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capitulo 9

¡Me Convertí En El Jefe Final Dentro Del Juego De Fantasía!—

Capitulo 9: "Me quede atrapada en el juego de fantasía"

Después de gritar eso, la ansiedad comenzó a aumentar como nunca.

" ¡¿POR QUÉ NO PUEDO INICIAR EL MENÚ?!" exclamó.

" ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?" continuó.

"¡NECESITO QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE LA MIERDA QUE ME ESTÁ OCURRIENDO ACÁ!" gritó con muchos nervios mientras intentaba contactar con los administradores del juego. Incluso sus manos empezaron a temblar por la inquietud.

"¡CÓMO VOY A INTENTAR CONTACTAR CON LOS ADMINISTRADORES SIENDO QUE PARA ELLO PRIMERO NECESITO ENTRAR AL MENÚ!" exclamó.

"¡¡¡SOY UNA TONTA!!!" gritaba dentro de la cueva de forma bastante loca. Si algún jugador la viera, creo que preferiría ir y buscar otro jugador para atacar, que a una loca que grita cosas extrañas en una cueva. Lo cierto es que haber hecho eso demostraba lo nerviosa que estaba.

Lo primero que hizo fue respirar profundo. Hacía tiempo que no reaccionaba de esta manera. En su vida diaria, reaccionaba fuertemente debido a que sus hermanos y padres siempre la molestaban con algo. La única forma de calmarse era hacer oídos sordos y respirar profundo para no dejar salir todo lo que sentía en verdad. Por eso, cerró los ojos, respiró profundo y buscó calmarse.

Así, durante unos segundos hasta lograrlo.

Abrió los ojos y, de forma repentina, empezó a llorar.

"Ahh, y ahora, ¿cómo voy a hacer para ver qué habilidades desbloquear?"

"Tampoco memoricé el inmenso mapa del juego, dónde me encuentro y los lugares en los que no debería adentrarme en estos momentos.

"¡Quiero matarme!" decía entre lágrimas.

Estaba muy preocupada por cómo iba a sobrevivir en el juego. Se secó las lágrimas con mucha frustración.

"Ah, ahora que me doy cuenta, no voy a poder salir del juego. Bueno, esto es lo de menos, lo importante es lo anterior" expresó muy tranquila la mitad ángel y no-muerta. Claramente, ni preocupada estaba por no poder salir del juego, ya que su mayor preocupación era no tener mapa o forma de aprender las habilidades.

Hecho varios suspiros.

Estaba confundida con todo.

Salir del juego no le causaba inquietud. No deseaba volver tan pronto para ver a su familia; estaba bien así. No había problema con esto. Sin embargo, estaba siendo jodido no poder usar los puntos de XP que había guardado. Al final, la estrategia que tanto había preparado acababa de fallar.

Hecho varios suspiros.

Abyss ahora tenía muchas dudas.

El juego, indudablemente, estaba fallando.

Empezó a meditar muy seriamente. Había dos largas explicaciones para lo que estaba sucediendo: La primera era la más normal, por así decirlo. El juego había fallado y debía esperar a que lo arreglaran. Esta era muy posible, ya que tal vez habían entrado tantos jugadores a la vez que los servidores no aguantaron y cayeron. La segunda posibilidad que estaba evaluando era que… empezó a llenarse de dudas al pensar en esto. La otra opción era que no había sido un fallo del juego y que todo había ocurrido a propósito.

Nuevamente empezó a pensar en aquel momento que la grieta se abrió en el cielo.

De forma repentina y totalmente asombrada, se levantó del suelo y lanzó un ataque de su cola esquelética contra la pared. En este momento, los ojos ámbar y rasgados de Abyss se hicieron grandes. No podía creer lo que estaba aconteciendo.

"Creo que estoy en el mundo del juego, pero al mismo tiempo no. No sé muy bien cómo explicarlo"

"La primera vez que usé mi cola para atacar, me cansé al instante, pero ahora no estoy para nada agotada. Es más, estoy PERFECTA"

"No entiendo muy bien lo que está pasando, pero esto ya no es un juego. Ahora entiendo que eso de la grieta no tenía nada que ver con el juego, ya que desde que me desperté, mi cuerpo se sentía extraño y no me cansaba como antes de haberme desmayado"

"No sé si es acertado decir esto, creo que ahora tengo el mismo físico que tenía en el mundo real. Esto sería más fácil si pudiera confirmarlo en mis estadísticas, pero parece que va a ser imposible"

Había llegado a esa hipótesis de forma bastante fácil. Era su cuerpo, sentía cuando algo estaba diferente.

De esta manera, se dio cuenta de que ese físico que tenía no estaba relacionado al que poseía en el juego, y la única opción posible era su cuerpo verdadero, ya que tenía un muy buen físico.

Tener el cuerpo de su mundo real era una gran ventaja. Su físico era extremadamente bueno y ahora iba a ser casi imposible cansarse al hacer algunos movimientos físicos.

Estaba muy emocionada, pero al recordar que no podía usar sus XP para aprender habilidades, la deprimió un poco.

"Sinceramente no sé qué está pasando; sin embargo, no me importa la verdad. Que el mundo haga lo que quiera, mientras yo no vuelva a ver a mi familia, no me importa. Si me puedo quedar atrapada en este mundo, es una bendición"

Al decir eso de forma bastante pensativa, se levanta del suelo y estira sus brazos con una hermosa sonrisa. Al mismo tiempo, sus dos pares de alas blancas y oscuras se abren hacia los costados; lo mismo hace con sus brazos y pone una expresión de gran satisfacción en su bello rostro. Ya no daba esa sensación de ternura, sino que cualquiera tendría miedo al ver esa expresión loca.

"¡A JUGAR SE HA DICHO!" exclama.

Abyss estaba considerando la cueva como su base central, y desde este lugar tenía pensado avanzar poco a poco por los alrededores e ir mejorando para tener la zona controlada. Lo cierto es que así lo tenía pensado; no obstante, no sabía muy bien si lo de mejorar se podía tener en cuenta con el gran cambio que había sufrido el juego. La verdad es que no sabía muy bien qué hacer. Pensar más sería una tontería debido a que no tenía algo fijo. Simplemente iba a jugar, a divertirse y ya.

Con una postura imponente, se dirigió a salir de la cueva; sin embargo, voces se logran a escuchar. Voces femeninas y masculinas se acercan. Abyss reaccionó en el segundo y se escondió entre una de las divisiones que había en la cueva. Para ser más fácil de explicar, se escondió detrás de una pared y desde este lugar siguió escuchando.

Los pasos cada vez se empezaron a escuchar más cerca. Para ella ya no había dudas, se trataba de individuos, solo que estos parecían hablar un idioma extraño.

La aparición repentina de estos seres había tomado por total sorpresa a la jugadora.

"No puedo diferenciar lo que están diciendo. Esto es raro" mencionaba en voz baja y con un rostro precavido, el cual era totalmente diferente al de hace un rato.

Con el paso de los segundos, notó que esas voces eran de individuos jóvenes. Aquellos seres entraron a la cueva, y como había pensado, eran niños. Bueno, no sabía en realidad si lo eran o no, pero por sus voces y altura dedujo eso. Sus cabezas no le llegaban ni al abdomen a Abyss; lo máximo a lo que se acercaban a Abyss era hasta la cintura y un poco más abajo.

Eran cuatro pequeños niños con diferentes características físicas. Dos eran niñas y los otros dos niños. Una de las niñas tenía orejas como de gato y la otra orejas de lobo. En cambio, el niño tenía cuernos como los de un siervo y el último cuernos de algún tipo de criatura, pero la diferencia es que los de este eran pequeños y finitos.

En el juego había una infinidad de razas, era imposible saberlo a simple vista y en la oscuridad. Eso habían sido simples deducciones y puede que Abyss se equivocara. No obstante, había llegado el momento.

Abyss tenía como objetivo dejarlos entrar y acorralarlos. Los niños seguían hablando de forma feliz y se adentraron a la cueva. En cuanto Abyss vio que ya estaban muy adentro de la cueva, corrió a gran velocidad con su físico y cubrió la salida. Los pobres niños entraron en pánico. Abyss no dejaba de mover para un lado y para otro su larga cola esquelética.

Los niños llevaban pedazos de largas ramas, parecían estar preparados para defenderse en cualquier momento. Apuntaron sus palos contra Abyss y empezaron a moverlos para alejar a la extraña mujer que tenían en frente.

A los ojos de Abyss, los niños se veían muy tiernos con sus lindos palos, pero, si algo le había enseñado la vida, no había que bajar la guardia ni con un bebé. Una vez, en el mundo real, Abyss se encontraba en un país en guerra y en una zona segura, pero se confió demasiado hasta el punto de que casi perdió su vida. Un niño junto a su madre se acercaron a ella y sus soldados en busca de alimentos; sin embargo, por suerte se dio cuenta rápido de que esos dos llevaban bombas en su pecho. Al final, ella se salvó y algunos soldados terminaron muriendo, pero si no fuera porque le disparó a los dos, tanto Abyss como todos los soldados hubieran muerto. Ese tipo de cosas eran normales para ella. Su familia se encargaba de vender armas en muchos lugares, y al tener este tipo de negocios debía viajar de un lado para otro. En muchos casos, eran lugares tranquilos y llenos de gente rica; en otros, eran lugares pobres y destruidos por las guerras. Por esto, siempre iba acompañada de un grupo de comandos especiales.

Es la futura heredera de esta empresa, así que estaba muy bien protegida. Por esto y mucho más, Abyss odiaba mucho su vida. Casi nunca tenía momentos de tranquilidad para disfrutar sus hobbies.

Abyss dejó de pensar en su tediosa vida y, con su cola, atacó rápidamente las armas (palos) que llevaban los cuatro niños, para acorralarlos contra la pared.

"No tengo dudas de que este perfecto físico es el mío en realidad" dijo con una sonrisa emocionada.

-CONTINUARÁ-