Yo soy Lord Freezer

Yo me desperté de un largo sueño y miré a mi alrededor. Aún seguía en mi inmenso palacio. Miré mis manos y aún seguían blancas, con uñas negras y los exoesqueletos blancos con cristales violetas en forma de brazaletes en mis manos.

Ya había pasado una semana desde que desperté en el cuerpo de Freezer sin hacer nada más que estar en mi palacio, y aún miraba asombrado por si era un sueño o estaba en coma o algo por el estilo. Pero aún seguía aquí, teniendo este cuerpo que evolucioné por puro instinto cuando llegué aquí el primer día y decidí quedarme en esta forma, ya que no solo me hacía sentir más poderoso, sino que siempre preferí la forma perfecta de Freezer que todas sus demás fases.

No recuerdo cómo llegué aquí, no recuerdo quién era o si tenía a alguien, pero por alguna razón, sé que no soy Freezer, o no lo era hasta ahora. Y sé que cuando decidí pensarlo profundamente, me di cuenta de que no importa qué, no tenía ni una razón ni tampoco una buena razón por la cual debía importarme y/o quejarme por mi estado actual.

¿Fue obra de los Kaioshines, fue obra de Zeno, fue obra de Daishinkan? No tengo ni la más mínima idea, pero sí sé una cosa… ¡yo soy el fucking Lord Freezer!

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Yo paseaba por mi nave en mi silla voladora, la cual era muy cómoda, y miraba con fascinación el lugar. Aun si ya reconocía de memoria toda mi nave, era como verla por primera vez y era increíble. Después de todo, para mí, era mi primera vez en una nave espacial.

También estuve ignorando a todos mis súbditos de la nave. Aunque se sentía bien ser saludado con tal sumisión y miedo de ellos, fue gratificante verlos retorcerse de miedo cuando yo pasaba y todos temblaban pensando que posiblemente les llegaría su hora.

Por supuesto, no podían faltar mis dos súbditos más fieles, Zarbon y Dodoria. Ellos me seguían sin siquiera decir una palabra en mi paseo por mi nave. Tal vez se preguntaran por qué hacía tal cosa, pero no era su deber preguntar, y tampoco querían morir si hacían una pregunta incorrecta.

Cuando llegué a la cabina principal, se encontraba Beriblu esperándome con una paciencia infinita y una sonrisa casi permanente en su rostro. Se inclinó levemente ante mi llegada y luego se paró a mi lado.

"Es bueno tenerlo de regreso, Lord Freezer, ¿cómo ha estado esta semana?" preguntó Beriblu con todo el respeto, pero sin ningún miedo en absoluto, algo que todos envidiaban ya que, aparte de mi padre y hermano, ella era la única que no me temía en absoluto. Eso era porque ella vivía y moriría por mí sin pestañear, por lo que no tenía razón alguna para temerme.

"Bastante productiva, si puedo decirlo de alguna manera. También he decidido mantenerme en mi forma final, ¿qué opinas, Beriblu?"

"Todo su aspecto es glorioso, Lord Freezer. Sin importar qué apariencia poseas, tú siempre serás el icono de belleza y poder absoluto," respondió sinceramente, haciéndome sonreír.

Definitivamente se sentía muy bien ser alabado de tal manera. Tal vez era bastante ególatra y vanidoso, pero se sentía muy bien y no podía negarlo. Así que, con eso satisfecho, di mi siguiente orden:

"Vamos a un planeta inhabitable, tengo ganas de destruir algo," ordené, y todos en la cabina se pusieron a trabajar y buscar un planeta sin nadie en él, completamente abastecido casi 100% de vida y completamente destruible sin consecuencias.

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No tenía miedo de destruir. De hecho, lo único que me daba miedo actualmente era Bills. Pero fuera de eso, mis miedos anteriores de los que recordaba, el cual era el miedo al vacío y al infinito, desaparecieron. Al parecer, las fortalezas y cualidades mentales de Freezer se encargaron de cubrir cualquier mentalidad básica moral que había tenido antes, y así fue a la inversa. Muchas cualidades mías reemplazaron los defectos de Freezer, aunque por alguna razón, la voluntad de Freezer simplemente desapareció y solo quedó la mía.

Así que salí de la cabina y contemplé el espacio exterior fuera de la atmósfera del planeta y fue algo fascinante. Recuerdo que como humano, los que llegaban al espacio eran minúsculos y necesitaban estar en perfectas condiciones y cumplir con cientos de requisitos para subir a un cohete y estar fuera de la tierra por semanas o meses.

Pero yo, actualmente me encontraba sin traje y sin necesidad de cualquier otra cosa para estar en el vacío del espacio por mi fisiología Demonio del Frío. Así que, para mí, esto era como un pez estar en el agua, completamente natural, sin importar el frío o la falta de gravedad, yo estaba perfectamente bien.

Cerré mis ojos un momento y me concentré en detectar el ki de cualquier ser viviente en el planeta. Detectar el ki fue algo que pude aprender casi al instante. Recordé los entrenamientos del ki y pude replicarlos casi con facilidad, fue casi natural hacerlo para mí. Lo que las palabras de Freezer cuando dijo que era un prodigio no fueron solo palabras del anime. Lo que me hizo preguntarme si pudiera llegar a transformarme en Golden Freezer con un entrenamiento de seis meses. Será interesante descubrirlo después.

Cuando supe que solo había señales de vidas mediocres, levanté mi mano con un solo dedo hacia arriba y cargué mi ki en ese punto e inmediatamente creé una supernova. Ya podía sentir mi sonrisa crecer de entusiasmo mientras contenía esta cantidad de energía pura en la punta de mi dedo.

"Bum," murmuré y lancé la supernova, la cual fue con rapidez y comenzó a fusionarse con el planeta destellando luces impresionantes hasta que todo el planeta se agrietó y luego explotó. "Qué hermoso."

Ver el planeta explotar en millones de pedazos fue algo que no me olvidaría pronto. Incluso cuando ya había visto a muchos explotar antes por mi propia mano, siento que este fue especial. Así que me quedé mirando la explosión cósmica hasta que comenzó a apagarse y volví a la cabina.

"Fue impresionante, Lord Freezer. Sin duda nos demuestra que su poder no tiene límite alguno," dijo Beriblu con una gran sonrisa.

"Agradezco tu halago, Beriblu, pero solo fue una pequeña descarga de energía ya que me sentía adormecido, pero ya estoy bien," dije luego de soltar un suspiro satisfecho y me relajé en mi cómoda silla.

"Lord Freezer, recibimos un mensaje de su padre, el Rey Cold. Menciona que quiere reunirse con usted lo más pronto posible," dijo uno de mis subordinados relatando el mensaje enviado por mi padre.

"Dile que ya estoy en camino. Volvamos a mi planeta de inmediato," ordené, y todos asintieron despegando de inmediato hacia mi planeta natal.

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"Hijo mío, veo que has decidido usar tu última forma como tu hermano mayor," habló el Rey Cold mientras caminaba en dirección a mí.

"Ah sí, mi hermano Cooler, ¿él sigue desperdiciando su tiempo como el hijo rebelde que es? Debes estar muy decepcionado por no ser un hijo responsable como debería ser, como lo soy yo," dije con una sonrisa de lado y mi padre soltó una carcajada.

"Él tiene suerte de que yo tengo un segundo hijo que es aún mejor, y uno más responsable que se encargará de comandar mi ejército," dijo mi padre, y yo lo miré con leve sorpresa. "Así es, Freezer, desde ahora, tú serás el responsable de manejar todo mi ejército. Desde ahora, el ejército de Cold será el ejército de Freezer, y tú eres el nuevo emperador."

Yo cerré mis ojos y luego los abrí destellando una gran intensidad y poder. No podía creer que esto llegara tan rápido. Sabía que aún faltaba para el comienzo de la serie, pero no esperaba estar tan cerca. Eso significaba que Vegeta recién había nacido, eso será interesante.

"Ahora, hijo, prepárate. Daremos el anuncio a nuestros ejércitos planeta por planeta. Todo el mundo sabrá que ahora tienen un nuevo emperador. Hazme sentir orgulloso," dijo mi padre con gran poder levantándose y pasó junto a mí, y yo lo seguí.

'¡Jajajajaja! ya valieron madre,' pensé con gran diversión. Pronto visitaría a los sayajines, y un colosal ejército de guerreros superpoderosos estarían bajo mi mando para comandar. Esto no podía ponerse mejor.