webnovel

CLUE: SERENDIPIA

Imagina tener todo lo que te hace feliz... Una madre amorosa, amigos que te apoyan y cuidan, vecinos que te tratan con amabilidad. Es una vida de ensueño que la mayoría puede envidiar, ¿cierto?... Pero, ¿Qué pasaría si un día tu madre decide presentarte a tu padre después de 18 años?. Ella se encuentra emocionada y no puedes negarte, rumbo a la reunión con aquel hombre algo golpea su auto y en cuestión de unas horas pierdes a la única persona que estuvo a tu lado y que puedes llamar "familia". Quedas sola con una biblioteca que atender y al cuidado de los padres de tu mejor amiga. Conforme vas creciendo tu vida se vuelve rutinaria y algo aburrida, estas limitada a hacer cosas porque puede que aquellas personas que dañaron a tu madre regresen por ti. Todo te resulta monótono... O por lo menos así es hasta que le conoces a él, pero para poder ser feliz y proteger a tus seres queridos deberás descubrir que hay detrás del pasado de tu madre. Esta es la historia de Sasha Aráoz, ¿Estas listo para conocerla?

GMML · Urban
Not enough ratings
303 Chs

Indispuesta

Aproveche el que Louis se levantara a pedir algo de comer para ir al baño para ducharme, mis mejillas se sonrojaron cuando por casualidad me miré en el espejo, habían varias marcas de chupones en todo mi cuerpo. Me envolví en la toalla y cepille mi cabello, por fortuna mis músculos se habían relajado pero aún me resultaba un poco difícil el andar por ahí caminando.

Me asomé sigilosamente por una rendija de la puerta y al encontrar el camino despejado salí a hurtadillas para buscar algo de ropa en su closet, fui capaz de encontrar una pantalón de una pijama y una camisa blanca, al no haber ropa interior para mi opté por usar uno de sus boxers. Al vestirme, recogí mi cabello en un moño y comencé a ordenar el desastre de la habitación, tuve que quitar las sabanas de la cama al encontrar la huella de lo que había pasado por la noche. Sentía que mi rostro ardía de vergüenza por lo que junté todo en un montón y salí apresurada, tratando de buscar el área de lavado para borrar las pruebas.

- ¿Te duchaste? - Preguntó cargando consigo un par de bolsas en la mano.

Mi mirada recayó en su torso desnudo, solamente estaba usando unos pants y su cabello estaba revuelto, era una apariencia que quería ver todos los días de mi vida.

- ¿Saliste así? - Pregunté abochornada al imaginar que alguien lo hubiese visto con esas marcas en él.

- No, lo dejaron en la puerta. - Contestó mientras dejaba las cosas en la mesa del comedor.

- ¿Dónde esta el área de lavado? - Interrogué sujetando con fuerza la ropa y sábanas que tenía en mis brazos.

- En el fondo. - Señaló una habitación que se encontraba al final del pasillo. Asentí comprendiendo y avancé deprisa hasta entrar en ella.

- Deberías descansar. Yo puedo hacer eso. - Habló entrando tras de mi, encontrándome colocando las sábanas en la lavadora.

- ¡No veas! - Grité arrojándolas con rapidez a la maquina y cerrando la puerta de esta.

- ¿Por que no podría verlas? Es la prueba de que nos amamos y que soy tuyo. - Camino con una sonrisa, rodeándome con sus brazos mientras besaba mi mejilla repetidamente.

- ¿No te desagrada? - Dije levantando la vista, Louis me miró mientras negaba mi pregunta.

- No te preocupes por eso. Aunque creo que debería comprar más sábanas. - Observó la lavadora y presionó el botón sin soltarme.

- Las tendremos que lavar todos los días. - Sonrió mientras una de sus manos se adentraba en mi espalda.

- Vayamos a comer, por favor. - Lo detuve y después de que me besó me liberó, avanzó hasta la puerta y me indicó que lo siguiera.

Caminé tras él, guardando una distancia un poco prudente y me senté del lado contrario a Louis, al verme ser tan cautelosa se rio pero no dijo nada. Colocó la comida frente a nosotros, agarré un tenedor y comencé a comer, me sentía hambrienta, ya eran cerca de las tres de la tarde. Me detuve al sentir que Louis me inspeccionaba, no había comido nada, solo me miraba con una gran sonrisa.

- ¿Por que no comes? - Interrogue mientras bebía un poco de jugo.

- Aliméntame. - Hizo un puchero que casi provoca que mi corazón se detuviera al verlo actuar de esa manera tan linda.

Levanté el tenedor lleno de carne y se lo acerque a la boca pero el giró el rostro disgustado.

- Estás muy lejos. - Reprochó haciendo un mohín.

- Está bien, pero por favor solo comamos. - Me puse de pie y rodee la mesa, automáticamente él me atrajo y me sentó en sus piernas.

- Dame. - Abrió la boca, esperando a que le diera lo que estaba en el tenedor.

Estaba un poco confundida, pero continuamos comiendo hasta que nos saciamos. Louis estaba abrazándome por la cintura mientras recargaba su frente en mi hombro.

Si alguien lo viera actuar de esta manera seguramente se quedaría estupefacto, Louis no era alguien que a simple vista se viera como una persona afectuosa, sino todo el contrario, parecía ser alguien distante, con personalidad fría y distante.

- Hueles a mi. - Susurró mientras olía mi cabello, aunque estaba a espaldas de él podía imaginar que estaba sonriendo completamente satisfecho.

- ¿Dónde aprendiste a hablar así? - Lo reprendí falsamente y escuché una risa magnifica que resonaba detrás mi cabeza.

- No lo sé, solo digo lo que pienso. - Frotó su frente en mi hombro como si fuera un cachorro.

- Eres bastante astuto, sabes que decir para salirte con la tuya. - Coloqué mi mano en su cabello acariciándolo, disfrutando de la tranquilidad que me transmitía el estar a su lado.

- Cariño, el señor Durand me mandó un mensaje con la ubicación de un lugar. Le iba a decir que estabas un poco indispuesta pero mejor decidí preguntarte antes. -

- Supongo que es el lugar donde será la cena. - Bebí un poco de jugo y me quedé en silencio pensando el como debería continuar mi relación con ellos, había aceptado abiertamente a Tom como mi familia porque realmente lo apreciaba y lo consideraba parte de esta, pero era extraño el llamar a personas con las que casi no había convivido con tanta familiaridad.

- ¿Cariño? ¿Debo decirle que no quieres ir? ¿Te sientes mal? - Preguntó insistentemente observándome con preocupación.

- No, creo que debo ir. - Sujete sus manos con fuerza.

- No te preocupes cariño, yo estaré contigo. - Besó mi cabello y yo sonreí un poco más tranquila.

- Si quieres irte del lugar solo deberás decirme y huiremos de ahí. - Reí al escuchar su propuesta.

- Creo que debo ir a comprar ropa. - Cambié el tema poniéndome de pie y recogiendo las basura.

- Ya compre las cosas que pudieras necesitar. - Contestó ayudándome a limpiar la mesa, yo me detuve y lo miré confundida.

"¿En que momento? ¿Cuándo lo hizo?"

Como si leyera mi mente, sonrió y tomó mi mano guiándome hasta la sala en donde habían bolsas y cajas amontonadas en los sillones.

- Los encargue cuando veníamos hacía aquí. Supuse que lo utilizarías. - Rascó su mejilla tratando de descifrar lo que pasaba por mi mente.

- Gracias. - Lo abracé, había contemplado tantas cosas, se había tomado la molestia de prever lo que utilizaría.

- Deberías usar algo abrigador, hace un poco de frio. Busca algo que ponerte, más tarde te ayudaré a ordenar las cosas en la habitación. Iré a bañarme. - Besó mi frente y se adentro en la habitación, estaba entusiasmado de salir conmigo.