webnovel

Héroes por suerte.- Ser un héroe es doloroso

Unos aliens con un plan y un chico con ideas raras sobre la justicia, es una rara y mala combinación. Los Trailens llegaron al planeta tierra para conquistarla de una forma algo rara. Les dieron poderes a 15 humanos. ¿Para qué? Pronto lo descubrirán. Ángel es uno de los 15 elegidos y decide convertirse en un héroe. Sigue la aventura de este héroe que estará ayudando a los Trailens de forma indirecta.

Hector_Angel · Fantasy
Not enough ratings
37 Chs

CAPÍTULO 28

Héroes por suerte.

CAPÍTULO 28

Tendré que conseguir otros cuerpos… Vaya… Eso sonó como si fuera un asesino serial.

Sé que es asqueroso e inhumano, pero la experimentación es necesaria para mejorar nuestros poderes y conocer mejor nuestro cuerpo y poderes.

Veo a mi madre preocupada… ¿Por qué se ve algo asustada?

—¿No te parece increíble que exista un héroe de verdad?

—Me alegro, pero… ¿no te da miedo? La noticia dice que partió a la mitad a los delincuentes, eso no es propio de un héroe.

—Pero… ¿no crees que hizo lo correcto? Eran criminales.

—Sí, pero siguen siendo personas. Me imagino que sus muertes fueron horribles. Siento pena por ellos.

—Siente pena por los buenos, no por los malos.

Me levanto de la mesa.

—No tengo hambre, me iré a la escuela en autobús, dame dinero.

—E-está bien.

Mi madre me da dinero y me observa preocupada.

—¿Te pasa algo? Te pusiste muy serio de repente. ¿No quieres que te lleve?

—Tengo cosas que pensar, lo siento.

Tomo mi mochila y estoy a punto de salir.

—Madre, considera que los que se dedican a eso son personas muy malas, no sientas pena por ellos, alégrate de que estén muertos.

Volteo a verla y la miro a los ojos.

—¿No estarías contenta si estuviera en la cárcel el tipo que asesinó a mi padre? O mejor aún, ¿que estuviera muerto?

Mi madre me mira con miedo.

—¿Q-qué dices? Hijo, ¿estás bien?

—Sí… Lo estoy. Adiós.

—Pero…

Ignoro a mi madre y me voy a la escuela.

Los criminales perdieron sus derechos humanos en el momento que decidieron realizar un crimen.

La sociedad es sensible.

"La pena de muerte es inhumana". "Ellos también tienen derechos humanos". Bla, bla, bla. Todo eso no me importa.

Los criminales no merecen que otras personas sientan lástima por ellos.

Los héroes no asesinan, entonces no soy un héroe… Prefiero matar a los criminales.

En la escuela.

Entro a la escuela e intento tranquilizarme.

Tantas cosas me han pasado en pocos días, me duele la cabeza… Actúa normal, Ángel.

Veo a unas estudiantes hablando del héroe Ángel.

—¿Viste lo que hizo Ángel?

—Un héroe, es increíble.

—Los asesinó, ¿no será un antihéroe? Los héroes no asesinan.

—¿No tienen miedo de que use sus poderes para el mal?

Me alejo de ellas y de todos.

Cállense. ¿Por qué tienen que hablar todos de lo mismo…? Mierda.

Entro a mi salón de clases.

—Espero que no se pongan a hablar de lo mismo.

Me siento en mi mesa, cierro los ojos e intento relajarme.

—Maldita sea.

Daniela se acerca y me toca el hombro derecho.

—¿Te pasa algo? Te veo mal.

Abro los ojos y me pongo nervioso. Ser tocado por una chica linda se siente raro.

—H-hola, no es nada, no te preocupes, solo me duele la cabeza, no es nada, gracias por preguntar.

—Está bien. Ya tengo algo de información para hacer el proyecto de matemáticas.

—Igual yo, sólo falta preguntarle a González si tiene información y ya vamos a mi casa.

—Claro… ¿No hay problema con hacer el proyecto en tu casa?

—El único problema son mis hermanas… Por favor, no les hagas caso a lo que te digan.

—Claro.

Se va y se sienta en su mesa

González, ¿por qué no llegas?

Mis compañeros empiezan a hablar de mí… O, mejor dicho, del héroe Ángel.

—¿Viste la noticia?

—Claro, ese héroe Ángel es mi ídolo, asesinó a 34 personas.

—Los partió a la mitad.

—Se lo merecían.

—Por fin algo de justicia.

Daniela los interrumpe.

—¿N-no les parece algo enfermo lo que hizo?

—Enfermo, pero justo.- Dijo Manuel.

—No le respondas, solo hay que ignorar a la rara.- Dijo Ana.

Daniela agacha la cabeza.

—Idiotas.- Digo enojado.

Escucho que se burlan de ella y me levanto.

—¿Rara? Ven a alguien que no le gusta convivir, ¿y lo tachan de raro? Eso es muy estúpido.

—¿Dijiste algo, gordo?- Dijo Manuel.

—Sí, dije algo, idiota.

Daniela levanta la mirada y me mira sonrojada… Ah, gracias a mis poderes, mi visión mejoró… ¡Supongo que me veo genial!

—Aún me la debes por golpearme, a la salida nos las arreglamos.

—¿A la salida?

Muestro una sonrisa.

—Claro, no hay problema.

—¿Desde cuándo eres tan valiente, gordo?

—No… No lo sé.

Me alejo de ellos y me siento en mi mesa.

Antes era cobarde y nervioso, pero desde que tengo estos poderes, me estoy dando cuenta de que estoy cambiando.

Antes creí que el héroe Ángel y el Ángel normal eran dos personas diferentes… Ahora me doy cuenta de que somos una sola persona, una sola personalidad.

González entra al salón de clases y se sienta al lado de mí.

—Oye…

Me entrega una nota y la leo. La nota dice: "eres increíble".

—¿Eres increíble?- Digo en voz baja.

Sonrío y volteo a verlo.

—Claro, ¿viste la noticia del héroe Ángel?

—Claro, ese tipo es increíble, pero creo que se pasó un poco.

—Tal vez pensó que hacía lo correcto.

—No lo sé, creo que partir a la mitad a 34 personas no es hacer lo correcto, ¿no lo crees?

—Cada quien tiene su propia definición de lo que está correcto, y lo que hizo el héroe Ángel, él pensó que hacía lo correcto.

Observo entrar a la profesora.

—En el receso hablamos.

Mi justicia es malvada, lo sé. Soy malvado, pero solo con las personas malas.

Pero, ¿alguien podría hacerme cambiar de opinión y dejar de matar? No.

Mi odio por los criminales nunca desaparecerá.

Receso, 9:30 de la mañana.

Me siento en una mesa en la cafetería de la escuela. Las mesas de la cafetería están al aire libre... Me siento cómodo y el aire es refrescante... Después de una noche estresante, esto se siente bien.

—Hablemos lo más bajo posible.

—Te pasaste, Ángel. ¿No te bastó con matar a uno de los tuyos?

—Eran criminales, hubieras visto lo que vi en el sótano, órganos y sangre por todas partes.

—Que no se te vuelva costumbre.

—Aparte, lo hice para después revivirlos, descubrí cómo funciona mi poder de revivir.

—¿Cómo funciona?

—Solo funciona cuando…

Espera... Esa chica es...

Observo que una chica se me queda viendo y la reconozco. Es la chica que me vio tirar a los gatos.

—¡M-mierda!- Digo nervioso.

—¿Qué pasa?

—Vámonos al salón de clases, en la casa te cuento todo lo que pasó.

La chica se acerca a mí caminando.

—¡Vamos!

—Vamos pues.

Estoy a punto de irme, pero la chica me grita.

—¡¡Ángel, no te vayas o contaré tu secreto!!

González voltea a verme confundido y nervioso.

—¿S-secreto?

—Sabía que causaría mucha sospecha no estar presente cuando liberaban a los secuestrados.

—No me digas que…

—Es probable que ella…

La chica se para frente a mí.

—… sepa quién soy.