webnovel

09. Intriga y lealtad

Varias personas se acercaron corriendo para ayudar a levantar la gran maraña de hierros retorcidos. Estando ya todos listos para levantarla, gritaron al unísono.

—¡A la cuenta de uno!

—¡A la cuenta de dos!

—¡Y a la cuenta de…!

—¡¡Alto!! —gritó el Barón enérgicamente. —Dejen todo como está. ¡Capitán! Llame a la policía y que investigue lo sucedido… No comprendo como una lámpara de esta magnitud, que ha estado colgada y bien asegurada desde el principio, haya terminado de esta manera.

Todos los caballeros se quedaron sorprendidos por esta decisión, particularmente Luken, que dando un paso al frente, tomó la palabra.

—Mi señor, entiendo la situación de preocupación y asombro, ¿puede ser que esté pensando que no es un accidente? ¿Es lo que usted cree?

—Mi estimado señor Otxoa, no solo lo creo… sino que lo afirmo —dijo seriamente el Barón Antonio observando la lámpara fijamente. —Vea la parte superior, con un vistazo puede ver que fue intencional la caída, el tubo que lo sostenía está cortado, en lugar de verse desgastado por el tiempo o por el uso.

Las personas que estaban disponibles para mover la lámpara observaron las indicaciones del Barón, y después de un momento empezaron a murmurar entre ellos, otros invitados se acercaron a observar la lámpara, haciendo como que buscaban alguna pista, básicamente estaban jugando a ser detectives.

El Marqués se acercó caminando tranquilamente hacia la concurrencia, se paró enfrente de lo que quedaba de la lámpara, miraba de arriba hacia abajo, observaba cada detalle, cuando dejó de observar la maraña de hierros, voltio la cabeza hacia el Barón, y mostrando una sonrisa dirigió unas palabras.

—Muy observador, mi estimado Barón Antonio… —el Marqués, dándose la vuelta, empieza a caminar acercándose al Barón, y siguiendo con la conversación. —¿Cómo llego a tan rápida y certera deducción? Me sorprende su habilidad deductiva…

—Marqués Enrique —habló el Barón dirigiéndose a él. —Le respondo a su inquietud, pero le hago una pregunta, ¿se recuerda del sujeto de hace un momento? La persona que el señor Otxoa intervino mientras corría gritando… 

—Así es, como olvidar el acontecimiento —respondió el Marqués, con una mirada intensa sobre Luken. —La heroica actuación del caballero al detener a un pobre loco…

A Luken se le subió el color al rostro, tornándose de un rojo intenso, pero manteniendo la postura, para evitar algún inconveniente.

—La frase que el individuo gritó, es parte de un grupo de rebeldes… —y haciendo una pausa, prosiguió con la conversación. —Según mi red de información, están tratando de sacar agua de las piedras, imaginando encontrar datos inexistentes, e intentando difundir varios mensajes de odio sobre las personas.

—Ese es un problema mayor, el cual se debería erradicar de raíz. Toda rebeldía sobre la soberanía de una región, es un problema mayor.

—Es correcto lo que menciona, pero no hay de qué preocuparse… —respondió el Barón con mucha tranquilidad. —Entre la información que tengo recabada, no es un grupo muy fuerte, y menos es unido… No todos están conformes con las decisiones que se toman, lo cual es un punto muy bueno para mí.

Terminó de hablar el Barón, mientras Luken no salía de su asombro al escuchar las palabras tan directas y sinceras del Barón. Unas palabras que decían toda la verdad, lo que vivía Luken a diario.

—La frase que menciono, es su marca personal… Está dicho en una lengua del norte, la única palabra que reconozco es "Zaldiak", que significa "Caballos" … Que es como se hacen llamar —mencionó el Barón con un poco de desprecio. —No estoy en contra de otras culturas… pero lo estoy si afectan mi posición, mi seguridad y principalmente, la de mis seres queridos.

—Tal vez… nuestro salvador nos pueda dar más información acerca de lo ocurrido… —hizo mención el Marqués, increpando a Luken, quien se había quedado en silencio. —Ya que mencionó que era un viejo amigo, y se reconocieron tan fácilmente…

—Su excelencia… —Empezó a responder Luken.

—¡¡No me interrumpas mientras estoy hablando!! —gritó el Marqués enérgicamente, con un rostro tan furioso, que muchas personas dieron un paso hacia atrás. —Acaso no te enseñaron modales… o en tu caso, a respetar el lugar que te corresponde en este mundo. ¡No me hables como si estuviéramos al mismo nivel!

Estas palabras calaron hondo en la mente de Luken, quien, a pesar de todo, aguanto el pequeño discurso que daba el Marqués, parecía que había tenido un mal día, y utilizó a Luken para sacar el enojo y la frustración que había acumulado.

—Habla —fue lo único que dijo el Marqués, dirigiéndose a Luken.

—Con todo el respeto que se merece…

—¡Correcto! Me merezco todo el respeto y más —interrumpió nuevamente el Marqués a Luken, quien se quedó a medio discurso.

—El individuo es un viejo amigo, de muchos años atrás… Lastimosamente, desapareció su hija hace bastante tiempo, y eso no le sentó nada bien. Al contrario, lo empujo a la locura… —respondió Luken al Marqués Enrique, con una mirada seria. —Ahora bien, con respecto a las palabras que menciono… no tengo idea del significado…

—O no quieres decirnos… —Volvió a interrumpir el Marqués. —¿Qué piensa al respecto? Mi estimado Barón…

—Sinceramente, es la primera vez que veo al señor Otxoa, no tengo nada que decir de él, por el momento… Sin embargo, fue el único invitado que intervino en el acto… por lo que actualmente, estoy agradecido —respondió el Barón tranquilamente, volteando a ver al Marqués y a Luken.

—Mi señor… —respondió Luken. —Estoy agradecido y conmovido por las palabras de apoyo…

—Ahora bien… —prosiguió el Barón, interrumpiendo las palabras de Luken. —Tomando en cuenta su amistad con ese individuo… me deja en duda su honestidad… también me invade una curiosidad… 

El Barón se quedó viendo a Luken, examinándolo para descifrar sus emociones.

—¿En dónde se encontraba cuando cayó la lámpara al suelo? Solamente lo vi cuando todo ya era una locura… Señor Otxoa, ¿nos puede comentar su ubicación?

Luken se quedó helado al escuchar las palabras que decía el Barón. A pesar de que él no había hecho nada, no podía negar que él estaba dentro de la fiesta buscando información, no podía negra que él era parte del grupo de rebeldes, como los había llamado el Barón… y lo grave de todo, según él, no podía mencionar que había estado en uno de los jardines del exterior, conversando con Lady Vanessa.