La noticia se propagó como el fuego en un bosque seco: la batalla final estaba cerca. Frajesmate, fortalecido no solo por la experiencia ganada en incontables escaramuzas, sino también por el apoyo total de su mentor, Skavila, sabía que el momento decisivo se aproximaba. El enfrentamiento con el ejército del virreinato de Oftalmolecusamp sería la culminación de años de lucha, sacrificio, y esperanza.
El campamento rebelde era un hervidero de actividad. Hombres y mujeres corrían de un lado a otro, afilando espadas, ajustando armaduras y preparando las provisiones necesarias para la batalla que decidiría el destino de su pueblo. Frajesmate se movía entre ellos, ofreciendo palabras de aliento, corrigiendo detalles en los planes, y asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Sabía que no podían permitirse ningún error; la planificación debía ser perfecta.
Durante días, él y sus comandantes estudiaron los movimientos del enemigo con minuciosidad. Se levantaban antes del amanecer y se retiraban mucho después de la medianoche, repasando mapas y diagramas, analizando informes de espías y evaluando cada posible escenario. Skavila, con su vasta experiencia y conocimientos de antiguas tácticas de guerra, fue invaluable en este proceso. Con su ayuda, Frajesmate y los líderes rebeldes desarrollaron una estrategia que, aunque arriesgada, ofrecía la mejor oportunidad de éxito.
La estrategia se basaba en una combinación de tácticas guerrilleras, que habían demostrado ser efectivas en las escaramuzas anteriores, y un enfrentamiento directo que aprovecharía el terreno accidentado que rodeaba la posición del enemigo. La idea era dividir al ejército realista, forzándolo a luchar en múltiples frentes, lo que desorganizaría sus líneas y reduciría su capacidad para responder de manera efectiva. Frajesmate sabía que esto requeriría un alto grado de coordinación y disciplina por parte de sus fuerzas, pero también confiaba en la valentía y la determinación de sus compañeros.
La noche antes de la batalla, el campamento se sumió en un silencio tenso. La luna, grande y brillante, iluminaba el rostro de Frajesmate mientras observaba a sus compañeros reunirse alrededor del fuego. Sus rostros, iluminados por las llamas, reflejaban una mezcla de emociones: determinación, miedo, esperanza. Sabían que la batalla que se avecinaba podría ser su última, pero también sabían que no podían retroceder.
Frajesmate decidió hablarles directamente, consciente de la importancia de ese momento. Se levantó, su figura alta y esbelta proyectando una sombra larga sobre el grupo. Sus ojos recorrieron los rostros de sus compañeros, tomando un momento para establecer contacto visual con cada uno de ellos.
"Compañeros," comenzó, su voz fuerte y clara, cortando el aire frío de la noche. "Mañana nos enfrentaremos a una fuerza que nos supera en número y en recursos. Pero no se equivoquen: no es la primera vez que enfrentamos estas probabilidades. Hemos luchado y hemos vencido en el pasado, no solo porque somos fuertes o valientes, sino porque sabemos por qué luchamos."
Su voz se llenó de pasión mientras continuaba. "Luchamos por nuestras familias, por nuestros amigos, por aquellos que ya no están con nosotros. Luchamos por la libertad, por el derecho a vivir nuestras vidas sin el yugo del virreinato sobre nuestros cuellos. Cada uno de ustedes ha sacrificado algo en esta lucha, ya sea tiempo, sangre, o seres queridos. Y mañana, ese sacrificio no será en vano."
El silencio se hizo aún más profundo mientras sus palabras calaban en los corazones de los rebeldes. Frajesmate respiró hondo antes de continuar. "Mañana, nos enfrentaremos a la oscuridad una vez más. Pero recuerden, la oscuridad es más profunda justo antes del amanecer. Y yo creo en cada uno de ustedes. Sé que juntos podemos traer ese amanecer, no solo para nosotros, sino para todo nuestro pueblo."
Las palabras de Frajesmate resonaron en la mente de cada rebelde, reforzando su resolución. Al finalizar, el grupo se disolvió en silencio, cada uno retirándose a sus pensamientos y preparativos finales. Frajesmate permaneció junto al fuego por un tiempo, reflexionando sobre el camino que lo había llevado hasta este momento. No podía evitar pensar en las vidas que se perderían al día siguiente, pero también sabía que la libertad nunca se había ganado sin sacrificio.
El amanecer llegó rápidamente, anunciando el inicio de un día que quedaría grabado para siempre en la memoria de los Dominitianos. Las primeras luces del día revelaron al ejército rebelde en formación, preparados para lo que estaba por venir. Frajesmate, vestido con una armadura ligera que le permitía moverse con agilidad, estaba al frente, su espada colgando a su lado. Su mirada se dirigía hacia el horizonte, donde las líneas del virreinato ya comenzaban a tomar forma.
Justo en ese instante, también se veía al ejército Oftalmolecusano, cañones JF5, ametralladoras KAR47, campos minados, claramente estaban mas preparados que él y su ejército. Al ver tal artillería, Frajesmate se llenó de terror y desanimo, junto con todo el ejército. Velior, observando la situación, se le acercó y le dijo -No te rindas, sé que están mejor preparados, pero no hay que perder el ánimo, recuerda que fue así como Mytravael y Zulikiga perdieron en 1432-. Tú no te metas Velior, no sabes por lo que he pasado- le respondió Frajesmate. Velior, con una mirada decepcionante, le dijo -no sabes lo que estas haciendo- y se retiró.
Frajesmate así, gritó -Larguémonos, todo está perdido-, -¡Claro, como no!, nos llamas, nos haces luchar, arriesgas nuestras vidas y quitas las de otros, para qué, ¡PARA NADA!, ¡GENIAL!, maldito seas, ¡me largo de aquí!- gritó uno de los rebeldes, -si, vámonos- dijeron los demás, así, poco a poco, el ejercito se fue retirando, y cuando estaban a punto d desaparecer, una única voz solitaria se escuchó gritando a todo pulmón -¡El pueblo, unido, jamás será vencido!-, -¡El pueblo, unido, jamás será vencido!- lo acompañaron 20 voces más -¡El pueblo, unido, jamás será vencido!- ahora sonaban como 50 -¡El pueblo, unido, jamás será vencido!- talvez eran 100 -¡El pueblo, unido, jamás será vencido!- o 200, así, ahora todo el ejército gritaba a viva voz -¡El pueblo, unido, jamás será vencido!, ¡El pueblo, unido, jamás será vencido!, ¡El pueblo, unido, jamás será vencido!, ¡El pueblo, unido, jamás será vencido!-, y cantaron,
-De pie, cantad, que vamos a triunfar,
no hay que dejar la oportunidad pasar,
y tú vendrás, marchando junto a mí,
y así verás,
tu patria y tu bandera florecer,
la luz, de un rojo amanecer,
anuncia ya, la vida que vendrá
De pie, luchad, el pueblo va a triunfar,
será mejor, la vida que vendrá,
veremos que, de tanto anhelar,
se nos cumplirá,
la hermosa libertad, que tanto nos costó,
esfuerzo y sudor,
y así la gran patria vencerá.
Y ahora, el pueblo, que se alza en la lucha,
con voz de gigante, gritando ¡Adelante!
¡El pueblo, unido, jamás será vencido!
¡El pueblo, unido, jamás será vencido!
La patria esta, forjando la unidad,
de norte a sur, se movilizará
desde el salar, ardiente y mineral,
al bosque austral, testigo del dolor que nunca más
habrá, por la gran libertad
anhelada, sin nada descansar
de pie, marchad, que vamos a triunfar
se escuchan ya los gritos de unidad,
se escuchan ya, los casquetes chocar,
con la pesada cuña del arma
Y ahora, el pueblo, que se alza en la lucha,
con voz de gigante, gritando ¡Adelante!
¡El pueblo, unido, jamás será vencido!
¡El pueblo, unido, jamás será vencido!
vamos, marchad, que vamos a triunfar, por nuestra Knep, la sangre brotará
por Mytravael, Zulikig y Sipyniat, hagámoslo, por nuestra libertad
por los dioses Kraba y el gran Atalcóhat, por el imperio Dominitiano
Y ahora, el pueblo, que se alza en la lucha,
con voz de gigante, gritando ¡Adelante!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
Svalit, pryat, yatpaylo scrolpyat
snaka, trilyat, parigua scrotnasa,
prushyet snava, paldic Zulikiga, Mytravael, Ulibrek stelpaba!
Paurumet, stradava belmeto lit skliaga
brushnet poleodinio prushnevo ¡Paleodimio!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡Usveildet, iunio, straval parcandiolcnío!
¡VIVA KNEP C######!