Balan se encontraba en la parte trasera de la barca, sintiendo cómo el agua fría del lago de Hogwarts salpicaba sus pies. La noche era oscura, pero las estrellas brillaban con fuerza, reflejándose en la superficie del agua como pequeños diamantes. A su alrededor, otros niños de su edad murmuraban emocionados, sus rostros iluminados por la luz de las antorchas que ardían en la orilla.
—¿Ves eso? -dijo rose, señalando hacia el castillo que se alzaba majestuosamente en la distancia. Las torres y los muros de piedra parecían sacados de un cuento de hadas, y las luces parpadeantes en las ventanas le daban un aire acogedor y misterioso.
Balan sintió un cosquilleo en el estómago. En su infancia abia soñado con este momento al saver el mundo en el que abia renacido, y ahora, por fin, estaba a punto de entrar en Hogwarts. La emoción y el nerviosismo se entrelazaban en su pecho mientras la barca se acercaba a la orilla.
Cuando desembarcaron, Balan se unió a un grupo de niños que se agolpaban cerca de la entrada del castillo. Una profesora de aspecto severo siendo Minerva McGonagall, les dio la bienvenida con una voz profunda y resonante.
—Bienvenidos a Hogwarts -dijo, y Balan sintió que su corazón latía más rápido
— Esta noche, seréis asignados a una de nuestras casas. Recuerden, cada casa tiene su propia historia y valores.
Balan miró a su alrededor, observando las expresiones de sus compañeros. Algunos parecían emocionados, otros nerviosos. Se preguntó en qué casa terminaría. ¿Sería valiente como Gryffindor, astuto como Slytherin, leal como Hufflepuff o sabio como Ravenclaw?, el se burlo de esto, el era mejor ya que el reunía todo los valores de las casas en el.
Mientras avanzaban por los pasillos del castillo, Balan se maravilló con la grandeza de los alrededores. Las paredes estaban adornadas con retratos que parecían cobrar vida, y las antorchas iluminaban el camino con una luz cálida. El aire estaba impregnado de un aroma a magia y aventura.
Finalme, llegarn al Gran Comedor. estaba iluminado por miles de velas flotantes que danzaban en el aire, reflejando su luz en los techos encantados que mostraban un cielo estrellado. Los estudiantes de primer año estaban alineados frente a la mesa del profesorado, nerviosos y emocionados. Rose, se encontraba entre ellos, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza.
—¡Rose! No dudes en ti misma. -la llamó su amigo Balan, que estaba un poco más atrás en la fila. Su cabello oscuro cn tonos dorados y su mirada decidida contrastaban con la dulzura y timides de Rose. Ella le sonrió, sintiendo un poco de consuelo al verlo.
—¡Buena suerte! -le susurró balan, dándole un pequeño empujón amistoso.
La profesora McGonagall, con su voz firme, comenzó a llamar a los nombres. Uno a uno, los estudiantes se sentaban en el taburete bajo el sombrero seleccionador. Rose observaba con atención mientras sus compañeros eran asignados a diferentes casas. Algunos se unían a Gryffindor, otros a Slytherin, y la tensión en el aire era palpable.
Finalmente, llegó su turno. Rose se acercó al taburete, sintiendo cómo todos los ojos estaban sobre ella. Se sentó y el sombrero se deslizó sobre su cabeza.
—Hmm, interesante… —murmuró el sombrero en su mente—. Tienes valentía, pero también una gran lealtad, has sufrido muncho mi niña... lo que necesitas es una familia que te de amor y te ayude a sanar esas heridas, ¿pero quién será? ¿Gryffindor? ¿O quizás Hufflepuff?.
—¡Gryffindor! . -pensó Rose con determinación, recordando las historias de valentía y amistad que había escuchado de Hagrid.
—¡Gryffindor!. -gritó el sombrero al final, y la mesa de Gryffindor estalló en vítores y gritos de tenemos a Potter. Rose sonrió, sintiendo una oleada de alegría mientras se unía a sus nuevos compañeros.
Mientras tanto, Balan estaba ancioso, pero también emocionado. Cuando su nombre fue llamado, se acercó al taburete con confianza. El sombrero se posó sobre su cabeza y, tras un breve momento donde el sombrero reia de alegria dijo su veredicto y exclamó:
—¡Slytherin!
La mesa de Slytherin aplaudía por el nuevo integrante que se sentó junto a una niña de faciones frías y un niño de ojos rojos y pelo oscuro que lo saludaba y se presentó como Blaise Zabini. Después de los anuncios de Dumbledore todos disgustaba el baquete en su mesas para posteriormente dirigirse a sus dormitorios.
El eco de los pasos resonaba en los pasillos de Hogwarts mientras un grupo de nuevos alumnos de Slytherin seguía a un prefecto por las oscuras y serpenteantes escaleras. El prefecto, un joven de cabello oscuro y ojos astutos llamado Adrian, caminaba con confianza, su túnica verde ondeando detrás de él.
—Bienvenidos a Slytherin, futuros serpientes .
dijo Adrian sallow, girándose para mirar a los nuevos estudiantes, que parecían un poco nerviosos pero emocionados.
—Estoy aquí para guiarlos a nuestra sala común y responder cualquier pregunta que tengan.
Los nuevos alumnos intercambiaron miradas, algunos sonriendo tímidamente. Una chica de cabello rizado, llamada Millicent, levantó la mano.
—¿Dónde está la sala común? -preguntó, mirando a su alrededor con curiosidad.
Adrian sonrió, disfrutando de la oportunidad de compartir un poco de la historia de su casa.
—La sala común de Slytherin se encuentra en las mazmorras, justo debajo del lago. Para entrar, deben decir la contraseña correcta. Pero no se preocupen, se las diré en un momento.
Mientras caminaban, el aire se volvía más fresco y húmedo. Las paredes estaban adornadas con retratos de antiguos magos y brujas de sangre pura, y el ambiente era un poco más sombrío que en otras partes del castillo.
—Slytherin es conocida por su ambición y astucia. Aquí valoramos la inteligencia y la lealtad a nuestros amigos. No se dejen intimidar por los rumores; somos una familia.
Finalmente, llegaron a una puerta de piedra verde, que parecía casi fusionarse con la pared. Adrian se detuvo y se volvió hacia ellos.
—Para entrar, deben decir la contraseña. Este año es "Serpiente de Jade".
Los nuevos alumnos repitieron la contraseña en voz baja, y la puerta se abrió con un suave crujido de una serpientede piedra formar un arco. En una de las paredes, una gran ventana mostraba el lago negro donde una especie de híbrido de pulpo y calamar gigante saludaba a los niños.
Al cruzar las ultimas escaleras los recibe un ambiente acogedor y un tanto misterioso. Las paredes están adornadas con ricos tapices en tonos oscuros de verde y plata, que representan escenas de la historia de Slytherin y sus fundadores. La luz tenue proviene de candelabros de hierro forjado que cuelgan del techo, creando un juego de sombras que dan un aire de intriga.
El suelo está cubierto por una suave alfombra de terciopelo verde, que amortigua tus pasos mientras te mueves por la sala. En el centro, hay un gran sofá en forma de "L", tapizado en un lujoso cuero negro, rodeado de sillones de estilo antiguo que invitan a la conversación. Las mesas de madera oscura están dispuestas estratégicamente, perfectas para estudiar o planear estrategias.
En una esquina, hay una chimenea de piedra que emite un cálido resplandor, donde los estudiantes suelen reunirse para compartir historias o discutir sus planes. Sobre la chimenea, hay un retrato normal de Salazar Slytherin, que observa con una expresión sabia y enigmática, como si estuviera evaluando a cada uno de los que entran pero lamentablemente su retratomaguico se fue junto a un atiguo alumno gaunt.
Las ventanas, altas y estrechas, ofrecen vistas a los jardines del lago negro, pero están cubiertas con un encantamiento qe lasasen parecer una pated normal. En un rincón, hay estanterías repletas de libros antiguos y objetos mágicos, que reflejan la rica historia y el conocimiento que se valora en esta casa.
La sala común de Slytherin es un lugar donde la ambición y la astucia se celebran, un refugio para aquellos que buscan poder y éxito, todo envuelto en un ambiente de camaradería y misterio. ¡Es un lugar fascinante, sin duda!
Dada la introducción de los nuevos miembros los perfectos asignaron avitaciones, pero algo sucedió al balan ser uno de los últimos draco aberiguo su abitación y quiso hacer de las suyas pero algue no lo dejó.
—¡INTRUSO LARGO DE AQUI!.
Drako, con una ceja levantada, respondió al ave que miraba desafiate al niño.
—¿Y qué puedes hacer tú, un simple pájaro? No tengo tiempo para tus tonterías."
Sin embargo, el dodo no se dejó intimidar. Con una sonrisa confiada, se colocó en posición de combate, recordando sus lecciones de taekwondodo.
—¡Prepárate para una lección de humildad!.
Drako, sorprendido pero decidido a demostrar su superioridad, se lanzó hacia el dodo con un movimiento rápido de su varita. Pero el dodo, ágil y astuto, esquivó el ataque con un salto elegante. Con un giro rápido, lanzó una patada que impactó suavemente en el costado de Drako, haciéndolo tambalearse.
—¡Eso fue solo un calentamiento!
dijo el dodo, mientras se preparaba para su siguiente movimiento. Con una serie de patadas y giros, el dodo mostró su destreza en taekwondodo, cada movimiento más fluido que el anterior. Drako, aunque intentaba contraatacar, se encontraba cada vez más desorientado.
Finalmente, con un movimiento espectacular y absurdo, el dodo realizó una patada voladora que dejó a Drako en el suelo, atónito y sin aliento.
—¡Y así es como se hace!.
proclamó el dodo, levantando sus alas en señal de triunfo al porfin realizar las tecnicas milenarias de su clan sin equivocarse y Drako, aún en el suelo, miró al dodo con una mezcla de incredulidad y odio.
—No puedo creer que una estupida ave me haya derrotado.
murmuró incredulo ante tal situación.El dodo, con una sonrisa triunfante, respondió.
—Nunca subestimes a alguien por su apariencia. ¡Hasta la próxima, niño waaata!.
Y con eso, se alejó volando mágicamente regreso a la avitacion, dejando a Malfoy el cual fue arrastrado por Vincent Crabbe y Gregory Goyle a su avitacion siendo visto por todos.
Balan riendo como loco siguió a blaise y al entrar a su abitación los recibe un ambiente envolvente, con paredes de un verde profundo y elegante, adornadas con tapices que representan la serpiente, símbolo de la casa. La luz es suave, proveniente de candelabros de hierro forjado que cuelgan del techo, creando sombras danzantes que añaden un aire de intriga.
Las camas, con sábanas de un verde oscuro y almohadas de terciopelo, están dispuestas en filas ordenadas, cada una con su propio espacio personal. En las mesitas de noche, hay libros de hechizos y pociones, junto a la cama de balan, dodo se acurrucaba en un improvisado nudo junto a un regordete. Kneazle con pelaje negro el cual miraba a blaise con resignación ya que su amo no se movió para quitar a este parlashin dodo de el.
—veo que ese es tu failliar señor rey... ¿es un dricawl?.
—algo parecido, el es el último dodo vivo. Fue un dia mis 5 años que estab en un museo de arqueológia para entregar un esqueleto de mamut cuando me tropecé con un esqueleto de una ave y lo rompí, en mi intento de reconstrucción mi maguia resonó con la de el y en un horroroso espectáculo sucedio. Ligamentos, carne, venas y piel se generaba de este amigo asta volver a la vida y sus primeras palabras nunca las olvidare hahahaa.
—y ¿que sertian esas palabras?
—¡PROTEJAN LA SANDIAAAAAAAAAAA TAIKWANDODOS ATAQUEN¡.
Ambos reían de las locuras del dodo mietras este roncaba suabemente junto al Kneazle el cual se resignada al tenerle algo de respeto al dodo por proteger las pertenencias de sus amos .
—pero dime de que familia eres rey, tu apellido no me suena al menos que sea reyes.
—o eso es el apellido de mi tatara abuelo, originalmente teníamos el apellido Salazar y muncho más atrás.
Balan se callo y miró la expresión anciosa de su compañero de avitacion el cua levantaba una seja y resignado preguntó.
—¿muncho más antes cual seria señor rey?.
fue entonses que balan transformó poco a poco unas orejas en unas de felino, sus uñas cresiern como garras, y una cola de jaguar surgió detrás de él y sus canilos surgia junto a 3 marcas negras en sus mejillas.
—soy desendiente de balan el jaguar de las mil vatallas del antiguo tenochtitlan y del paladín mágico Salazar Slytherin IV, ¿§ôřpřêŋðįðø?
-esto dejo a blaise con los ojos echos pelota y su mano lentamente apunto a su compañero.
— ¡QUEEEEEEEEEEEEEEE!.