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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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132 Chs

Capítulo 11: Amiga de la infancia

—Ah... sí, ¿quién eres?

Un suspiró de alivio se escuchó desde el otro lado del teléfono.

—¡¿Enserio?! por fin te encontré no sabes el tiempo qué llevo buscándote, me enteré de tu accidente hace poco, eso me ayudó a encontrarte.

—...

—Verás yo soy Hye, nos conocimos en un intercambio de la secundaria, desde ese momento nos convertimos en muy buenas amigas, desgraciadamente yo tuve qué regresar a mi país, perdí el contacto contigo pero ahora he regresado.

Sun Hee escuchaba atentamente a Hye mientras qué daba golpes con los dedos en el agua haciendo qué salpicara.

—Sun Hee, ¿dónde estás ahora?

Esa preguntá estreso un poco a Sun hee.

Sun hee no sabía si realmente podía decirle a alguien donde vivía ya qué también revelaría la dirección de su esposo.

—No tienes porqué darme la dirección de tu casa, podemos quedar en un lugar público.

—Esta bien, espera ahora te llamó.

Sun Hee quería ir con Hye, por ahora era la única persona a la qué podia llamar "amiga".

Subió por las escaleras y se acercó al dormitorio de su esposo. Abrió la puerta pero no estaba, lo busco por toda la casa hasta qué lo vio en el jardín, eso le sorprendió bastante.

Se acercó rápidamente a él.

—Seong-Jin, sólo quería avisarte de qué iba a salir, esta vez no mandes a un ejército de guardaespaldas.

—¿A dónde vas?

—Tengo qué ver a una amiga.

A Seong-Jin no le agrado la idea de qué fuera a encontrarse con alguien sin guardaespaldas.

—Traela aquí.

—¡¿Enserio puedo?! ¿No te molesta que traiga a alguien.

—No.

Sun Hee se alegró de qué su esposo la dejará traer a alguien, con una sonrisa en el rostro regreso adentró de la casa para llamar a Hye.

Le dio la dirección y Hye dijo qué enseguida iría a la mansión.

***

Min Ho estaba teniendo una conversación con el joven amo.

—Joven amo, ¿me permite hacerle una pregunta?

—Supongo.

Esas respuestas podían poner nervioso a cualquiera.

—¿Qué piensa de la joven ama?

—Nada.

Min Ho asintió, todavía seguía sin entender porque se casó con esa mujer.

—¿Algo más?

—No, gracias joven amo.

Era bastante raro qué le respondiera algo, prefirió no arriesgarse a hacer alguna pregunta más. No quería molestarlo.

***

Sun Hee abrió la puerta cuando Hye llegó.

Hye estaba boquiabierta por la gran mansión que había frente a ella.

Cuando finalmente vio a Sun Hee se lanzó a sus brazos, ella se asustó un poco pero le devolvió el abrazo con alegría.

—¿Cómo has conseguido está mansión?

—En realidad, es de mi esposo.

Hye no podia asimilar lo que acababa de escuchar, era imposible que ella se casara tan pronto.

Sun Hee tampoco esperaba qué se casaría de esa forma a tan temprana edad y menos de esa manera.

—Te preguntaras que hago aquí, bueno verás me contrataron para ser ejecutiva en una empresa pero cuando llegue preferí trabajar de manager con actores—explicó orgullosa Hye.

Sun Hee le mostró una sonrisa radiante.

Estuvieron conversando varias horas, Hye le contaba todo lo qué hicieron juntas a Sun Hee para que pudiera intentar recordar algo.

Sun Hee solamente escuchaba con atención las historias de Hye, no podía aportar nada a la conversación.

El mayordomo Min Ho fue a la sala.

—Señorita Sun Hee, su cena ya esta preparada—comentó el mayordomo Min Ho mientras se fijaba con curiosidad en la sonriente Hye.

Sun Hee asintió, todavía quería seguir charlando con Hye, sin pensarlo dos veces le ofreció quedarse para cenar juntas.

Hye aceptó felizmente, ya que ella no tenía recuerdos de su pasado, ¿porqué no crear nuevos?

Un rato después terminaron de cenar, Sun Hee le pidió a un chofer qué llevara a Hye hasta su casa.

—¡Sun hee nos vemos pronto!— Gritó Hye desde el auto.

Ella levantó su brazo para despedirse, le agrado tener esa visita, realmente Hye era una persona que transmitía felicidad.