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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Book&Literature
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46 Chs

Arya - V

El anciano regreso, y no trajo la cabeza de ningún usurpador. Ni siquiera trajo a Sansa, solo un tonto Libro lleno con las historias de caballeros muertos.

Paso lo que Aemon había dicho que pasaría. Su padre había sido ejecutado frente al Gran Septo de Baelor, Lord Eddard Stark en sus últimos momentos proclamo a los Siete Reinos haber protegido al hijo de su hermana, el hijo del príncipe Rhaegar Targaryen. Su primo, Aemon Targaryen quien ahora no tenía otra opción que revelarse al mundo.

Aemon había decidido hacer exactamente eso, incluso antes de que Lord Eddard revelara el secreto antes de morir.

Todo ello a raíz de una carta, una carta enviada por su propio hermano, Robb Stark, en la que decía que la habían comprometido con el hijo menor de Walder Frey… Aemon se enfado por ello, no, lo correcto seria decir que lo enfureció.

Después de todo, públicamente al menos, ella era la prometida de Aemon, aunque el le dijo que nunca llegarían a casarse. Para los vasallos de su primo, era un enorme insulto que le quitaran a su prometida de esa forma.

Su primo decidió que se tomarían siete días después de la muerte de Lord Eddard Stark como periodo de luto, antes de comenzar a marchar hacia Piedrasviejas, donde Aemon reuniría a todo su ejercito para atacar a los Frey en los Gemelos.

Y ahora, ese periodo de luto había terminado.

Arya estaba vestida con una armadura que fue diseñada para ella por petición de Aemon, aunque ella no participaría en la batalla, su primo quería que estuviera a salvo, pero a la vez no quería dejarla atrás.

Arya camino hacia la sala de guerra donde Aemon había convocado a sus vasallos antes de la marcha, ella siempre estaba presente en las reuniones del consejo de guerra de su primo, esa era una de las condiciones que ella le había impuesto tras el incidente del casi compromiso de Aemon con una Celtigar.

Cuando Arya entro en la sala de guerra, los señores de las Casas Velaryon, Celtigar y Rykker se levantaron y la saludaron. Aemon permaneció sentado y le indico que se sentara junto a él.

Su primo lucia diferente de lo usual. Aemon se había dejado crecer el pelo desde que se marcho de Invernalia, normalmente lo traía suelto, o atado de forma simple, pero esta vez su oscuro cabello estaba trenzado y caía por sobre su hombro derecho. Tenía puesta una armadura, ni demasiado pesada como lo seria una de placas de acero, ni tan ligera y delgada como una de cuero, estaba hecha de a la antigua usanza de los reyes Targaryen, la superficie esmaltada de negro azabache, con un dragón tricéfalo de plata en el pecho, y una corona de rosas azules rodeando al dragón. En su cinto estaba su espada de acero valyrio, Hermana Oscura que había sido modificada para tener una empuñadura con un lobo blanco. Sus ojos grises tan profundos y fríos que parecían contener el invierno en ellos.

Era una mezcla de Stark y Targaryen que le daba un aspecto solemne y poderos.

Arya camino hasta el, y tomo asiento a su lado, como había hecho desde que aquella carta llego tres semanas atrás.

—Mis señores, ahora que mi adorable prometida esta presente, doy por iniciado este consejo de guerra. Les agradezco su paciencia. — comenzó diciendo Aemon — Primeramente, me complace informarles que Ser Barristan Selmy, apodado el Bravo, se ha unido a mi Guardia Real. —dijo el, indicando a Ser Jaime Lannister que hiciera pasar al anciano caballero, que ella misma había expulsado de Valle Oscuro semanas antes, Ser Barristan parecía más viejo de lo que recordaba, y ya no usaba la armadura blanca de escamas de la Guardia de Robert Baratheon, sino una armadura de placas de acero esmaltada en blanco — En segundo lugar, tras haber guardado una semana de luto por la muerte de mi tío y padre adoptivo, Lord Eddard Stark, ha llegado el momento de que emprendamos la marcha hacia Piedrasviejas. —dijo entonces Aemon — No obstante, pese a que por el momento no he sido coronado, es mi deseo comenzar a formar mi Consejo Privado, en el participara Ser Jaime Lannister como Lord Comandante de la Guardia Real — hizo una pausa y miro hacia lord Velaryon — y, es mi deseo que sea usted, Lord Monford Velaryon quien ostente el cargo de Lord Almirante, y forme parte de mi Consejo Privado como Consejero Naval, ¿acepta la cita?

Lord Monford Velaryon parecía sorprendido por un momento, pero luego respondió.

—Mi señor, es un gran honor. —dijo — pero, si me permite el atrevimiento, ¿puedo hacerle una pregunta?

—Puede, Lord Monford. —respondió Aemon con un asentimiento.

—¿Soy yo su primera opción por elección, o por que no hay otro lord que le haya jurado vasallaje que pueda construir una flota y dirigirla? —pregunto.

—Es usted mi primera opción, Lord Monford. ¿Cree que podría confiar en los Redwyne, en los Greyjoy, o en los Lannister? No, no podría. Pero ese no es el único motivo por el que lo he escogido, hubo una época antes de la Danza de los Dragones y de Lord Corlys Velaryon en que las Casas Targaryen y Velaryon fueron las mas grandes aliadas, y el puesto de Lord Almirante se consideraba casi hereditario. —dijo Aemon, su tono formal y solemne, extremadamente similar al padre que lo crio — Es mi deseo honrar esta antiquísima amistad, y mi deber otorgar el puesto de Lord Almirante a un hombre de confianza, que sea capaz de cumplir con el deber que viene con el puesto, la pregunta es, Lord Monford, ¿es usted ese hombre?

Lord Monford se levanto de su asiento, aparto su silla e hinco la rodilla.

—Lo soy, príncipe Aemon. — dijo estando arrodillado.

—Levántese, Lord Monford. —dijo Aemon y el hombre se levantó y regreso a su asiento— me temo que estos son los únicos hombres que he escogido para el Consejo Privado —informo— Ahora, Lord Monford, le encomendare su primera tarea como Lord Almirante.

—Si, su gracia. —respondió lord Monford — ¿Cuáles son sus órdenes?

—Primero, deseo que usted me acompañe en la marcha con su ejercito terrestre, y envié a su hermano Aurane Mares con su flota a cortar la retirada del usurpador Stannis Baratheon cuando decida atacar Desembarco del Rey.

—Comprendo, su gracia. ¿Pero será prudente, lord Stannis tiene una flota de piratas lysenos? ¿Además, esta seguro de que se retirara? — pregunto el Lord Almirante.

—Si, Lord Monford, el lo hará, es imposible para Stannis tomar Desembarco del Rey, no si Tywin Lannister se dirigiera a la ciudad para reforzarla.

—¿Lord Tywin se dirige a Desembarco del Rey para reforzar la ciudad?

—Oh, no, no aún. Pero lo hará, si le proporcionamos las rutas, y los obstáculos indicados.

—¿Cómo?

—Evitare que el norte pueda conducirlos de regreso a Occidente, mientras evito que puedan regresar antes de tiempo a Desembarco del Rey, lo esencial serán los tiempos, Tywin Lannister no debe estar en Desembarco del Rey para que Stannis ataque, pero debe regresar a tiempo para que deba retirarse.

—Comprendo, su gracia. Vere que Aurane este listo para bloquear a Stannis en su retorno a Rocadragon si se dan las condiciones que ha indicado. —respondió respetuosamente el Lord Almirante.

—Muy bien. —dijo Aemon — Lord Renfred, los escorpiones que solicite ya se han completado, ¿no es así?

—Si, su gracia, están listos. Solo logramos producir seis — respondió el señor de Valle Oscuro.

—¿Qué tal su distancia de tiro?

—Es aproximadamente un cincuenta por ciento superior a los convencionales. Su Gracia. Pero también son casi el doble de grandes y pesados. — respondió Lord Rykker.

—Perfecto. —asintió conforme Aemon — Ser Jaime, que hay de las municiones especiales…

—Se han terminado casi mil de ellas, Su gracia. Flechas con recipientes de cristal en la punta capaces de almacenar medio litro de Fuego Valyrio en ellas. — respondió el Matarreyes.

—Excelente. ¿Qué tanto fuego valyrio tenemos?

—Suficiente para quemar por completo una aldea o ciudad pequeña… ¿Realmente piensa usarlo, su gracia? — pregunto con un tono de preocupación.

—Si, Ser Jaime. Pero descuide, yo no soy mi abuelo. Solo se usará para hacer de los Frey un ejemplo en el asedio que he planificado. Y también para defender nuestras murallas, la munición de los nuevos escorpiones, junto a lo poderoso que es el combustible alquímico, en conjunto a un par de flechas de fuego bien puestas, sería una combinación increíble para defender una fortaleza con una guarnición pequeña.

—Hah… las personas le temen al fuego, después de todo, y temen aun mas morir quemadas. —respondió Jaime Lannister.

—Bien, por último, quiero que las tropas estén listas para marchar esta misma noche. Nos moveremos en la oscuridad. Eso es todo respecto a la guerra y nombramientos. —dijo Aemon — Por otra parte, quiero anunciar otra cosa. —dijo con una sonrisa — A partir de hoy, Lady Arya de la Casa Stark, es oficialmente mi prometida, y nuestra boda se celebrará en Invernalia cuando ella haya cumplido catorce años.

Eso la sorprendió, ella pensaba que Aemon realmente se buscaría otra mujer para casarse, como el mismo le había dicho que haría. «Se suponía que era un compromiso falso… solo para evitar propuestas de matrimonio… ¿Por qué?... no, sigue siendo lo mismo, Aemon solo está ganando tiempo, ahora tiene casi cuatro años para conseguir una prometida adecuada…»

Los señores y los miembros de la guardia real parecían felices, y felicitaban a Aemon y a Arya, pero ella creía que solo era una de la manipulaciones de Aemon, para evitar casarse o encontrar una prometida pronto.

Arya miro a su primo molesta, y Aemon la miro con una expresión desconcertada.

—¿Qué pasa, mi lobita? ¿No estas contenta? Es lo que querías. — le dijo.

—Claro… si fuera cierto. —mascullo ella, y los señores la miraron extrañados.

—Mis señores, les ruego que se retiren, se levanta el consejo. Tengo algo que discutir con Lady Arya… —dijo Aemon notando las miradas de sus vasallos.

Los tres Lords se marcharon rápidamente, dejando a Arya y Aemon solos con la Guardia Real, los por ahora tres capas blancas, Ser Jaime Lannister, Ser Syrio Forel, y Ser Barristan Selmy.

—Arya… lo que dije, es lo que quise decir… —el tono de Aemon era nervioso, y parecía preocupado.

—¿Realmente? Aemon… no, Jon. Tu dijiste que seriamos prometidos solo en el papel, que realmente estarías buscándome un esposo adecuado y tu buscarías una chica adecuada con la que casarte. —ella hablo con un tono indiferente, eso era algo que ella había aceptado, simplemente pensaba disfrutar del tiempo que tenia para estar con Aemon antes de tener que casarse.

—Cierto… pero eso era antes… —dijo el príncipe que actuaba como un niño regañado.

—¿Qué tiene de diferente este momento a como era hace dos meses? —pregunto Arya con amargura.

—Te comprometieron… casi te apartan de mi Arya… cuando… cuando pensé que te casarías con otro hombre… yo simplemente no pude tolerarlo… y sé que jamás podre aceptar algo así… quiero que te quedes a mi lado. Y si casándonos es el único modo, yo…

—Basta… —lo interrumpió — no es por eso que quisiera que te casaras conmigo… no es porque me quieras… es solo que eres un estúpido hermano celoso, obsesionado con cuidar de su hermana pequeña…

—No, Arya, lo juro. No es como piensas.

—Entonces, ¿Cuándo nos hayamos casado qué? ¿Dejaras de tratarme como una niña? ¿Tendremos hijos? ¿Siquiera… se… consumaría ese matrimonio? ¿o seria simplemente un modo de que nadie me aleje de ti, y seguirás tratándome como a una hermana?

—Yo…

—Exacto Jon… —le dijo con tono triste. —siempre seré solo una hermana pequeña para ti. — se levantó de su silla, pero antes de que pudiera alejarse Aemon la atrajo hacia él.

—Eres idiota pequeña loba. ¿Qué te seguiré tratando como a una hermana? Sabes que soy un Targaryen, ¿no? ¿Realmente crees que hay alguna diferencia para mi que seas mi hermana o mi prima? ¿Qué eran Aegon el Conquistador, Rhaenys y Visenya? Eran hermanos, lobita — le dijo Aemon al oído mientras la abrazaba. — solo estoy esperando hasta que tengas catorce años por que podría resultar problemático que un Rey, Príncipe o lo que sea, se case con una niña de diez años.

—Idiota. —se escuchó diciendo Arya — ¿entonces por que me rechazabas y alejabas antes?

—Tenia miedo. Miedo de que yo, que me consideraba tu hermano sintiera algo así por ti.

—Realmente eres idiota, Aemon. —Arya escucho la voz de Jaime Lannister — Cersei y yo comenzamos con lo nuestro cuando teníamos siete años, y una vez…

—¡Ser Jaime! Usted es un pésimo referente —refuto Aemon.

—¡Oh, ¿pero no fue mi brillante idea la que llevo a este feliz desarrollo? —contesto el Lord Comandante que nunca sabia cuando quedarse callado.

—Ahora que me lo recuerda, Ser Barristan trajo el Libro de los Hermanos, ¿ya ha grabado su gran hazaña como le indique que hiciera?

—Ugh… yo… lo hare ahora — respondió Ser Jaime.

—¿Qué gran hazaña? —pregunto con curiosidad Ser Barristan.

—Como era… —Aemon se puso a pensar.

—Él tenía que escribir como una de sus propias hazañas "conspiro contra su Rey, y arruino su reputación, marcando al Rey como un amante de la carne tierna" —dijo Arya con una sonrisa mientras miraba a Aemon — tal parece que solo revelo la terrible verdad que el príncipe Aemon ocultaba en su corazón.

Ser Barristan se atraganto, y miro a Ser Jaime con una extraña expresión, mezcla de reproche, curiosidad, y diversión.

—Solo fue una pequeña infracción, y todo resulto bien, ¿no? — dijo Jaime.

—Sin excusas. —fueron las palabras de Aemon, luego se giró hacia Arya que seguía atrapada en su abrazo — dime, lobita, aun quieres ser mi prometida.

—Si quiero. Pero lo que quiero, es que realmente te cases conmigo al final.

—Esta bien, es una promesa. Pero espera hasta cumplir catorce. ¿Sí?

...

...

El ejercito de dos mil setecientos hombres partió de Valle Oscuro esa misma noche, Arya iba montando a caballo al lado de Aemon, los estandartes de lo que su primo llamaba "El Dragon del Norte" ondeaban, junto al caballito de mar de los Velaryon, los cangrejos de los Celtigar, los martillos cruzados de los Rykker y el lagarto león de los Reed.

Aemon, vistiendo su armadura negra, estaba montando en un caballo de guerra blanco, que el mismo Ser Jaime había escogido para él. Arya iba ataviada con su armadura con los colores de la casa Stark, en su cabello el adorno de zafiro con forma de rosas invernales que Aemon le había obsequiado, aparentemente había pertenecido a la madre de Aemon, Lady Lyanna Stark, una de las cosas que Lord Howland había llevado al Norte tras la Rebelión de Robert y que Aemon llevaba consigo a todas partes desde que lo recibió del lacustre.

Se dirigían hacia el norte en dirección de Poza de la Doncella, pasarían entre los Castillos de Astas y Reposo del Grajo, después de eso, cambiarían de dirección hacia el oeste, a Murosblancos. La siguiente parada desde allí seria Darry, la Aldea de lord Harroway, el pueblo de Meandro, y cruzarían el vado rubí para dirigirse hacia el norte, a Piedrasviejas.

Aemon había hecho que cargaran varias estructuras de madera, sacos de arena y varias otras cosas raras en los carros, dijo que el resto de lo que necesitaban lo llevaría lord Reed. Aun no sabían que era lo que Aemon pretendía, pero tal parecía que su deseo era construir algo…

El siguiente sera de Ser Barristan.

En el, un viejo conocido de Ser Barristan Selmy y Ser Jaime Lannister regresara, y se descubrira la identidad de la esposa de Howland Reed.

Y el Motivo por el que Jojen Reed sufrio la fiebre de Aguasgrises a la que deberian ser inmunes los lacustres.

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