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Dragon Ball: Voluntad divina (SPA)

La voluntad del ser humano es voluble al destino. Y solo los dioses deciden el destino. ¿Pueden converger ambas voluntades en una sola? Esta es la historia de un mortal que nunca perdió la fe en la humanidad, incluso si se perdió a sí mismo en el camino. La historia del Kaioshin Supremo que todo lo entiende, que todo lo ve, que todo lo defiende. Porque esa es la voluntad humano-divina que Trunks Briefs tiene.

Bosterobasurero · Anime & Comics
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Ser o no ser

—Había una vez, un planeta lleno de vida hermosa por todos lados.–

–Uno en donde sólo podría sentir un amor por el mismo, el querer protegerlo.–

–Pero, un día un extranjero cayó del cielo y con él trajo el caos.–

–"¿Dónde está mí hermano?" preguntó el extranjero a los que protegían el planeta.–

–"¡Tú no eres mí hermano!" exclamó el protector de la tierra luego de que el extranjero reclamara el planeta como sí de un juego de niños se tratase.–

–Cuando el extranjero encontró a su hermano la situación se volvió crítica, cosas sucedieron y el extranjero peleó con dos guerreros de la Tierra quienes luego de mucho esfuerzo ganaron, pese a que uno de ellos no lo había logrado.–

–"No importa lo que hagan, mis compañeros vendrán a vengarme" dijo el extranjero profetizando la venganza  de mano de sus camaradas, y a su debido tiempo llegaron los caídos del cielo.–

–Los guerreros de la Tierra unieron fuerzas para enfrentar a este único enemigo, y con el regreso del hermano del extranjero de la muerte, la victoria fue asegurada, pese a que también hubo bajas de parte de los guerreros, aún así, los guerreros no temieron y fueron en busca del causante de tanto mal en el mundo.–

–El regresado de la muerte, su hijo, su amigo, su rival, y su enemigo previo unieron fuerzas contra el Emperador del Mal, ellos salieron victoriosos, y dando así, un fin a esta historia, en donde el bien triunfo sobre el mal sin importar cuantas trabas hubo en el camino, la venganza al final fue tomada.—

Terminó de contar la dulce voz de una fémina quien acurrucaba a un niño entre sus brazos.

—¿Y..? ¿Seguirás ahí quieto, Vegeta?—Preguntó la misma fémina a sus espaldas mientras mecía de un lado a otro con sus brazos al crío con suma delicadeza.

Vegeta, al ver que la mujer le había hablado no tardó en responder con un claro tono de molestia, y lo que dijo fue:

—Pasaba por aquí y vi que la sabandija dejó de llorar. Nada más, terrícola—Escupió el hombre antes de darse la vuelta e irse sin más con ese clásico tono que el ser no humano siempre usaba.

La mujer puso una leve sonrisa y acercó su cara al crío en sus brazos mientras decía:

—Tranquilo pequeño, tú papi pese a que no lo diga te quiere bastante, simplemente es demasiado cabeza dura para decirlo, ya verás que algún día te va a hablar afectuosamente, tú sólo ten fé en mamá.

Dijo la aparente madre del niño.

—Mí solemne guerrero del futuro, Trunks.

××××

"Guerrero del Futuro".

Que palabras más familiares eran esas..

Un guerrero que camina entre ruinas peleando por un futuro mejor en un presente distópico..

¿Será eso lo que le viene a la mente cuando escucha esas palabras?

No podía decirlo con certeza.

Lo que sí podía decir con dicha certeza era que hace bastante tiempo había perdido el control total de mí cuerpo.

¿Estaba muerto?

No.

No podía estar muerto, ya que podía oír la voz de una mujer en el exterior.

Una voz conocida, pero que le hacía preguntarse sí su existencia presente era mera ficción o era una realidad.

"Guerrero del Futuro".

Esas tres palabras no paraban de resonar en mí cabeza.

Cómo sí un algo le estuviera intentando dar un mensaje, uno que aún no lograba comprender.

...

¿Ella dijo "Trunks", verdad?

Podía ser tan sólo un error, pero sí el error era inexistente y todo fue a consciencia de lo que significaba, entonces una suposición imposible sería la que se encontraba frente a él.

¿Y sí él era realmente ese Trunks al que la mujer se refería?

Ese mismo Trunks que se enfrentó a los androides junto a Gohan en un futuro distópico.

Ese mismo Trunks que viajó a otra línea temporal con tal de salvar su mundo o siquiera encontrar una forma de acabar con los androides que tanto mal le habían hecho al mundo y a sus habitantes.

¿Ese mismo Trunks?

¿Existía la posibilidad de que él fuera acaso uno de esos dichosos "Transmigrados"?

¿Era este acaso el pequeño Trunks?

El que jamás vivió las atrocidades del Mirai Trunks, el que vive y crece en un mundo protegido por los Guerreros Z.

Él quería creer que esto era una mentira, que todo esto era un simple sueño y que al despertar...

Realmente no sabría que pasaría si despertaba.

Por que ya no podía recordar quién era, ni qué haría sí esto fuera un sueño y el despertara.

¿Acaso tenía familia antes de todo esto?

¿Estarían bien sin él?

No creía que pudiera responder a esas preguntas tan pronto, ni posiblemente nunca pudiera conseguir las respuestas a estas preguntas que iban en un río al paralelo que los pensamientos sobre ser Trunks.

Hablando de este último, según lo que sabía había nacido en el año 766, el mismo año en el que supuestamente Goku moriría debido a una enfermedad del corazón.

Sí esta era la realidad, y él era este híbrido en el que sus pensamientos se concentraban, entonces tendría miles de amenazas por delante.

Y eso sí sólo contaba la línea canónica de eventos.

Es decir, Dabura, Babidi, Majin Buu, Beerus, Golden Freezer, el torneo del poder, Moro, Granola, Broly.

Ya luego tenía a villanos como Janemba, Hildegan, Broly y Bio-Broly, siendo estos todos incanónicos.

Todos ellos eran posibles causantes de la destrucción del mundo, y a su vez, todos ellos eran sus enemigos de aquí en adelante.

Sí este nombre era suyo, sí este destino le pertenecía entonces no tendría más remedio que crecer lo suficiente hasta una edad que él considere apropiada para comenzar a entrenar.

Posiblemente a los 5 años; También definitivamente estoy usando la habitación del tiempo, esa cosa es demasiado útil para no usarla.

También estaba haciendo que Gohan tomara en serio su entrenamiento.

Puesto que este jamás se lo tomaba en serio, y de ellos dependía la supervivencia de la Tierra sin Goku presente.

Pero bueno, tiempo tenía de sobra para descansar, unos cuatro años aproximadamente antes de comenzar con su entrenamiento en la habitación del tiempo.

Ya que también no quisiera vivir los siguientes años siendo un enano o simplemente ser un niño, preferiría crecer lo más pronto posible a una edad más adolescente de última.

Como ya dijo, mucho tiempo para pensar..

Sí..

Mucho tiempo.

Un tiempo al que planeaba salvar sin dudas en su mente.

Pese a que sus pensamientos gritaran que esto era el fin de su vida normal, su corazón en cambio sólo podía seguir avanzando sin querer mirar atrás.

Así que debía hacer lo que su corazón dictaba.

Debía dar paso a paso sobre estas nuevas tierras, tal como aprender a caminar..

Todo para poder sobrevivir.

Todo para poder vivir.

××××

"En estos momentos Cell está brillando con mucha más intensidad y está provocando un terrible temblor.. No sabemos qué está tramando".

Eso dice la voz detrás de un televisor.

—¡Maldición, Maldición, Maldición, Maldición!—Maldecía Bulma, su madre mientras se tira del cabello esponjoso que lleva consigo, dejando entrever el claro estrés que le producía la situación.

Era realidad, el Trunks del Futuro había muerto y la Tierra caía en manos de Gohan.

Pese a ser un bebé, se quedó en silencio, algo a lo que su abuela estaba acostumbrada, por lo que simplemente le tenía cargado sobre sus brazos.

Pero regresando al tema principal, la batalla seguía, e incluso desde su televisión podía ver como Vegeta arremetía contra un Cell Perfecto con tal de vengar al Mirai Trunks.

Una curiosa reacción del Saiyajin, pero que viendo que su familia aparentemente era lo más importante para él entonces tenía sentido que esa fuera su reacción.

Y nuevamente, un acto impotente fue realizado:

Gohan había sacrificado parte de su brazo para salvar a Vegeta, que curioso, Mirai Gohan también sacrificó su brazo por alguien de la línea real de los Saiyajin.

Justamente luego de este evento se vendría el último choque de poderes.

La demostración del poder que Gohan oculta en sí mismo contra la perfección del ser que nació imperfecto.

—¡Acaba con él Gohan!—Exclamó Bulma mientras las ansias parecían devorarla por dentro, o eso pensaba él mismo.

Gokú había muerto, y los Androides habían sido derrotados, ahora sólo quedaba un sólo enemigo al cual detener, y ese era:

Cell.

Quien parecía ganar aparentemente, pero él sabía lo que iba a pasar, y confiaba en el primer híbrido humano-saiyajin para terminar con la pesadilla viviente de su otro yo.

—¡Dios!—Exclamó el padre de Bulma, su abuelo, al ver como todo empezaba a temblar, pero aún así todos mantenían sus miradas en el choque se realizaba entre los Kame-hame-ha's de Gohan y Cell en su forma perfeccionada.

—Vamos Gohan, sé que tú puedes—Fue el pensamiento que en su cabeza repetía al ver la escena de tremenda intensidad a través del televisor.

Al final, quien se alzó con la victoria entre sus manos fue Son Gohan, luego de liberar todo su poder, también gracias en parte a Vegeta quien distrajo a Cell con su inútil ataque característico usado mayormente en las películas y especiales no-canon.

××××

El día que Vegeta regresó aún seguía Mirai Trunks en el presente, quien se hospedaba en la corporación capsula, durmiendo en una habitación para invitados.

Pero en vez de ir a ver a su hijo mayor, fue a ver al niño que había tenido con Bulma en esta línea de tiempo, o momento del espacio-tiempo, como quieran decirle.

En una de las muchas habitaciones de los Brief se encontraba la cuna del pequeño Trunks.

Quien pese a su apariencia tampoco es que fuera pequeño, en lo absoluto, era grande por dentro, pero bueno, su edad física siempre iría en su contra.

Después de todo, Trunks pese a haber transmigrado seguía siendo el mismo bebé de Bulma.

—El insecto fue así entonces—Habló Vegeta mirando a su primogénito, comparándolo con su versión del Futuro alternativo—. No te ves tan irritante como él.

El bebé Trunks se quedó callado mirándolo a los ojos, y Vegeta por eso mantuvo de la misma forma de su mirada con su semblante de amargura como de costumbre.

—Un híbrido eres tú, descendiente de mí estirpe, hijo de mí propio ser; el último Saiyajin de sangre pura exceptuandome—titubeó el Saiyajin mientras analizaba la naturaleza de los hechos.

—Sangre extraterrestre y corazón terrestre—Siguió con su reflexión Vegeta, creyendo que nadie podía oírlo. Después de estas palabras se dignó a decir a continuación:

—Sí yo muriera, entonces tú serías lo único noble de nuestra especie, serías el último de algo que ya no existe pero que persiste en nuestras venas—Y dejando sus dudas de lado terminó por decir—. Bien entonces, será mejor que no desperdicies el potencial que en tí yace. Ya que sí el hijo de ese insecto de Kakarotto pudo llegar hasta ese nivel, no aceptaría menos de tí.

Luego de semejante declaración empezó a caminar nuevamente hacia la salida y antes de irse dijo..

—Pero hasta entonces, estaré vigilandote.. Trunks—Eso dijo el Príncipe de una raza sin un lugar al cual llamar hogar.

××××

Finalmente, el día prometido había llegado.

Los Androides habían sido derrotados y Cell había dejado de existir.

Pese a que Gokú hubiera muerto, no quitaba el hecho de que era una victoria sin precedentes para Mirai Trunks, quien venía de un mundo donde la victoria era algo desconocido.

Fue así que Bulma preparó la máquina del tiempo con el objetivo de regresar a su lugar de origen, el futuro, ese que quedó perpetuado por los monstruos de números por nombres.

—Trunks, cuídate mucho—Dijo su madre.

—Sí, lo haré. Así que tú también cuídate, mamá—Mostró Trunks en palabras que también quería a su madre, incluso sí no era la que lo parió técnicamente.

—A ver, dile adiós a tú hermano mayor, pequeño Trunks—Dijo la abuela de ambos Trunks mientras se acercaba a su nieto con el pequeño en sus brazos, el hijo de Vegeta y Bulma miró profundamente al más grande, para luego mover una de sus manitas en un tipo de puño cerrado—Aww, creo que quiere chocar puños contigo, querido.

Mirai Trunks entonces cerró su puño y lo chocó muy ligeramente contra los de su otro yo mientras decía—Protege este futuro por mí, ¿Quieres?—mientras el bebé se quedaba quieto sin decir nada, puesto que seguía siendo un bebé.

Luego de saludar a sus parientes del lado materno y a sí mismo, Mirai Trunks caminó hacia Piccoro y le dio un asentimiento que el Super Namekiano respondió de igual forma, luego siguió con Krillin dándole un apretón de manos.

—Buena suerte, Krillin; con todo—Dijo Mirai. Krillin por su parte ponía una sonrisa pilla y le daba unos codazos en el estómago de forma cómica mientras decía—. Y yo espero que te consigas una bonita novia allá en el futuro, ¿Me oíste pillín?

Trunks rápidamente asintió y siguió con el homólogo de su maestro, el hombre que le enseñó todo lo que sabía.

—Gohan.. yo..—Trató de iniciar el Mitad-Saiyajin, tal como Gohan, este último le hizo el favor de hablar por él—. Ya no hay nada de lo que tengas que preocuparte, hiciste todo para salvarnos y gracias a tí ya no hay más Androides destruyendo este mundo. Así que, ¿Qué esperas? Ve a casa y salva el futuro, Trunks.

El antes mencionado ahora motivado por las palabras de la versión pasada de su maestro asintió y se dirigió para subirse a su máquina no sin antes poner dos dedos juntos en un gesto a su padre quien repitió la misma acción, después de esto se subió a su máquina y se preparaba mentalmente para regresar al hogar del cual huyó para volverse más fuerte que nunca, cosa que logró exitosamente.

—¡Nos vemos, amigos!—Fueron las palabras de Trunks mientras todos se despedían contentos del viajero espacio-tiempo.

La máquina entonces empezó a flotar y pronto desapareció en una esfera de luz, en un nuevo viaje, con la misión de acabar con la maldad de su futuro.

××××

Tap.

Tap.

Tap.

Tap.

Pisadas, eso podía oírse a unos metros, un sonido que lentamente se podía oír más y más.

—¡Papá!—Llamó un niño bastante pequeño de cabello violeta a un hombre de poca altura con cabello puntiagudo.

—¿Qué quieres?—Preguntó el hombre con su típico tono agresivo, pero el niño ignoró esto y apuntó a su padre con el dedo índice extendido mientras decía—. ¡Quiero que me entrenes! ¡Soy un Saiyajin, así que tengo que ser fuerte!

El hombre ante estas palabras lo miró a su hijo de arriba a abajo, para luego secarse un poco más la cabeza con una tualla que tenia alrededor de su cabeza mientras decía:

—Mejor que no seas un estorbo, o vas a sufrir en exceso. Y ni siquiera se te ocurra quejarte con tú madre luego, sí vas a entrenar conmigo entonces es mejor que hagas lo que diga—Mencionó el padre de Trunks mientras empezaba a caminar hacia donde solía entrenar, es decir, la sala de gravedad.

Por dentro, el hombre llamado Vegeta sintió una minúscula parte de orgullo en sí mismo al ver como su único hijo ya quería reclamar el título de Saiyajin, pero, eso habría de verse en el entrenamiento.

Así que padre e hijo caminaron hacia la sala de Gravedad, creada por el abuelo de Trunks, el Sr. Brief.

Y hablando de este hombre, este se encontraba dentro de la sala con un par de herramientas recalibrando la sala para dejarla en estado óptima y justo cuando estaba por dejarla impecable notó la entrada de Vegeta, su nuero.

—Buenos días, Vegeta. Estaba terminando de optimizar la sala, así que espera tan sólo unos segundos y te dejaré entrenar tranquilo—El Saiyajin entonces asintió en silencio mientras recostaba su espalda en la pared blanca y esperaba en silencio.

El anciano Dr. Brief en cambio de estar silencioso no esperó encontrarse con Trunks allí también y supo lo que sucedía, así que dijo:

—¿Entonces llegó el día, eh?—Preguntó mientras continuaba trabajando, por lo que se respondió a sí mismo—. No diré que me pone triste o algo del estilo, desde que nació Trunks sabía que era cuestión de tiempo para que siguiera tús pasos, pero, sé que no lo llevarás por mal camino, Vegeta. Puede que no seas el más abierto, pero también sé que en tú corazón hay sentimientos. O eso cree este pobre viejo, jaja.

Reflexionó el Dr. Brief mientras agregaba los últimos detalles a la reparación que se llevaba a cabo por este mismo, luego de terminar su trabajo cerró el panel que había abierto antes y guardó sus herramientas en una caja roja.

—Bueno, los dejaré hacer su entrenamiento—Dijo el hombre mayor mientras caminaba hacia la salida de la sala, al llegar a esta se detuvo al lado de un pequeño Trunks y con su mano libre le revolvió el cabello, declarando con suma confianza—. Nunca te rindas, Trunks. Porque eres nuestra pequeña esperanza.

Luego de estas palabras de ánimo el padre de Bulma se marchó a su laboratorio como todos los días.

Cuando el hombre mayor se marchó fue Vegeta quien fue a un panel con botones mientras soltaba su tualla al suelo para luego apretar una serie de botones.

—Empecemos de una vez—Soltó Vegeta mientras apretaba el último botón y Trunks de golpe caía al suelo.

—¡Agh!—Exclamó el pequeño, este sentía como su cuerpo era aplastado por la gravedad aumentada.

—¡Arriba, insecto! Sí quieres entrenar conmigo entonces debes acostumbrarte a todo lo que eso conlleva!—Explicó Vegeta. Segundos después se le podía ver transformándose en el nivel superior que puede alcanzar un Saiyajin, el Super  Saiyajin, todo esto mientras lanzaba puñetazos y patadas al aire.

Trunks por su parte seguía en el suelo, sintiendo como se le iba el aire de los pulmones, pero aún así mantenía la consciencia.

Era como sí su cuerpo estuviera pegado al suelo sin importar cuanta fuerza quisiera usar para levantarse.

Pero Trunks debía continuar, esta había sido su decisión después de todo, así que tirarse para atrás no era una idea que tuviera en sus planes.

××××

Había pasado una semana desde que Trunks había iniciado su entrenamiento intensivo, y decir que estaba cansado era una forma demasiado ligera para expresar todo el dolor que había tenido que soportar en esa infernal sala de gravedad.

Pero el propio Trunks pensaba que esto era necesario, sin importar que tantos retos le pusiera Vegeta, el joven estaba empeñado iba a lograr pararse en algún momento en la sala de gravedad.

Hablando del padre del híbrido, este se sorprendió para sus adentros ya que Trunks en todo su entrenamiento jamás se había quejado, jamás le contó a su madre que estaban entrenando; en un inicio el Saiyajin puro había querido que su hijo se rindiera en el primer día para poder entrenar por su cuenta, pero el mocoso siguió empeñado en entrenar con él.

Por un lado Vegeta ya estaba empezando a cansarse de su hijo y su insistencia por no dejarlo tranquilo para entrenar en paz.

Pero por otro lado, el Saiyajin tenía un sentimiento extraño de alegría en su interior al pensar que cada día que pasaba, sería menos tiempo para que en algún momento Trunks se convirtiera en su compañero de entrenamiento.

Y parecía que este día sería el comienzo de lo que tanto esperaba Vegeta.

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(...)

Un tranquilo bosque en medio de la nada.

Donde la naturaleza reside y vive prosperamente.

Blancas montañas cubiertas de nieve con la misma derritiéndose, provocando pequeños riachuelos de donde los animales beben y satisfacen su necesidad de nutrirse.

Con pinos enormes en donde los pájaros crean sus casas y donde adentro de los troncos viven ardillas quienes organizan su supervivencia frente a un próximo invierno.

En cambio, dentro de las profundidades de un meseta cercana a los árboles algo se esconde, y ese algo provocó por unos segundos un temblor a los alrededores.

¿Qué es lo que sucede dentro de dichas profundidades?

...

—Espero que esta vez sean más obedientes—Dijo un anciano mecanizado mientras observaba una cápsula blanca deslizándose para dar paso a un joven de cabello semi-largo de color negro—. Buenos días, Androide Número 17.

El hombre se encontraba algo nervioso según el chico, también vio su mano temblorosa sobre un control remoto que el joven no tardó en darse cuenta de qué se trataba.

Pero siguiendo la corriente al anciano, respondió mientras se ponía de pie—Buenos días, Doctor Maki Gero—después de estas palabras pudo oír pasos y preguntó—. ¿Estamos acaso bajo un ataque enemigo?

—Oh. Me has dado los buenos días..—Se sorprendió de primeras el doctor, a lo que el Androide respondió—. ¿No es mí deber responder de forma respetuosa a mí padre y creador?

El anciano rápidamente dio un asentimiento y el chico roboticamente preguntó—Entonces deduzco que despertarás a mí hermana, ¿O me equivoco?—ante la cuestión el doctor nuevamente asintió haciendo que el Androide presente simplemente se pusiera a un lado de su creador esperando la acción de este último—. Proceda sí no le molesta mí presencia, Doctor.

—Finalmente lo conseguí..—Pensó Gero mientras se movilizaba para despertar al otro Androide casi terminado.

Al apretar un botón, fue que se pudo visualizar a una rubia de ojos celestes levantarse de su recámara, mientras decía:

—Buenos días, Doctor—Saludó de primeras—. Veo que usted también se ha convertido a sí mismo en un Androide tal como nosotros.

—Así es, ya que quiero vivir eternamente—Pronunció Gero—. A decir verdad estaba preocupado, ya que la última vez cuando les dije de sus habilidades no tardaron en revelarse en mí contra. Parece que esta vez se han reparado por completo.

Fue así que cuando estaba por hablar se escuchó un fuerte estrendor y el Doctor rápidamente dijo—Bien, ellos se acercan. Escuchen, quiero que no dejen vivos a ninguno de los amigos de Goku, a ninguno. Luego iremos a por Son Goku y acabaremos con esto de una vez—.

Y cuando el doctor dio un paso hacia adelante fue que conoció la verdad, ya que 17 le arrebató el control remoto, aplastandolo sin piedad alguna.

—¿Q-qué creen que hacen?—Reclamó el Doctor, a lo que 17 respondió—Este control era un sistema de emergencia, una contingencia que nos mandaría a dormir para que luego usted nos pusiera bajo llave, o peor, nos matase. Por esta razón considere su contingencia, eliminada. Ya que no permitiré que nos encierre una vez más, viejo asqueroso.

Pese a sus palabras, fue que el antiguo miembro de la Red Patrol ordenó.

—¡DÉJATE DE TONTERÍAS, 17!—inició su orden—. ¡VE Y ACABA CON TODOS ELLOS, 17!

Pronto, la puerta metálica voló y chocó contra el suelo, fue ahí que todos pudieron ver a varios hombres, unos más altos que otros, e incluso uno de color verde con ropa morada.

—Con que son esos.. espero que no te hayas equivocado esta vez. O verás..—Dijo el hombre enano de armadura azul, blanca y amarillo.

Y el joven de cabello lila a su lado dijo—Sí, son esos—todo esto mientras ponía una de sus manos sobre el mango de su espada.

Ignorando a los invitados, la Androide 18 empezó a caminar alrededor de otra cápsula, una acostada y de tamaño más grande que el de las anteriores, fue ahí que ella notó algo curioso.

—¿Otro modelo de energía ilimitada? Sí no lo despertó significa que tampoco podía controlarlo, ¿O estoy equivocada, Doctor Gero?—Rápidamente la rubia no tardó en acercarse hacia la puerta de la cápsula.

—¡¡No lo despierten!! ¡ES QUE NO ENTIENDEN CON PALABRAS! ¡EL ES NOS MATARÁ A TOD-- .

Intentaba ordenar el doctor, ya que este Androide bien podría matarlos a todos, pero ellos no lo oyeron.

—Jaja, ¿Matarnos? Pero sí yo soy el Androide más fuerte de este universo, es más, soy el ser más poderoso de esta galaxia sin irme tan lejos. Así que no diga estupideces, anciano—Comentó 17—. Liberalo, hermana.

Por lo que sin dudarlo, la dama presente apretó el botón, dejando libre al gigante que podían llamar hermano, técnicamente.

Y aunque quisiera seguir gritando, fue que Maki Gero, de repente, dejó de gritar, siendo la sala llenada por un gemido de dolor y un jadeo de sorpresa.

Puesto que un sonido fuerte resonó, y todos observaron como el creador de máquinas era empalado por una de estas.

—¡KGHH!

Soltó en respuesta al dolor la voz del vejestorio.

Siendo descriptivos, se pueden oír los circuitos eléctricos soltando chispas rojas por todos lados.

—Número 17.

Ese fue el nombre que pertenecía a su asesino, al perpetrador de la vida de este anciano.

—¿Por qué hiciste esto?—Preguntó el pobre viejo a su creación de apariencia juvenil mientras la otra creación de apariencia femenina tenía una clara sonrisa de labios.

—¡Yo los construí y les dí vida!—Y pese a todos los argumentos del hombre, el Androide 17 no tuvo piedad, y lanzó una fiera patada que le arrancó la cabeza al Doctor de un sólo golpe.

Dicha cabeza rodó por el suelo hasta estar cerca de la entrada, y sangre de dicha parte brotó, manchando el suelo sobre el que estaba.

—Malditos.. Miserables—Fueron sus palabras mientras su sangre se filtraba por las grietas del suelo antes de que estas se convirtieran en las últimas de su vida.

Ya que el pie de 17 había aplastado la cabeza del Doctor, volviendo lo que alguna vez fue una cabeza a míseros circuitos y partes biológicas indeseables.

Mientras el ruido continuaba, la sangre del doctor recientemente difunto llegó a la máquina oculta debajo de este laboratorio secreto en medio de la nada.

E incluso sin que nadie se diera cuenta, en una pantalla cercano a la máquina se podían ver las palabras como «13_14_15_S13» de un color verde claro en la pantalla de color negro.

"Protocolo 13_14_15_S13".

Eso decía ahora la pantalla antes de apagarse y que la información acumulada se marchara por un cable dentro de la máquina a quién sabe dónde.

¿Sería esto acaso algo importante?