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La Reina de los Mercenarios

Samantha se embarcá en un intenso viaje buscando su lugar en el mundo sin saber que se ha vuelto un peón para otros. Una mujer que se alzara a la grandeza, pero también oculta un secreto. …. Mientras Sam caminaba por la calle, vio como un destello robo su visión, lo siguiente que supo es que una diosa le ofrece un trato. Puedes reencarnar o morir. Sin otra opción Sam elige reencarnar, pero no esperaba que su cuerpo cambiara y fuera en una mujer, peor aún, ni siquiera es humana. Siendo lanzado a un país en guerra, vive la aventura de Sam desde una esclava, hasta una Reina. Nota. La imagen de portada no me pertenece, puedo retirarla si el autor lo desea, uno de los personajes, esta basado en el del autor de Death March.

Likan · Fantasy
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96 Chs

Capitulo 1 - Aprendamos lo Básico

Después de unos minutos, Liza regreso a mi lado, llevando con ella lo que eran dos cortes de tela blanca, uno usado como falda y otro como camisa, estos usaban una cuerda pequeña amarrada a la cintura o bajo el pecho respectivamente para sostenerse.

No eran precisamente ropa, pero siendo la opción la desnudez, lo termine usando, respecto a la ropa interior... al parecer no se usaba en esta tribu, se consideraba innecesario.

No quiero saber por qué se considera así.

Retiro las cadenas y grilletes, dejando solo un pequeño collar, que parecía más una gargantilla.

"Muy bien, te ves mejor, ¿ya terminaste de ver la casa?" - Liza comento después de examinarme.

"S-sí, revisé todas las habitaciones." - asentí con un poco de timidez, por la mirada penetrante de Liza.

"De acuerdo, se acerca la hora de comer, hoy lo hare yo, pero a partir de mañana será tu trabajo." - Sin hablar más de ello, camino hacia la cocina y empezó a preparar los objetos.

Algo curioso que note, fue que Liza come un 80% carne, su platillo principal era asar carne fileteada con un poco de sal, y hervir algunas verduras.

La carne la guardaba en una pequeña cabaña a menos de 50 metros de la casa, no entendía cómo, pero parece que de alguna manera la temperatura bajaba dentro, algo similar a un refrigerador.

Mas aun, toda la tribu contaba con esto, según Liza, solo necesitabas matar a el llamado pez escarcha, que habitaba casi todos los ríos del norte, usando sus núcleos o corazón, podía enfriar una habitación durante meses.

Al final, Liza me enseño la mayoría de las tareas, hasta que llego el anochecer, probablemente apenas cerca de las 8, pero sin nada más que hacer, solo quedaba una opción.

"Es hora de dormir Samantha, vamos." - Declarando abruptamente, camino hacia una de las habitaciones.

Aun con un poco de dudas la seguí, ella me llevo a la habitación en la que había entrado antes, una vez dentro comenzó sin dudar retiro su ropa, las piezas de armadura se las había quitado a lo largo del día, por lo que su atuendo consistía en solo dos piezas, al igual que el mío.

Una vez termino, pude apreciar su cuerpo, tenía dos pechos blancos más pequeños que los míos, pero hermosos sin duda, sentí como mi garganta se secó al verlos, también pude ver que tenía un ligero arbusto en su pelvis, rojo oscuro como su cabello, y curiosamente a diferencia de otras partes de su cuerpo no se veía ningún patrón de escamas.

Pero lo mas sorprendente, fue que bajo ese arbusto había una pequeña protuberancia roja, esta parecía atraer mi mirada como si fuera magnética, pero al final. recuperando mi cordura voltee la mirada.

Mi cara ardía, cuando ella volteo a verme, me encogí ante su mirada, no recuerdo ser tan cobarde, pero todo lo que había pasado en el día había agotado mis defensas mentales.

"Debes quitarte la ropa para dormir, o se ensuciara más rápido." - Ajena a mis pensamientos, encendió una vela en una pequeña mesa, y se sentó en la cama.

"S-si está bien." - con un poco de dificultad retiré la ropa a la que no estaba acostumbrado, pero la cantidad de errores que cometí no fueron pocos, cabe mencionar que la mirada de Liza en mí, me puso más nervioso de lo que esperaba.

"E-eh ¿Dónde dormiré?" - pregunte con dudas, ya que, aunque dijo que calentaría su cama... esperaba que quizás fuera un malentendido.

Ante mi pregunta, Liza me miro extrañamente, antes de palmear la cama a su lado, esto era una indicación bastante clara.

Camine mecánicamente hasta su lado, ella me tomo de la mano y tiro de mi hacia la cama, lo que dio como resultado que en esa pequeña cama de paja quedara acostado contra la pared, y ella después de apagar la luz, simplemente se acostó frente a mí y me abrazo... o envolvió, parece que tenía un buen control de su cola, ya que la uso para sujetarme.

"Mmm, mi padre tenía razón, eres mejor que una manta." - Liza dijo abrazándome.

Cerré los ojos por reflejo, pero lo que esperaba... nunca paso, cuando volví a mirar, Liza estaba respirando suavemente, estaba completamente dormida...

"Sigh." No pude evitar soltar un suspiro, y fingiré que solo era por alivio, no es que haya querido estar con una mujer tan hermosa....

Si, todo es por alivio.

Viendo su cara dormida, sentí como mi cuerpo se relajaba y comenzaba a hundirme en la oscuridad, sin tratar de luchar contra ello, me dejé llevar por la somnolencia.

"Tranquila, no te abandonare... estaremos juntas..." - pude escuchar una voz suave cuando perdí la conciencia... pero quizás todo fue un sueño.

Un hermoso sueño.

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La mañana siguiente... empezó increíble, al despertar un hermoso busto me recibió, cuando Liza despertó poco después, no tuvo mayor reacción, solo se estiro antes de pararse y vestirse, ella me pidió preparar el desayuno mientras fue a conseguir leche.

Según sus palabras, ese también será mi trabajo, esta leche es ordeñada cada semana de algunos animales que están en el campo fuera de la aldea.

Aunque quería intentar preparar algo diferente, termine siguiendo lo mismo que Liza el día anterior, y ella parecía complacida, ya que su cola se movía de un lado a otro.

"Vamos te llevare al rio, ahí podemos limpiarnos." - Sus palabras me pusieron rígido por un momento...

Después de todo era algo que había tratado de evitar... de hecho, desde ayer ni siquiera me había animado a ir al baño, por obvias razones.

Aun así, era algo que debía enfrentar, saliendo de casa, me mantuve cerca de Liza, según sus palabras algunos de los Lizardman podrían intentar algo conmigo, por eso me mantenía cerca de ella.

"Hasta que tengas tu marca, no deberías separarte de mí" - Liza me dijo, mientras salíamos por las puertas de la aldea.

"¿Que es una marca?" - Pregunte con incertidumbre.

"E-eh... una marca es lo que te identifica como mía, cuando la tengas, los otros miembros de la tribu no irán por ti, también eres de los clanes, deberías saber esto ¿no?" - Su mirada estaba llena de dudas, como si preguntara algo extraño.

"L-lo siento, en realidad no recuerdo nada aparte de mi nombre, solo recuerdo un fuerte dolor en la cabeza... como si algo me hubiera golpeado." - Dije, lo que era la mentira que había preparado, aunque echarle la culpa a Liza no era la mejor idea... no se me ocurrio algo mejor que explicara mi falta de conocimiento.

"Y-ya veo, debió ser duro, pero puedes revisar tu estado para saber un poco más." - Sugirió tratando de cambiar el tema, probablemente sintiendose un poco culpable por mi situacion.

Pero admitiré que verla ponerse nerviosa fue suficiente para hacerme el día, aun así, siguiendo su consejo abrí mi Estado.

[Estado]

[Nombre: Samantha

Edad: 18

Género: Femenino

Raza: Hyaenidae (Hiena)

Nivel 1/20

Clase: Pugilista Salvaje (Corrección Agilidad y Destreza 1 cada 2 Niveles.)

Condición: Optima

Hp: 45 Mp: 55

Fuerza: 9

Resistencia: 8

Vigor: 9

Inteligencia: 10

Destreza:10

Agilidad: 11

Suerte: 20]

[Titulo: Bendecida por Hera]

[Bendecida por Hera]

[Hera se apiado de ti y te otorgo su bendición.

Aumento de suerte.

Regeneración Pasiva Hp y Mp + 5/ 10 minutos]

[Habilidades]

[Activas: Inspección - Mordida Tritura Huesos]

[Pasivas: Cuerpo de Hiena - Belleza Natural]

Me sorprendió un poco cuando los datos aparecieron ante mí, pero pude entenderlo sin mayor problema, era más fácil de comprender que el mundo en el que vivía.

Según las palabras de Liza, todos tenían un estado, y mientras más fuerte seas, mayor sería el respeto que obtendrías no solo en la tribu, sino en todo el continente.

Con sus palabras en mente llegamos al rio, para mi sorpresa no éramos las únicas presentes, había otras 5 mujeres en el lugar bañándose, sin embargo, esta vez mantuve mi vista en el agua y seguí las instrucciones de Liza, ya que al parecer esta área era exclusiva de las mujeres de la aldea.

Mis sentimientos al ser contado en ese grupo, eran difíciles de describir, más aun cuando liza me ayudo a lavar mi espalda, las burlas que recibimos de las otras chicas eran lo más sencillo, lo que me hizo sufrir eran las sensaciones que recibía cuando el agua tocaba entre mis piernas o rozaba mi pecho al tallarme, algo que note, fue que tenía marcas bajo los ojos, lo que indicaba que había llorado dormido, Liza sin embargo, no menciono nada.

Al final, cuando termine, como una esclava, era mi deber ayudar a mi maestra, lo que fue otra ronda de martirio, mientras limpiaba su cuerpo.

"Mmm, sin duda es una buena chica... Me imagino que cuando la marques lo disfrutaras Liza, jajaja" - las chicas comenzaron a reírse después de escuchar su comentario.

Lo peculiar, es que incluso Liza se estremeció un poco cuando esas palabras llegaron a sus oídos, e incluso note un ligero sonrojo en su cuello, desde su espalda.

"Vámonos Samantha." - Liza salió rápidamente, y comenzó a vestirse después de pronunciar sus palabras.

La seguí de cerca, y ayude a vestir cuando llegue a su lado, después de todo... era mi deber.

Una vez dejamos el rio, comenzamos a caminar hacia el pueblo, pero en lugar de ir hacia casa, fuimos a un local, que parecía una especie de taller de metal.

"¿Que pasa Liza?, ¿Quieres hacer un pedido?"- Un hombre estaba sentado en una silla dentro del taller, por su apariencia podía decir que no era un Lizardman o Lizardkin, así que debería ser de alguna otra raza, pero no podía identificarlo, ya que a mis ojos era un humano.

"Así es Harold, quiero una espada corta, pagare el precio normal y vendré por ella en unos días." - Una vez termino sus palabras, sin esperar respuesta comenzó a caminar tomándome de la mano.

"Tenemos que darnos prisa, los cazadores regresaran pronto." - Dando esas palabras como explicación entendí la situación, si los cazadores regresaban, no sería raro si alguno trataba de ir por mí.

Apresuramos el paso hasta llegar a casa, una vez ahí, comencé a recibir una clase de Liza, principalmente sobre el mundo, los dioses y lo que sería [sentido común].

"Así que el mundo se llama Gea, pero eso puede cambiar dependiendo la región..." - fue una de las cosas que me llamo la atención, según Liza, los dioses llaman al mundo de maneras diferentes, esto está determinado por la región que habitemos.

Aparte de eso me explico sobre habilidades, títulos, misiones y lo que más llamo mi atención, [perdidos].

Un grupo de Humanos que aparecen al azar en el mundo, estos no tienen muchos recuerdos, siempre aparecen en grupos, tienen a tener una inteligencia alta, aprenden habilidades rápidamente... etc. etc.

Cada [Perdido] es diferente al anterior, por ello son considerados mercancía valiosa y son cazados por muchos países.

Cuando termino sus palabras caí en contemplación, supuse que era la razón de que Hera cambiara mi Raza, había otros de mi mundo, pero era una mala situación para ellos.

"Liza, gracias por explicarme." - Le agradecí profundamente, después de todo podía ver el sol en lo alto, lo que significa que perdió la mayor parte del día en mí.

"No, es natural que te enseñe, después de todo eres mía." - Liza declaro como un hecho.

Queriendo agradecerle, me dirigí hacia el almacén, tome los ingredientes necesarios para la comida y comencé la preparación en la cocina.

Lo que hice no tuvo gran magia, simplemente use algunos cítricos para marinar la carne, luego la ase de manera natural, e hice un poco de caldo usando las verduras y el agua en la cual deje unos pequeños trozos de carne.

Esto sería una mala imitación de un caldo de res, pero el sabor no decepciono.

Si bien Liza solo asintió al comer, su cola agitándose ferozmente me dijo lo que necesitaba saber, así paso el resto de la tarde, ambas charlando sobre la comida o el mundo en general.

Para cuando oscureció, había aprendido lo básico del mundo, y claro de mis deberes, mientras pensaba que pasaríamos otra tranquila noche, Liza comenzó una conversación.

"Te llevare a cazar, así te volverás más fuerte y podrás ayudarme en otras tareas." - Sus palabras eran simples, pero entendí que esto sería un cambio drástico en mi vida.

"E-entiendo, me esforzare en ayudarte." - Le respondí mientras reunía mi determinación.

"Mmm... Samantha, voy a [marcarte]." - después de asentir a mis palabras, Liza dijo en voz baja haciendo una pequeña pausa.

Sentí como mi cuerpo se tensaba, no entendía cómo funcionaba la [marca], Liza trato de explicarme que cada Raza tiene su manera, pero nunca me dijo como lo haría ella.

Imagine algo doloroso, como un sello, o un tatuaje.

Pero confiaba en ella, además de no querer decepcionarla, no quería ser atacada por los hombres dentro de la tribu, por ello solo asentí ante las palabras de Liza y comencé a quitarme la ropa.

"Y-ya estoy lista, ¿Qué debo hacer?" - no sé porque, cuando las palabras salieron de mi boca, comencé a avergonzarme.

"S-sí, acuéstate en la cama" - Sin mirarme comenzó a quitarse la ropa, lo cual era algo raro en ella, después de todo generalmente no tiene reparos en verme.

Hice lo que me pidió y me acosté sobre mi espalda, lo que me sorprendió es que una vez, Liza estaba desnuda, cubrió su cuerpo con sus manos y se acercó a mí, esto era algo peculiar porque nunca la vi tan nerviosa.

Pero verla así, solo hizo que mis nervios aumentaran, cuando ella llego a mí, subió la cama y se colocó sobre mí, estábamos tan cerca que nuestros pechos se tocaban, esta posición era sin duda embarazosa.

Pero lo que me hizo perder el aliento fue que sentí algo presionando mi pelvis, algo que no podía reconocer.

"Tranquila, es mi primera vez, pero seré gentil." - Cuando las palabras de Liza llegaron a mis oídos, antes de poder responder, sentí como algo se abría paso dentro de mí.

"Ngh." - Solté un gemido por el dolor extraño que me invadió, mis manos sujetaban fuertemente la cama.

Cuando mire a Liza quien estaba sobre mí, ella acerco su rostro y sello mis labios.

Al parecer entendí mal.

La marca que me pondría, era lo mismo que decir que era su mujer.

Pero fue muy tarde cuando lo entendí.