Capítulo 08

Después de aclarar malentendidos y posterior a las presentaciones, el grupo se dirigió al comedor, la cena transcurrió sin ningún problema. En algunas ocasiones la madre de Rilley dirigía ciertas conversaciones que terminaban por unir ciertos gustos y aficiones entre su hijo y Anna María.

Sorprendentemente los dos tenían mucho en común, por ejemplo, a ambos les gustaba la repostería, poseían pasión por la investigación y nuevos descubrimientos, así como también un gusto por las películas de acción y ciencia ficción.

Si bien esos gustos y aficiones eran similares, había una única diferencia, y esta era en la actividad de repostería. En el caso de Anna María, ella solo lo practicaba cuando se sentía estresada o aburrida, este simplemente era un medio por el cual encontraba cierta relajación.

Por su parte Rilley era diferente ya que disfrutaba de esta actividad siempre que tuviera tiempo libre, al contrario de Anna María, él lo tomó como una actividad seria hasta convertirlo de cierta manera en una segunda profesión. Logró perfeccionar su habilidad a tal extremo que en unos pocos años alcanzó un nivel similar al de los mejores reposteros de todo Estados Unidos. La madre de Rilley aún conservaba los premios que ganó en cada uno de los concursos de repostería en los que participó.

Pero estos no fueron los únicos temas que surgieron tras aquella charla, también se pudo conocer parte de la vida de Anna María. A cambio la madre de Rilley también contó parte de su historia y la vida de su familia.

Ahora Rilley sabía un poco más acerca de la vida de la Anna María Marconi de este universo Ultimate 14672.

El lugar de nacimiento de Anna María había sido en Sicilia, Italia. Concebida de un Padre de origen italiano y una madre de origen estado unidense. Ella había vivido con ambos padres hasta que tras cumplir los 8 años su madre regresó a los Estados Unidos, desde ese momento solo vivió con su padre. Cursó sus estudios universitarios en la reconocida Universidad de Florencia, en la facultad de ciencias biológicas.

Un año antes de finalizar el curso universitario, la Universidad de Florencia le entregó una carta enviada por la Universidad Empire State, de parte de los administrativos del GIG. En esta carta se le ofrecía la oportunidad de una beca total (en los que se cubren los gastos de aprendizaje, alimentación y vivienda, además de un generoso subsidio mensual para sus gastos personales) para terminar sus estudios en la facultad de ciencias biológicas, y posteriormente cursar un doctorado en cualquiera de las especialidades de su agrado.

Pero como cualquier tipo de oferta hecha por una empresa multimillonaria nada es de forma desinteresada, a cambio de esta beca total el GIG le pedía prestar sus servicios por un máximo de 10 años. Claramente bajo un contrato justo en el que la remuneración estaba por encima de los mejores pagados en todo Estados Unidos.

Tras un largo pensamiento y al indagar acerca de lo más relevante de la Universidad Empire State, descubrió que este era uno de los mayores centros de enseñanza e investigación en todo el mundo. Ampliada tres veces en menos de una década para actualizar sus instalaciones, equipos e infraestructura, todo esto con el fin nutrir a los mejores especialistas en cada uno de sus campos.

Al ser una oferta extremadamente tentadora Anna María terminó por aceptar. En solo una semana todo el papeleo correspondiente estuvo listo permitiendo así su viaje a Estados Unidos.

Como parte de su graduación de la facultad de ciencias biológicas y su posterior ingreso a la especialidad de bioquímica presentó a la rama de energía del GIG una Tesis/Reporte junto a los sujetos experimentales del proyecto nombrado por ella misma como "Peces con gen bioluminiscente".

Este proyecto le otorgó un premio y reconocimiento por parte de la rama de energía del GIG, el padre de Rilley estuvo interesado en invitarla a la rama de energía o a la rama de biotecnología, pero fue su esposa quien terminó por aceptarla en la rama de cosméticos y belleza.

Con las siguientes charlas el tiempo transcurrió rápidamente. Rilley sintió que no fue del todo una perdida de tiempo el asistir a esta cena, se sintió agradecido de que su madre fuera tan insistente, ya que de esa manera finalmente pudo llegar a disfrutar de un tiempo con su familia.

También pudo aclarar la duda que tenia acerca de la verdadera edad de Anna María, fue una sorpresa el descubrir que en realidad ella era tres años mayor que él.

Ya que en unos pocos días ella cumpliría 22 años la madre de Rilley la invitó una vez más para celebrar su cumpleaños. Esto sorprendió a Rilley y le demostró cuanto aprecio tenía su madre hacia Anna María.

Antes de finalizar la noche Anna María notando cierta mirada dudosa en Rilley reveló abiertamente la razón de su apariencia juvenil de 15 años, según su propio análisis llegó a la conclusión de que esto se debía a una rara mutación en el núcleo de sus células, el cual reparaba en cierta medida el desgaste sufrido con el tiempo.

Rilley como un investigador en el campo de la genética entendió más profundamente acerca de esta rara mutación. Analizando la descripción de Anna María descartó completamente su conclusión, y así formó su propia hipótesis muy diferente a lo que ella ya había dado por hecho.

Fue cuestión de unos pocos segundos hasta que Rilley se pronunció para refutar las palabras de Anna María. —Según mis conocimientos eso no es del todo correcto, mi hipótesis es que en algún momento de la formación del feto, las células activaron un interruptor el cual en vez de reparar, estrictamente hablando realmente retardaba su propio desarrollo. Lo que lleva a la teoría de que tu actividad celular es dos veces más lento que una persona promedio.

Anna María interrumpió a Rilley para refutar sus palabras. —Eso no tiene sentido, de ser así mi sistema inmunológico también sería lento, lo que provocaría que mis heridas y enfermedades tardaran dos veces más en sanar. Lo cual no es mi caso, al contrario mi sistema inmune es dos veces más rápido que una persona promedio.

Rilley continuó. —Lo que lleva a mi segunda teoría, el cual es probablemente la más acertada en este caso. En tu cuerpo no solo hay un tipo de célula mutada. En vez de eso probablemente hay dos tipos de células mutadas; la primera célula es dos veces más lenta en un estado normal, y en un estado anormal como es el caso de heridas o enfermedades el segundo tipo de célula actúa volviéndose dos veces más rápida. Si tomáramos esto como una conclusión de tu estado, hay una probabilidad aproximada del 83% de que sea correcto. Pero para una mayor precisión se necesita de un amplio estudio y análisis.

Las palabras de Rilley eran extremadamente persuasivas, pensándolo a mayor profundidad tenían mucho sentido. Además de eso Anna María ya había escuchado por parte de su jefa que su hijo era un investigador multidisciplinar, el cual se destacaba principalmente en las ramas de la mecánica, física y genética. Por lo que ella no creería que las palabras de Rilley fueran tonterías.

Rilley miró a la silenciosa Anna María con algo de confusión, creyendo que de alguna manera estaba desanimada trató de decir algunas palabras. —Esto no es realmente malo, hay una probabilidad del 86% de que esto sea muy beneficioso para ti. Por ejemplo, mientras que una persona promedio solo puede vivir un total de 84 años, con tu estado actual podrías ser capaz de vivir el doble con solo la mitad de la apariencia.

Su madre quien estaba a su lado le dio un codazo en las costillas para detenerlo, Rilley aunque no lo entendía comprendió que era mejor que se callara.

Después de unos pocos minutos de silencio Anna María habló. —Investigué las células de mi cuerpo durante algunos años tratando de buscar una manera de curarme, cuando no pude encontrar resultados satisfactorios solo pude llegar a mi conclusión anterior. —Mirando a los ojos de Rilley dijo. —Solo me sorprendió que pensaras rápidamente en una hipótesis con una alta probabilidad.

—No estás enferma. —Con estas palabras salidas de la boca de Rilley de forma casi espontánea, otro breve silencio se presentó. Posteriormente dijo. —No sé que tipo de complejo pudiste haber desarrollado, yo no podría entenderlo. Pero lo que si puedo decir es que no todas las mutaciones genéticas son enfermedades, no hay nada que curar. A mi pensar todas las mutaciones genéticas que podrían considerarse como estables, el cual es tu caso, son en realidad un paso más hacia la nueva evolución humana.

Rilley se puso de pie, sintiéndose inspirado comenzó a hablar como si se tratara de algún tipo de conferencia. —De acuerdo con mi investigación he logrado identificar dos tipos de mutaciones; estables e inestables, de igual manera estas se dividen en dos grupos como; innatas y adquiridas. Estas mutaciones se pueden encontrar en tres tipos de personas; humanos, sobrehumanos y mutantes.

—Creo que te estás desviando del tema principal. —Antes de que Rilley continuara con su conferencia, su madre habló para detenerlo.

Rilley se sintió un poco avergonzado. Desde que renació en este nuevo mundo había adquirido una extraña costumbre. Una vez que se sentía con la suficiente inspiración, cuando algo era de su interés y comprendía totalmente el tema, se acostumbró a decir más información de lo que se requería para una conversación normal, en muchas ocasiones desviandose totalmente del tema principal del que se estaba hablando.

—Mis disculpas, me desvíe totalmente del tema. Lo que quiero decir, es que las mutaciones genéticas no son del todo malas, al contrario son significativas para la evolución humana. Pero tal como sucede con los nuevos cambios en el mundo, casi siempre estos se encontrarán con cierto rechazo. Al final solo es cuestión de vivir por uno mismo sin tomar en cuenta la opinión de los demás. Aunque si aún te molesta, no tengo problemas en ayudarte, mis investigaciones han avanzado lo suficiente para resolver estas pequeñas cosas.

Rilley habló seriamente mostrando su buena voluntad hacia Anna María.

Anna María le dio una sonrisa agradeciendo sus buenas intenciones. Verla sonreir hizo que el corazón de Rilley se acelerara un poco, no pudo evitar sentir que Anna María se había vuelto más atractiva. Tratando de mantener sus pensamientos en un estado de calma también sonrió.

Y de esa manera continuó transcurriendo el tiempo, esta vez la charla solo estuvo dirigido a sus padres, mientras tanto Rilley comenzó a comer unas cuantas rebanadas de pastel a un lado.

En este día Rilley disfrutó de conocer a Anna María, que si bien creía que no tenía un interés romántico hacia ella por su corto tiempo de haberse conocido, si pensaba que tal vez podrían llegar a ser buenos amigos.

...

Anna María miró su reloj y supo que este era el fin de la noche, se puso de pie despidiéndose del padre y madre de Rilley. Mientras continuaba comiendo sus rebanadas de pastel, Rilley movió la cabeza en asentimiento como una forma de despedida.

—Querida puedes quedarte a pasar la noche, tenemos muchas habitaciones disponibles. —La madre de Rilley dijo mientras también se ponía de pie, su esposo a un lado también hizo lo mismo expresando que no había problema.

—No señora Glass, no me atrevería a molestarlos por más tiempo. —Anna María respondió sintiéndose algo apenada.

—Querida ya te lo he dicho, solo llámame Charlotte. —Abrazando a Anna María, la madre de Rilley continuó. —No eres ninguna molestia, pero si insistes respetaré tu decisión. Da la casualidad que Rilley también se estaba preparando para irse, ambos pueden ir juntos.

Tras escuchar las palabras de su madre, Rilley detuvo sus movimientos que dejaban a medio comer el trozo de pastel.

"¿Estaba preparándome para irme? ¿Cómo es que yo no lo sé?". Se quejó Rilley en su mente, no teniendo el valor para expresar estos pensamientos frente a su madre.

Debido a la sutil y casi obligatoria sugerencia de su madre, Rilley tuvo que posponer la idea de quedarse a pasar la noche, teniendo que conducir para regresar a su edificio de apartamentos. Por suerte siempre dejaba un par de autos en casa de sus padres por lo que se evitaría las preguntas de cómo había llegando sin un auto.

Dejando aquel trozo de pastel a medio terminar se puso de pie. —Mi madre tiene razón, ya estaba por regresar. Si no tienes problemas puedo llevarte en mi auto.

Anna María dudó por un breve momento antes de aceptar la oferta de Rilley. Caminando juntos de lado a lado tomaron el ascensor para llegar al estacionamiento subterráneo.

En la espera ambos se quedaron en silencio, cada quien pensando en sus propios asuntos.

Después de un corto tiempo, Rilley fue el que rompió ese incómodo silencio.

—Sabes, ya lo he dicho antes. Pero vuelvo a disculparme por lo sucedido en nuestro primer encuentro, realmente no fue mi intención el dar esa extraña primera impresión. Puedo decirte que antes de aplicarme el fármaco experimental traté de asegurarme de su estabilidad y posteriores efectos negativos, en parte tengo que agradecerte por ayudarme de cierta manera a detectar ese problema... —Rilley sacó una de sus tarjetas de presentación de su bolsillo y poniéndola en manos de Anna María continuó.

—Por eso, lo que quiero decir es que te debo una, si algún día tienes algún problema no dudes en contactarme, claro también puedes llamarme en caso de que quieras pasar el rato. Por lo visto tenemos muchas cosas en común por lo que podemos ser amigos, también podría ayudarte a mejorar tu técnica de repostería, claro si tienes tiempo y en verdad lo quieras. Además mi propuesta anterior aún esta en pie, mi laboratorio está abierto en cualquier momento en el que lo necesites.

El timbre del ascensor sonó al mismo tiempo en el que las puertas se abrieron.

—Te lo agradezco. Tal vez este fin de semana puedas ayudarme con la repostería. —Anna María dijo mientras salía del ascensor.

Rilley reaccionó un poco lento al no esperar una respuesta positiva. Volviendo en sí se puso en marcha y abrió la puerta delantera de su auto para Anna María.

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