Señor K

Después de que todos terminaron de comer en el comedor, nos organizaron en grupos separados según nuestros colores. Los estudiantes de banda negra y banda blanca se veían pequeños en comparación con los otros colores.

Rápidamente me uní a Monk y Gary y noté otro estudiante frente a ellos.

El cuarto estudiante también llevaba una banda negra, era uno de los otros chicos del pueblo Renny. Lo había reconocido antes, pero no me había molestado en aprender su nombre hasta ahora.

Su nombre era Kyle. Kyle era una persona enérgica de cabeza rapada, pero había algo que destacaba en él. Eran sus cejas, sus cejas eran de un tono rojo, así que también era uno de los estudiantes que tenía el cabello rojo. A juzgar por su edad y los pequeños mechones de cabello que se podían ver, parecía que Kyle se afeitaba la cabeza en lugar de ser calvo de nacimiento.

Cada uno de los maestros caballeros debía llevar a los estudiantes al área de entrenamiento asociada con su respectivo color. A nosotros nos guiaba el caballero vestido de negro.

Mientras caminábamos por el pasillo juntos, el maestro caballero no nos decía una palabra a los cuatro de nosotros, sin tener idea de a dónde nos dirigíamos. Kyle había estado constantemente inquieto en el camino, parecía que estaba tratando de encontrar la oportunidad de hablar con el maestro caballero pero no pudo hacerlo.

Eventualmente, tomó un profundo respiro y simplemente lo intentó.

—Ehmm, señor, maestro caballero, ¿cómo debemos llamarlo?

De repente, el caballero dejó de caminar. Hubo silencio por un buen minuto. El sudor comenzó a correr por las otras tres caras, como si Kyle hubiera cometido un gran error.

—Pueden llamarme K. —Finalmente respondió.

Luego, el caballero siguió caminando y nosotros lo acompañamos. Extrañamente, nuestro camino, a diferencia de los otros estudiantes, nos llevó fuera de la academia. La luna brillaba intensamente y se podían escuchar aullidos de bestias cerca. Monk y Kyle no pudieron evitar temblar ante los ruidos.

—La bestia mágica reside en las cuevas cercanas. En una noche de luna llena como hoy, sus poderes aumentan, en raras ocasiones han podido entrar a la ciudad, así que estén atentos —dijo K.

Kyle y Monk tragarón saliva, estaban tan asustados que juraría que podía escuchar sus latidos del corazón.

—¿Has estado en las cuevas? —pregunté, pensando que podría ser un buen lugar para cazar.

—Aunque eres libre de abandonar la ciudad en tu tiempo libre, no te recomendaría cazar allí a menos que tengas un deseo de muerte.

Parecía que K sabía lo que estaba pensando. K me dio una sensación extraña. No me sentía en peligro, pero tampoco me sentía seguro con él. Por lo general, cuando conocía a alguien por primera vez, podía percibir sus intenciones de inmediato. Incluso con los otros maestros caballeros, pude hacerlo. Pero K había sido la primera persona que no pude leer. En verdad, me asustó un poco.

Un edificio tipo mansión se encontraba adelante. Parecía abandonado desde el exterior como si nadie hubiera vivido en él durante años. Del edificio salió una figura alta. La oscuridad hacía que la figura fuera poco clara.

La figura continuó caminando hacia nosotros. Monk y Kyle no pudieron evitar temblar de miedo ante la oscura y sombría figura. Gary tenía su mano en la empuñadura, listo para atacar en cualquier momento.

—Saludos, señor K. —dijo la figura misteriosa.

—Lo mismo para ti, señor Delbert. —respondió K.

La sombría figura que salió del edificio resultó ser el Caballero Delbert. Saludó amablemente al Caballero K, pero luego me vio detrás de él y me despreció.

—Crees que eres tan especial, ¿no, Ray? —dijo Delbert.

Me sorprendió este estallido repentino, aunque Delbert nunca había sido el más amable conmigo, me sorprendió que actuara de esta manera frente a otro caballero y otros estudiantes.

Delbert se acercó a mí.

—Sé que hiciste algo con esa espada, si dependiera de mí, nunca permitiría que gente como tú esté aquí —Miró hacia mí y hacia Kyle.

Delbert se acercó aún más a mí hasta que su cara casi tocó la mía. Una hoja apareció de repente entre los dos. Sir K había desenvainado su espada.

—Permiteme recordarte, Delbert, que Ray ahora es un escudero de banda negra y está bajo mi protección.

Delbert miró hacia K.

—La Academia de Avrion pronto sabrá que la profecía está equivocada y veremos quién tenía razón.

K no mostró ninguna reacción a las palabras de Delbert. Delbert esperó unos momentos antes de alejarse de mí y caminar en dirección a la Academia de Avrion.

—Qué tonto, no sabía que Delbert era así —dijo Kyle.

Supongo que fue una sorpresa para Monk y Kyle, mientras que Gary y yo habíamos visto cómo actuaba Delbert antes.

—Parecía que tenía algo en contra de los dos —dijo Monk.

Miré hacia Kyle, ambos entendíamos por qué. Parecía que Delbert tenía un odio extremo hacia aquellos que tenían el cabello rojo.

Gary se acercó a mí y me susurró.

—¿Qué fue eso de la profecía? ¿Sabes algo al respecto? —Negué con la cabeza, fingiendo que no sabía nada. Tenía una buena suposición sobre lo que Delbert estaba hablando. Cuando llegaron a nuestro pueblo hace diez años, lo escuché hablar con Wilfred sobre la profecía, cómo habían encontrado a cuatro personas.

Luego, en el pueblo Renny, a los cinco nos dieron guardias y tutores especiales. Todos teníamos una cosa en común y eso era el cabello rojo. Suponiendo que cuando me encontraron, tenían a cinco personas, parecían estar reuniendo a personas con cabello rojo. Podría ser solo una coincidencia, pero creía que tenía algo que ver con su profecía.

Había una diferencia entre yo y los otros niños que parecía notar. Su cabello era completamente rojo, mientras que el mío tenía mechones de negro. Su cabello había sido rojo desde el día en que nacieron. El mío era originalmente negro y luego cambiaba a rojo, muy probablemente debido a mi vida pasada.

Si la profecía estaba buscando personas con cabello rojo, entonces yo no era la persona correcta. Habían cometido un error.