webnovel

Algunas cosas toman tiempo

La muerte de Annabeth lo quebró. Y muchos temían que para siempre. Busco el refugio en las profundidades del mar. Pero él sabía que no podía esconderse del mundo y de sus amigos por siempre, tenía que seguir adelante. Y tal vez no sería de la forma en que él pensó que sería, pero si fue la más adecuada para ayudarlo a terminar de sanar, para volver a ser el de siempre.

EscritorDeFics · Movies
Not enough ratings
34 Chs

Un aliado no deseado

La pelea fue sangrienta, Thalia podía ver a Percy desatado en batalla y eso le asustaba por momentos. Ella no sabía nada acerca de lo que Poseidón había hablado con Percy sobre la suerte de los dioses y de cómo ellos podrían utilizarla en favor de los semidioses. Veía como Percy no estaba simplemente asesinando al minotauro, sino que lo iba aniquilando de a poco, primero unos recortes en las piernas, luego los brazos, el abdomen, pero sin llevarlo a desintegrarse, eso era excesivo aun para una cazadora.

—Woooooo —fue todo lo que Thalia pudo escuchar de Phoebe y algunas cazadoras como veían a Percy recibir los golpes desesperados del minotauro, pero él seguía recortando hasta que lo tenía de rodillas frente a él. Thalia y el resto de la caza ya habían terminado con lo restante de los perros del infierno y el Ortro. Percy miraba fijamente al minotauro y luego sonrió con algo indescifrable en su rostro, mientras el resto de cazadoras esperaban a ver qué haría con él.

—Creo que es hora de volver al tártaro —antes de que el minotauro pudiera hacer algún gesto Percy cruzo sus dos espadas para cortarle la cabeza. El efecto duro poco, porque rápidamente se disolvió en polvo.

—Bueno eso fue… —Phoebe empezó tratando de buscar una palabra para definir la fiereza con la que Percy luchado con el minotauro. Percy ignoro totalmente a Phoebe, no tenía intención de hablar con una cazadora que no mostraba ninguna clase de amabilidad. Dirigió su mirada hacia Thalia, quien estaba con los brazos cruzados y lo miraba con algo parecido a la felicidad.

—Mi Lady… —Percy sonrió mientras hacia una ligera inclinación un poco en burla y otro poco dándole a entender que sabía lo que había pasado con ella.

—Por los dioses Percy ¡no! Ni me lo recuerdes, vamos, regresemos al campamento —Thalia rápidamente levanto a la fuerza a Percy de su reverencia fingida, mientras le sonreía ligeramente.

—¿Pero el resto de las cazadoras? —Phoebe reclamo mientras las cazadoras restantes se juntaban alrededor de Thalia.

—Mira arriba —Percy señalo a una bandada de pegasos que dirigidos por Blackjack surcaban el cielo con majestuosidad.

—No creo que algunas estén disfrutando del paseo —Thalia dijo con algo de pavor, ni siquiera podría pensar en la sensación de volar en un pegaso sin estremecerse.

—Estoy seguro que no —Percy sonrió ligeramente mientras guardaba sus armas. Thalia se veía un poco confundido con la seriedad de Percy, no sabía cómo tomarlo, pero le preocupaba que aun estuviera aislándose aun de ella misma.

—Vamos entonces —Thalia ordenó y tomándose de las manos, incluyendo a Percy y los flasheó rumbo a su campamento.

—Había olvidado que también puedes flashear —Comento Percy cuando hubieron llegado, mientras en su mente llamaba a Blackjack para que supiera su ubicación.

—JA JA JA gracioso… a mi tienda —Thalia señalo una tienda sencilla y pequeña, Percy frunció el ceño cuando a su costado se encontraba otra de mayor dimensión con el signo de Artemisa. Thalia noto su desconcierto, pero no dijo nada.

—Como usted ordene mi lady —Thalia no pudo resistir su burla asi que le dio un duro golpe en el brazo, lo que provocó que también a Thalia le doliera cuando lo golpeo.

—Hey —Percy reclamo frotando su brazo. Thalia solo le sonrió dolorosamente mientras ocultaba el dolor de su mano.

—Phoebe cuando lleguen los pegasos encárgate de llevar a las heridas a la enfermería —A lo lejos se veía llegar a los pegasos, algunas necesitaban ser rápidamente atendidas.

—Si mi… quiero decir Thalia —Phoebe hizo un pequeño asentimiento con la cabeza, también a Percy, aunque este no le prestó atención y eso perturbo a Phoebe, pero se retiró sin decir más.

—¿Todavía no se acostumbran a tu posición de diosa? —Percy vio como Phoebe iba refunfuñando y pisando fuerte con cada paso que daba.

—No es eso… yo no quiero acostumbrarme… esto es solo temporal —Thalia suspiro con un poco de cansancio. Todo este asunto de Artemisa no la dejaba concentrarse en su tarea.

—Eso he escuchado —Percy soltó sin siquiera fijarse en lo que había dicho. Luego maldijo en su mente, Thalia no se quedaría satisfecha con lo que escucho, querría saber más.

—¿Enserio solo eso? —Thalia levanto una ceja para dejarle ver que no permitiría que le dijera una mentira.

—Bueno un poco de eso… y un poco de aquello —Percy desestimó un poco la conversación añadiendo un par de sonrisas eventuales.

—Vamos —Thalia y Percy entraron en su tienda. No era diferente a lo que él esperaba. Un espacio para sus armas, aunque las cazadoras no practicaban la lucha con lanza y escudo, pero aun asi Thalia no se desprendía de esas armas. Una cama ordinaria y un escritorio con un mapa, nada fuera lo común.

—Entonces… —Percy trato de iniciar la conversación de manera casual, pero no pudo evitar toparse con los ojos fríos y amenazadores de Thalia.

—Entonces ¿Dónde has estado estos cuatro últimos meses? Pensé que te dejarías ver sabiendo que ahora soy la que está al frente de la caza —Thalia estaba con los brazos cruzados esperando que Percy empezara a explicar porque se había aislado del mundo. Percy se puso nervioso por un momento, no se sentía demasiado seguro de compartir sus verdaderas razones. Sabía que debía un par de explicaciones, pero no tenía tiempo para demasiadas explicaciones. Asi que un cambio de tema sería apropiado.

—¿Cuáles son tus dominios? —Thalia frunció el ceño, un poco molesta de que no quisiera dar explicaciones, pero tampoco quería presionarlo, si hay algo que había leído entre líneas de la charla que tuvo con Poseidón es que Percy necesitaba salir del fondo del mar, ella no quería arrinconarlo con preguntas, le daría tiempo.

—La caza y las doncellas —Thalia suspiro pesadamente. Intento leer las expresiones de Percy, pero su rostro era más bien neutral, aunque jugueteaba nerviosamente con sus manos.

—Oh… —fue todo lo que dijo con respecto a eso… tal vez el sabría algo —¿Y has reclutado a alguien? —Percy tenía la mirada algo perdida mientras observaba el mapa que estaba sobre su mesa y tenía marcado algunos lugares donde había mayor cantidad de monstruos.

—No… y tampoco creo que lo haga —Thalia pensó en señora y como ella si podría llevar la caza con dignidad y no tener que pensar en no perder más cazadoras —El juramento es para Artemisa… y esto solo es temporal —se señaló a ella de arriba abajo. Percy la miró con curiosidad para luego señalar el mapa y las marcas que Thalia había hecho en él.

—Bueno entonces tendrías que evitar encuentros como los de hoy —Percy no quería sonar como que dudaba de su capacidad y Thalia sabía que no dudaba, tal vez eso era lo bueno de Percy, que podía hablar con él sin la barrera de odio a los hombres porque lo conocía bien.

—Lo se… es solo que no puedo mantenerlas cazando monstruos aislados —Thalia sabía que si hacia eso provocaría una insatisfacción que podría salírsele de las manos. Y eso podría costarle su puesto en la caza, una cosa era ser teniente y otra ser la nueva diosa de la caza… no todas eran felices con eso, empezando por ella misma.

—Pero tampoco puedes arriesgarte a perder más cazadoras —el joven dios razono pensando en voz alta. Thalia simplemente asintió. Se quedaron en un silencio momentáneo hasta que una idea vino a la cabeza de Percy —¿Y qué tal si solo las adhieres temporalmente? —Thalia empezó a valorar la idea de Percy, sonaba como una salida temporal para un problema inmediato.

—Eso podría ser… —Thalia se frotaba las sienes con vehemencia, todo este problema le causaba un serio dolor de cabeza. Después de esta experiencia descartaría cualquier oferta de divinidad.

—Hay varias hijas de Apolo en ambos campos que podrías reclutar —Percy pensó en las hijas de Apolo porque la habilidad para el arco era innata en ellas y no necesitarían una bendición para sobresalir en eso.

—Supongo que no tendré otra alternativa —Percy le sonrió de manera alentadora, no había mucho que hacer, él podría prestar su ayuda, pero no sabía si sería bien recibida, no quería tocar el orgullo de las cazadoras… aunque Thalia quisiera… las otras se opondrían sin duda.

—Es lo mejor por ahora… —dijo Percy finalmente. Se disponía a salir de la tienda de Thalia para emprender el camino a casa, cuando fue detenido por el brazo de Thalia sobre su hombro.

—Tu no respondiste a mi pregunta —Thalia lo miraba de manera desafiante, como si lo retara a desviar la conversación nuevamente.

—Entrenando —la respuesta de Percy fue fría y sin espacio a más interrogantes.

—Entrenando… ¿eso y ya? —Thalia quería lastimarlo, darle unos buenos golpes para que hablara, pero sabía que eso sería contraproducente.

—Bueno entrenando… en el fondo del mar… papa se encarga de entrenarme junto con Tritón… aun no estoy preparado para volver —Thalia no podía decir que estaba satisfecha con la respuesta, pero la última parte resumía completamente lo que estaba pasando por Percy y de porque actuaba tan aislado y hasta frio.

—Entiendo… —Thalia lo miró con ojos de compasión… no lastima… porque ella aún tenía días donde lloraba la muerte de Annabeth, pero sabía que no se comparaba al dolor que Percy debía estar pasando.

—Es solo que… —Percy trato de buscar palabras, pero ella huía de su mente y se ahogaba en la ansiedad de no saber que decir.

—No tienes que decirlo —Thalia lo salvo de su ansiedad excusándolo de más explicaciones.

—Gracias —Percy dijo sonriendo suavemente. Algunos destellos del viejo Percy aún estaban allí y Thalia esperaba que no pasara mucho antes de que volviera completamente.

—Pero entonces… ¿porque elegiste ser un dios? —Thalia no lograba entender porque elegir la inmortalidad si tenía una pena tan grande. Sería una vida llena de tortura constante.

—Porque era lo correcto… puedo hacer mucho por los semidioses con los poderes que tengo —Percy trato de sonar convincente. Porque él quería mantener en secreto el motivo por el que acepto.

—Ni que lo digas… gracias, por cierto —Thalia sabía que de no ser por Percy tal vez varias cazadoras estarían muertas y ella seguramente habría terminado con muchas heridas.

—No es necesario… siempre que haga falta —Percy trato de introducir un poco de buena voluntad para ayudarlas de ser necesario. Pero no recibió ningún indicio de que Thalia estuviera de acuerdo con un poco de colaboración de vez en cuando.

—¿Solo fue por eso que aceptaste? —Thalia seguía hurgando en el mismo lugar, pero para él ese tema era secreto y nadie más que su padre llegaría a saberlo.

—Solo por eso —su voz sonaba vacía y sin vida… y Thalia entendió que no era un tema del cual quisiera hablar.

—Está bien —Thalia simplemente lo dejo pasar, ya habría tiempo para charlas más profundas.

—Es hora de irme… papá me espera a cenar —Percy y ella salieron de la tienda donde esperaba su fiel pegaso quien pastaba a unos pocos metros… Percy silbó y Blackjack empezó a caminar hacia donde Percy estaba.

—Gracias por la ayuda —Thalia dijo en voz baja.

—Cuando me necesites solo necesitas usar el artilugio que mi papá te dio —Percy tenía la esperanza de que Thalia aceptaría de buena gana la ayuda que le ofrecía.

—Me gustaría… pero no sé cómo van a tomarlo las chicas sabiendo que necesitamos de la ayuda de un chico… cuestión de orgullo —la palabra chico no era dicho con desprecio como ellas acostumbraban, Thalia no eran tan recalcitrante en ese aspecto, pero no podía ignorar a las demás cazadoras.

—Bueno podrías empezar por explicarles que su orgullo no servirá de nada cuando una a una caiga sus compañeras —Thalia se estremeció al pensar en la última perdida que habían tenido, era muy joven y nueva en la caza como para terminar bañada de sangre al haber sido mordida por varios perros… no se pudo hacer nada.

—Eso suena demasiado duro —Percy frunció el ceño con un poco de confusión, no había forma fácil de hacerles ver la necesidad de ayuda.

—La muerte es dura… —dijo Percy con la voz fría y la mirada perdida. Thalia trago saliva sabiendo que el sabia de lo que estaba hablando.

—Tengo una idea… pero tendré que despojarme de tu artilugio —Percy la miró curioso para ver qué clase de idea podía haber nacido en su mente. —¡Phoebe! —gritó para que su teniente viniera rápidamente. Tomó el dije con algo de nerviosismo. Con la intención de despojarse de él.

—¿Si Thalia? —Phoebe llego corriendo mientras Percy se giró para acariciar a Blackjack que ya se encontraba a su lado. Percy no quería actuar como un semidiós con ellas porque sabía que no tendrían la menor de las consideraciones y mucho menos respeto… Si tenía que actuar frio y duro con ella… no lo dudaría.

—Reúne a las chicas… tengo un anuncio —Phoebe miró con escepticismo, pero rápidamente salió para anunciar una reunión general. En poco tiempo la mayoría de las cazadoras estaban en el centro del campo. Solamente las que estaban en la enfermería estaban disculpadas de la reunión. Percy conto nueve cazadoras… un número muy pobre… antes de la guerra eran un poco más de veinte cazadoras…

—¿Que pasa Thalia? —Miranda pregunto mientras todas miraban atentos a su reciente líder y al hombre que estaba con ella. Sabían que era Percy… pero no por eso confiaban o estaban alegres con su presencia en medio de la caza.

—Per… el señor Perseo —Percy asintió por la corrección que Thalia había hecho, no quería darles nada de lo que pudieran usar para maltratarlo. —Nos ofrece su ayuda siempre que la necesitemos.

—No necesitamos de muchachos ¡sea un dios o no! —gritaron varias chicas, Thalia miró a Percy quien se mantenía con la mirada penetrante y los brazos cruzados sobre su pecho.

—¡Chicas! ¡No falten el respeto a un dios olímpico, mi primo y amigo! —Thalia gritó con fiereza provocando el silencio en la caza.

—Como puedes ser amigo de un muchacho —el desprecio en las palabras de Phoebe era tan evidente que eso encendió a Percy, pero aún se contuvo, no quería enojarse a menos que fuera necesario

—¡La señora Artemisa no permitiría esta clase de blasfemia! —una de las cazadoras más antigua gritó de entre el grupo de cazadoras.

—¡Ella no está aquí!! Asi que pueden decidir aceptar mi ayuda o simplemente mirar como una a una van muriendo —La voz de Percy retumbo en todo el campamento creando un ambiente de ligero estremecimiento, pero aun asi Phoebe permanecía en su postura arrogante.

—¡Somos cazadoras muchacho! No necesitamos la ayuda de nadie y menos la tuya… —Percy decidió que ya tenía suficiente asi que se subió encima de Blackjack mientras que Thalia se desesperaba porque sabía que una vez que Percy se fuera podría no volver a verlo.

—Bueno… entonces buena suerte, al menos sé que Thalia no morirá… el resto de ustedes tienen vuestro destino en sus manos —Le sonrió a Thalia y ya estaba por golpear con sus talones al pegaso cuando Thalia habló.

—Espera… —Percy se detuvo y espero, mientras la mirada de Thalia se volvió dura para hablar con las cazadoras —Miren a su alrededor… no podemos perder más cazadoras mientras lady Artemisa regresa —las cazadoras miraban a Percy con detenimiento, sabían que si perdían más niñas Artemisa se enfadaría mucho.

—¿Que quiere a cambio? —Miranda hablo con menos dureza de lo que lo había hecho Phoebe.

—Nada… —Percy respondió con simpleza.

—¿Nada? Me cuesta creerlo… todos los de tu genero siempre buscan algo —la voz de Miranda sonó un poco más fuerte con algo de burla en su tono.

—Bueno aquí hay uno que no… soy el dios de los héroes… asi que ayudar a semidioses en apuros en mi trabajo —Thalia compartió una mirada con Phoebe y el resto de cazadoras, la decisión estaba de su lado ahora.

—Entonces… —Thalia empezó… pero nadie dijo nada, asi que finalmente Percy fue el que habló.

—No vendré sino me llaman… Phoebe tendrá el artilugio que portaba Thalia… si no aparezco será porque ella no quiso ayuda y la muerte de cualquier cazadora pesara sobre ella… piénsenlo —Percy le envió una sonrisa discreta a Thalia quien tenía ya una larga charla con sus cazadoras por delante.

—¿Nos volveremos a ver? —pregunto un poco preocupada porque pasara demasiado tiempo antes que se volvieran a ver.

—Depende de tus cazadoras —Percy acaricio a su fiel pegaso y empezó a surcar los cielos

—¡Blackjack! A casa muchacho —y asi se dirigieron rumbo al horizonte… a casa. No sabía si las cazadoras aceptarían su propuesta ya no importaba, su deber era ayudar, pero no podía obligarlas a recibir su ayuda.