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GᒪOOᗰY ᗯIᒪᒪ

- ¿ǫᴜé ᴇʀᴇs? - ᴀǫᴜᴇʟʟᴏ ᴇᴍᴘᴇᴢó ᴀ ᴀᴄᴇʀᴄᴀʀsᴇ ᴍás ᴀ ᴍí. sᴜ ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴀ ʏ ɢʀᴀᴠᴇ ᴠᴏᴢ ʀᴇsᴀʟᴛó ᴘᴏʀ ʟᴀ sᴀʟᴀ- sᴏʏ ɢʜᴏsᴛᴅᴏᴡɴ - ᴜɴ ᴅᴏʟᴏʀ ᴇɴᴛʀó ᴇɴ ᴍɪ ᴘᴇᴄʜᴏ ʏ ᴍᴇ ᴅᴇᴊó sɪɴ ᴀɪʀᴇ ᴘᴏʀ ᴠᴀʀɪᴏs ᴍɪɴᴜᴛᴏs, ʜᴀᴄɪéɴᴅᴏᴍᴇ ɢʀɪᴛᴀʀ ᴘᴏʀ ᴇʟ ᴛᴇʀʀᴏʀ ᴅᴇ ʟᴏ ǫᴜᴇ sᴇɴᴛíᴀ. ʏᴀ ɴᴏ ᴇsᴛᴀʙᴀ sᴏʟᴀ... ____________________________________________ ©ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴀ sᴜ ᴄᴏᴘɪᴀ ᴘᴀʀᴄɪᴀʟ, ᴛᴏᴛᴀʟ ᴏ ᴄᴜᴀʟǫᴜɪᴇʀ ᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪóɴ. ᴇᴍᴘᴇᴢᴀᴅᴏ:6/10/2019 ©ᴄʀéᴅɪᴛᴏs ᴀʟ ᴀᴜᴛᴏʀ ᴅᴇ ʟᴀ ɪᴍᴀɢᴇɴ

Gloomy_akira · Sci-fi
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3 Chs

Prólogo

No es un ladrón

Supongo que este día sería igual a los demás. Despertar, ir al instituto, llegar a casa, hacer los deberes, comer, sentirme despreciable ; y por último dormir.

Básicamente la misma rutina de siempre.

Deseaba que hubiese algo nuevo, y no nos equivoquemos, no soy una suicida, solo estoy bastante aburrida de todo. En estos momentos trataba de terminar los deberes de matemáticas, este año me había puesto las pilas, pues hasta cuarto de la ESO aprobaba todo menos esta dichosa materia.

Y al ver que había aprobado el primer examen, veía la razón de continuar estudiando.

No es mi culpa, la verdad, quiero dedicarme a algo de artes. Me encanta dibujar y crear historias, no estar haciendo fórmulas matemáticas.

Suspiré cuando escuché la voz de mi madre llamándome para comer. Cerré la carpeta, teniendo dentro algunos bolígrafos y me levanté de la silla. Vi como mi gata aprovechaba para tumbarse encima de ella, pero me dio ternura más que otra cosa.

Acaricié su cabecita, recibiendo algunos ronroneos y salí de mi cuarto. El olor de las patatas horneadas y pollo frito me encantó, a nivel de hacerme aumentar mis pasos hacia la cocina.

— Ay dios mio — puso el plato en la mesa y se me acercó con los manos en alto — ¿como puedes ir con esos pelos ? — se notaba algo desesperada. Empezó a pasar sus manos por mi pelo castaño para ordenarlo , no entendía que odiaba que hiciese eso.

— ¡Mama, ya basta! — aparté sus manos y me fui a sentar. De vez en cuando era muy pesada.

— Bien, bien ¿te has peleado con alguien? — se sentó delante de mí, la miré confusa, normalmente comía sola — es que tienes una cara...

— Es mi cara, déjame en paz. — murmuré empezando a comer.

Un pequeño silencio cayó en el lugar, mientras se escuchaba como mi tenedor chocaba contra el plato.

Prefería el silencio. Mi madre siempre hablaba de sus problemas y ya tenía suficiente con los míos como para escucharla. Pensarán que soy una egoista, pero en realidad es que odio estar aquí debido a temas personales.

— Me ha llamado tu tutor — soltó. Dejé de comer y suspiré de forma pesada. Ese hombre no me dejaba en paz.Por cualquier tontería llamaba a mi madre. Me tenía odio. — ¿me explicas que ha pasado en el recreo?

Miré a mi madre y me encogí de hombros. No estaba como para decirle que un chico se había metido con mi mejor amiga y le dí un par de golpes por ello.

— Un chico empezó a molestarme. Y los profes no hacen nada si se lo dices. — seguí comiendo con tranquilidad.

Su cara era una de sorpresa. Yo no era una matona. Solía ser tímida, aunque tenía mi grupo de amigos. Pero esta vez me molesté demasiado,es decir, la insultó y no pienso dejar que hagan eso.

— Estas estresada y te metes en problemas — se cruzó de brazos y me miró. Dios, solo quiero comer, porfavor. — tienes que relajarte.

— Déjame en paz. — traté de comer, pero es que no se callaba.

— ¿Déjame en paz? ¿En serio? Me preocupo por ti y tú no me haces nada de caso. Tengo que hacer yo todo en esta casa porque tú no mueves ni un dedo — y allí estaba de nuevo, cambiando de tema y metiéndose conmigo. — si sigues así cojo las maletas y me voy, tengo 42 años y todavía tengo ganas de vivir. Odio que tu comportamiento sea así conmigo.

— Gracias por la comida — debido a los dotes de ser rápida terminé de comer, dejando algo de pollo y un par de patatas. Quería salir de allí cuanto antes, de verdad, que aburrimiento tener que soportar esto todos los días. Esta vez apenas pude comer.

Escuché como me empezaba a gritar a lo lejos, la costumbre. Ahora entiendo porque mi padre nos abandonó, bueno, pues que tenga suerte en la vida. Me faltan tres años y pienso irme de esta casa.

Habia empezado a buscar un trabajo, teniendo 16 años no hay nada imposible. Donde yo vivo, se puede pedir una autorización para hacerlo, y eso pensaba.

Subí las escaleras de forma rápida y fui al baño, apenas estuve unos minutos. Luego fui a mi cuarto y me tiré en la cama. Me sentía agotada, algo histérica por culpa del estrés que causaba mi madre.

Note un pequeño peso encima de mi espalda y con bastante dificultad descubrí que quien amasaba mi trasero era mi gata.

— Blecky, bajate — dije. — quiero estar sola.

Recibí un pequeño maullido de su parte y aquel peso desapareció. Cuando levanté la vista, vi como ella estaba sentada, mirándome con esos grandes ojos amarillos. Sonreí en mis interiores y me levanté a seguir haciendo la tarea , puede que después me diese una ducha.

....

La puerta de la entrada sonó , mi madre se había ido a trabajar. Y con eso, un gran alivio apareció dentro de mí.

Me moví con mi silla de ruedas hacía el ordenador y lo encendí. Empecé a verme unos vídeos de Dross, Tri-line entre otros.

Amaba el tema paranormal, y siempre me pregunté como sería tener una experiencia así.

Sabiendo lo que duraba mi madre en su trabajo, yo podría estar haciendo lo que me diese la gana. Era de noche, habían pasado unas cuantas horas y ni siquiera me había dado cuenta.

Estaba con la luz de mi cuarto apagada, mi gata estaba en el, tirada en la cama,durmiendo quizás.

Como estaba con los audífonos, solo podía concentrarme en el mundo de la red y las voces que oia allí, pero llamaba mi atención un pequeño sonido, como de una puerta chirriar. Pensé que era parte del vídeo, para meterte aún más en el papel de la historia contada.

Uno, dos, tres, la puerta no paraba y el vídeo estaba por terminar. Mi pulso empezó a acelerarse, sabía que sería el viento, pero algo me decía que era más que eso.

Me levanté, dejando el vídeo en pausa y miré a mi gata, ella observaba la puerta del pasillo, que se encontraba fuera del cuarto.

Estaba oscuro.

— ¿Hola? — parecía tonta al preguntarlo, pero la idea de que fuese un ladrón cruzó por mi mente y me asusté.

No recibí ninguna respuesta, solo una puerta que iba lentamente cerrándose hasta terminar en un portazo. Allí es cuando mi respiración se aceleró.

— ¿Mama, eres tú? —perfectamente podía haber vuelto del trabajo, pero ella siempre me avisaba.

Jadeé en busca de aire, quería olvidar lo que acababa de pasar. Corrí a encender la luz de mi cuarto y con cuidado salí al pasillo, encendiéndola, pero no funcionaba.

¿El vídeo estaba maligno? Me gustaba pensar que los fantasmas eran reales y algunos otros seres. Pero esto era demasiado.

Con mis manos temblantes, volví a meterme en mi cuarto, cerrando la puerta y notando como el corazón se me saldría del pecho. Me senté en la cama y me hice una bola.

Pensaba en cosas lógicas. Se habría ido la luz, tal vez y al mismo tiempo el viento había hecho ese estruendo. Todo cobraría sentido de no ser que las ventanas estaban cerradas.

Cogí el móvil con mi mano temblorosa y lo desbloqueé. Fui rápidamente al contacto de mi madre y decidí llamarla. Sonó cuatro veces y saltó el buzón de voz.

"Lo siento, estoy trabajando, déjame un mensaje después del sonidito"

Gracias mamá, cuando te necesito no estas, y tampoco podía molestar a mi amiga, porque ya estaría durmiendo.

Suspiré. Si me ocurría algo, debía afrontarlo. Me levanté, haciendo que las sábanas cayesen al suelo, producto de no haber hecho la cama esta mañana y encendí la linterna del móvil.

Abrí la puerta, mientras miraba en diferentes lugares, bastante aterrorizada, porque no podía concentrarme en muchas cosas en esos instantes.Pensé que iba a morir del miedo.

Un estruendo sonó detrás de mí, me giré tan rápido como pude, solo para ver la puerta cerrarse de golpe, dándome algo de aire y a la gata maullar de forma agresiva.

—¡Blecky! — corrí hacía la puerta y traté de abrirla, pero era imposible. Empecé a golpearla mientras trataba de abrir con el pomo, pero no funcionaba — ¡Blecky, escondete! ¡Por favor, ahora voy mi niña! —

Empecé a asustarme demasiado, abrazándome a mi misma mientras mis piernas temblaban, y lo único que oia era mi corazón latiendo a un ritmo demasiado rápido. Una puerta se abrió enfrente mía, y con pasos demasiados lentos decidí ir, pero cargada con una zapatilla. Algo tonto, pero que podría servir para distraer. Mis ojos estaban llorosos, no podía detenerlo.

Algo estaba claro, no era un ladrón....

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Primera parte de esta historia uwu. Es una idea que tengo de hace años. Si os gustó y queréis que siga(igualmente lo haré) darle una estrellita.

Adiós 🖤~

1461 palabras