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Esta es la baza que te ayudara a convertir la derrota en victoria.

Viendo que Cecilia estaba nerviosa, Josué dijo con cara de póker:

-La señora Rebeca cometió errores, así que el señor Álvaro la mando para que pudiera reflexionar sobre lo que ha hecho. Durante este periodo de tiempo, la familia Ayala no se hará cargo de los gastos de la señora Rebeca. Si ella no puede estar al tanto de su error, entonces, la señora Rebeca no volverá a la familia Ayala, según las órdenes del señor Álvaro. El señorito Adriano ha crecido mucho siendo cada vez más maduro y el señor Álvaro le enseñara el mismo, por lo tanto, la señora Rebeca no tiene que preocuparse por esto. Y ahora, aquí esta tu hija, señora Cecilia, ya me voy. -después de decir esto, Josué se marchó resueltamente.

Cecilia estaba completamente atónita, luego le pego una bofetada a Rebeca.

- ¿Cómo hiciste que Álvaro se enfadara? ¿No sabes que él es nuestro sustento? Cinco años y no has subido a la posición de señora Ayala y esta vez, tu error ha hecho que Álvaro te odie. ¿Qué estás haciendo?

La bofetada de Cecilia fue fuerte y Rebeca cayó al suelo. Sufriendo la injusticia, se puso a llorar.

- ¡No he hecho nada! ¡Durante los últimos cinco años! ¡Me he comportado con sumo cuidado y todo por ti, para la familia Villa! ¿pero que me han dado? ¡A Álvaro no le importo para nada! Él nunca me presto atención. ¿Crees que, el hecho de que, hace cinco años, cuando yo estaba embarazada, me envió de vuelta a la familia Ayala, era para manifestar su amor por mí? En los últimos cinco años, has podido vivir feliz con los beneficios generados por la familia Ayala y mi amor por ti. ¿pero sabes qué tipo de vida he experimentado? ¡Durante todo este tiempo, Álvaro nunca me ha tocado ni me ha dejado entrar en su habitación! Yo di a luz a Adriano, el sucesor de la familia Ayala, pero hasta ahora, en vez de tratarme como una esposa aun me llaman señorita Rebeca. ¿Me has preguntado como he estado en los últimos años? ¿has olvidado que soy tu hija? ¡No soy tu fuente de dinero! -Rebeca siguió llorando, sin respiro, como si estuviera extremadamente agraviada.

Cecilia nunca había visto a Rebeca así. Ella sabía que su hija tenía una mente inteligente y llena de ideas, que siempre tenia los objetivos claros sin que nadie le dijera nada. Cecilia estaba completamente aturdida y le costó mucho volver al estado normal.

-Simplemente te he dado una bofetada por mi inquietud, ¿Por qué te pones a llorar? Ya eres madre. ¿Cómo te atreves a comportarte así, sin pudor? Levántate ahora mismo y dime que ha pasado. -Cecilia ayudo a su hija a levantarse del suelo y sentarse en el sofá.

Rebeca se sintió aún más agraviada por el consuelo de su madre. Sin embargo, sabía que era necesario informar a su madre la situación actual y pedirle que planteara una idea.

Al estar al tanto de todo lo sucedido, Cecilia frunció el ceño con fuerza.

- ¿Has averiguado la identidad de esta mujer que se llama Catalina?

-Claro, es una diseñadora de coches de Estados Unidos que acaba de realizar su debut y no es bastante famosa. Se dice que a Álvaro le costó mucho invitarla. Pero, mama, lo que no sabes es lo guapa que es. Era como si alguien le hubiera robado el alma a Álvaro cuando la vio. E incluso, ahora le dejan entrar en la antigua mansión de la familia Ayala. Como se sabe, solo la nuera de la familia Ayala tiene el derecho a entrar en la residencia. Si no hubiera dado a luz a Adriano, no habría podido entrar. ¿Por qué una sirena como ella ha podido entrar en la familia Ayala? -dijo Rebeca con furia.

Cecilia le dio unas palmaditas en la mano y dijo:

-Estas demasiado ansiosa. Además, como no has podido matarla en el accidente de la prueba del coche, no hagas ningún movimiento por el momento. Parece que esta mujer dispone de la capacidad de elaborar intrigas. De lo contrario, no habría podido conquistar a Álvaro. Todos tienen sus debilidades. Por lo tanto, si encontramos su debilidad, podremos hacerla someterse obedientemente. Has hecho tantos sacrificios y has dedicado cinco años de tu juventud para entrar en la familia Ayala. Todo el mundo sabe que eres la mujer de Álvaro, lo cual es la razón por la que son amables contigo y con la familia Villa. Si eres expulsa de la familia Ayala, sabes mejor que yo lo que nos sucederá. Así que tenemos que considerarlo desde una perspectiva a largo plazo. Quédate en casa estos días y me encargo de negociar con Álvaro. A partir de ahora, no hagas nada. Esfuérzate para hacer un gesto de arrepentimiento y dejar que los demás te vean y te muestren sus condolencias, ¿vale?

Rebeca lo entiendo en seguida después de escuchar el plan de Cecilia.

-Lo entiendo mama, eres la mejor. -Rebeca abrazo a Cecilia como si fuera una niña perdida.

Cecilia dio unas palmaditas en su hombro y dijo:

-Perdiste a tu padre cuando tenías cinco años. Toda la familia Villa fue apoyada por mí. Si no fuera por el miedo al fracaso empresarial, tampoco quería que te sintieras tan agraviada. Pero ahora, como hemos tenido contacto intimo con la familia Ayala, no podemos perder esta gran fuente de ingreso. En Ciudad H, la familia Ayala es una familia con cien años de historia y tienen una base sólida. Sin ella, no existiría nuestra familia. Por lo tanto, Rebeca, no importa cuán difícil sea la situación, siempre tendrás a tu hijo, lo cual es la baza que te ayudara a convertir la derrota en victoria.

-Pero Adriano ha sido enviado a un entrenamiento especial, así que no está en la casa de la familia Ayala. -al mencionarlo, Rebeca se sintió un poco deprimida.

Ella era la madre de Adriano, pero Álvaro no le informo sobre a donde iba su hijo. Por eso, ella estaba realmente enfadada.

Cecilia tampoco pensó que Álvaro actuaria tan decisivamente. Parecía que todo estaba relacionado con Catalina.

-No te preocupes. Pese a que Adriano no está en la casa de la familia Ayala, se pondrá tarde o temprano en contacto contigo. Entonces, dile a tu hijo que estas enferma o algo así. Adriano, a quien le importas mucho, sin duda alguna, volverá para estar contigo. Y cuando vuelva tendremos la oportunidad. -Cecilia estaba planteando ideas para Rebeca.

Justo en ese momento, Anabel llamo.

-Señorita Rebeca, ¿te han devuelto a tu casa?

Sin lugar a duda, la llamada de Anabel hizo que Rebeca se sintiera más avergonzada.

- ¿También me llamas para burlarte de mí? -en la familia Ayala, siendo la nodriza de Álvaro, Anabel siempre la trataba con disgusto y su llamada tan inoportuna hizo que Rebeca se sintiera más enfadada.

Mientras tanto como una zorra astuta, Cecilia dio unas palmaditas en el dorso de la mano de Rebeca con el fin de advertirle que no tratara así a Anabel.

A Anabel ya no le importaba la actitud de Rebeca. Estaba ansiosa por saber lo que había pasado.

-Señorita Rebeca no me imponga su juicio inapropiado. Estoy de acuerdo en expulsar a Catalina de la familia Ayala. Pero no sé por qué has sido expulsada por el señor Álvaro. ¿Sabes que, después de volver a casa, Álvaro dijo que quería contratar a una empleada exclusivamente para Catalina? E incluso no me permitiría interferir en sus asuntos.

Al oírlo, Rebeca se quedó completamente atónita.

-Anabel, descubrí que Álvaro y una mujer se alojaron en una habitación en el Hotel Hilton y yo fui allí. No esperaba que Álvaro me tratara con tanta inclemencia por esa mujer. Al principio, pensé que era porque no soy importante para la familia Ayala. Pero no puedo creer que tú también te hayas visto afectada. -dijo Rebeca con agravio.

Pero Anabel estaba pasmada.

- ¿Dijiste que Álvaro y Catalina se han alojado en un hotel? ¿ya han hecho el amor?

-No lo sé, cuando llegue Álvaro estaba desnudo. Tampoco sé si era Catalina la mujer, porque no la vi. -A pesar de que dijo eso, Rebeca estaba cada vez más convencida de que era la voz de Catalina.

Rebeca sintió un dolor en su corazón al pensar que el hombre al que siguió queriendo durante cinco años había tenido una relación íntima con otra mujer.

Entretanto, Anabel ya estaba convencida de que todo era culpa de Catalina.

-Señorita Rebeca, ya tenemos una oportunidad. Se que tienes muchas conexiones y ahora Álvaro va a contratar a una empleada doméstica para Catalina. Así que, ¿Qué te parece colocar a una persona de nuestro lado? -Anabel no acabo su frase, pero Rebeca lo entendió.

-Gracias, Anabel. Yo me encargare de esto.

-Está bien, señorita Rebeca, espero que podamos esforzarnos juntas y como ya sabes, prefiero que te conviertas en la señora de la familia Ayala. -Anabel colgó el teléfono después de decírselo.

Sin embargo, Rebeca dijo en tono de burla:

- ¡Que zorra astuta! Solo es una ama de llaves. ¿Qué papel cree que está desempeñando en la familia Ayala? Después que me convierta en la señora de la familia Ayala, esta anciana será la primera a la que voy a echar.

-Eso puede ser, pero aun necesitamos su ayuda. Me encargare de buscar una empleada. pase lo que pase, no podemos dejar que Catalina se quede en la familia Ayala.

La madre y la hija sonrieron, mirándose la una a la otra.

Samara no sabia nada de esto. Tenia una idea preliminar en mente, así que ella se estaba dedicando a su diseño. No tuvo hambre hasta que acabo su primer borrador. Miro el reloj y ya eran las cuatro de la tarde. Pero a ella le parecía un poco extraño que Anabel no la llamara para almorzar.

Sacudió la cabeza y se sentó en la silla de ruedas. Cuando salió de su habitación, vio que Anabel estaba preparando la cena, Samara le pregunto:

-Anabel, ¿aun queda algo para comer? Tengo un poco de hambre.

Anabel le echo una mirada y dijo en un tono extraño:

-Señora Catalina, por favor no me presione. El señor Álvaro dijo que va a contratar una empleada domestica exclusivamente para ti y también dijo que dejara de interferir en tus asuntos. Por eso mismo, antes de que llegue la nueva sirvienta, tienes que cuidar de ti misma. -después de decir esto, Anabel se fue sin importarle la reacción de Catalina.

Samara estaba aturdida. ¿Contratar una sirvienta exclusivamente para ella? ¿no es simplemente una decisión que puede intensificar la discordia entre Anabel y ella?