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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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Capitulo 85: Aprovechándose mientras duerme

Sun Hee estaba en su dormitorio cogiendo un pijama del clóset, había sido un día largo y duro, si no se sentía cómoda le resultaría imposible dormir.

Mientras buscaba el pijama más cómodo, pensaba en todo lo que había sucedido, estaba ansiosa porque su esposo finalmente le iba ha contar lo que sucedía con su hermano.

En verdad, tenía muchas más preguntas pero prefirió no arriesgarse ha preguntar de más y terminar molestándole.

Finalmente encontró un pijama con el que se sentía cómoda, aprovecho que su esposo no estaba en el dormitorio y se cambió rápidamente.

Poco después, se recostó lentamente en la cama, con una mano sostenía los guiones mientras que con la otra intentaba alcanzar la lámpara de la mesilla de noche.

Sun hee estaba ansiosa, sabía que se iban a mudar y que mañana tendrían que levantarse temprano para poder marcharse. Cuando ella pensaba eso, sentía que era incapaz de moverse, prefería quedarse tumbada eternamente allí.

Pasó casi una hora leyendo y practicando los diálogos de los guiones. Cada vez se metía más y más en el papel.

Ni siquiera se había dado cuenta de la hora, enseguida dejo los guiones sobre la mesilla de noche y decidió dormirse.

Se giró hacía un lado para poder dormir de una manera cómoda.

***

Seong-Jin estaba observando detalladamente el exterior desde la ventana, de vez en cuando entraba una brisa fría pero agradable, capaz de hacer que cualquiera quisiera pasar toda la noche de pie junto a la ventana.

Se acordó de que todavía no había vuelto a ver a Shaoran y Min Ho, lo último que les había dicho era que no volvieran nunca más a la mansión...

En aquél momento, todavía no pensaba con claridad lo que decía, estaba bastante frustrado, cuando vio a ellos dos fuera de la mansión como si no hubiera pasado nada realmente le enfureció.

Poco después término de aclarar todas sus ideas confusas, cerró la ventana y fue al dormitorio.

Cuando abrió la puerta vio a su esposa tumbada en la cama...

No se movía, asi que supuso que estaba durmiendo.

Se acercó sigilosamente a la cama, no quería despertarla.

Luego se recostó en la cama lo más despacio posible, sentía que en cualquier momento se iba a despertar, y podía afirmar que no sería bueno despertarla...

Seong-Jin quitó las almohadas que estaban en el centro de la cama, no pudo evitar hacer una pequeña sonrisa, algunas almohadas no impedirían que hiciera lo que el quisiese.

Observó detalladamente el rostro de su esposa, se veía tierna mientras dormía.

Seong-Jin arqueó una ceja, quizás estaba despierta y no se había percatado.

—¿Estás despierta?—preguntó.

Espero durante unos segundos para que ella respondiera, cuando finalmente se cansó de esperar comenzó a moverla lentamente.

Quería estar completamente seguro de que no estaba despierta.

Por alguna razón mientras la movía aguantaba la respiración, era como si cualquier pequeño ruido fuera capaz de despertarla.

Esperó unos pocos minutos para poder hacer lo que tenía planeado.

Inmediatamente inclinó todo su cuerpo hacia donde estaba ella, en un segundo ya tenía su rostro a unos pocos centímetros de el de ella.

Observó una última vez su rostro y luego lentamente le dió un beso en los labios, sus labios eran dulces y era imposible alejarse.

Cuando vio que su esposa se movió un poco, inmediatamente se alejó asustado.

Ahora los labios de Sun Hee estaban un poco más rojos.

Seong-Jin evitaba pensar que ella podría haberse despertado y ver que la estaba besando.

Fue algo simple y rápido.

Seong-Jin volvió ha recostarse en la cama, después dijo susurrando:

—Buenas noches.