Reglas no escritas

Quinn, Peter y Vorden fueron escoltados por los estudiantes de segundo año a una parte separada de la escuela. La escuela estaba dividida en diferentes secciones y el edificio de segundo año estaba separado de los de primer año. Como tal, los estudiantes de segundo año realmente no interactuaban con los estudiantes de primer año.

—¿Deberíamos simplemente huir? —Peter le preguntó a Quinn en voz baja.

—Podría empeorar la situación. Si fueran a hacer algo con nosotros, habrían esperado hasta que estuviéramos solos —susurró Quinn de vuelta— Deben haber hecho esto intencionalmente en público para dar un mensaje a todos los demás.

Después de caminar un poco más, llegaron finalmente a su destino. Estaba debajo de uno de los edificios de segundo año. Había varios estudiantes de segundo año que pasaban por allí, pero por lo demás, el lugar estaba relativamente tranquilo.

—Los trajimos aquí, Mono —informó uno de los estudiantes de segundo año a un hombre alto con cabello castaño recogido en una coleta que había estado sentado en la escalera.

—Ustedes pueden irse —Mono les hizo un gesto para que se fueran mientras se levantaba de la escalera. Los estudiantes de segundo año hicieron lo que se les dijo y rápidamente los dejaron solos.

—Algunos rumores han llegado a mis oídos de un estudiante de alto nivel que anda con un grupo de niveles bajos —dijo Mono.

—¿Y qué? ¿Es contra las reglas? —Vorden se mantuvo firme con confianza. Sin embargo, Quinn no pudo evitar fijarse en el reloj de pulsera de Mono, que mostraba el número 6.

Mono comenzó a reír.

—Es cierto, la escuela no tiene una regla escrita que te impida relacionarte con su tipo… pero hay algunas reglas no escritas —dijo Mono y luego se acercó a Quinn—. Ya ves, en el momento en que comienzas a tratar a esta basura como si fueran útiles para la sociedad, podrían empezar a creerse importantes.

Ahora que Mono estaba lo suficientemente cerca de Quinn, intentó usar su habilidad de Inspeccionar en el estudiante mayor, pero por alguna razón la pantalla de estado estaba borrosa. Parecía que la propia pantalla de estado se estaba derritiendo, haciendo que toda la información fuera ilegible.

'¿Es porque estoy bajo el sol?' se preguntó Quinn.

—Mira a esta escoria. Estoy a solo unos metros de distancia y ni siquiera hay un ápice de miedo en sus ojos —Mono bufó en dirección a Quinn frente a él—. No puedo esperar a la próxima guerra, para que podamos deshacernos de estos desechos y que solo los fuertes sobrevivan.

La sangre de Quinn comenzó a hervir, despreciaba la guerra, ya que le había quitado todo, incluidos sus padres. Ya no le importaba si iba a recibir una paliza o no, lo único que quería hacer era golpear a Mono en la cara en ese mismo momento.

Incapaz de contener su ira por más tiempo, lanzó un golpe. Sin embargo, Mono parecía haber sido capaz de prever su acción. Antes de que Quinn siquiera hubiera comenzado su ataque, el estudiante mayor se había echado un paso atrás, haciendo que el puño de Quinn no golpeara más que el aire.

Vorden aprovechó esta oportunidad para intentar agarrar a Mono. Sin embargo, una vez más, Mono había reaccionado con anticipación, lo que resultó en que Vorden no agarrara nada.

—¿Crees que voy a dejar que alguien me toque si no conozco su habilidad? —Mono los despreció con burla—. No vine aquí para pelear con ustedes. Consideren hoy como una advertencia 'amistosa'. Hay personas en esta escuela a las que ni siquiera el ejército puede tocar y, si continúan actuando de esta manera, se involucrarán.

Con eso, Mono subió de vuelta las escaleras y entró al edificio de segundo año.

—¿Crees que está hablando en serio? —preguntó Peter—. Sé que en la escuela no les gustaba este tipo de cosas, pero parece aún peor ahora que estamos en una escuela militar. ¿Por qué los profesores no hacen algo para detenerlo?!

—Porque les funciona a su favor —suspiró Quinn—. Con los fuertes acosando a los débiles, estos últimos tratarán de encontrar una manera de volverse fuertes también. Sin embargo, si eres débil desde el principio y no puedes confiar en tu familia para que te ayude, ¿a dónde puedes ir para obtener ese poder?

—El ejército —respondió Vorden en lugar de Peter.

—Exactamente —asintió Quinn con la cabeza—. Los profesores y la escuela no hacen nada en contra porque les beneficia. Después de experimentar el infierno durante dos años, es probable que tu mente se haya desmoronado. En ese estado, podrías hacer cualquier cosa para buscar poder y protección... y el ejército puede ofrecerte eso.

Luego, Quinn miró a Vorden y suspiró. —Lo siento, Vorden, pero creo que podría ser lo mejor si cumplimos con sus deseos y seguimos caminos separados por ahora.

—¿Por qué debería escucharlos?! —Vorden respondió enojado.

La erupción sorprendió a Quinn. Después de todo, Vorden estaba en una posición envidiable. Él era fuerte, entonces nadie lo molestaría.

—Mira, Vorden, supongo que crees que nos estás ayudando a mí y a Peter, pero tal vez no lo entiendas porque nunca has sido impotente como nosotros. Cuando rompemos sus reglas, probablemente no harán nada contigo... seremos yo y Peter a quienes irán.

Quinn odiaba decirle eso a Vorden, especialmente porque era la primera persona de alto nivel que no los miraba como escoria, juzgándolos únicamente por sus números de nivel de poder. Anteriormente, cuando Quinn y Peter habían caminado con él, los niveles superiores no les habían hecho nada debido a Vorden.

Desafortunadamente, su comportamiento había atraído a peces más grandes, algo que Vorden y Quinn no podían manejar. Al menos, no por ahora de todos modos.

—¡Está bien, hazlo como quieras! —Vorden gritó mientras se dirigía enfurecido de regreso al edificio del dormitorio.

—Tal vez deberíamos haberle explicado mejor —comentó Peter en voz baja.

—Está bien. Tal vez sea mejor de esta manera —suspiró Quinn, derrotado.

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Vorden estaba enfadado, pero no por las palabras de Quinn. No, estaba enfurecido por la situación en toda la escuela. Parecía que incluso aquí la gente estaba dictando cómo debería vivir su vida, con quién podía y con quién no podía relacionarse.

Aún así, Vorden no quería que Quinn y Peter resultaran heridos, por lo que aceptó con pesar que esta era la elección correcta. Sin embargo, Vorden no iba a permitir que estas personas se salieran con la suya intentando controlar su vida.

No, ¡iba a ir tras todos ellos!