Capitulo 18 Avances de entrenamiento

Los movimientos... Los memoricé todos y cada uno, sus pasos, su velocidad; básicamente, lo hice todo con mucha precaución. Solamente pasó un día, pero esos movimientos no se salían de mi cabeza. Desde el principio, memorizaba cada movimiento que mi entrenador me enseñaba en mi vida pasada. Gracias a eso, fui capaz de aprender todo tipo de técnicas. Logré aprender todo eso en un solo día, pero solo cinco técnicas por día.

Mi cerebro no es capaz de soportar tanta información en un solo día. Por más que me esforzara, no podía aprender más de cinco técnicas, las cuales normalmente llevarían años. Ese fue mi límite.

Entonces, ¿cuál es mi límite ahora para poder memorizar en este nuevo cuerpo? ¿Tendría el mismo límite o me sorprenderé cuando empiece a memorizar? Por ahora, no lo sé, pero ya cumplí con mi primera técnica.

Oriana estaba frente a mí; su mirada me desconcertaba. Pero ¿por qué está así? No parece enojada, entonces ¿qué emoción está mostrando en este momento?

Ella... Definitivamente está diferente ahora.

"¿Cómo...?"

"..."

Simplemente me quedé callado.

"¿Qué pasa?"

"¿Cómo lograste dominar lo que te mostré?"

Se refiere a los movimientos que me mostró ayer. Realmente es sorprendente aprender algo en un solo día. Ella es... Igual que mis maestros de mi vida pasada. Ellos también preguntaban cómo aprendía las técnicas de combate en un solo día.

Pero, ¿qué tiene de raro?

"Simplemente memoricé tus movimientos, cada uno de ellos."

"Imposible... Eso no es posible, tú..."

Simplemente se cortó antes de terminar lo que iba a decir. Luego se llevó las manos a la frente y se frotó los ojos. A simple vista parecía frustrada, pero dudo que realmente esté sintiendo frustración.

"¿Pasa algo?"

"No."

"Entonces, ¿por qué...?"

"Silencio. Solo estoy pensando, eso es todo."

"..."

¿Qué pasa con este ambiente? Se sentía extraño, pero no le presté atención. Finalmente, sus labios se abrieron cuando habló.

"A partir de mañana, correrás 50 kilómetros, harás 500 sentadillas, entrenarás tus músculos en el área de pesas, nadarás por dos horas en el lago, y practicarás combate sin espada conmigo durante seis meses seguidos, ¿entendido?"

"Por supuesto", respondí con la mirada fría, sin intimidarme por sus exigentes tareas de ejercicio.

Para cualquier persona sería un completo desafío para su cuerpo, pero para mí no hay problema. Necesito convertirme en un caballero en un año, por lo tanto, ¿para qué quejarme?

***

—Cambio de escena.

Era la mañana siguiente y esta vez me levanté para entrenar aún más temprano, a las 3:00 AM. Para alguien que fue un asesino, el sueño era solo una distracción innecesaria. Aunque este cuerpo sea el de un niño y no aguante los ejercicios, siempre que logre cumplir con todo, este cuerpo no será para nada débil.

"¿No te preguntas qué harás después de esos seis meses?", preguntó Encrid.

"No... Realmente es necesario pensar en algo así. Por ahora, mi objetivo es convertirme en un caballero."

"¿Eres arrogante o realmente crees que serás un caballero en un año?"

"Lo lograré. Primero necesito entrenar mi cuerpo al máximo. Oriana me dio seis meses solo para entrenarlo."

"Es verdad, pero ¿y las técnicas y el aprendizaje de la esgrima? ¿Dónde queda todo eso?"

Aunque no sea necesario aprenderlo ahora, Oriana debe tener algo en mente. Si me dijo que entrenara durante seis meses, lo haré. Pero ¿qué pasa con la esgrima y las técnicas que un caballero debe aprender?

Simplemente no lo sé, pero debe haber algo detrás de eso. ¿Por qué me pediría entrenar mi cuerpo sin ningún motivo?

Pasaban las horas. Corrí, nadé e incluso hice ejercicios con piedras de gran tamaño. Aunque me cansara, no paré y seguí sin dudarlo.

Definitivamente, es un entrenamiento muy intenso, pero necesario.

"Ahora, lo último es un combate cuerpo a cuerpo con Oriana."

Para cualquier caballero o persona, un combate cuerpo a cuerpo con una mujer sería incómodo, pero a mí no me importa. Ser un asesino implica no tener piedad, aunque sea una mujer o un inocente. Aunque ya no sea esa persona, esto sigue siendo entrenamiento y es mi deber cumplirlo.

"¿Cuándo llegará?" Habían pasado minutos, pero Oriana nunca llegó. ¿Acaso pasó algo?

"Sonido sordo."

Miré hacia un lado y finalmente ella llegó, vestida con su uniforme militar de gala. Las mangas de la camisa estaban enrolladas mientras ajustaba su cabello plateado que caía como una cascada, sus ojos rojos fijos en mí.

Era difícil encontrar palabras. Ella podría derrotar a un mago del séptimo círculo sin problemas. Obviamente, ella no era débil en absoluto.

"Entonces, comenzamos, mocoso malcriado."

Una sonrisa se dibujó en su rostro al decir esas palabras.

Su mirada mostraba confianza. Si no fuera un niño normal y no estuviera reencarnado sin saber pelear, sería un gran problema. Pero por alguna razón, me consideraban un monstruo en combate cercano.

"Será un combate rápido", orientó Oriana.

Asentí con la cabeza. Ella se puso frente a mí y nos miramos por unos segundos. Ella sonrió mientras movía su pierna, agachándose y preparándose para derribarme.

Salté rápidamente, pero ella parecía haberlo previsto. En el aire, giré y traté de darle una patada en la cabeza. Ella bloqueó mi ataque con su antebrazo y su mano se dirigió hacia mi rostro, mostrando una sonrisa.

"¡¡Boom!!"

Me empujó mientras agarraba mi rostro. Chocamos contra el suelo, pero reaccioné rápidamente. Como una serpiente, enrolé mis piernas alrededor de su brazo derecho e intenté hacer presión para quebrárselo, pero no funcionó.

"¿Crees que puedes quebrarme el brazo así de fácil?"

"Ya lo sé."

Era obvio; un caballero fortalece su cuerpo hasta que es más duro que la roca.

Oriana me levantó sujetándome por el brazo, luego intentó arrojarme nuevamente al suelo. Esta vez, mi pierna derecha impactó en su abdomen.

"Sonido sordo."

Impacté, pero no pareció afectarla. Me liberé de su agarre y retrocedí unos metros.

"Ella es demasiado resistente. Con esta fuerza, no podré hacer nada", pensé.

Recordé una técnica diseñada para oponentes duros, aunque su nombre me parecía ridículo.

[Rompe Muros]

El nombre era absurdo, pero tal vez funcionara.

Cambié mi postura de combate, cerré los ojos y me lancé hacia ella.

"¿Crees que cambiar tu postura cambiará algo...?"

Ella se mantuvo firme. Lanzó un golpe directo a mi abdomen. Abrí los ojos cuando retrocedí un paso. Fue un golpe directo, pero sentí que mi puño se rompía en pedazos. Mantuve mi postura.

Seguí golpeando con los ojos cerrados, buscando los puntos débiles de Oriana. Cada golpe era como golpear un muro indestructible, pero seguí hasta que su voz resonó en mis oídos.

"Fue increíble, pero hasta aquí llegó."

Cuando abrí los ojos, lo miré a los suyos y, al intentar hablar, caí al suelo sin siquiera poder ver el golpe o algo que me hiciera caer al suelo.

***

—Cambio de escena.

—Perspectiva de Oriana Mengral.

Definitivamente, él es alguien extraño. ¿Cómo logró herirme en mis puntos más débiles? Es como si supiera qué parte de mi cuerpo es vulnerable, pero su fuerza no es suficiente para causarme un daño significativo.

Finalmente, moví mi brazo rápidamente cuando él abrió los ojos y cayó al suelo desmayado.

"¿Por qué cerrabas los ojos? Eso no es propio de un caballero."

No sabía por qué él cerró los ojos, pero cuando lo hizo, sus golpes fueron más pesados y precisos. Si este niño sigue entrenando, ¿hasta dónde podría llegar?

"Te prestaré más atención, Asher Frostblade."

Lo levanté y salí del campo de entrenamiento. Aunque era casi de noche y se suponía que debía entrenar una hora más, esto cambió los planes.

"¿Qué pasó?"

"…"

Beric estaba sentado en una mesa dentro de la casa donde Asher se quedaba.

"¿Qué haces aquí?"

"Solamente vine a ver a ese niño que traes cargado."

"¿Por qué estás sangrando en el abdomen?"

"…"

Miré mi abdomen y me levanté la camisa. Había una superficie rasguñada de la que salía sangre, aunque era muy poca. No entendía cómo me hirió en esa parte sin que yo lo sintiera. ¿Cómo pudo pasar esto?

"Parece que ese niño tiene más talento del que pensabas, ¿verdad?" Beric habló mientras tomaba un sorbo de su taza.

"No me darás…"

"Ve y haz lo tuyo", dijo Beric mientras daba otro sorbo de té.

Su comentario no me molestó, pero seguía pensando en cómo Asher logró herirme. Ni siquiera un caballero de alto rango podría haberlo hecho.

Subí las escaleras hacia las habitaciones y dejé a Asher en su cuarto. Luego regresé a la sala donde Beric estaba.

"¿Qué harás mañana? ¿Seguirás entrenándolo?"

"Por supuesto. Creo que vale la pena ver los resultados de ese niño", respondí mientras me preparaba otra taza de té, igual que la de Beric.

"A ti también te gusta mucho el té", comentó Beric.

"Deja de hablar tonterías."

"Suspiro"

Escuchar a este tipo era agotador, pero no podía evitar estar cerca de él, ya que estábamos en el mismo lugar todos los días.

"Entonces, ¿qué harás cuando termine de entrenar a ese niño?"

"Le enseñaré esgrima. Siento que aprenderá muy rápido", afirmé.

"¿Por qué piensas eso? Me dijiste que aprendió los 'Pasos del Caballero' tan fácilmente."

"Así es. ¿No viste cómo peleó conmigo hace un rato?"

"No", respondió Beric mientras tomaba otro sorbo.

El talento lo es todo para aquellos que aprenden esgrima y se convierten en caballeros. Asher simplemente aprendió la técnica de movimiento llamada "Pasos del Caballero". No solo sirve para moverse con mayor velocidad y fluidez, sino también para balancear la espada correctamente, y él lo logró en un solo día.

Ni siquiera alguien con un talento extremo podría aprender eso en un día. A mí me tomó mucho tiempo dominar los Pasos del Caballero y fue frustrante, aunque lo logré en un tiempo más rápido que cualquier otro caballero.

Solamente dejé que corriera todo el día, pero al final no solo había corrido los 50 kilómetros, sino que también había aprendido los Pasos del Caballero. Significa que los aprendió mucho más rápido de lo esperado.

"Pero qué tan rápido los aprendió... realmente es capaz de eso, mis ojos no mienten", pensé para mí.

"Maldición", murmuré.

"¿Por qué maldices? Te veo muy pensativa", dijo Beric.

"..."

Ignoré su comentario. "Métete en tus asuntos, idiota."

Beric es mayor que yo y parte de mi familia, pero a veces simplemente no lo soporto.

"Ya te vas", dijo Beric mientras me levantaba del asiento y salía.

"Hasta mañana."

***

— Cambio de escena

— Perspectiva de Asher Frostblade

"Buaaah", bostecé mientras el sol entraba por la ventana y abrí los ojos.

Sentía dolor justo detrás de mi cuello. ¿Qué pasó después de dar el último golpe?

"¿Qué demonios pasó?", pregunté confundido.

"Te desmayaste cuando esa mujer te noqueó", respondió Encrid.

"¿Cómo sucedió? Ni siquiera vi cuando me golpeó."

"Eso no debería ser tu preocupación ahora. Mira a tu izquierda."

Miré hacia donde Encrid señaló y vi a un tipo extraño sentado en una silla a mi lado.

luego el sonrió cuando habló.

"Hola, debes de ser Asher Frostblade, ¿no es así?", dijo Beric casualmente.

"Tú debes de ser Beric Mengral", respondí.

"Parece que ya me conoces." Dijo Beric con una sonrisa.

¿Quién no conocería a este sujeto? Beric Mengral, uno de los dos caballeros de rango Monarca de la espada. Sin duda es fuerte, pero en comparación con Oriana, el otro caballero rango Monarca, ¿qué tan fuerte es realmente?

"¿Necesitas algo, señor Beric?" pregunté con cortesía.

"Eres muy educado para ser un plebeyo. Solamente vine a ver al talentoso aprendiz de Oriana", dijo Beric mientras se levantaba rápidamente y salía de la habitación. Antes de cerrar la puerta, agregó sus últimas palabras:

"Entrena duro, Asher Frostblade, y entra a esa Academia de Magos."

La puerta se cerró y me quedé solo.

"¿A qué se refiere con eso?", me pregunté en voz alta. Parecía que ese tipo estaba esperando algo.

Parecía algo extraño, pero de todos modos, debía ingresar a la academia en un año. Aunque todavía falta mucho tiempo, lograré convertirme en un caballero al final de todo esto. Aún no estaba seguro, pero lo lograría...