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Capítulo 12 – Las Pruebas Podrían Estar En Cualquier Lugar

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

Ling Lan tragó saliva y trató de permanecer en calma mientras preguntaba: –¿Me enseñarás habilidades físicas? –Ling Lan estaba extremadamente interesada en aprender dichas habilidades. En su vida pasada había estado mayormente confinada a una cama, pero ahora que tenía un cuerpo sano, quería aprender lo máximo posible para que este grandioso cuerpo suyo no se desperdicie.

El hombre permaneció inexpresivo, contestando categóricamente: –No, solo estoy aquí para presentarte los caminos de habilidad que puedes elegir.

Ling Lan suspiró de alivio, sin embargo no podía evitar sentirse un poco decepcionada. Aunque encarar al hombre era extremadamente estresante, como una montaña presionándola encima dificultándole la respiración, esto también significaba que él era formidable. Si él hubiese sido su maestro, ciertamente ella se hubiese beneficiado enormemente.

El hombre no le prestó atención a los sentimientos conflictivos de Ling Lan, sino que continuó presentándose: –Me puedes llamar Número Uno.

¿Número Uno? ¿Se trataba de un nombre clave? ¿Podría ser que en este espacio de aprendizaje ninguno de los instructores tenía nombre y simplemente eran llamados por sus nombres clave? ¿Era porque los nombres eran innecesarios? ¿O había alguna otra razón?

Número Uno continuó: –A continuación, te presentaré las opciones que tienes en cuanto al nivel más alto de entrenamiento en habilidades físicas. Hay tres grupos: las Series Ofensivas, las Series Balanceadas y las Series Defensivas.

Ling Lan escuchó muy atentamente, ya que esta elección afectaría toda su vida. No podía darse el lujo de ser descuidada.

–La Serie Ofensiva, como lo implica su nombre, cubrirá las habilidades físicas necesarias para construir un cimiento para los ataques ofensivos forzosos. La Serie Balanceada cubrirá habilidades físicas de cimiento para una mezcla de ofensa y defensa, mientras que la Serie Defensiva se concentrará en la defensa. Cada contratista solo puede elegir un grupo para practicar–. Número Uno parecía satisfecho con la actitud seria de Ling Lan a medida que avanzaba con la explicación. –Estos tres grupos de habilidades físicas de cimiento no pueden ser practicados en simultáneo, ya que si así fuese el cuerpo se vería muy dañado.

Ling Lan se asustó–efectivamente, había estado considerando la ambiciosa idea de aprender más de un grupo de habilidades, y no había esperado que Número Uno pudiera leer sus intenciones y advertirle. Agradecidamente, dijo: –¡Gracias, Instructor Número Uno!

Aunque Número Uno había dicho que no sería su instructor, Ling Lan sentía sinceramente que él sería lo suficientemente fuerte para ser el instructor de cualquiera, mereciéndose así el título.

Número Uno parecía un poco sorprendido por la manera de dirigirse de Ling Lan, pero rápidamente le quitó importancia. En su tradicional tono uniforme, le preguntó: –¿Qué grupo elegirás?

Ling Lan consideró los tres grupos. Honestamente, Ling Lan se sentía atraída hacia las Series Balanceadas – ya que cubrían ataque y defensa, esto significaba que el grupo no tenía debilidades obvias, mientras que los otros dos grupos tenían ventajas y desventajas muy distintas. Ling Lan no planeaba en convertirse en una practicante maestra, sino que solamente quería fortalecer su cuerpo. Justo cuando se disponía a contestar, un destello de inspiración ocasionó que dijera en su lugar:

–Instructor Número Uno, quisiera escuchar su recomendación. ¿Cuál grupo funcionaría mejor para mí?

La mirada de Número Uno se puso aguda – su enfocada mirada era como una daga dirigiéndose hacia ella, pero el rostro de Ling Lan seguía manteniendo una sonrisa neutral, como si no hubiese sentido nada de la ira de Número Uno.

Ambos se miraron el uno al otro. La presión proveniente de Número Uno se intensificó más y más. Aunque Ling Lan aparentaba tranquila por afuera, ya estaba temblando en lo profundo. Desesperadamente se alentó a perseverar, diciéndose a sí misma que solo tenía que esperar un poco más.

Finalmente, Ling Lan prevaleció. Número Uno disminuyó su mirada matadora, y una sonrisa casi imperceptible pasó rápidamente por su cara. El corazón de Ling Lan se tranquilizó– Sabía que había hecho la elección correcta.

Como era de esperarse, Número Uno le dio su recomendación. –Te recomiendo que elijas las Series Defensivas.

En realidad, la presencia de Número Uno no era tan simple como para limitarse a la introducción de los grupos a los contratistas. En realidad él era uno de los examinadores. Desde su primera alocución, había comenzado a confundir a los contratistas, dándoles la falsa impresión de que estaban en libertad de elegir cualquiera de los tres grupos de habilidades físicas que iba describiendo.

Por supuesto, una vez que un contratista hubiera elegido, Número Uno también dejaba que el mismo practicase dicho grupo de habilidades físicas. El problema era, ¿había elegido un contratista el grupo que realmente le convendría?

En un comienzo, los dispositivos de aprendizaje habían sido diseñados para desarrollar la excelencia en talentos extraordinarios. Aunque este método al azar basado en la suerte todavía podía resultar en varios prodigios, no se condecía con las intenciones originales de los dispositivos de aprendizaje.

Como tal, la única explicación válida era que esta todavía era una prueba. Una prueba que evaluaba las habilidades de observación y razonamiento lógico en los contratistas. Cualquiera con un poco de inteligencia se podría haber dado cuenta –¿Acaso la simple presentación de los grupos de habilidad física requería la presencia de un instructor tan formidable como lo era Número Uno? Esto obviamente no era lógico.

Naturalmente, Ling Lan no era tan inteligente. No había notado esta pequeña falla lógica, y en realidad había sido engañada. Sin embargo, tenía algo muy claro, y eso era que Número Uno era muy fuerte. Más aún, creía que nadie conocía los pros y los contras de los tres grupos de habilidades físicas mejor que Número Uno. Y ya que tenía a tan impresionante instructor a su disposición, ¿no hubiera sido un desperdicio no pedirle algún consejo?

Entonces, Ling Lan decidió preguntárlelo a Número Uno en ese momento crucial. De esta manera casi accidental, Ling Lan atravesó otra prueba. Había que decir que realmente Ling Lan tenía mucha suerte.

Ya que Número Uno había dado su recomendación, Ling Lan naturalmente no presumía en pensar que podía elegir mejor, y rápidamente eligió las Series Defensivas de las habilidades físicas para aprenderlas.

Una vez que Ling Lan confirmó verbalmente su selección de las Series Defensivas, el escenario en frente a ella cambió. A esta altura, Número Uno había desaparecido, y la persona que estaba enfrente de ella se trataba ahora de una soldado mujer de apariencia delicada. La soldado sonrió y dijo, –Hola. Por este período de tiempo, seré responsable de tu entrenamiento. Puedes llamarme Número Nueve.

La soldado femenina auto–proclamada Número Nueve tenía una figura algo esbelta, y no poseía el fuerte aura ni la crudeza que caracterizaba a Número Uno. Su fuerza era de un tipo más bien introvertido – la descripción "quieta como una estatua, móvil como una liebre" [1] la describía a la perfección.

Ling Lan creía que en una pelea, esta guerrera mujer probablemente podría derrotar a un gigante con un solo movimiento. Le pidió respetuosamente, –Instructora Número Nueve, por favor cuide de mí.

Número Nueve no dijo nada más, sino que inmediatamente empezó a hacer varios ejercicios de estiramiento, indicándole a Lin Lan que los repita siguiendo su ejemplo.

Ling Lan se dio cuenta de que aunque estos pocos movimientos parecían fáciles, realmente no lo eran. Estiraron cada parte del cuerpo humano al extremo, con el claro propósito de incrementar la flexibilidad del cuerpo. Estos movimientos tenían alguna similitud con el popular yoga que se practicaba 10.000 años atrás, dándole a Ling Lan una extraña sensación de déjà vu.

Este grupo de movimientos tenía un total de nueve posturas. Luego de que Número Nueve las hiciera tres veces cada una, se dio cuenta de que Ling Lan las había memorizado todas. Sin darle a Ling Lan la posibilidad de que haga preguntas, envió a su consciencia de vuelta a la entrada del estudio principal con un chasquido de dedos.

Ling Lan sintió un mareo luego del golpe inesperado. Envolvió sus manos alrededor de su cabeza y se agachó, quedándose como si estuviese esperando a que se le pase el mareo. A medida que se le iba pasando, se dio cuenta de que Pequeño Cuatro, quien había estado esperando todo este tiempo, se había preocupado muchísimo por ella. Estaba dando vuelta en círculos alrededor de ella, tratando de ver si se encontraba bien.

–Estoy bien, Pequeño Cuatro. Solo un poco cansada. Tengo que salir y descansar un poco –, dijo Ling Lan, para luego mostrar una sonrisa con algo de esfuerzo para calmar a Pequeño Cuatro. Sintió como si su energía mental y espiritual se hubiese agotado, y estaba tan cansada que realmente solo quería dormir.

Rápidamente se despidió de Pequeño Cuatro, regresó a su cuerpo físico, y cayó en un profundo sueño, de verdad esta vez.

Inexistente para el mundo, Ling Lan no sabía que el ansioso Pequeño Cuatro usó secretamente su energía para ayudar a Ling Lan a que active su circulación Qi. Lo hizo una y otra vez hasta que su Qi empezó a circular por su cuenta. Solo entonces paró Pequeño Cuatro y guardó su energía.

Luego de hacer esto, la imagen de Pequeño Cuatro en el espacio de aprendizaje se volvió mucho menos intensa...

[1] En la cultura tradicional china, las vírgenes o mujeres sin casarse eran mantenidas adentro y básicamente no salían mucho o no podían hacerlo. Así que esta frase describe a alguien que se mantiene muy quieto hasta que encuentra una oportunidad para atacar, moviéndose rápida y decididamente como un conejo huyendo.