Siete pecados capitales

Las palabras de la Llama de Furia Ardiente hicieron que Bai Zemin hiciera una pausa por un momento para recordar y pensar en eventos que anteriormente había dado por sentado precisamente debido a su conocimiento e información limitados en general.

El poder de la Llama Azul Infinita de Loto permitía que Bai Zemin ejerciera una presión constante sobre sus oponentes durante toda la batalla sin consumir energía excepto cuando quería lanzar ataques extremadamente destructivos.

Tener un poder contra el que el enemigo necesitaba consumir continuamente sus reservas de energía y desviar su atención durante toda la batalla era sin duda aterrador.

Por otro lado, la Llama Devoradora del Cielo era incluso más simple pero no menos aterradora. Con la capacidad de devorar el 30% del poder de los ataques entrantes, la Llama Devoradora del Cielo estaba literalmente reduciendo tremendamente el daño que Bai Zemin recibía a lo largo de la pelea.