El día había transcurrido de manera normal, fui al mercado a comprar, nuevamente me tope con Helen, estuvimos charlando un rato como siempre lo único diferente fue que esta vez ella me invito a salir.
-No cofundas las cosas Gran, es una invitación solo de amigos, créeme que no podría estar con un Ingles.
-Tranquila Helen, no había confundido nada, simplemente estaba pensando en otra cosa, discúlpame, debería estar prestándote más atención, pero claro que me gustaria ir a beber contigo, como dices como amigos.
Estaba claro que mis palabras no fueron del gusto de Helen, de hecho lo primero que hizo fue pisarme fuertemente el pie.
-Ingles tenias que ser, a las mujeres nos gustan que nos tomen atención, idiota.
Entre más la conozco me hacen sentido las palabras que me dijo Finley aquella vez, esa huesuda mal genio.
-Helen podrías dejar de decirme Ingles, además nací en un país extranjero así que de Ingles digamos que solo soy la mitad.
-No pense nunca que naciste en otro país, como tienes la cara estirada igual que ellos, aunque tu piel es un poquito morena, ¿Dónde naciste, señor medio ingles?
-Y sigues con eso, en un país llamado Chile... mierda aun en este año ni se descubre chile, España aun no la descubre, por estar en metidao en mi cabeza metí la pata.
-Chile jamás escuche de un país con un nombre tan raro.
-Descuida esta muy lejos de aquí, pero eso no tiene importancia, además no creo que tenga mucho que ver la cara estirada, hay ingleses bueno, como irlandés malos, no metas a todo en el mismo saco.
-Perdona Gran, pero no he conocido a ningún Ingles bueno, y ningún Irlandés malo Gran.
Honestamente la visión tan cerrada de Helen me molesto.
-Entonces ¿por que invitas a este medio Ingles a beber?, o también olvidaste lo que me hizo tu prima Helen Fress.
Deje que saliera un poco de mi mal humor, pero no me arrepentía de ellos.
Helen no supo que contestarme, sabia que tenia razón, pero creo que era demasiado orgullosa para decírmelo.
-Sabes Helen dejemos esta charla aquí por hoy... no olvides lo de salir a beber, puedo en dos días ¿Qué dices?
-¿No estas molesto conmigo Gran? - me dijo Helen desentendida.
-Algo, pero podemos arreglarnos con un poco de cerveza, además te debo mi vida, esa es un deuda que tengo contigo.
Helen finalmente me había sonreído, cuando me quede apreciando su semblate un rato, vi a Lay haciendo ronda al fondo, inmediatamente la salude con la mano, ella me miro dedicándome su siempre gentil mirada fría, fuera de la casa de Willfest ella se comportaba como la fría guerrera sin corazones que todos creían que eran, pero al menos movió un poco su rostro en forma de saludo, Helen por su puesto que se giro para ver a quien saludaba.
-He escuchado rumores, de que te llevas bien con la sangrienta, a caso te gusta los de su tipo... sin alma me refiero
-¿Sangrienta?, ¿de cuantas maneras despectivas la suelen llamar?, sabes mejor no quiero saber, te quiero pedir un favor Helen, no tengo problemas con que te metas conmigo, pero al menos podrías no hablar mal de Lay frente mío.
Ella me miro como si fuera un aburrido.
-Bien no hablare mal de ella frente a ti, si tanto te molesta Ingles... digo Gran, pero con eso confirmas que te gusta.
-Te aseguro que no veo a Lay con esos ojos, pero es una querida amiga para mi Helen.
-Se me hace tarde Gran, debo volver a mi trabajo.
-Bien ten un buen día Helen.
Ella comenzó a marcharse, pero se dio media vuelta, fue la primera vez que Helen me hablaba de una manera más cariñosa, si es que se podía decir de esa manera.
-Recuerda en 2 días, en la taberna del Trébol verde al anochecer, tú invitas.
-Descuida estaré ahí... mierda este mes me quedare sin dinero.
Tenia mucha curiosidad por preguntarle por su trabajo desde que Willfest la llamo prostituta, pero no me atrevía a preguntárselo, aunque la duda estaba comenzando a llamar cada vez más mi curiosidad, tal vez le pregunte cuando nos juntemos nuevamente.
Al volver a las barracas, Willfest me esperaba, me estuvo gritando por más de una hora junto a Roy, todo por lo que habíamos hecho por Amelia, la pelirroja chica que ahora tiene una apuesta con Sir Fregan, como siempre que Willfest me retaba, yo simplemente le decía si, y básicamente lo ignoraba cosa que él sir se daba cuenta y se molestaba aun más, incluso debo admitir que me fue gracioso ver como retaba también a Roy por mi culpa, ya que finalmente fue mi idea interceder por Amelia... aunque era extraño porque decide ayudarla tan fácilmente, me recuerda a alguien, pero no logro saber a quien.
-Tú escudero de mierda, no me ignores cuando te hablo.
Willfest me golpeo duramente con su la funda de su espada, tuve que salir corriendo, para que no siguiera golpeándome, aunque de esto me iba a vengar.
-Tú de que te ríes Roy, era tu puta responsabilidad echar a esa mujer de acá, no invitarla a pasar como si fuera la dueña, maldito idiota.
Ahora eran a Roy a quien golpeaban, al final la ayuda a Amelia nos salió cara, ya que nos entregaron las rondas nocturnas a nosotros. Al menos no interfería con mis planes con Helen, tuve la suerte de tener libre el día.
-Todo es tu culpa Gran, mi padre me dejo la funda marcada en el trasero, ¿por que mierda te hice caso, tuve que haber corrido a esa muchacha?
Estábamos entrando a la casa de Willfest después de terminar nuestro día.
-¿De que muchacha hablan ustedes dos?
-Hola Hermana, mejor que te lo explique el don juan de acá, yo iré a calentar el agua para ducharme, espero que la leña este seca, sino no la ducha puede esperar otro día.
Lay me quedo mirando esperando mi respuesta.
-Qué sabes de la muchacha pelirroja.
-Te refieres a la niña que vi peleando con los guardias, ¿hoy?
-Veo que la viste, si a ella, a todo esto sabes como le fue.
-Les gano a los Díez guardias, según escuche un par de idiotas lograron convencer a Fregan de hacer una puesta si ella la cumple la dejaran entrar como soldado... el par de idiotas son ustedes ¿verdad?
-Me temo que sí, aunque el principal culpable soy yo, Roy solo me siguió el juego Lay, pero puedes contestarme, ¿Cómo le fue a Amelia?
Ella me quedo mirando un segundo en silencio.
-Gano su pelea contra los guardias, admito que su ataque es extraordinario, pero defensivamente, creo que hasta tú eres mejor, ella no durara así, salió llena de heridas, ninguna grave, eso creo. Contéstame lo siguiente, primero por qué decidiste ayudar a esa chica, y segundo que hiciste para qué Fregan aceptara.
-No hay problema, pero te parece si hablamos de esto en privado, hay espías en este momento.
Apunte con el dedo al balcón del segundo piso, ya que Mirian estaba apoya en el espiándonos.
Al darse cuenta Mirian que la había descubierto, me puso mala cara me saco la lengua y se fue a su habitación.
-Gran dormiré contigo esta noche, hablémoslo ahí, a todo esto, bienvenido a casa.
Lay había tomado la costumbre de repetirme esa frase cada vez que yo llegaba despues que ella.
-Si Lay, estoy en casa.
Sin decir nada a nadie, aproveche la "bañera" que había dejado con agua caliente para darme un baño, era curioso como en esta casa había aprovechado una especie de barril viejo gigante para cosechar vino, como una bañera, metí un par de leños secos para que el agua se mantuviera por más tiempo caliente, esto era una de las pocas cosas que realmente disfrutaba de esta época, un baño de agua caliente.
Me quede un buen rato después de ocupar jabón para lavarme y un par de hierbas aromáticas, para quedar algo perfumado, es curioso como esta familia a cuidado su higiene, por lo normal a veces pasan meses las familias sin ducharse, sobre todos los nobles en esta época, incluso a veces esperan la llegada de la primavera para hacerlo, pero los de Poart, al menos solían bañarse una vez a la semana, seguía siendo algo asqueroso para mi, ya que estoy acostumbrado a ducharme a diario, así que aquí suelo ir al rio casi todos los días a lavarme con agua extremadamente fría, así que siempre agradecía cuando calentaban agua.
Se siente muy bien cuando el cuerpo se relaja por lo caliente del agua, me sumergí entero dentro de la improvisaba bañera.
Hero donde seas que este, espero que estés bien, perdóname por no poderte cumplir la promesa, pero quiero que sepas que estoy intentando averiguar que sucede, espero poder encontrar un camino para poder volver junto a ti... a nuestro tiempo.
No se cuanto tiempo estuve sumergido estuve muy centrado en mis pensamientos, pero comenzaba ahogarme así que salí a la superficie tosiendo.
-Qué idiota soy.
Frente a mi se encontraba Lay totalmente desnuda, no pude evitar ver sus pechos, cosa que estoy seguro que no le tuvo que hacer nada de gracia.
-¿Lay que haces aquí?
Ella me miraba algo asustada.
El cuerpo de Lay era mucho peor de lo que esperaba, su figura era muy bonita, incluso tenia abdominales marcados, cosa que no esperaba que me lograra gustar, pero su cuerpo estaba llena de cicatrices por donde la mirara.