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La Guerra perdida...o tal vez no (ESPAÑOL)

El mundo de fantasía es un bello refugio, pero puede volverse una pesadilla. Souta y Elizabeth dos jóvenes que se verán obligados a empezar un viaje por su supervivencia y la búsqueda de la libertad en esta Guerra Perdida. Explorando este nuevo mundo lleno de vida desde las tierras de los elfos, las ciudades en los cielos, mares y tierra, con los amplios campos de su singular flora, los bosques de las almas perdidas, las profundidades de sus lagos y mares, resguardando a gigantes que despertarán. Fascinantes y peligrosas criaturas los aguardan hasta en el mismo fozo de su inframundo, gobernado por sus Dioses y Demonios. Soldados, mercenarios, monstruos, Dioses y seres con magia enfrentados a muerte sin ver que ante ellos se acerca la verdadera amenaza.

HERO_PAINT · Fantasy
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4 Chs

Capitulo 1: El ataque y la perdida

Dos horas antes del ataque, en una parte un poco alejada de la ciudad, dentro de un enorme almacén, en la planta superior, por un pasillo largo todos gritan en persecución de una joven herida con un extraño Cristal Rosado en sus manos, que le estaba hablando directamente.

– ¡¡Traidora, traidora!! No pudiste evitarlo, ya están aquí…

Riendo a carcajadas un grupo de jóvenes aceleran el paso con una mirada perdida y una risa maniática. 

– Ellos gobernaran, y por fin habrá paz en su mundo y el nuestro ¡¡vuelve aquí!! – 

– ¡Jamás! ¿Ahora qué hago? te dije que nos encontrarían y esas extrañas personas en los cristales salieron disparadas al cielo y ahora… ¿¡quiénes eran ellos!? –

– Elizabeth cálmate, no dejare que te lastimen, escucha ellos no deben atraparnos o tu mundo estará condenado –

En frente de la joven aparece una grieta al final del pasillo y salen unas pequeñas criaturas armadas, algunas verdes y otras rojas. Viendo a su izquierda golpea la puerta logrando abrirla y agarrando algunas cosas tranca la entrada antes de que las criaturas la alcancen.

Arañan ferozmente la puerta queriendo entrar, pero ella logra alejarse a tiempo.

Burlando a las criaturas Elizabeth logra ocultarse en uno de los cuartos con ventanas enormes del almacén, mirando con enojo y desesperación el cristal en sus manos. 

– ¿Por qué debería confiar en ti? ¿Eres uno de ellos cierto? –

– Porque quiero ayudarlos, no pienso permitir que corra más sangre de inocentes… no dejaré que vuelva a pasar, ¡Ya no! –

Mirando con desconfianza no le queda otra que obedecer a Haruko quien se encontraba dentro del cristal. 

–…Esta bien, no confió en ti del todo, pero… perdí los otros cristales y solo pude salvarte a ti – 

– Esto es malo, mis hermanos fueron liberados, pude debilitarlos lo suficiente para que no puedan pelear, pero no tardaran en…–

– ¡Mira! –

– Lo que temía, ya empezó… –

Haruko y Elizabeth podían ver por una ventana a toda la ciudad siendo atacada por magos encapuchados y grupos de bestias que estaban cazando a las personas que trataban de huir del ataque, la mayoría sin éxito.

Y desde el cielo, esferas luminosas hacen explotar a los edificios y los que impactaban al suelo provocaban grandes explosiones 

– ¿A esto se refería? Debemos buscar refugio y rápido, me aterra, tenemos que irnos aun si nos ven, pero...no podremos llegar muy lejos con ellos buscándonos – 

– Tienes razón, no me queda de otra, Elizabeth, sé que es repentino, pero…esto te ayudará a abrirte paso entre los monstruos. Solo…evita a los magos a toda costa –

– ¿Que vas a hacerme? –

– Por favor no te muevas ­– 

El cristal brilla un poco más y más haciéndole sentir una extraña sensación a Elizabeth, ayudándola a recobrar sus fuerzas, sintiendo una ligera electricidad que recorre todo su cuerpo.

– Listo…no es mucho, pero te ayudara hasta que mi poder se recupere un poco más –

– Me siento mas fuerte y ya no me duele el cuerpo ¿Qué hiciste? –

– Te di una habilidad para defenderte y curé un poco tus heridas – 

– Oye… en todo este lío no pude preguntarte tu nombre ¿Cómo te llamas? –

– Mi nombre es Haruko, por ahora es lo único que puedo decirte sobre mí, y no te preocupes saldremos de aquí pronto ­–

Mirando el cristal de Haruko, solo quería agradecerle, pero no podía decir ninguna palabra al verse curada. Y ella sin perder tiempo le explica como funciona su nueva habilidad contra los enemigos.

– Bien vámonos –

– ¡Sí! – 

Saliendo por una de las ventanas ven a unos magos pasar cerca de ellas, se ocultan en unos arbustos y viendo que no pueden pasar se ven obligadas a regresar dentro del almacén y buscar otra salida.

Intentaron por las escaleras, pero había demasiados monstruos con lanzas corriendo, subieron al techo, pero estaban magos flotando y vigilaban el resto de las ventanas.

Las puertas traseras fueron derrumbadas por el ataque de los magos y la entrada principal la custodiaban unos monstruos pequeños con lanzas y otros enormes que se les parecían mucho, pero con machetes gigantes y acompañados de un mago <

– Demonios ¡¿Qué vamos a hacer?! estamos rodeadas por todos lados. Tal vez si… los ataco por sorpresa con mi poder pueda tener unos segundos para huir – Tendremos que intentarlo, escucha apunta arriba de la entrada principal y que los escombros los aplasten, corre y no te detengas a pelear – 

Escuchando a Haruko y sin dudarlo disparo un rayo eléctrico al techo. Cayeron los escombros, los monstruos y el mago están aturdidos, empiezo a correr disparando mi poder a los monstruos que se acercan, electrocutándolos uno por uno.

Algunos se abalanzan, pero los ataco antes de que me alcancen, uno se sujetó de mi pierna, son fuertes pero ligeros, lo lanzó de una patada al rostro del grande. Esto es malo, ya se reagruparon y me apuntan con sus armas, no podré esquivarlos, sus afiladas lanzas van a alcanzarme, soy un blanco fácil, debo… 

– ¡Aaah! – me rozo el brazo y parte de la espalda – ¡falta poco! (por fin estoy afuera, un poco más, ya cas…) – 

…Desde el cielo veo caer unos rayos, perece que alguien dirige sus rumbos, ya escucho explosiones, todo se mueve un poco lento, como si el tiempo se quisiera detener. 

En el cielo algo apareció, un pequeño ciclón de luz brillante…algo está saliendo de él, pero no veo con claridad que es. 

– Con que aquí estabas ­– Oh no – ¡¡Aaah!! – ¡Elizabeth! – 

> Una explosión alcanza por detrás a Elizabeth haciéndola volar afuera, lejos de la entrada, herida, ve por detrás al mago que la atacó, pero no estaba solo.

 Uno estaba con una esfera de luz violeta flotando en su palma, el otro tenía una esfera de fuego en una mano, y en la otra a uno de los monstruos pequeños que no tenía su lanza <

–¿Haruko e…eso es…? – Si, un goblin – El encapuchado gritó con furia – ¡¿Tantos problemas les provocó esta humana?! Los que no pueden con una simple tarea no merecen vivir, ni siquiera servir a nuestra causa – 

> El pequeño goblin que estaba siendo ahorcado con una mano por el mago, se retorcía intentando liberarse, arañando y gritando a la vista de Elizabeth, Haruko y de los demás monstruos y magos. <

> Hay algo en los arbustos oscuros, Elizabeth pudo ver una sombra moverse, pero desapareció rápidamente, su atención se vio interrumpida por el grito del goblin que estaba siendo quemado con la esfera de fuego en su estómago mientras estaba siendo ahorcado < < p>

– Aaaaaaagh agh… – * Se retuerce del dolor * 

> Quedando solo las cenizas que caían al suelo, desaparecieron rápidamente junto con su grito. Los monstruos no parecían estar enfadados o impactados, solo esperaban las órdenes para pelear, sin importarles que maten a uno de los suyos enfrente de ellos < < p>

– (Debo hacer algo…no quiero morir) *susurro* …Solo apunta, tu puedes ­– 

Disparo al mago que mató al goblin, bloqueó por poco mi ataque, sorprendido empieza a acercarse a mí – ¿Cómo es que tienes magia? Solo eres una humana, acaso… ¿Eres de mi mundo? ­Bueno la verdad no me importa *Le dispara una bola fuego, pero ella lo esquiva * Ahora entrégame ese cristal – Jamás – Bien por mí – 

> Apuntándola con su palma reaparece otra esfera de fuego, pero más grande, gritando un conjuro ya está listo para disparar y… <

– ¡¡Alto!! – 

Un guardia aparece y empieza a disparar a los monstruos dañandolos un poco, los magos retroceden por que las balas los alcanzaron. Y los que me acorralaron mantienen su distancia.

– ¿Señorita se encuentra bien? – * me ayuda a levantarme y empezamos a correr, los magos nos atacan en plena persecución * –… van a alcanzarnos –

– ¡Elizabeth debemos perderlos! – (¿Qué puedo hacer? ya se) – 

Mientras el guardia mira a los monstruos por el otro lado, ataco sin parar el suelo y a los monstruos generando una cortina de polvo y todos empiezan a perseguirme mientras nos ocultamos en el denso polvo y lo usamos para alejarnos lo más posible.

Alejados del caos Intentamos buscar ayuda, toda la ciudad empezaba a llenarse de los invasores. Con la ayuda del ejercito los monstruos apenas podían ser contenidos.

La población, algunos pudieron salir de la ciudad mientras otros se escondían o trataban de escapar en autos y salir corriendo. 

– Señorita debemos ponernos a salvo, pronto llegaran los aviones bombarderos y los aniquilaran. Debemos huir hasta entonces­ –

No tenemos otra opción que alejarnos, pero algo llamo mi atención. Mientras nos alejábamos, vi que algunos magos eran eliminados por francotiradores y unos pocos fueron capturados, sin embargo, los monstruos no podían ser retenidos, devoraban y destrozaban a los soldados y estos solo podían hacerlos retroceder con disparos y granadas – (¿Qué harán con los que capturaron?) ­– 

Nos adentramos en un pequeño bosque que estaba un poco alejado de la ciudad, tenía muchas preguntas, pero no podía detenerme a preguntarle a Haruko o el guardia pensaría que soy una de ellos. – (¿Acaso el me habrá visto lanzar esos rayos eléctricos? No debe saber de Haruko ni que puedo escucharla, pero si se lo digo él nos atacaría).

Dentro del bosque pudimos ver unos goblins a lo lejos buscando entre los arboles a quienes se ocultaban por aquí – Señorita baje la cabeza… ¿Qué es esa cosa? – 

> Mas adelante, vieron a un monstruo mucho más grande y aterrador; por sus colmillos goteaba mucha sangre al igual que sus garras, parece que se comió a alguien hace poco. Era mucho más grande y oscuro, diferente a los enemigos a los que enfrentó Elizabeth, por suerte no los vio y pasó de largo a toda prisa…<

– (¿Elizabeth puedes escucharme? Soy Haruko no digas nada solo asiente con la cabeza) – *asiente la cabeza* – Escucha esa criatura son de las que nacen para obedecer y servir a un mago, pero si algo le pasa a este, puede volverse más salvaje y violento. Parece que alguien eliminó a su amo y esta tras el rastro de quien lo hizo.

Es en extremo peligrosa, por suerte solo es una, pero no podemos dejarla suelta a que mate a más gente descontrolada mente –

– (Haruko ¿Estás loca? Apenas pudimos escapar de todos esos monstruos ¿y me pides ir tras uno que es más mortal?) – 

– (En estos momentos esa criatura va tras el responsable. Él sabe exactamente donde estamos, tanto tú, el guardia y las otras personas a 7 km a la redonda, pero solo nos ignora por que busca venganza y cuando la consiga, vendrán tras todos nosotros en unos segundos…) – Pero… ­– (Solo, no vayas sola Elizabeth, necesitas apoyo) – 

– Supongo que no hay opción, si sabe en dónde estamos y a donde iremos – ¿Mmm? Señorita ¿ocurre algo? – Tenemos que seguirlo – ¿qué dijo?… ¡¿Vio el tamaño de esa cosa?! – Lo sé, pero hay mucha gente aquí y si anda suelto habrá más bajas y ¡Nosotros podríamos ser los siguientes! – 

> Solo hay silencio entre los dos < < p>

– Mire señor, tampoco quiero, pero debemos hacerlo, no me pregunte como, solo lo sé – Señorita es muy peligroso y arriesgado, aunque… admito que

parece que está rastreando a alguien, igual como entrenábamos a los perros…carajo, está bien no hay tiempo que perder ¡Vamos! – 

> Corriendo tras el rastro de caos que dejaba el animal, lograron seguirle el paso, aunque estaba un poco lejos de ellos. 

No queda mucho tiempo antes de que alcance a su objetivo; Goblins, apareciendo de repente atacando primero al guardia, en respuesta elimina a todos a balazos antes de que reaccione Elizabeth. 

Continuando la persecución más y más goblins aparecían retrasándolos, y para mala suerte la criatura parecía haber percibido el aroma de su objetivo, acelerando y dejando atrás a Elizabeth y al Guardia en medio de una emboscada para robarles el cristal donde estaba Haruko. <

– Son demasiados, y se me están acabando las municiones – yo me encargo, apunta a los que están entre las ramas yo alejare a los del suelo, una vez ataquemos corramos – ¿Lanzaras tu rayo eléctrico señorita? – ¿Que…? – Si, lo sabía todo este tiempo, pero estoy seguro de que no eres nuestra enemiga, ¡¡prepárate aquí vienen!! – (No esperaba que lo supiera, pero el confía en mí y ahora tenemos que trabajar juntos) –

Los goblins atacan lanzándose de las ramas, solo para ser eliminados por los disparos del guardia, los del suelo, se acercan rápido no hay tiempo, disparo mi rayo y logro matar a varios, aprovechando que se cubren, no perdemos el tiempo y nos alejamos a toda prisa. 

– *Jadeo* ¡¡Bien señorita eso debería retenerlos un rato!! – (¡¡Elizabeth, allá!!) – 

> Había un joven que estaba sangrando por el hombro, aferrándose a un fierro roto y apenas pudiendo pararse, listo para defenderse de esa criatura mortal a la que perseguían < < p>

– Si me voy… ¡No me iré sin peleaaar! – ¡Ahora Elizabeth! –

> El guardia dispara a la criatura que corre envistiendo al joven contra el árbol, Elizabeth está por lanzar su ataque, pero alguien la toma desprevenida por el brazo y la lanza lejos contra un árbol, antes de poder pararse la atraviesan con varias lanzas impidiéndole moverse.

Eran los goblins junto a otros parecidos mucho más grandes con machetes. 

La criatura corre para atacar al Guardia, este empieza a disparar, pero no lo lastima lo suficiente, logra tumbar al guardia, el arma sale volando, empezando a morderlo y arañarlo haciéndolo gritar, el joven con todas sus fuerzas se levanta, toma el fierro y… se abalanza al lomo de la criatura apuñalándola muchas veces en la espalda y en el rostro, cegándolo. 

Ninguno quiere ceder, la criatura se agita mientras muerde y da zarpazos, el guardia lucha por su vida a gritos, el joven desesperadamente trata de ayudarlo intentando liberarlo y Elizabeth totalmente herida solo puede ver la pelea, estando atorada por varias lanzas entre ella y el árbol <

– ¡¡Señorita huya de aquí!! ¡Aagh! – ¡Aléjate de ellos maldito monstruo! ¡Suéltalo! *continúa apuñalándolo en el rostro* – (Elizabeth resiste, ¡¡lo siento, lo siento mucho!!, te curaré resiste un poco más, nunca debí…) – 

> Haruko empieza a sanarla con todas sus fuerzas, mientras Elizabeth antes de perder la razón, empieza a disparar sin detenerse a la criatura, electrocutándola y causándole mucho daño, haciéndola perder sus patas hace que caiga al suelo, eliminando también a los goblins que se le acercaban a ella y a los otros que continuaban luchando contra la criatura < < p>

– ¡¡Toma el arma, ahí!! – 

> El joven se lanza sobre la pistola y el guardia logra agarrar las mandíbulas de la criatura como puede con fuerza <

– ¡Acabalo! ¡Acabalo! ¡Aagh! – 

> Tomando el fierro con filo lo introduce con fuerza en el hocico de la bestia antes de que arranque el cuello del guardia, impidiéndole que muerda, haciéndola sangrar y enfurecer aún más, y en la otra mano con el arma descargaba todos los disparos que le quedaban dentro de los ojos del animal apuntando a su cerebro.

Finalmente, la criatura a muerto. Elizabeth llega a su límite y ya no puede moverse, está en peligro, un domo que hace de escupo la protege ante uno de los goblins grandes, que se acerca para cortarla con su machete.

El escudo empieza a agrietarse, desesperando a Haruko. <

– ¡¡Elizabeth!! – > El joven, consumido por la adrenalina, logra rápidamente sacar el fierro de la mandíbula del animal muerto, corre a lanzarse contra el enorme goblin, el escudo se rompe, se abalanza y logra clavar el fierro en la parte posterior de la rodilla haciéndolo caer.

El goblin mira al joven con enojo y está por atacarle, de repente una luz rápida atraviesa su cabeza acabando con su vida; El ataque venia del cristal que sostenía Elizabeth ya sin moverse <

– S…señorita, por favor a…ayúdala por favor – El joven recuerda en un breve segundo al tipo que no pudo salvar y solo quedaba la parte inferior de este – 

– No otra vez… –

> Agotado y sangrando el guardia extiende su mano apuntando a Elizabeth desmayándose; Cojeando, el joven se acerca rápidamente a ayudarla empezando a escuchar una voz que lloraba a su lado <

– Es mi culpa… porque fui tan tonta, lo siento…ella no tenía que…no, no lo permitiré – 

* Se acerca a socorrerla *– ¿De dónde viene esa voz? oye resiste… tu puedes, iremos a un hospital, resiste – Joven tienes que protegerla – Ese cristal está… ¿puedes salvarla? –

– Sí, aunque ya casi no tengo energía – (El cristal está parpadeando) – 

– No hay tiempo escucha por favor, estos invasores vienen del mundo que he estado cuidando durante milenios, ellos no pararán, vendrán criaturas y monstruos aún más fuertes a extinguir a tu mundo, mis hermanos…, ellos son parte de esto, me buscan por lo que vendrán por ti, se cómo detenerlos, pero me necesitaras para derrotarlos.

Encuentra la forma de viajar a mi mundo, debes liberarme a mí y a mis otros hermanos de estos cristales de algún modo, recibe esto, usare toda la energía que me queda, usa este poder para enfrentar y salvar nuestros mundos – 

– (Mi cuerpo esta sanando…me duele, pero también me siento más fuerte) –

– No podrás morir, tu alma no abandonará el hilo de la vida, pero tu cuerpo mortal se volverá fuerte con mayor rapidez a la de un humano común o un guerrero, es todo lo que puedo darte con lo me queda, dime ¿Sabes que es un elfo o un hada? – Si – Pues es posible que ya se hayan infiltrado, encuéntralos…y puede que te ayuden – 

– Espera, ¿No puedo morir? ¿Dónde los encuentro? ¿Qué inicio todo esto? Ni siquiera pude salvarlos, ¡¿Qué podría hacer yo contra todo un ejército?! *Golpea el suelo*– Joven… ¿Cómo te llamas? – Souta – Yo soy Haruko, y no lo harás solo Souta, libérame en mi mundo y acabemos con esta guerra –

– Muchos inocentes pagaron por mi error y quiero enmendarlo antes de que sumen más víctimas. Así también podré quitarte esa maldición y revivir a Elizabeth – maldi… – no es un castigo Souta…pero es más eficiente que un poder o tu habilidad de fortalecerte. Una última cosa… –

* El cristal comienza a volverse más opaco * – Al igual que magos, elfos u otros seres…hay demonios y héroes. Ambos bandos son en extremo peligrosos especialmente los héroes, s…si puedes evítalos, hasta…que seas más fuerte…créeme, son mucho más peligrosos… que un…demonio. No…dejes que nos capturen, ella te…ayudará – 

– …Lo haré, no sé cómo, pero si puede frenarse esta guerra, puedes contar conmigo – 

– Gr…Gracias – 

El cristal dejó de brillar y su color es más opaco. Detrás de mí, el cuerpo de esa chica comienza a desaparecer en un polvo de luz, dejando las lanzas atoradas en el árbol junto a un charco rojo.

­* El cristal pierde su brillo y la voz queda en silencio *

> Perplejo por todo lo que le dijo la voz que salía del cristal, Souta carga el cuerpo del guardia, quien milagrosamente estaba vivo y con sus heridas levemente curadas. 

Aun había enemigos en el bosque, así que fue con cuidado evitándolos y escondiéndose.

Al llegar a la ciudad, esta se encontraba en un inquietante silencio, además de que los monstruos que los buscaban desaparecieron sin dejar rastro alguno. <

> Cargando el cuerpo del guardia, malherido e inconsciente, vio en el trayecto que se encontraban a las víctimas del ataque que no pudieron escapar mujeres, ancianos, etc… todos en el suelo totalmente destrozados. <

– (Debieron ser esos monstruos y criaturas ¿Qué hicieron estas personas para tener este fatal final?) –

> Frustrado por lo que vio continuó caminando. Más adelante Souta vio que había más cuerpos, pero parecían estar solo un poco heridos y entre ellos se podía escuchar una débil voz.

Bajando un momento al guardia fue a investigar, era una mujer despertando junto con su hijo y su esposo, y no siendo la única, porque los demás también recobraban la conciencia, estaban heridos, pero consientes.

Escuchando a lo lejos a militares gritando por supervivientes, rápidamente cargó de nuevo al guardia y ayudando a levantar a los que despertaban, corrió mientras gritaba para dar su ubicación <

– ¡Estamos aquí, hay mucha gente herida, vengan pronto! – ¡Por allá, vamos apúrense!, ¡carguen a los heridos debemos irnos, pronto este lugar será bombardeado – ¿Qué dijo?... – 

* Sonido de sirena de bombas * 

– ¡o dios no! – ¡vamos a morir, que vamos a hacer! – Se acabó, ¡Se acabó! – ¡Es el fin! – ¡Todos tranquilícense no vamos a morir! Saldremos de aquí – Pero que dices joven, mira donde estamos…– Lo sé ¡pero no podemos quedarnos sin hacer nada! – 

– Demonios ¡aquí alfa 47,12 necesitamos transporte pronto, estamos con un grupo de sobrevivientes, nos alejaremos lo más que podamos! ¡apúrense! – *estática* Recibido ya vamos –

 > Con el sonido de la alarma y ante el inminente ataque contra los miles de monstruos que aún quedaban en la ciudad, el pánico se apodero de los que recién despertaban, no quedaba mucho tiempo, lograron evacuar a la gente durante la invasión, pero al parecer no fue a todos.

Sin perder tiempo Souta con el guardia en la espalda, los sobrevivientes y los militares, empezaron a correr para alejarse de la ciudad. Pasando unos segundos comenzaron a caer las bombas. <

– ¡No miren atrás y no se detengan, sigan corriendo! ¡¿dónde está el transporte?! – ¡Ya están cerca señor falta poco! – ¡¿No pueden detener el ataqué?! – ¡Negativo hijo, la orden ya fue dada y todos fueron evacuados! ¡pero solo nosotros vinimos a ver si quedaba alguien¡, ¡el ataque no se detendrá, aunque les digamos que estamos aquí! ¡Son ordenes! –

> Sorteando algunas bombas, corren entre las calles, los edificios se derrumban, monstruos aparecen de repente, pero las bombas los aniquilan, algunos heridos caen, pero los militares los levantan, un callejón sin salida…deben volver. 

Alejándose de los edificios entre las casas, más monstruos aparecen queriendo atacarlos y los militares les disparan haciendo tiempo. 

Llegando a una avenida amplia llegan a un puente que fue destruido por las bombas, queriendo regresar ya no era posible, pues una gran cantidad de goblins impedían el paso listos y armados, los acorralaron. 

– ¡Disparen! – ¡Comandante, son demasiados! –

*Disparan y algunos goblins caen* 

– Se nos están acabando las municiones *Disparan*– ¡Donde diablos está el transporte! – ¡les dimos nuestra ubicación, tuvieron un retraso! – ¡Comandante por haya! – ¿Y ahora qué? ¡¿Es que ese idiota no nos ve?! – 

> Un avión que lanzaba múltiples proyectiles se acercaba a toda velocidad, mientras disparaba su carga de bombas. 

Las explosiones se acercaban más y más al puente donde se encontraban; Sin palabras, las personas y Souta veían como iban a ser alcanzados por las bombas < < p>

– (Los militares retroceden…primero los goblins, ahora esto, ¿Qué vamos a hacer?) –

Continuara…

Primer capitulo terminado, ahora estoy trabajando en el segundo, si tienen alguna sugerencia u opinion pueden escribirla en los comentarios, nos vemos.

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