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Legado - Parte 4

-Hmmm….

Rena estaba al lado del teléfono con una mirada en silencio, sostenía la bocina apoyándola en su oído esperando una respuesta del otro lado.

Pero nadie respondía.

En los largos pasillos de la recepción del hospital en donde Rena trabaja como enfermera, dejo de trabajar por unos momentos para usar unos de los teléfonos del área pública. Mientras pensaba si debía volver a marcar, una voz la llamo.

-Rena, ¿está todo bien?

Una mujer que vestía el mismo uniforme que Rena apareció cuando regresaba la bocina en su lugar. Mientras que Rena suspiraba, intercambio miradas con la otra mujer.

-No es nada, es solo que nadie toma la llamada… es extraño.

-Talvez estén ocupados haciendo algo, o quizás no hay nadie en casa.

-...

La mujer le dijo a Rena varias razones por las que quizás no contestaban la llamada. Viendo la expresión intranquila que hacía, era lo único que podía hacer para intentar calmar las cosas.

Pero era inútil.

Rena no tenía ninguna razón para creer en esas excusas. Era imposible.

Incluso si fuera cierto, al menos se lo hubieran comentado antes. Si algo hubiera pasado…

Algo no estaba bien, pensó para sí misma. Llegando a llamar varias veces sin ninguna respuesta la preocupaba.

-Creo que debería ir casa…

Rena menciono eso mientras caminaba hacia la recepción del hospital.

-¿Tan malo es que no devuelvan la llamada?

-No es solo eso, es que… algo no me gusta de esto.

Sin estar del todo segura, sintió que debía asegurarse para poder quitarse ese mal presentimiento.

3 en punto de la tarde. El hospital estaba en total funcionamiento, tanto empleados como pacientes iban y venían llenándose de incontables voces, pero hasta ahora todo era normal, esto era lo más recurrente.

Todos cumplían con su trabajo para cumplir con el gestionado periodo de tiempo.

-Aún falta una hora para que termine nuestro turno, ¿Qué vas a hacer?

-Ah, sí, Jenny, ¿Podrías cubrirme unos momentos?

-¿Eh?

-Te lo agradezco.

-¡Aún no he dicho nada!

La mujer se precipitó y refuto de inmediato a las palabras de Rena, a lo que responde.

-Oh, vamos, será rápido. Además, ¿Recuerdas la vez que tuve que cubrirte, la ves que no llegaste a tiempo a tu turno?

-E-Eso es…

-O cuando tuve que ayudarte a redactar los informes que perdiste, cuando olvidaste tu almuerzo y te compartí del mío, y también…

-¡Aaahhh ya entendí, lo haré! ¡Por favor ya no sigas! En serio no puedo discutir contigo.

-Jeje, te lo pagaré más tarde.

La amiga y colega de Rena decidió rendirse y acepto cubrirla mientras va a su casa. Aún faltaba poco tiempo para que saliera, pero no podía esperar.

-Espero que todo esté bien y solo sea un malentendido, así que regresa rápido si todo está bien, no me gusta que me regañen.

-Si no te gusta, entonces has tu trabajo debidamente.

-¿Qué no estás a punto de escaparte?

Sintiendo que la conversación no iba a ningún lado, Rena, estaba a punto de entrar a los vestidores para cambiarse, pero antes de que entrara…

-¿Uh? Hay un alboroto en la entrada…

-¿Eh…?

Rena se dio la vuelta y miro a las puertas de vidrio corredizas del hospital. Había un grupo de personas, tanto empleados del hospital como civiles miraban lo que se estaba acercando.

-...

La extraña sensación que tenía Rena estaba regresando, más fuerte, se hacía cada vez más difícil de ignorar. Ni siquiera sabía si podía ser verdad.

Estaba demasiado lejos. Pero estaba corriendo, más cerca, cada vez más cerca.

El joven que corría hacia las puertas del hospital se estaba acercando.

La amiga de Rena miro la expresión que tenía, y de inmediato comprendió por qué quería irse.

Todo el ambiente del hospital era escandaloso.

Pero en el instante que ese chico cargando una persona en su espalda paso por las puertas.

Como si fuera un estruendo. Gritó.

-¡¡RENA, AYUDAMEEEEEEE!!

-¿¡¡Ry!!?

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Todo fue muy rápido.

-…

Mi cuerpo me pesaba y mi cabeza estaba a punto de estallar.

-...

Solamente sé los dejes a ellos… solamente les dije lo que sabía de su estado.

Fue llevada a la sala de urgencias. Creo que tenían que operarla…

Rena estaba con ellos, tal vez eso sea bueno…

Han pasado 5, 10, ¿20 minutos…? Estoy sentado en el área de espera, y ya no estoy seguro de cuánto tiempo ha pasado.

No sé nada. Nadie me dice nada.

Solo me queda mirar el suelo resignado. Esperando, esperando…

-...…

Siento… que voy a quebrarme otra vez…

-¡Ry!

-¡Hermano!

-¡¿…?! ¿Eh…?

Levanto la mirada, y lo que veo es a mi abuelo y Risa, tenían expresiones nefastas. Y ahora… se están acercando.

-…

Oculte mis manos entre mis piernas por reflejo, y mi mirada volvía a decaer.

Ni siquiera sabía qué decir.

-¡Hermano, ¿Qué paso?! ¡¿Qué ocurrió con mamá?! ¡¿Está bien?!

-… Ella…

Risa, enseguida empezó a bombardearme de preguntas, estaba muy alterada, como si estuviese a punto de llorar. Debieron haber visto el estado en el que estaba la casa, el simple hecho que estén aquí tan rápido, significa que vieron el mensaje que deje.

Trate de ordenar mis pensamientos, y en eso veo a mi abuelo que intentaba calmar a Risa, pero también se mantuvo observándome en silencio… posiblemente se esté preguntando por mi estado tan sucio y herido.

Risa seguía preguntándome.

Ni siquiera podía mirarlos a la cara…

-Encontré a mamá en suelo al llegar a casa… había sangre… el teléfono estaba dañado, así que la traje en mi espalda… yo… no supe que más hacer… yo…

Me sentía inútil e impotente.

Estaba avergonzado y enojado conmigo mismo.

Como puedo mentir de esta forma tan cruel.

Si tan solo…

Solo quería que este día terminara.

Que todo esto sea nada más una pesadilla.

No escuchaba más preguntas. Talvez al ver el cómo estaba, decidieron no seguir hablando.

Pero luego, un llamado se escuchó.

-¿Ustedes son la familia de, Narukami?

-¡¿…?!

La voz de un hombre capto mi atención y dirijo mi vista hacia él. Era el doctor que estaba atendiendo a mi mamá. ¿Ya termino…?

-Yo soy Eliot, el padre de Sasha, y ellos son sus hijos. Dígame como esta, por favor.

Mi abuelo habló y dijo lo que estaba a punto de preguntar.

A lo que el doctor respondió.

-No hay necesidad de preocuparse, la operación fue exitosa y ahora está estable. Aunque estará bajo observación hasta que podamos trasladarla a cuidados generales. Por ahora, tendrá que permanecer en el hospital.

Al escuchar esas palabras, toda la tensión que había alrededor se desvaneció.

Risa comenzó a llorar del alivio y mi abuelo le agradecía al doctor por salvarla.

Mientras que yo, jamás me había sentido tan aliviado que ya no sabía si reír o llorar.

Pero esta sensación de inconformidad no se alejaba, aún no podía sentirme feliz…

Fue entonces que el doctor dirigió su atención hacia mí.

-Tú fuiste quien la trajo, ¿cierto?

-¿Uh…?

-Aunque no apoyo tu decisión de no llamar a emergencias. No tengo ninguna duda de que si la hubiéramos atendido un poco más tarde, la operación hubiera sido más complicada. Deberías de estar feliz, gracias a ti pudimos salvarla.

-...

¿Yo… la salve…?

Después que el doctor me dijo eso. Ni siquiera podía decirle nada, solo me quede hundido en mis pensamientos mirando el suelo.

Entonces aguardé silencio y me rendí a cualquier cosa que pudiera pasar.

-Disculpa… ¿Puedo ver a mi mamá?

-Por supuesto, está descansando ahora, pero pueden verla. Eres hermana de una de nuestras enfermeras, ¿no?, tu hermana está con ella, así que puedes acompañarla.

Risa preguntó si podía ver a mamá, debe de estar muy ansiosa. Todos lo estábamos.

Yo también quiero verla… pero… mi corazón se siente muy vacío.

No tenía fuerzas ni para levantarme.

Entonces mi abuelo hablo.

-Risa, ¿Por qué no vas con Rena a ver a tu madre?, quisiera hablar con tu hermano.

-¿Huh?, Vale.

-…

Después de decir eso, Risa fue acompañado del doctor a la habitación en donde estaba mamá y Rena.

Quedamos solo mi abuelo y yo… él solo se quedó enfrente de mí sin decir nada.

Esto es un gran retroceso, es igual a esa vez. No había mucha diferencia, sin duda… fue un gran error que pudo salir muy mal.

-Ry… ¿Qué ocurrió?

-…

-Esas heridas, ¿Qué fue lo que paso?

-...

Mi abuelo se agachó en una rodilla hasta estar a una misma altura, podía sentir su mirada muy cerca de mí… yo solo no podía mirarlo.

Pero entonces…

-¿…?

-Ugh…

Mostré mis manos que tenía ocultadas entre mis piernas.

Estaban coloridas e inflamadas, estaban sucias y magulladas por haber peleado con aquellos chicos.

Mi abuelo no dijo nada, solamente observo mis lastimadas y temblorosas manos mientras que mis lágrimas caían sobre ellas.

Ya no podía soportarlo. No podía escapar de esta realidad.

-Lo siento…

Como un susurro lamentable me disculpe con todo… no podía más que sentirme avergonzado y estúpido por lo que hice, pero a la vez…

-Si tan solo… no fuera tan impulsivo…, si tan solo… hubiera pensado mejor las cosas…

Mis ojos se cerraron con fuerza mientras que mis lágrimas fluían sin parar.

Ellos necesitaban mi ayuda, así que fui ayudarlos… yo no sabía, que esto iba a pasar…

-Por qué creí… que me había hecho más fuerte… pensé que podía lograrlo…

Ya no sabía si hice lo correcto.

Si hubiera regresado a casa antes, tal vez las cosas hubieran acabado diferentes.

Pero, si no hubiese ido a ayudarlos cuando estaban en problemas. Estaría rechazando todo lo que había aprendido hasta ahora… pero nunca pensé que esto terminaría así.

Mi voz se hacía más llorosa. Ya no podía negar el hecho de que me deje llevar por mis emociones, y no tome en cuenta lo importante.

Esa fue mi equivocación.

-… Yo…

Debí haber regresado a casa una vez que supe que Ari y Chris estaban a salvo.

En vez de eso, solo desperdicie mi tiempo y use mi fuerza de una forma estúpida.

Ya no podía quitarme este pensamiento.

-¡*Hic, hic*...! ¡Yo…!

Ya no podía aguantar mis gemidos. Todo esto era la realidad.

Esta era mi castigo por mis actos, todo lo que había pasado… no era más que una ilusión que creo mi ego.

-¡Yo… no he avanzado nada!

Con las duras palabras de mi persona. Solo me quede sollozando mientras mi abuelo solo se quedó escuchándome.