Capítulo 12: Ya estoy enamorada
Narra Axel
Miré mi reloj y eran las 4:30 pm.
- ¡Listo!
Sonreí al ver el mini banquete que había preparado para mi adorable chica con todo lo que más le gusta. Me deslicé en mi silla de ruedas hacia el estante para sacar dos copas que podía alcanzar aun estando sentado. Ahora que lo pienso... Nunca había hecho algo así por alguien, ni siquiera por Julia... Estoy emocionado por ver su hermoso rostro sonrojado. Simplemente, la amo.
Narra Mía
Después de que Tim me besó, me separé bruscamente de él.
- ¿Tim?...
- ¡Me gustas! - dijo interrumpiéndome.
- Lo siento, Tim, pero ya estoy enamorada de alguien que me espera – le dije con sinceridad.
- Al menos lo intenté y te dije lo que siento – dijo cabizbajo.
- Lo siento mucho, Tim. No me gusta hacer sufrir a nadie.
- No te sientas mal... Gracias por ser honesta – dijo extendiendo su mano – ¿Amigos?
- Amigos, Tim... – Dije tomando su mano – Gracias por entender.
- No hay problema... Ahora ve por tu chico – me animó.
Lo abracé y me fui corriendo hacia la casa de Axel.
Narra Axel
Miré mi reloj de nuevo y eran las 5:30 pm.
- Ella no vendrá - pensé con tristeza. Seguramente se ha dado cuenta de que soy un estorbo, solo un hombre inválido de 32 años. Merece a alguien de su edad y no a mí. Ella es solo una pequeña estudiante de 17 años.
Narra Mía
Llegué corriendo a la casa de Axel y al no recibir respuesta, utilicé el duplicado de la llave que guardaba debajo del extintor para abrir la puerta. Axel estaba acostado en el sofá, junto a una botella de vino sin una sola gota, y su silla de ruedas estaba a su lado.
- ¿Quién está ahí? – preguntó adormilado con la voz temblorosa por los efectos del alcohol.
- Soy yo, Mía, tu novia – me acerqué al sofá.
- ¿Mía? Me duele la cabeza – dijo llevando su mano a su frente.
- Son los efectos del alcohol – dije acariciando su mejilla – ¿Cómo hiciste para pasarte al sofá?
- De la misma manera que hice esto – señaló con su dedo hacia la mesa donde había preparado tostadas con mermelada y dulce de leche, café con leche, y un florero en medio de la mesa con mis flores favoritas, Peonias Blancas. Las velas que estaban en la mesa estaban derretidas.
- ¿Hiciste todo esto para mí? – dije con la voz quebrada.
- Esta es la primera vez que hago algo por alguien y me dejan plantado. Pensé que llegarías temprano, creí que para ti yo era importante... Y en esta situación que estoy, ¡en esa maldita cosa!", señaló la silla de ruedas. "¡Me esforcé para preparar todo esto! – dijo elevando la voz.
- ¿Estás enojado? – dije bajando la mirada.
- No, no estoy enojado – dijo levantando mi cara levemente – Haces bien en alejarte de mí, yo soy un estorbo, mereces salir con chicos de tu edad
- No eres un estorbo, no lo vuelvas a decir. Y lo siento por no haber llegado antes. ¿Conoces a Tim? – dije bajando la mirada.
- ¿Tim? ¿De la escuela? – preguntó Axel asintiendo con la cabeza.
Me detuvo y me confesó lo que siente por mí... y no te mentiré, ¡él me besó! - hubo silencio en toda la habitación y después exclamé.
- ¿Él hizo qué?
- Él me besó, Axel. Te juro que le aclaré que...
Axel me interrumpió con un beso.
- Solo yo puedo besarte - dijo y me besó otra vez - ¡Listo! Ya estás limpia.
- ¿Eh? - sonreí - Axel, hueles mucho a alcohol.
- Lo siento - dijo y me sonrió - ¿Qué pasó con Tim?
- Le dije que ya estoy enamorada - dije y lo besé - ¡Estoy enamorada de ti!
Axel me acercó más a él y me besó.
- Te amo y jamás me cansaría de decirlo, y siempre te elegiría a ti una y otra vez - lo volví a besar.
Después ayudé a Axel a sentarse en la silla de ruedas y fuimos a degustar el pequeño banquete que había preparado para mí.
Narra Axel
Estábamos disfrutando de nuestra comida cuando noté que un poco de mermelada quedaba en su mejilla. Me acerqué a ella y le di un beso.
- Tienes un poco de mermelada aquí - dije mientras la besaba en la mejilla.
- Salió - dijo sonriendo.
- Falta un poco - dije y la besé de nuevo - ¡Ahora sí!