Parte 104: Agradecido

En ese momento, ni siquiera sentía el paso del tiempo, estaba demasiado concentrado en mis movimientos al igual de estar pendiente de que la comida que estaba preparando no se arruinara. Aún era consciente de que Dalia estaba ahí en la misma habitación que yo, pero seguía sin ponerle verdadera atención.

Busqué y tomé un plato limpió lo suficientemente grande, al momento siguiente me acerqué al sartén que había cubierto con algo de aluminio para también tomarlo. El plato vacío rápidamente se fue llenando, ahora se podía ver como el corte de carne totalmente cocinado se encontraba en él, en un recipiente había algo de puré de papá que ya había terminado de hacer, además de un poco de ensalada en otro.

Combiné todo eso en el plato de antes y debía decir que, para algo que había cocinado de improvisto, había quedado bastante bien en el aspecto de la presentación, aunque no sabía sobre el sabor, pero tenía completa fe en que el sabor sería bastante bueno.

Había vuelto a lavar mis manos una última vez antes de girarme al mismo tiempo que tomaba algunos cubiertos y acercar el platillo que acababa de preparar a Dalia.

Dylan: Esto... Espero que lo disfrutes.

Ahora me sentía como una especie de camarero, pero ese pensamiento duró muy poco en mi cabeza antes de que se esfumara. La mirada de Dalia estaba desprovista de emociones, notaba que estaba fija en el plato que había preparado como si estuviera analizando cada parte de él.

Como no sabía sus gustos, había hecho lo más genérico que se me había ocurrido, la carne no era demasiado gruesa además de que la había dejado en un término medio, me había asegurado de que el puré de papas no tuviera grumos, y la ensalada era una combinación simple de lechuga y tomate.

Dalia no dijo nada y después comenzó a tomar los cubiertos para degustar de la comida, los minutos pasaron en silencio mientras solo era posible escuchar el sonido de su masticar, su expresión seguía sin ningún cambio, por lo que no podía darme cuenta de si sabía mal o no, lo cual hacía que me pusiera un poco nervioso.

Ella no se comió todo, pero no me sorprendía, ya había probado un poco de todo, lo cual era suficiente para dar su veredicto. Ella dejó los cubiertos a un lado al mismo tiempo que me miraba fijamente y cruzaba sus manos debajo de su mentón.

Dalia: Joven Dylan... Tienes talento.

Escuché sus palabras claramente, incluso pensé que había escuchado mal, pero ese no parecía ser el caso.

Dalia: Pruébalo si no crees mis palabras.

Dalia acercó el plato a mí y probé todo lo que había cocinado, y en efecto, no difería mucho del sabor que normalmente lograba hacer, aunque aún podía compararlo con la comida que preparó Dalia y sabía que tenía un largo camino que recorrer.

Dalia: Bien, al menos esto significa que no es un completo principiante, joven Dylan. También me di cuenta de los cuidados que tuvo antes y durante el proceso de preparar todo, así que soy consciente de que sabe las reglas a seguir.

De nuevo había guardado silencio para no perderme de nada que dijera Dalia.

Dalia: Pero a pesar de eso, estoy segura de que supo que aún hay diferencias con lo que yo preparo, así que me daré la tarea de instruirlo en varios aspectos que necesitan de su atención para mejorar.

Dylan: Entiendo, realmente quisiera llegar al mismo nivel que usted, maestra.

Dalia parecía sonreír un poco en el momento que la llamé de esa manera.

Dalia: Bueno, entonces hoy comenzaremos con lo básico, espero que lo disfrutes.

...

...

Los minutos siguieron pasando hasta que supe que un par de horas se habían ido volando y, durante todo ese tiempo, lo único que había estado haciendo era lavar platos y utensilios de cocina.

'Es cierto que Dalia dijo que empezaríamos con lo básico, pero no hasta este punto'

Las palabras de Dalia aun resonaban en mi mente, me había dicho que lo primero que tenía que hacer era familiarizarme con lo que sería mi lugar de trabajo por un tiempo, y la mejor forma para eso, era limpiando el lugar además de lavar las cosas que estuvieran sucias.

Eso mismo hizo que recordara la primera enseñanza del anciano Li, parecía que no era el único que tenía esa mentalidad. Mis propias palabras hicieron que mi mente se perdiera un poco mientras le sacaba brillo al plato que había en mis manos.

Ya sabía un poco sobre lo que había pasado en esta realidad gracias a Alex, pero no indagué demasiado en los detalles, esa sensación era un poco como la situación de mamá en este mundo, de repente ya no estaban vivos, lo cual hacía que no supiera cómo sentirme la primera vez.

Rápidamente había negado con mi cabeza ya que esos pensamientos no me traerían nada bueno, mejor aprecié el lugar que ahora se veía bastante limpio después de mi esfuerzo, otra cosa que debía mencionar era que realmente me fui familiarizando con los lugares donde estaban guardados los ingredientes y algunos utensilios de cocina más.

Al mismo tiempo, la pila de platos había crecido conforme seguía lavando más y más, aunque no sabía de dónde salían tantos. A pesar de todo, estaba bastante tranquilo en ese momento, estaba acompañado por el silencio de la habitación y no había nada que me molestara... Pero en cuanto ese pensamiento estaba en mi mente, algo hizo que ese ambiente se destruyera por completo.

Alex: Es bueno ver que se esfuerza con sus tareas, joven Dylan.

Por su voz, era obvio que se trataba de Alex, pero justo cuando me giré para verlo, no pude evitar verlo detenidamente, en ese momento había algo peculiar en él, y tampoco me costó mucho tiempo adivinarlo ya que estaba seguro de que Alex estaba vistiendo un atuendo de mayordomo del mismo estilo que usaba Sebastián.

Dylan: Y... ¿Quién va a casarse para que te vistas de esa manera?

Alex: Jajaja, su humor es bastante único, joven Dylan. Sería una pena que no pudiera compartir sus ingeniosos comentarios con alguien más, ¿le importaría dejarme usarlo en un futuro?

Dylan: Has lo que quieras...

Sí, básicamente estaba ignorando su actuación, pero poco a poco me estaba cansando de ello.

Alex: Por cierto, vine aquí con la intensión de preguntarle si no necesita algo que mi persona pueda hacer por usted, es mi deber atender sus necesidades, siempre y cuando no sea algo imposible para mí o atenten contra mi salud física o mental.

Y ahora, una sonrisa calmada estaba en su rostro mientras cerraba sus ojos y mantenía ambas de sus manos detrás de su espalda imitando una postura casi perfecta. Posiblemente nadie podría compararlo con el Alex de siempre, lo cual hacía que me molestara todavía más.

Dylan: Seguramente estás aquí escapando de tus verdaderas tareas, ¿no es así?

Alex: Y ahí está de nuevo, su humor sigue siendo igual de bueno, jaja.

Dylan: De acuerdo, me cansé.

Sin dejar que Alex escapara, usé mis nudillos para apretar ambos lados de su cabeza haciendo que pudiera escuchar rápidamente sus quejidos de dolor, pero lo que quería lograr con eso realmente había sucedido.

Alex: ¡¿Acaso quieres que mis tres neuronas mueran?!

Dylan: Eso es porque estás actuando como un idiota.

Alex: El único idiota que veo por aquí es a un tipo que tiene un delantal que dice besa al cocinero.

Estaba seguro de que eso no era verdad, pero debía verificarlo rápidamente.

Alex: ¡Jajajaja!, hice que miraras, eso ya hizo que todo valiera la pena.

Y después de un rato más insultándonos entre los dos y que nos golpeáramos de vez en cuando, parecía que habíamos llegado a una especie de tregua.

...

Dylan: ¿Qué haces aquí exactamente?

Alex: Ya se lo dije, joven Dylan. Vine a ver si necesitaba ayuda de algún tipo.

Dylan: ¿No crees que tu actuación se sale un poco de control?, no puedo tomarte en serio si hablas así.

Alex: Está bien, también es algo molesto para mí, pero, ¿nunca has escuchado que para hacer bien un papel, tú mismo debes convertirte en el papel?

Dylan: ¿Y qué papel haces?, ¿el del mayordomo inoportuno?

Alex: No, ese sería los jueves...

Parecía que Alex tenía muchas más cosas sin sentido que decir, pero su atención fue rápidamente atrapada por el plato que había cubierto nuevamente para que la comida no se arruinara. Ni siquiera me preguntó nada y solo se acercó a él para después destaparlo y comenzar a comer todo sin preocupación.

Dylan: ¿Ni si quiera te preocupa que pudiera estar envenenada?

Alex: La verdad no, creo que soy inmune al veneno o algo así... Mmm... Esto está muy bueno, ¿tú lo hiciste?

Alex comenzó a masticar y saborear todo para después decirme esas palabras.

Dylan: Gracias por el cumplido, pero necesito mejorar todavía.

Alex: En mi opinión, podrías ganar un concurso de cocina... Me pregunto si así es como sabría la comida de mamá.

Claramente estábamos en uno de esos momentos aleatorios donde no importaba mucho lo que realmente decíamos, pero las últimas palabras que dijo Alex hicieron que me quedara en silencio, aunque Alex se dio cuenta de eso.

Alex: Oye, no es necesario que pienses demasiado en eso, sé que nunca conocí a mis padres, y en realidad no me importa demasiado.

Debía suponer que esa sería su respuesta. Alex, en la mayoría del tiempo, mostraría una expresión despreocupada que sería difícil quitársela, pero como todo el mundo, estaba seguro de que también se guardaba cosas para él mismo, y en ese momento supongo que algo despertó su curiosidad.

Alex: Por cierto, ¿cómo era el yo de tu realidad exactamente?

A pesar de que su pregunta parecía demasiado repentina, fue perfecta para que dejáramos atrás aquel ambiente algo extraño.

Dylan: En pocas palabras... Era un tonto al igual que tú.

Sí, no tenía una mejor manera de expresarme.

Alex: Hmm... Entonces supongo que nos llevaríamos muy bien.

Dylan: No, ya tengo suficiente con uno de ustedes, no quiero ni imaginarme a los gemelos Alex en mi vida... Aunque si me dejas decir algo más... Él guardaba muchas más cosas qué tú.

Hace tiempo que me había dado cuenta de eso, y Alex se quedó en silencio ya que posiblemente quería seguir escuchando lo que iba a decir.

Dylan: Ya te lo había dicho antes, en mi realidad, Evan seguía suelto por ahí, Emily se encontraba en aquel estado, pasó por muchas cosas y posiblemente todo eso lo atormentaba, creo que lo único positivo era que el anciano Li seguía cuidando de él a su manera...

Ahora fue el turno de que Alex guardara silencio unos momentos al mismo tiempo que su mirada se encontraba perdida en la nada antes de que dijera lo que seguramente estaba en su mente en ese momento.

Alex: Todo esto es como esas teorías de los universos alternos, puede ser fácil tratar de imaginarte a ti mismo en alguna otra situación si hubieras cambiado algo o hubieras hecho otra decisión importante... Y por la manera en la que puedes describir todo con tanto detalle hace que todo eso se sienta más real.

Yo guardé silencio ya que esa manera de hablar y razonar era algo raro de ver en Alex.

Alex: Sí, el yo de tu mundo pasó por cosas difíciles, tal vez solo puedo mostrar algo de simpatía por él, pero al saber eso, hace que esté agradecido con mi situación actual, es cierto que el anciano ya no está aquí, pero eso no quita el hecho de que las cosas buenas son mayores que las malas.

Alex había acabado con la comida que había en el plato. Sus palabras, además de que parecía que las estaba diciendo a la nada, me pude identificar con ellas de alguna manera debido a mi situación.

Alex: Pero, en fin, como dicen las personas que se creen intelectuales o profundas, no pensemos en cosas innecesarios y estemos agradecidos de lo que tenemos en el presente.

Me reí un poco para mí mismo ya que para cualquiera era obvio que Alex quería que escuchara sus palabras.

Alex: Aquí hay otro plato para que laves... Nos vemos luego.

Y yéndose de la habitación después de que pusiera su palma en mi hombro, me sentí algo agradecido de haber conocido a Alex, pero viendo el plato que había dejado, pensé que sería bueno golpearlo la próxima vez que lo encontrara.

Continuará…