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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Book&Literature
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46 Chs

Eddard - IV

La paja en el suelo apestaba a orina. No había ventanas ni ninguna otra fuente de luz. No había lecho ni siquiera había un cubo para hacer sus necesidades. En aquella celda, la oscuridad era absoluta. Al punto en que no era diferente a estar ciego.

«O muerto. Enterrado igual que el Rey»

—Ay. Robert — se lamentó, la pierna le dolía cada vez que se movía. Aun recordaba las bromas del Rey.

"El Rey come y la mano le limpia la mierda" cuanto se habían reído en ese entonces. Pero Robert estaba equivocado, la realidad era "El rey muere, y entierran a su mano"

Estaba en la mazmorra bajo la Fortaleza Roja a una profundidad tal que era mejor no pensar en ello. La fortaleza había sido construida por Maegor el Cruel, y no había forma de saber que tantas celdas, salas de tortura y otras cosas había en la Fortaleza.

Malditos sean todos; Meñique, Janos Slynt y sus capas doradas, la Reina, Pycelle, Varys y Ser Barristan, e incluso Catelyn por confiar en Meñique; hasta Lord Renly que se había escapado cuando su presencia era mas necesaria. Pero lo pagarían, estaba seguro de ello. El hijo de Lya se encargaría.

Pero, sobre todo, Eddard sabia que la culpa era suya.

—Idiota —gritó a la oscuridad—. Tres veces idiota, y encima ciego.

El rostro de Cersei con una expresión burlona parecía flotar sobre él, «Cuando se juega al juego de tronos, sólo se puede ganar o morir», le susurró.

El había jugado y perdido, y habían sido sus hombres los que perdieron la vida por su estupidez.

Cada vez que pensaba en sus hijas habría llorado de buena gana, pero no le salían las lágrimas. Incluso en aquellos momentos, era un Stark de Invernalia, y la rabia y el dolor se congelaban en su interior.

No sabia cuanto tiempo había pasado allí, pero pudieron ser días, o semanas, tenia fiebre y había estado alucinando…

Hasta que un día escucho el repiqueo de las cadenas y un hombre apareció fuera de la celda.

—Comida —gimió.

—Vino —le respondió una voz. No era el carcelero con cara de rata; aquel carcelero era más bajo, más grueso, aunque llevaba la misma capa corta de cuero y el casco con punta de acero—. Bebed, Lord Eddard. —añadió, y puso un pellejo de vino en las manos de Ned.

La voz le resultaba extrañamente familiar, pero Ned Stark tardó unos momentos en reconocerla.

—¿Varys? —dijo al final, inseguro. Tocó el rostro del hombre—. Esto no... no lo estoy soñando. Estáis aquí. —Las mejillas regordetas del eunuco estaban cubiertas por una barba oscura y descuidada. Ned palpó el pelo tosco con los dedos. Varys se había transformado en un carcelero canoso, que apestaba a sudor y a vino agrio—¿Cómo es posible... qué clase de mago eres?

—Un mago de la sed —dijo Varys—. Bebed, mi señor.

—¿Es el mismo veneno que mató a Robert? —preguntó Ned palpando el pellejo.

—Me ofendes —respondió Varys con tristeza—. Qué cierto es que nadie quiere a un eunuco. Dadme ese pellejo. —Bebió un buen trago, un hilillo de vino tinto le corrió por la comisura de la boca regordeta—. No es tan bueno como el que me ofreció la noche del torneo, pero tampoco resulta más venenoso que la mayoría — concluyó al tiempo que se secaba los labios—. Tomad.

—Que amargo —dijo Ned después de pegar un trago. Sentía como si estuviera a punto de vomitar.

—Todo hombre debe probar lo dulce con lo amargo. Los grandes señores y los eunucos, todos por igual. Ha llegado vuestra hora, mi señor.

—Mis hijas...

—La pequeña fue rescatada por su medio hermano en el ultimo momento, mas de cien muertos dejo a su paso ese muchacho. Ahora están en Valle Oscuro, repelieron un el asalto de sus asediantes y ahora hay más de dos mil espadas protegiéndolos, el estandarte de un Lobo Blanco con rosas invernales hondea en Fuerte Pardo. Vuestra hija mayor por otra parte, sigue siendo la prometida de Joffrey. Cersei la vigila de cerca. Acudió a la corte hace unos días para suplicar que fueseis perdonado. Lástima que no la oyerais; resultó conmovedora. —Se inclinó hacia él y lo miró con atención—. Supongo que sabéis que sois hombre muerto, Lord Eddard.

—Cersei no me mataría. Su hermano…

—El hermano que le importa no es el que su mujer capturo, pero de todos modos ella ya no lo tiene. Y el que le importa es ahora un traidor, ahora es la mano derecha del Lobo Blanco, y dirige sus ejércitos.

—En ese caso matadme de una vez, y mis hijos vendrán y cortarán las cabezas de los leones. —la voz de Ned era una mezcla de impaciencia, remordimiento y aceptación.

—Vuestra muerte es lo último que deseo.

—Cuando mataron a mis guardias estabas junto a la Reina —dijo Ned con el ceño fruncido—, y te limitaste a mirar sin decir nada.

—Y volvería a hacerlo. Creo recordar que también estaba desarmado, sin armadura y rodeado de espadas Lannister. No es el papel de un espía empuñar una espada.

—¿Y lo seria entregar un mensaje?

—Puedo, pero dependerá del mensaje. Le puedo traer papel y pluma y usted puede escribir todo lo que quiera, luego yo leeré el mensaje y lo entregare dependiendo del contenido.

—Oh, eso no será necesario Lord Varys. Solo es una frase.

—Entonces dígame, luego vere si repito el mensaje.

—Se acerca el invierno, y trae consigo fuego y sangre.

El rostro de Varys se crispo. Y lo miro con incredulidad.

—¿Qué queréis decir, mi señor?

—Lo que ha oído, nada más, nada menos.

—¿Y el mensaje seria para quién?

—La Lannister, el Bastardo en el trono, el Reino, a los que decidas decírselo.

El eunuco no dijo más, su tez era pálida y se alejó rápidamente.

...

...

Pasaron más días, y Eddard contaba con que le ejecutaran pronto.

De pronto cuando ya no daba mas de impaciencia, escucho los pesados, resonantes e inconfundibles pasos de un caballero vistiendo armadura.

Ned vio que vestía completamente de blanco, una armadura de escamas como la Guardia Real de Robert, era el mas anciano de los miembros, el lamentable mal caballero, Barristan Selmy que traiciono la última voluntad de Robert al sentar al bastardo Joffrey en el trono.

—¡Lord Eddard, maldito embustero! — clamo el viejo.

Ned lo miro con indiferencia. Y no respondió.

—¿¡Que, os arrancaron la lengua como a Ser Ilyn?

Ned se quedo allí, sin reaccionar, no le importaba lo que dijera aquel hombre.

—Por vuestra culpa, casi mato al último príncipe de la Casa Targaryen. — el viejo rugió, y Ned se preocupó por el bienestar de Jon, su sobrino, su hijo, el hijo de su hermana.

—¿Qué le hiciste, Selmy? — su voz era fría.

—Lo corte, con esta misma espada —dijo el anciano caballero desenvainando la espada cuya afilada punta fue a parar a un pelo de la garganta de Eddard.

—Reconociste a Robert como tu Rey. Pero cuando fue el momento de mostrarte leal, pusiste a un bastardo sin derechos en su trono. — respondió Ned con un tono frio e indiferente — Ahora, fuiste enviado por la Lannister a matar al hijo del príncipe al que juraste proteger antes de rendirte a Robert. Dime, ¿Cómo se ha tomado Barristan el Bravo, uno de los mejores hombres de los Siete Reinos sus constantes traiciones y afición por cambiar de bandos?

El rostro del anciano se contorsionó en una mueca de autodesprecio. Retiro la espada del cuello de Eddard y se giró.

—El chico esta vivo. El Lord Comandante de su Guardia Real, el Matarreyes, lo salvo. — dijo mientras se marchaba — Solo vine a decirte que se ha filtrado que se comprometió con Lady Arya. Pero no hay rumores de que no sea hijo tuyo. Lo comparan con Cersei y Jaime Lannister, un par de asquerosos incestuosos. Piensa en ello Lord Eddard, cuanto han arruinado el futuro de ese niño tus mentiras.

—¿Quieres saber por que no te dije sobre él? ¿El por que Jaime Lannister es su Lord Comandante? —dijo Lord Eddard con saña, su único objetivo era que el anciano Barristan recordara eternamente sus palabras.

Barristan se detuvo y miro hacia Eddard Stark.

—¿Por qué?

—Por que habrías querido coronarlo y extenderías la guerra a sabiendas de no poder ganar. Y porque eso lo habría matado. — el señor de Invernalia respondió con un deje de burla en la voz — Y respecto al Matarreyes. Eso es porque Ser Jaime fue el único que se atrevió a hacer lo necesario.

Ned estaba seguro de que fue así, Jon no era un niño ingenuo, no era un idiota amante del honor ni un fanático de los juramentos vacíos, Jaime Lannister le había demostrado en más de una ocasión que le era leal, incluso abandonando a los Lannister para ir en ayuda de su sobrino.

—Porque fue el único que cuestiono las acciones de Aerys. Porque el estuvo dispuesto a dejar de lado el honor para hacer lo que era correcto.

Cuanto correctas le sonaban ahora las palabras de su sobrino en su ultima reunión en la Torre de la Mano. Antes de que toda la locura se desatara.

Barristan se marcho entonces, con pasos pesados y vacilantes.

Bueno, este es el penultimo capitulo de Eddard.

Su siguiente punto de vista sera su ejecucion.

El siguiente capitulo sera el primero desde el POV de la Tully.

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