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Llega el gran día.

Abro los ojos, veo que aún es muy temprano, miro la hora, las seis de la mañana. Ya no tengo más sueño. Falta una hora para que suene el despertador, ya me da igual, me levanto. Me preparo la ropa, me ducho, y salgo de la habitación, todos duermen, o eso creo, porque no se escucha nada. Voy a la cocina, y veo que Albert está allí, tomando café con Luismi.

Luismi es el mejor amigo de Albert, es un hombre alto, de 1'90 metros más o menos, de complexión delgada, brazos fibrosos, tiene el pelo corto, marrón canoso, ojos verdes, mirada penetrante, está muy serio, pero creo que es porque se concentra mucho, tiene arrugas en la cara aunque se ve que no es mayor, alrededor de 40 años, es el mejor amigo de Albert. Se salvaron la vida mutuamente en dos ocasiones, y desde entonces no han perdido el contacto. Es el que va a dirigir toda la operación, él y Albert fueron los encargados de planear todo, y cuando lleguemos allí, va a ser uno de los que nos acompañe, pero no lo hace por gusto. Porque él quería estar en la acción, pero Albert le tuvo que convencer para que se quedase con nosotros y al final aceptó a regañadientes.

-Buenos días, chicos, ¿Qué tal habéis descansado?- Dije según entré en la cocina.

-Buenos días Lena -Me dijo Albert -Bien gracias¿ y tú?

-Buenos días, bien también y espero que tú también hayas descansado señorita, hoy tenemos un día movido - me dijo Luismi, con una sonrisa un poco extraña.

Se terminó el café y se fue, antes de salir le dijo a Albert que en media hora estuviésemos preparados, que saldríamos.

Cuando estuve segura de que había subido las escaleras, miré a Albert, y susurrándole le pregunté que si le había contado lo mío a Luismi, aunque no hizo falta que me contestase, con su mirada me bastó. Aún así lo hizo.

-Espero que no te moleste Lena, sí que se lo he dicho, pero no te preocupes de que no se lo va a decir a nadie. Lo he hecho porque se ha levantado diciendo que no quería quedarse atrás con nosotros, que quería ir con los demás en la acción, y le he tenido que contar todo lo que pasa desde el principio. Al final va a ser el único que nos va a acompañar dentro. Vamos a estar los 3 solos, la verdad es que es del que más me fío, espero que me comprendas.

Asentí con la cabeza en modo de afirmación, apoyaría a Albert en cualquier decisión que tomase, confiaba plenamente en él. Ya habíamos terminado de hablar cuando entró uno de los amigos para decirnos que nos estaban preparando, que estaban todos ya montados en los coches.

Qué rápido se había pasado el tiempo. Bueno, vamos allá. Nos subimos al coche, en media hora estábamos allí, aparcamos un poco antes de llegar, nos bajamos todos, tomamos cada uno nuestras posiciones.

Albert, Luismi y yo nos quedamos atrás, y todos los demás se fueron hacia el laboratorio, sabíamos que iba a ser una terrible lucha, y que en cuanto empezase la pelea íbamos a tener poco tiempo para entrar coger los papeles y salir de allí antes de que aquello se llenase o de policía o de más gente de ellos. Era peligroso, y no sabíamos cuál iba a ser el resultado final, y si alguno iba a resultar herido o muerto, pero teníamos que intentarlo, y ahora ya no nos podíamos echarnos hacia atrás.

Vimos cómo llegaban hasta la puerta, y empezó la pelea, de momento no había armas, menos mal, pensé, aunque la sensación que me invadía se estaba haciendo casa vez más grande, tanto que creo que se me empezó a notar, porque en un momento dado Luismi se me quedó mirando y me preguntó que si me encontraba bien, que tenía una expresión un poco rara, menos mal que Albert en ese momento no estaba cerca y no pudo oírle, le dije que sí que solo estaba preocupada por como iba a ir todo.

Ya no veíamos a ninguno, en ese momento Albert se nos acercó y nos dijo que era la hora de que nos acercáramos nosotros también.

-Bueno pues vamos para allá.-dijo Luismi esbozando una gran sonrisa, y acelerando el paso. Se notaba que estaba deseando entrar en acción.

Le seguimos, aunque tuvimos que acelerar también para no quedarnos atrás. Llegamos a la puerta, entramos, estaba todo en demasiado silencio.

— No me gusta nada ésto -Por fin lo dije -Esta todo demasiado calmado, ésto no es normal.

-Tienes razón Lena, la verdad que a mí tampoco me da buena espina tanto silencio.-dijo Albert. -Luismi tú que opinas.

Pero Luismi no contestaba, nos volvimos a mirar, pero no estaba. ¿Qué está pasando? ¿Dónde se ha metido Luismi y todo el mundo? Miré a Albert, y de pronto empecé a sentir como mi cuerpo empezó otra vez a sentir todo, a temblar, pero de una forma que nunca lo había hecho, tanto que casi me caigo al suelo. Incluso Albert lo noto, me cogió la mano a la vez que se puso a gritarme y tirar de mí diciéndome "Correeee Lenaaaa, es una trampaaaa".

Pero no nos dio tiempo a poder reaccionar, antes de poder intentar escapar estábamos rodeados, tanto de los hombres de Perla como de los amigos de Albert. Nos habían traicionado.

En ese momento se acercaron juntos Perla y Luismi, iban hablando tranquilamente, riendo, se acercaron a nosotros. al verlo Albert se intentó acercar a él, pero rápidamente le apuntaron con dos armas en la cabeza.

-Cerdo asqueroso, como has podido hacerme esto después de todo. Sabes que para mí eres como mi hermano- le dijo Albert a Luismi, le estaba notando como las palabras que decía eran con muchísimo dolor. Le había partido el corazón. Más que la traición de Perla.

-La verdad Albert, es que sí que me ha dolido haberte hecho esto, pero bueno, entre traicionarte a ti, y traicionarte a mi mujer, la verdad, que creo que tú también hubieses elegido igual que yo.

-Tu mujer, ¿Perla es tu mujer?-la cara de Albert iba cambiando por segundos, al igual que la mía.

Nunca lo podíamos haber imaginado. Por eso tenía esa extraña sensación de que algo iba a ocurrir, y creo que por eso Luismi se estaba asegurando de que mientras entraban sus amigos en el laboratorio yo no dijese nada de lo que sentía por dentro, cuando me lo preguntó se aseguró de hacerlo cuando Albert estaba lejos de nosotros para que no se diese cuenta de nada y poder caer así en su trampa. Pero qué tontos hemos sido los dos.

-Bueno se acabó ya la cháchara, para adentro con los dos- les dijo Perla a los ex amigos de Albert -y si intentan algo los golpeais.

Albert me hizo una señal para que no intentase hacer nada, y esperásemos a ver donde nos llevaban. Lo más me molestaba es que el factor sorpresa se nos había perdido. Perla no conocía nada de mis poderes, pero Luismi si, y estoy segura de que se los iba a contar todos.

Nos llevaron a una sala, nos dejaron allí, y se marcharon. Iba a empezar a hablar, cuando Albert me hizo una señal con los ojos, diciéndome que no, y comenzó a hablarme mentalmente.

(-No hables Lena, pueden tener micrófonos puestos, o cámaras, no lo sabemos, mejor te hablo así, aunque yo no pueda escucharte a ti, tú a mí si, yo te digo y tú asiente con la mirada solo, ¿vale?)-y asentí.

(-Bien, ahora escucha con mucha atención, sabes que Luismi sabe todo lo tuyo y si no se lo ha contado ya a Perla no creo que tarde mucho en hacerlo, así que tenemos que salir de aquí cuanto antes, por lo menos tú.)

Según dijo eso la expresión de mi cara cambio, y se apresuró a decirme.

(-Lena por favor, no pongas gestos, si aún no le ha dicho nada va a sospechar), -a lo que cambie el gesto rápido - (bien, escucha con atención, y por lo que más quieras, lo vas a hacer sin rechistar. Me lo tienes que prometer).

Estuvimos un buen rato hablando, trazando un plan, no estaba muy de acuerdo con el, la verdad, para nada de acuerdo. Pero le he prometido que lo voy a cumplir, y eso haré.