No quiero problemas (inicio)

Sandro– Linda ropa. –haciendo la observación al vestido corto hasta la rodilla, color azul rey, ceñido a la cintura y suelto del faldón, algo muy sencillo y formal pero que con el cuerpo de Ishtar y los accesorios, lo luce elegante y sexy. –

Ishtar, apenada por no haber llegado a casa el día anterior ni haberlo comentado antes, se excusa– lo tuve que adquirir de pasada en una boutique para no usar la misma ropa que ayer. Esta… lindo ¿no? –Mordiéndose el labio, y recorriendo la silueta del vestido con el índice, en un gesto sugerente y sensual. –

Sandro, conteniendo las ganas por besarla, ya que va manejando, solo la ve de reojo, logra articular con dificultad un– sí. –Recobrando la compostura– te vez hermosa

Ishtar – Gracias, aunque en la noche tal vez prefieras quitármelo –dice con un toque inocente y dulce, más que seductor–

Logrando perturbar las ideas y sensaciones de Sandro, que pasa la saliva con dificultad y evita verla, el color le ha subido hasta las orejas, apretando tan fuerte el volante con las manos que los nudillos pierden el color. Reacción que Ishtar disfruta y sonríe para sí, con gloria y satisfacción.

Llegan al lugar, pasean un rato por los enormes pasillos, embelesados por la belleza de la naturaleza contenida en un solo lugar; al llegar ante unas exóticas y delicadas plantas coloridas, a Ishtar se le ocurre tomar unas selfie de ambos con las plantas de fondo; ellos abrazados, ellos besándose.

Terminan de recorrer solo una pequeña parte del lugar antes de que les informen que ya van a cerrar y deben salir. Lo que hacen por otro camino, con paso lento.

Sandro – Ahora a ¿dónde quieres ir?

Ishtar –Podemos ir al cine, al teatro o a cenar, tú decide –encogiéndose de hombros, mientras se abraza a él. –

Sandro – ¿tienes frío?

Ishtar –Aún no. –Él la abraza, cubriéndola del aire–

Sandro – vamos a cenar, desayune muy tarde y no comí.

Ishtar –De acuerdo.