—¿Estás bien?— le preguntó el piloto a Mérida después de ayudarla a subir al Helicóptero. Este recibió un golpe en la cara por parte de la chica sin previo aviso.
—¿Qué demonios está pasando? ¿Cómo sabías que pasaría?— preguntó la chica con autoridad para después tomar su arma y apuntarle al chico. —¡Responde!— insistió.
—Tus amigos están en peligro, la bóveda está en peligro, tenemos que volver rápido, te explicaré en el camino…— dijo el chico mientras corría a su asiento.
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Otra explosión más se hizo presente, cada vez más cerca de los chicos. Mike notaba las expresiones de los mismos, estaban nerviosos.
—¡Entró al vagón cuatro! ¡Necesitamos ayuda aquí! ¡Proteg…— la comunicación se cortó, posiblemente el soldado que advertía había muerto.
—Se está acercando…— dijo Samanta apuntando a la puerta del vagón con su arma.
—¡Tenemos que ayudarlos! ¡Están muriendo!— gritó Dylan desesperado comenzando a caminar hacia la puerta. Mike lo tomó del brazo.
—No, tenemos que permanecer juntos, solo así podremos detenerlo.— le dijo Mike con seriedad.
—Podremos detenerlo si vamos todos los soldados de los vagones restantes— insistió desesperado.
—Harás que te maten, no podemos dejar este vagón, somos la última línea de defensa entre ese sujeto y la bóveda.— Dylan intentó zafarse del agarre de Mike pero este ponía más fuerza.
—No me voy a quedar aquí, viendo y escuchando como mueren nuestros aliados solo porque tengo miedo de pelear. ¡No soy como tú! ¡No los voy a abandonar!— gritó Dylan molesto para después con su arma golpear a Mike en la cara, haciéndolo retroceder. Para después ponerse su casco y salir por la puerta del vagón.
—¡Dylan regresa!— gritó Samanta corriendo hacia la puerta.
—¡Samanta no salgas!— Gritó Sky. —Debemos proteger la bóveda…— dijo para después ver como Mike se recuperaba del golpe.
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—¿Qué haces fuera de tu vagón?— preguntó el líder del vagón seis. Todos los soldados le apuntaron con sus armas al chico. —¡No puedes salir de tu vagón!—
—¿Te preocupas por mi? ¡Sus compañeros del otro lado están muriendo! ¡Vayan a pelear no sean cobardes!— gritó Dylan, molesto.
—¡Tenemos un desertor!— dijo el líder por el comunicador. —¡De rodillas ahora o abriremos fuego!— ordenó. Dylan los miraba confundido. —¡Al suelo o dispararemos!— volvió a gritar.
—¡Los están asesinando! ¡Tenemos que ayudarlos!— gritó Dylan con temor, tenía a ocho soldados apuntándole con grandes armas, más grandes que la suya.
—¡Última oportunidad! ¡Al suelo o abriremos fuego!— volvió a gritar el líder.
—No me voy a tirar al suelo— otra explosión se hizo presente, ésta vez sacudiendo los tres vagones restantes causando que los soldados tambalearan, momento que Dylan aprovechó para correr hacia el otro vagón, varios soldados comenzaron a dispararle, pero afortunadamente por los movimientos del tren estos fallaban, Dylan abrió la puerta del vagón para poder pasar al número cinco. Donde se encontraba el enemigo. Al entrar pudo ver como aquel soldado misterioso golpeaba con una fuerza descomunal a los aliados.
—¡Tenemos un desertor, tenemos dos objetivos ahora, elimínenlos a toda cosa!— gritó el líder del vagón seis. Por el comunicador, pero no tenía caso, los soldados del vagón cinco estaban demasiado ocupados lidiando con aquel enemigo que llamaban "Snake".
—¿Se refería a Dylan?— preguntó Samanta confundida.
—Piensan que es un infiltrado— dijo Mike para después tomar su casco.
—¿Qué haces?— preguntó Sky confundida al ver como el chico se ponía su casco y caminaba con dirección a la puerta.
—Tengo que ayudarlo. Protejan la bóveda.— dijo para después abrir la puerta y pasar al vagón seis, dejando a las dos chicas solas.
—¿Nosotras?— preguntó Samanta con temor.
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—¿Qué haces fuera de tu vagón?— preguntó nuevamente el líder. Mike notó que Dylan no estaba en ese vagón. —¡Tenemos otro desertor! ¡Quieto o abriremos fuego!— ordenó el líder. Mike ignoró la orden y comenzó a caminar con dirección a la puerta pero un soldado se puso frente a él impidiéndole el camino. —¡No cometeremos el mismo error! ¡A mi señal!— gritó el líder.
—No quieren hacerlo, estamos del mismo lado…— dijo Mike mientras presionaba el área de sus oídos por encima del casco. En la pequeña pantalla dentro del casco de Mike apareció su playlist.
—Seguramente ustedes dieron el aviso, ¿Verdad? Asquerosos traidores.— dijo el líder molesto.
—Solo queremos ayudar, tienen que creernos…— dijo Mike mientras con su mirada buscaba alguna canción para el momento.
—¿Por qué creeríamos eso? Después de ignorar nuestras órdenes— Mike sonrió al ver la canción que había encontrado, sin duda un clásico. Comenzó a reproducirse.
—Por que si no fuera así, ya estarían muertos…— dijo con aires de grandeza. El líder se molestó ante aquel comentario, hizo una señal indicando que los soldados se prepararan para disparar.
—¿Algunas últimas palabras? Traidor…— preguntó el líder.
—Let's get it started, in here…— cantó el hombre, los soldados lo miraron confundidos… en cuanto comenzó el rap, Mike tomó su arma y golpeo al líder sin previo aviso, al ritmo de la música, los soldados comenzaron a disparar, pero Mike creó un escudo de energía que lo protegía por unos segundos, para después disparar a dos soldados en los pies, inmovilizándolos. Un golpe en la cara para otro soldado que intentaba atacarlo por la espalda y una parada para otro que intentaba atacarlo de frente, uno de los soldados sacó una pequeña navaja e intentó clavarla en el pecho de Mike, pero este bloqueó el movimiento, una golpe en la cara de ese hombre, otro, y otro más, para después tomar su cabeza y golpearla con su rodilla y hacerlo caer al suelo, uno de los soldados herido del pie se levantó y lo tacleo por la derecha, haciendo que ambos cayeran al suelo. Este no perdió el tiempo y se subió encima de Mike, tomó su pequeña navaja y se disponía a clavarla en su cara, Mike bloqueó el ataque, aun así, el soldado seguía encima de el, ambos forcejaban. El gordo fue más astuto y dio una patada en los bajos del enemigo, haciendo que este perdiera la fuerza, para después darle un golpe con su cabeza y un derechazo que lo hizo quitarse de encima. Mike se levantó rápido intentando respirar, todo eso había sido cansado, demasiado para su robusto cuerpo. Pero aún quedaban tres soldados que intentaban incorporarse.
—Vamos, solo quédense ahí…— dijo Mike intentando tomar aire. El líder se levantó con la nariz ensangrentada. —¿Suficiente?— preguntó ya casi completamente recuperado. El líder soltó un grito de guerra, arrojándose contra Mike, que tomó de su pierna derecha un pequeño tubo metálico que al separarlo se transformó en una vara con la que comenzó a pelear.
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Snake sacó su cuchilla y con ella cortó el brazo de uno de los soldados que estaba apuntó de dispararle, para después darle un fuerte cabezazo haciéndolo caer. Dos soldados lo atacaron al mismo tiempo, uno sosteniendo sus brazos por atrás y otro golpeándolo en el abdomen y cara, intentando neutralizarlo, un pequeño y característico sonido de un cuchillo penetrando carne se hizo presente, el soldado que sostenía los brazos de Snake cayó al suelo con varias cuchillas incrustadas en el cuerpo, como si éstas hubieran salido de la espalda de Snake, el cual rápidamente tomó a cabeza del soldado que lo estaba golpeando y con fuerza la giró, haciendo que se le rompiera el cuello. Una ráfaga de disparos lo hizo retroceder, pero al poco tiempo los disparos cesaron. Snake vio quien era él que le había disparado.
—Maldición…— dijo Dylan al ver que las balas no le hacían nada, ya solo quedaban ellos dos con vida en el vagón. Snake prestó atención a las pequeñas letras que tenía aquel chico en su hombro izquierdo.
—Eclipse…— soltó Snake con una voz ruda y grotesca.
—¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué haces esto?— preguntó Dylan intentando razonar. Snake no mencionó palabra alguna. Solo comenzó a caminar hacia el chico. Soltó un golpe con su arma, que hizo retroceder al acorazado, para después dispararle, esta vez en los pies, intentando encontrar algún lugar menos sólido. No lo conseguía, Snake le quitó el arma y la partió en dos, para después golpear con las partes el estómago y cara del chico, para después soltar un derechazo libre que lo hizo caer.
—Creí que Eclipse había mejorado…— dijo Snake mientras el chico intentaba levantarse. —Ustedes no son rivales para mi.— dijo para después tomar al chico del cuello y levantarlo con su mano derecha sin hacer esfuerzo alguno, Dylan comenzaba a ponerse morado. —Es triste ver a chicos tan jóvenes morir por nada…— de su brazo izquierdo salió una gran cuchilla. —Pero bueno, supongo que a todos nos llega la hora en algún momen…— fue interrumpido por un golpe que Mike le soltó en la cara, lo suficientemente fuerte como para hacerlo soltar a Dylan y hacerlo tambalear.
—Debería darte vergüenza, golpear a niños indefensos.— dijo Mike mientras ayudaba a Dylan a levantarse. —Ve con las chicas, yo me encargo.— le dijo a Dylan con seriedad.
—Vaya vaya… si que has engordado.— dijo Snake con frialdad.
—¿Nos conocemos?— preguntó Mike, no lo conocía, nunca lo había visto en su vida. —No lo creo, recordaría un asesino acorazado.— Dylan se detuvo frente a la puerta.
—No me sorprende, Eclipse olvida muy fácil a sus héroes.— dijo para después arrojar a los laterales bombas adhesivas que al instante explotaron las paredes y el techo del vagón. Quedando solo la plataforma y la pared donde se encontraba la puerta para pasar al otro vagón. Mike pudo ver como el helicóptero de Mérida se acercaba al tren, disparando con misiles a las dos camionetas que aún quedaban.
—¿Todos ellos vienen contigo?— preguntó Mike.
—No, trabajo solo… desde la última vez.— dijo para después sacar aún más su cuchilla. Mike tomó nuevamente su tubo y lo hizo más grande. —Esto será divertido— dijo para después atacar a Mike intentando atravesarlo con la cuchilla, Mike esquivó la embestida y soltó un golpe a la cara del enemigo, este intentó nuevamente cortarlo del estómago pero Mike nuevamente lo esquivó para después golpearlo con la barra varias veces en el brazo donde tenía la cuchilla, un golpe en el hígado hizo tambalear a Mike para después nuevamente esquivar un cuchillazo. Snake se lanzó contra Mike intentando arrojarlo de la plataforma, pero este usaba a favor su peso para imponer más resistencia. Mike se hizo a un lado en el último segundo, haciendo que Snake por poco cayera de la plataforma, para justo después recibir un gran uppercut que le rompió el casco, dejando a la vista su rostro. Mike quedó en shock al ver al hombre detrás del casco.
—No es posible…— pudo decir apenas.
—¿Quién es? ¡¿Quién demonios es?!— preguntó el piloto del helicóptero al ver que Snake no tenía casco, Mérida también quedó atónita al verlo.
—¿Cómo…?—