convencido.

Ichimaru leía aquella carta que Tōsen le había entregado. No podía negar que aquellas palabras le dolían, él lo sabía. Sabía que ella terminaría sufriendo.

Suspiró, en un momento de ira arrugó la carta hasta casi romperla.

—¿Por qué tan frustrado?— preguntó Tōsen volteando hacia su compañero —Kobayashi-san me dijo que había discutido, también que Aizen la había descubierto— agregó cruzándose de brazos —¿Algo qué quieras decir antes de que venga Aizen?

—Muy tarde— la voz del castaño se escuchó sobresaltado a ambos capitanes.

Una vez más el peliblanco suspiró, no deseaba seguir hablando sobre aquel tema.

—¿Por qué no la mataste Gin?— le miró molesto el líder.

—Qué más da, ella no dirá nada de igual forma— respondió Ichimaru aparentando indiferencia.

Estaba frustrado, todo ese asunto lo volvía loco. Aizen y Tōsen no lo ayudaban con sus preguntas y reclamos.

—Es mejor que sigamos con el plan— agregó Aizen sin prestarle mucha importancia al asunto de la teniente Kobayashi.

Ambos, Ichimaru y Tōsen asintieron ante lo que el castaño había dicho. Sin más se dispusieron a irse para continuar con su labor como capitanes.

—Y Gin— llamó a lo que el peliblanco se detuvo para verlo —Si ella se interpone, no dudare en matarla— agregó el ex capitán de la quinta división.

Gin asintió ante sus palabras para después salir del Seijōtō Kyorin junto a su compañero Kaname Tōsen.