Capítulo 13 – ¿Automóvil o Avión?

Recientemente, Lan Luofeng se había quedado atascada en una conflictiva sensación de alegría. En estos días, su bebé ya no había estado visitando al hombre de arena [1] cada vez que no se encontraba comiendo.

Sin embargo, antes de que pudiera estar feliz por eso por mucho tiempo, su conflicto empezó– su bebé se había vuelto de alguna forma fascinado con una extraña posición enroscada.

Ahora bien, no había nada de malo con la posición enroscada. Pero cuando veía los dos piecitos de su bebé abrazados por sus manitos y usados como apoyo para su cabeza, Lan Luofeng no podía evitar sentir una contracción nerviosa interna y un dolor fantasma en sus huesos – esta posición era una que sus adultos huesos jamás podrían lograr.

Si no fuera por el hecho de que Ling Lan estaba sonriendo sin parar todo el tiempo, de manera que sabía que su posición no era para nada difícil para los bebés, realmente hubiera rescatado esos pequeños pies de esas manitos rechonchas.

Por suerte, Ling Lan no sabía lo que Lan Luofeng estaba pensando, de otra manera se hubiera puesto a llorar desconsoladamente. Esta posición no era tan fácil como su mamá pensaba que era. Inclusive para el cuerpo de un bebé, llegar a ponerse en esta posición no era una tarea fácil. Aún más triste era el hecho de que esta era simplemente la más fácil primera postura – las siguientes ocho posturas eran aún más difíciles, con cada postura consecutiva siendo más difícil que la anterior. Ahora mismo, Ling Lan realmente no tenía idea de si realmente podría completar las nueve posturas en el lapso de un año.

Recordó la advertencia del Instructor Número Nueve. Si no podía dominar las nueve posturas en el lapso de un año, habría castigo. Por supuesto, para balancearlo, si terminaba de aprender las posturas dentro del límite de tiempo, habría una recompensa – cuanto más temprano terminara antes de la fecha límite, mejor sería la recompensa.

En el espacio mental, Ling Lan había sentido que hacer las nueve posturas era bastante fácil, así que se había sorprendido cuando el Instructor Número Nueve le había dado una fecha límite de un año. Había arrogantemente creído en aquel entonces que podría completar la tarea dentro del lapso de un mes. Ahora, finalmente se dio cuenta de que había subestimado los cursos del espacio de aprendizaje… eran realmente una locura.

En realidad, la dificultad no estaba en ponerse en la posición en sí, sino en lograr la exactitud en ello. Cada una de las curvaturas y ángulos musculares debían estar en una precisión milimétrica. En estos pocos días, Ling Lan había estado practicando la primera postura una y otra vez, pero aún no había podido lograr la posición más precisa en un solo movimiento. Más bien, había tenido que modificar su posición lentamente para conseguir hacerlo bien. Esto no llenó las expectativas de su instructor, las cuales eran en parte conseguir la posición más precisa posible en el lapso de un segundo.

Sin embargo, Ling Lan no estaba ansiosa. Continuó su rutina de practicar la posición enroscada con su cuerpo físico al estar despierta, y practicando con su ser espiritual en el espacio mental al estar dormida. Aunque practicar en el espacio mental no tenía un impacto directo en su cuerpo, le permitía agudizar su intuición – en otras palabras, le daba la habilidad de evaluar si es que había conseguido lograr la posición ideal en menos de un segundo.

Donde hay voluntad, hay camino. Luego de más de dos meses, justo cuando estaba a punto de cumplir nueve meses de edad, se las arregló para lograr el estado en el cual su cuerpo reaccionaba en el instante en que su voluntad lo moviese. En un abrir y cerrar de ojos, era capaz de ponerse en la posición ideal. Esto marcaba oficialmente la maestría de Ling Lan sobre la primera postura.

Justo cuando Ling Lan estaba a punto de felizmente comenzar a practicar la segunda postura, unas noticias maravillosas pusieron un alto a su práctica. Su madre había finalmente decidido ser caritativa y sacarla al exterior para un día de compras.

En realidad, familias ricas y nobles con raíces profundas como la familia Ling normalmente tendrían un chambelán para manejar todo lo que se refieriese al hogar. Como la señora, Lan Luofeng no tenía necesidad alguna de salir a comprar nada personalmente. Sin embargo, Lan Luofeng sentía que ya que Ling Lan ya había comenzado a reconocer gente y notar objetos, era necesario que salga para poder explorar más de su alrededor.

Aunque el chambelán Ling Qin sentía que la salida era un poco prematura, nunca iría en contra de las decisiones de Lan Luofeng, así que rápidamente había hecho los arreglos necesarios.

Como resultado, Ling Lan salió de la casa por primera vez para ver cómo era el mundo 10.000 años después.

Sobre la gran sala y en la puerta de salida, Lin Lan fue saludada instantáneamente por una refrescante esencia. Una gran extensión de pasto apareció ante sus ojos.

Así es. Fuera de la puerta exterior no se encontraban unas escaleras de mármol como Ling Lan más o menos esperaba, o ni siquiera un amplio y sólido camino de cemento. En lugar de eso, había todo un campo de pasto verde extendiéndose hacia la distancia. Ling Lan de hecho no podía verlo hasta su final, lo cual solo demostraba qué tan grande era realmente el campo. ¿Qué tan grande sería realmente su residencia familiar?

Ling Lan ni siquiera tuvo tiempo para superar su asombro cuando un automóvil llegó volando desde la distancia. Así es, volando. Esta cosa parecía un automóvil, pero no parecía un automóvil. Su diseño era muy parecido a los automóviles de carretera de la época de Ling Lan. No había nadie dentro del vehículo, y las dos hileras de asiento estaban dispuestas una mirando hacia la otra. No había volante, ni tampoco cosas parecidas a ruedas debajo de él, solo una superficie plana.

¿Podía esto ser un vehículo autónomo o un avión? Por favor perdonen a Ling Lan por sus palabras errantes – no estaba segura de cómo llamar al vehículo, aunque instintivamente se inclinaba a llamarlo automóvil.

Esa cosa flotaba en el aire, despegado a como 3 metros del suelo, pero a medida que se acercaba al grupo de Ling Lan, el vehículo descendió más y más hacia abajo. Para cuando paró enfrente a Ling Lan, su altura de vuelo había bajado a solo unos 50 centímetros despegado del suelo, una conveniente altura para embarcar y desembarcar.

Las puertas del automóvil se abrieron automáticamente, sorprendiendo enormemente a una incauta Ling Lan. Aún así, la atención de Lan Luofeng y Lin Qin no estaba en ese momento puesta en Ling Lan, así que no notaron el extraño cambio en su expresión.

—Señora, por favor entre al automóvil, —dijo Ling Qin respetuosamente.

¿Al automóvil? ¡Lotería! 10.000 años después, el vehículo de transporte común seguía siendo el automóvil, así que Ling Lan no tenía que preocuparse de que pudiera decir algo equivocado por error en el futuro.

Sosteniendo a Ling Lan en sus brazos, Lan Luofeng pasó directamente al asiento trasero, mientras que Ling Qin se sentó en el asiento delantero.

—Ling-Cero-Siete[2], entre a modo completamente sellado, — ordenó Ling Lan.

Una voz sintetizada sonó inmediatamente en respuesta: —Orden reconocida por Ling-Cero-Siete—. Acto seguido, las cuatro puertas se cerraron y una cobertura transparente apareció para cerrarse sobre la previamente abierta sección superior, convirtiendo al vehículo en uno completamente sellado (en este preciso momento, dentro del espacio mental, un Pequeño Cuatro durmiendo la siesta se despertó de una sacudida. Sintió como si un hermano suyo estuviera cerca).

La voz sintetizada pronto sonó de vuelta: —Por favor, elija su destino.

Esta vez Ling Qin no respondió, pero giró para mirar inquisitivamente a Lan Luofeng. Luego de pensarlo un poco, por motivos de seguridad, Lan Luofeng decidió ir a un edificio comercial clásico que solo atendía a clientes exclusivos.

Luego de recibir el destino, el vehículo de transporte Ling-Cero-Siete despegó rápidamente. Quizás era debido al hecho de que el automóvil se encontraba flotando, pero casi no había sensación de movimiento. Si no hubiera sido por el hecho de que la vista afuera pasaba a gran velocidad, Ling Lan hubiese pensado que solamente se encontraba en una pequeña habitación cerrada.

El automóvil gradualmente llegó al concurrido centro de la ciudad, dándole a Ling Lan la oportunidad de ver por primera vez el tráfico. Ling Lan vio varios otros automóviles similares moviéndose alrededor de ellos. Al comienzo, había pensado que todos los automóviles se movían a la misma altura, pero en realidad, ese no era el caso. En el mismo eje vertical, Ling Lan vio otros cuatro automóviles diferentes volando en la misma dirección pero a diferentes alturas, moviéndose juntos a la misma velocidad.

Ling Lan estaba asombrada y a la vez intrigada por esto. Se preguntaba cómo estos automóviles calibraban sus alturas –¿no tenían miedo de que ocurrieran accidentes?

Su duda pronto fue aclarada, sin embargo, cuando Ling-Cero-Siete dijo: —Automóvil flotador en vía de impacto detectado. Distancia actual 3 kilómetros. Señal de ajuste enviada.

Parecía ser que los automóviles voladores operaban bajo un programa central y también debían poseer un cierto nivel de inteligencia – lo suficiente como para que descubran problemas de manera preventiva, y así también tomen acciones preventivas para evitar colisiones.

Como era de esperar, las siguientes palabras de Ling-Cero-Siete mostraron que los dos automóviles habían llegado a un acuerdo: —Descendiendo un metro. El tiempo de descenso llegará en tres segundos, favor tener cuidado.

En tres segundos, su automóvil flotante realmente descendió un metro, mientras que el vehículo flotante que se aproximaba ascendió por sobre un metro. Así sin más, los dos automóviles se rozaron, y la distancia entre ellos cuando habían cambiado de carril...

Bueno, el pequeño corazón de Ling Lan se detuvo por un segundo –¡Eso estuvo demasiado cerca! ¿Habían al menos 10 centímetros entre ambos automóviles?

Sin embargo, viendo la calma y los rostros despreocupados de su madre y el chambelán Ling Qin, Ling Lan supo que esta distancia debió haber sido bastante normal aquí. Parecía que aún tenía que acostumbrarse a ciertas cosas.

[1] El hombre de arena es un personaje mitológico del folklore europeo que, según la leyenda, ayuda a los niños a dormir espolvoreando una arena mágica en sus ojos que atrae lindos sueños.

[2] Juego de palabras con cero-cero-siete [007], James Bond. En mandarín, el apellido de la familia Ling tiene el mismo sonido fonético que el número cero.