—Ahí, grita por mí, llama mi nombre y mírame mientras te rompo. Permíteme tener cada pedacito de ti —César incrementó el ritmo, profundo también, errático y violento, follándola como si tuviera toda la fuerza del mundo para seguir mucho más.
—¡César! —Adeline se arqueó fuera de la cama, tensando sus músculos mientras alcanzaba su clímax de una manera que nunca había experimentado antes.
Pero el hombre no la soltó. Su agarre en su cintura se apretó y la embistió, suficiente para sacarle pequeños jadeos constantes. Él estaba golpeando su punto sensible tanto, que Adeline perdió la razón, con los ojos revolviéndose hacia atrás.
Ambos reaccionaron y César gimió mientras Adeline gritaba tanto que tocaba el techo, casi como si pudiera desmayarse después de eso. Respiraba en profundos jadeos, sin gemidos, solo gritos espantosos de lo increíblemente enloquecedor que era él moviéndose dentro y fuera de ella.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com