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CAPÍTULO 46 COMPROMISO COMPLICADO

Perspectiva: Agis.

Mirusmari, Jublios 8 de October del 1575.

Ya ha pasado una semana desde la pelea entre Leonora y Katherine. Gracias a la ayuda de la Octava Apóstol, fue posible lograr que ambas se recuperaran inmediatamente de los efectos secundarios de sus habilidades; en verdad, su don Invalidación es demasiado conveniente. Por otra parte, la derrota le sentó muy mal, hasta el punto en que estuvo llorando durante 3 días consecutivos en los que, obviamente, tuve que consolarla y permanecer a su lado en todo momento; aunque reaccionar de esa manera por perder un combate suena exagerado, pero, para ella, fue lo mismo que ser ultrajada y abusada, pues en su cultura, perder una pelea de esposas siendo la primera en la jerarquía, implica que es una perdedora o algo similar; en consecuencia, Leonora aun llora algunas veces, sin mencionar que padece una depresión bastante intensa; pasará un buen tiempo hasta que vuelva a ser la misma de antes.

Naturalmente, la Gelum ha desarrollado un gran resentimiento hacia la Santa, y en algunas ocasiones, apenas consigue mantener la calma en su presencia; incluso me atrevo a decir que, de no ser por su respeto a mí, podría abalanzarse sobre Katherine. Supongo que Leonora es muy mal perdedora, y debe detestar su situación actual, pues lo más seguro, es que toda su vida fue la primera en cada cosa, agregando que siempre ha recibido un tratamiento especial por su posición como Princesa Imperial; como dicen por ahí: "una vez experimentas el lujo, volver al reino de los pobres duele aún más". Honestamente, no me gusta ver a mi chica consumida por esos sentimientos negativos, pero lo único que está a mi alcance, es amarla, tratarla con cariño, y estar a su lado sin importar nada; quiero creer que, eventualmente, cambiará su actitud, y deje de verla como su enemiga jurada o algo así.

En contra posición, Katherine se muestra extremadamente contenta, y parece que absolutamente nada, es capaz de arruinar su estado de ánimo, pues no se molesta en lo más mínimo, aun cuando Leonora realiza algún comentario malintencionado en su contra. Adicionalmente, esto ha logrado que desarrolle una buena relación con las demás, creando un ambiente más o menos bueno, en el que se pueden realizar actividades edificantes como entrenar, aprender hechizos curativos, mejorar las habilidades, entre muchas otras. De hecho, Sylvia, Nona y Filis se han convertido en sus lacayas, por decirlo de alguna manera, ya que siguen a Katherine a todas partes, le obedecen con mucha devoción, y no paran de proferirle elogios; en cambio, cuando Leonora era la primera esposa, ellas eran muy reservadas, y su tratamiento hacia la Princesa Gelum siempre ha sido muy formal. Como resultado, existe algo así como el grupo de las humanas, y las "no humanas"; obviamente, no hay enemistad, solo es la preferencia que tienen mis chicas a la hora de interactuar entre ellas.

Es normal que se presenten cambios en una empresa cuando llega un nuevo gerente o presidente; del mismo modo, la Jerarquía de Esposas no es la excepción. En este caso, ya no es una estructura rígida y formal, donde se debían realizar determinadas citas, relaciones sexuales y demás aspectos de la vida marital, de manera programada y organizada, con poco margen de error; en su lugar, Katherine optó por algo más flexible y versátil, con un número de citas a cumplir al mes, pero con el orden que yo desee, y en los días que me sienta cómodo; sin embargo, en lo concerniente al sexo, resultó ser mucho más estricta que Leonora, por lo que estos últimos días han sido realmente agitados, tanto en el buen como mal sentido de la palabra; fuera de eso, puedo decir que la convivencia con mis mujeres, es mucho más relajada que antes.

En este momento, me encuentro con mis chicas en el Mentummonere, uno de los edificios más espectaculares de Mirusmari; un lugar enorme, idéntico a un estadio de futbol, con la capacidad de albergar a más de 150 mil personas, una enorme pantalla holográfica en el centro, para ver la pelea detalladamente, cómodos asientos, y en general, todo lo que tendría una instalación como esta, pero con tecnología superior a cualquiera que exista en la Tierra; en verdad, estoy muy impresionado, solo por eso, siento que vale la pena venir aquí. El día de hoy, se llevará a cabo la final de la Liga de los Súper Guerreros Definitivos, en la categoría Peso Pesado, que comprende a los luchadores entre 93 y 121 kilogramos; sin duda, será un combate épico.

La razón para asistir a este evento, es porque Aurora insistió en venir, ya que ella es fanática del deporte, y quiere ver en directo, como se desenvuelven los humanos en las aclamadas "Súper Batallas"; porque sí, todo en este deporte, debe tener el adjetivo Súper para enfatizar su espectacularidad y rimbombancia. Adicionalmente, accedí ya que me llama la atención esas famosas Artes Marciales Antiguas, y es una buena oportunidad para salir con todas mis chicas a divertirnos, a ver si Leonora recupera un poco el ánimo. Como la vampira es miembro VIP, estamos en un palco privado con una vista increíble; un hecho muy loable, ya que las entradas son costosas y difíciles de conseguir, pues la Liga de Súper Guerreros Definitivos, es muy popular entre los Alfianos, incluso trasmiten estas peleas en algunos bares y otros sitios públicos, donde se reúnen muchas personas solo para ver.

- Cariño, anímate un poco, mira, ya casi empieza el combate. – le hablo a una Leonora cabizbaja con tono animado.

- Si… – responde con voz apagada.

- Agis, voy a traer unos bocadillos y bebidas para todos, así disfrutaremos la pelea como se debe, ¿Qué les gusta? – Aurora habla con emoción y pregunta a todos.

- Aurora, yo quiero Crislumbritas y Khascorbomis, por favor. – Petra habla con tono informal.

- Yo igual. – respondo con amabilidad.

- Quiero un Caperrlentis y Khascorbomis, gracias Aurora. – habla Katherine con una sonrisa.

Mis chicas hacen los pedidos a la demonio con amabilidad; desafortunadamente, Leonora no pidió nada, y permanece callada la mayor parte del tiempo, de hecho, no está comiendo bien últimamente, algo que me tiene muy preocupado. Al cabo de unos minutos, Aurora vuelve y saca de su [Almacenamiento] lo solicitado; extrañamente, la mayoría de mis mujeres pidieron: Crislumbritas, que son crispetas saladas; Khascorbomis, es una bebida verde que vendría a ser una gaseosa, con un sabor extraño pero delicioso, muy difícil de describir; Caperrlentis, algo parecido a un perro caliente pero con una carne enrollada bastante sabrosa; Circulensfrige, en esencia, se trata de un pan frito con azúcar y otras especias espolvoreadas, bastante delicioso; básicamente, lo anterior mencionado es comida chatarra, algo raro en ellas, pero supongo que esto se debe a que hemos entrenado mucho últimamente, así que no es tan malo.

En señal de que la pelea está a punto de comenzar, el techo del estadio se cierra, oscureciendo todo el lugar; posteriormente, las luces blancas encienden, mientras que otras en tonos vivos, centellean y giran por todo el lugar; adicionalmente, se escucha un sonido retumbante que te produce expectación. Repentinamente, una niebla roja sale del centro del campo, luego, se disipa, y aparece un hombre vistiendo un traje elegante, con un Artefacto similar a un micrófono en la mano. Naturalmente, mis chicas y yo realizamos una expresión de asombro por el espectáculo; obviamente, sabemos bien cuáles son los hechizos que se han utilizado, aun así, no deja de ser sorprendente cuando se usan como espectáculo. A pesar de todo esto, Leonora sigue apática, tendré que hablar con ella después de esto, no me gusta verla de esta manera.

- ¡Estamos en vivo desde el estadio Mentummonere de Mirusmari, la ciudad del Progreso! – el presentador habla con entusiasmo – ¡Damas y caballeros, muy buenas tardes! ¡Sean bienvenidos a la gran final de la Liga de Súper Guerreros Definitivos! ¡La Súper Batalla! – la voz del presentador se escucha por todo el lugar con extrema nitidez.

Al más puro estilo de la lucha libre o el boxeo, el presentador prosigue a hablar de cada luchador, mientras se puede observar una imagen de los mismos con estadísticas como: nombre, país, altura, peso, Unidades Mágicas, entre otras cosas. Simultáneamente, el peleador en cuestión, ingresa al campo, haciendo gala de su destreza con música semejante al rock; al cabo de unos minutos, entra el segundo, con una aparición similar al anterior. Obviamente, ambos son de raza humana, bastante musculosos, con una estatura promedio, y poseen más de 10 millones de Unidades Mágicas, algo increíble. Ambos son ayudados por sus asistentes, entrenadores y demás, a ponerse un traje de tela especial, bastante ajustado, resaltando su musculatura; además, es posible notar que en los laterales de los brazos y piernas, así como en la espalda y el pecho, hay unas láminas de metal, presumiblemente encantadas; obviamente, están usando un casco extraño, que protege toda la cabeza, pero el rostro está cubierto por una visera transparente.

- ¡Vaya! – exclama Aurora – los trajes protectores de los humanos son muy aparatosos. – comenta en tono casual mientras come un puñado de crispetas.

- ¿Es necesario que los usen? – pregunto con curiosidad.

- Por supuesto, de lo contrario, sufrirán mucho dolor. – la vampira me responde.

- ¿Es tan dañina esa Aura de Poder que usan? – la cuestiono nuevamente.

- Te equivocas, lo que usan los Súper Guerreros, no es nada parecido al Aura de Poder, se llama Manto de Magia, es una técnica milenaria que te permite volar, realizar una amplia variedad de ataques explosivos, cortantes, penetrantes, entre otros; – la demonio me explica – también incrementa tu fuerza, velocidad, resistencia, capacidad regenerativa, y en general, fortalece el cuerpo en cada aspecto posible.

- Eso suena increíble, ¿Por qué nosotras no usamos esa técnica? – interviene Roser.

- No sirve, – Aurora niega con la cabeza – los hechizos y habilidades son más eficientes, ya que esa técnica consume demasiadas Unidades Mágicas, además, es indispensable usar un traje especial, ya que lastima tu piel, y genera un cansancio extremo. – responde con tono serio.

- Aun así, podría resultar útil en algún momento, ¿no? me gustaría aprender esa técnica. – Roser habla con optimismo.

- Yo puedo usarla, mira…

Aurora extiende su brazo derecho para que todos la veamos, luego, un aura roja muy intensa emana de él; observando con detenimiento, parece como si su brazo estuviera cubierto por una llama que se sacude con el viento.

- ¡Increíble! – habla Katherine con sorpresa – ¿Puedo tocar esa aura?

- Adelante, pero ten cuidado, podrías quemarte si lo haces por mucho tiempo. – Aurora responde mientras pone un rostro de dolor, parece que está sufriendo.

- ¡Oh! Es muy dura y caliente, ¿por eso dices que lastima la piel? – la cuestiona nuevamente.

- Si… – desvanece la técnica – el Manto de Magia es increíblemente caliente, y entre más usas Unidades para atacar y protegerte, su temperatura va incrementando, hasta el punto en que quema tu piel; de hecho, mi brazo está ardiendo mucho, y eso que tengo la cualidad racial Alta Resistencia Mágica. – Aurora habla con tono informal.

- ¿Estás cansada? – pregunta Petra – acabas de usar esa técnica.

- Un poco, pero no es un problema si solo la utilizo unos cuantos segundos. – responde con tranquilidad – El motivo por el cual causa un gran cansancio, se debe a que tu cuerpo está siendo forzado a ir más allá de sus límites; entre más te muevas y esfuerzas, la fatiga incrementará notablemente. – Aurora habla con una experta apasionada del tema.

Ya que Aurora está dispuesta a charlar abiertamente sobre el tema, mis chicas le preguntaron sobre varias cuestiones relacionadas a ese "Manto Mágico". Al parecer, aprender esa técnica es bastante difícil, y usarla requiere una concentración extrema, además de un excelente control de Unidades Mágicas, por lo que el Manto Mágico exige todo de ti. En el pasado, el uso de esta técnica era imprescindible para un artista marcial, además de que constituía la única alternativa para aquellos que no poseían las cualidades para ser un Mago, ya que solo existían 3 Clases; Mago, Guerrero y Suplementaria.

Mientras mis chicas sostienen esa interesante plática, los peleadores ya están listos para luchar, por lo que suspenden la charla, y centran su atención en el campo. Incidentalmente, el área de batalla es tan grande como una cancha de futbol, ya que los artistas marciales realizan ataques y movimientos bastante poderosos, así que necesitan un espacio amplio para pelear adecuadamente; así mismo, hay una barrera mágica semitransparente, la cual se encarga de proteger al público, y delimita la zona de combate.

- ¡AAAAAAHHHHHH! – ambos peleadores asumen una postura de piernas abiertas, al tiempo que gritan con fuerza.

Como es de esperar, los peleadores emplean su Manto Mágico, sin embargo, los colores no son los mismos: el de uno es de color dorado, y el otro es violeta, algo muy llamativo. Aurora no tarda en explicar que esto se debe a que la tonalidad del manto, depende de la afinidad a un atributo, y el dominio de la técnica; en este caso, el que tiene el manto dorado, es del elemento Luz, y el de violeta, probablemente sea de Oscuridad, pero posee un excelente control del Manto Mágico, por lo que le es posible alterar su color para encubrir su afinidad, y obviamente, verse mucho mejor, ya que, al fin y al cabo, esto es un espectáculo. Naturalmente, cada atributo otorga ciertas ventajas que otros no pueden, como realizar ataques explosivos con más facilidad, la exclusividad de lanzar acido, por mencionar algunos.

Los trajes que usan estos peleadores, no solo evitan que se lastimen por el uso de la técnica, también proporcionan la suficiente defensa para resistir bastante bien, casi cualquier ataque del Manto Mágico; según Aurora, aunque los poderes que proporciona esta técnica suenen increíbles, en la práctica, resultan ser más débiles que cualquier Arte Especial; adicionalmente, hay varios magos y hechiceros que se encargarán de lanzar un hechizo protector, si se cree que el peleador podría resultar herido gravemente. Otro punto a destacar, es que dichos trajes cuentan con diversos logos de reconocidas empresas nacionales e internacionales; en definitiva, no importa en qué mundo te encuentres, las estrategias publicitarias son las mismas.

Luego de activar su manto, el par de hombres cargan el uno contra el otro, dando inicio a un intercambio de golpes; su lucha no solo se lleva a cabo en tierra, también lo hacen en el aire, e incluso se lanzan extrañas bolas explosivas, del tamaño de un balón de futbol. Es de recalcar el hecho de que los peleadores manipulan su Manto Mágico, el cual se expande y toma formas variadas, desde armas, escudos, barreras, esferas, cuadrados, puntas, entre muchas otras, para realizar ataques con la suficiente fuerza para que su rival ruede por el suelo varios metros, e incluso mandarlo a volar.

El estilo de combate de estos luchadores es bastante sencillo, ya que solo ejecutan puñetazos y patadas predecibles, además de ser demasiado exageradas; sus posturas los dejan completamente expuestos, y no les ayuda para nada a mantener un buen equilibrio, ni otorga la movilidad necesaria para atacar y esquivar con eficiencia; en resumen, sus movimientos se basan exclusivamente en el exhibicionismo, ya que en una pelea real, no durarían ni diez segundos antes de ser derrotados. En lo que respecta a sus ataques con el manto, solo puedo decir que son muy aparatosos e innecesariamente complicados; ni hablar de las bolas explosivas, un completo desperdicio de Unidades Mágicas, pues las lanzan sin ningún tipo de control y precisión.

Mis chicas y yo observamos el combate con emoción, al tiempo que gritaban los típicos comentarios: ¡Dale! ¡Mátalo! ¡Apuesto a que ese golpe le dolió! ¡Muévete! Por mencionar algunos; así mismo, cada quien dio su opinión respecto a cuál luchador será el ganador, el que mejor pelea, y cosas así. Debo admitir que estas "Súper Batallas" son bastante divertidas y entretenidas, a pesar de que sus ataques y movimientos, resultan inútiles en la vida real; aunque no aprendí mucho en lo que respecta a las Artes Marciales Antiguas, disfruté de un buen momento con mis mujeres, por lo que no tengo dudas al afirmar que este deporte tiene su fama y popularidad bien merecidas.

◇◇◇

Ya han pasado unas cuantas horas, y ahora mismo mis chicas y yo nos encontramos en la mansión. El evento duró más de 2 horas, en las cuales se realizaron "Súper Batallas" individuales, por relevos, en grupos, en pareja, así como de hombres y mujeres, en resumen, se hizo de todo. Un detalle a remarcar, es que en esos combates si hubo sangre, ya que los luchadores se golpeaban bastante fuerte, y las reglas son mucho más laxas de lo que se cree; lógicamente, no hubo muertes, y las lesiones fueron tratadas rápidamente con hechizos curativos.

- Las Súper Batallas son increíbles, – comenta Nona – nunca pude ir en persona a un evento de esos, y en nuestra villa era difícil ver las transmisiones, ¿verdad? – cuestiona a Sylvia y Filis.

- Sí, esta es la primera vez que asistimos a la Liga de los Súper Guerreros Definitivos. – responde Filis.

- Estoy muy feliz de ser la mujer de Agis, y compartir estos momentos con todas ustedes. – Sylvia expresa sus sentimientos.

- No se preocupen preciosas, habrá más momentos como esos. – lo digo con una sonrisa.

Actualmente, nos encontramos en el comedor, hablando ociosamente sobre temas variados, mientras comemos algo que compramos en un restaurante, ya que mis chicas no tuvieron tiempo de hacer la cena; después de todo, asistir a ese evento, nos robó toda la tarde, desde la salida, ingreso al estadio, y regreso a la mansión.

- Agis, cambiando el tema, ¿ya decidiste con quien de nosotras vas a pasar la noche? – Katherine me pregunta en tono provocativo sin un rastro de vergüenza.

Tan pronto pronuncia estas palabras, las miradas de todas mis chicas se centran en mí, algo que inevitablemente me pone un tanto nervioso.

- Yo… – me muestro pensativo – pasaré la noche con Leonora de nuevo. – lo digo con decisión.

- ¡Que! – Katherine realiza una expresión de insatisfacción – Las últimas noches las has pasado con ella, además de estar casi todo el día a su lado, ¿No crees que ya es suficiente? No tienes idea de cuánto tuve que rogarle a mi mentora para que me permitiera vivir contigo. – habla con voz exaltada – ¡Tienes que compensarme! Además, ya he discutido sobre eso con las demás, le estás dando demasiada atención a la Princesita llorona; ella solo es la segunda esposa, yo soy la primera.

- … – Leonora permanece en silencio, pero puedo ver como dobla los cubiertos en sus manos, está muy molesta.

Parece que Katherine ha dejado salir lo que tenía guardado hace varios días, o más bien, está disgustada porque solo hemos dormido juntos una vez en toda la semana, ya que la mayoría de noches, he decidido estar con Leonora, pues me preocupa que su situación empeore aún más; huelga decir que he tenido muy poco sexo con la Princesa, pues su depresión es tan grave, que tiene problemas para disfrutar del coito, y es realmente difícil hacer que se excite, algo que jamás creí que una Gelum pudiera experimentar.

- Lo siento preciosas, les prometo que la próxima vez será diferente; – me disculpo con rostro triste – sé que han sido muy pacientes hasta ahora, pero en verdad me preocupa la condición de Leonora. – digo esto mientras tomo la mano de la Gelum.

- ¡Aaahhh! – Katherine realiza un bostezo con desilusión – Agis, ¿no crees que Leonora está exagerando con su reacción? Estoy pensando que está actuando de esa manera, para que te compadezcas de ella; ya debería haberlo superado. – habla con franqueza.

- No digas eso, para Leonora era algo muy importante, aun no la conoces bien. – lo digo con amabilidad mientras acaricio la cabeza de la Gelum cabizbaja.

- Está bien, retiro lo dicho, pero… – se muestra tímida – también debes pasar la noche con nosotras, todas te amamos y queremos dormir contigo, así lo dictan las enseñanzas de la Diosa Fenicia. – acude a la fe.

- Lo sé, les aseguro que las voy a compensar a todas, ¿sí? – lo digo con una sonrisa.

- Si… – todas responden al mismo tiempo con desánimo.

Katherine y yo nos casamos oficialmente al día siguiente de su pelea con Leonora; fue un evento sencillo y reservado, de hecho, el público en general no lo sabe. La razón por la que nos es posible asistir a eventos como las Súper Batallas sin causar revuelo, se debe a que Ania difundió la noticia de que ella está tratando de romper mi maldición. Luego de casarnos, Katherine sugirió que todos nos quedáramos a vivir en la catedral, pero me pareció mucho atrevimiento, por lo que mis chicas y yo regresamos a la mansión, con lo cual, los primeros días, la Santa debía viajar desde la catedral para vernos; afortunadamente, consiguió el permiso de vivir aquí, después de insistirle a su mentora por mucho tiempo. Entiendo bien que Katherine quiere disfrutar aún más de nuestra convivencia juntos, por ello, intenta mostrarse alegre la mayor parte del tiempo; es normal que se enfade o se frustre, al ver que estoy demostrando favoritismo a Leonora.

A pesar de todo, he cumplido con mis chicas en lo concerniente a citas y relaciones de pareja; también paso tiempo con ellas de vez en cuando; sin embargo, no puedo apartar la idea de que Leonora podría hacer alguna tontería, así que me abstengo de hacerlo en la mayoría de ocasiones. La situación de la Princesa Gelum, es un poco parecida a la que sufrió Leila cuando era niña, o Camelia al descubrir la verdad detrás de su enfermedad; esos fueron momentos cruciales para ellas, justo como lo es hoy con Leonora; como su esposo, no puedo ignorarlo ni quedarme tranquilo; estoy seguro de que la Gelum recuperará su ánimo muy pronto.

Después de terminar de cenar, hablar un rato más con mis chicas, y consentir a Katherine y Leta para que no se desesperen, Leonora y yo por fin estamos solos en mi habitación; debo aprovechar esta oportunidad para conversar con ella, y lograr que cambie su actitud. En este momento, la Princesa Gelum se encuentra sentada en el borde de la cama, ni siquiera se ha cambiado de ropa, solo se queda mirando al suelo con los ojos perdidos, ajena a la realidad, absorta en sus pensamientos; ver a Leonora de esa manera, me produce mucha tristeza. Reflexionando un poco, es posible que las palabras de Katherine fueran más duras para la Gelum de lo que pensaba.

- Cariño, – me acerco a ella, levanto su mentón y la miro a los ojos – ¿Qué te pasa? Parece que en realidad no estás aquí, ¿No vas a cambiarte de ropa? – le pregunto con preocupación.

- Yo… – desvía la mirada – yo voy a esperar a que te duermas primero. – lo dice con rostro melancólico.

- ¿Por qué? – la cuestiono nuevamente con incomprensión.

- Tal vez no quieras ver el cuerpo desnudo de una perdedora como yo. – habla con voz triste.

- ¿Qué? – pongo rostro extrañado – No, tu eres una mujer hermosa, ya he visto tu cuerpo muchas veces, y mi opinión no va a cambiar. – lo digo con amabilidad y le doy un beso en la boca – Dime, ¿Por qué te comportas de esta manera? No tienes que odiarte a ti misma, o deprimirte tanto por perder una pelea, yo te sigo amando igual, y las demás te respetan como al principio, de lo contrario, no serías la segunda esposa. – expreso mis verdaderos pensamientos.

- Yo quiero ser la primera… – lo dice mientras lagrimas salen de sus ojos.

- Cariño, ya lo eres para mí, no tienes que ponerte así. – lo digo con amor y limpio sus lágrimas.

- ¿En serio? – pregunta con incredulidad.

- En serio, – asiento – porque crees que estoy aquí contigo. – la abrazo.

Lo que acabo de decir es mitad mentira; Leonora no es la numero uno para mí, porque cada una de mis chicas es igual de importante; sencillamente, respondí de esa manera, para que la Gelum se percate de su actitud negativa, y decida cambiar, o al menos, que sea un poco más optimista.

- Entonces demuéstralo. – me mira con expectación.

- ¿Demostrarlo? Lo hago todos los días. – respondo con confianza mientras me separo de ella – Entiendo que debe ser duro para ti pasar por esto, pero con el tiempo te acostumbrarás; en verdad, no tienes que comportarte de esta manera, me tienes muy preocupado. – realizo un comentario bienintencionado.

- Si en verdad soy la numero uno para ti, quiero que hagas algo más importante y especial. – lo dice con rostro serio.

- Lo haré, si con eso dejarás de estar tan deprimida, y vuelves a ser la misma de antes. – me muestro firme.

- Entonces, yo… – se muestra dubitativa – yo quiero que me embaraces, deseo que tengamos un hijo. – habla con determinación.

- … – la miro con los ojos abiertos en estupefacción.

Cuando pienso en tener un niño, lo veo como una posibilidad muy lejana; francamente, este no es el momento adecuado: padezco esta horrible maldición, que me atormenta día y noche; después de recuperarme, voy a enfrentar enemigos poderosos; finalmente, dentro de unos años, se producirá la Decimosexta Incursión de los monstruos, por lo que indudablemente tendré que luchar para sobrevivir y proteger a mis seres queridos. En otras palabras, me encuentro en una época muy complicada; además, muchas cosas impredecibles pueden ocurrir, y no sé si soy capaz de lidiar con todos los inconvenientes que se presenten en el camino.

- ¿Acaso te desagrada la idea de tener un hijo conmigo? – me pregunta con ansiedad.

- No, no, claro que no… – respondo de inmediato – es solo que… este no es el momento adecuado; mírame, tengo esta horrible maldición, y cuando logre recuperarme, voy a enfrentar enemigos muy fuertes. – expreso mis pensamientos con honestidad – Aunque ahora estamos viviendo una temporada de paz y tranquilidad, dentro de poco, eso cambiará; surgirán problemas, y no estoy seguro de poder soportar todo lo que vendrá. – realizo una pausa – Podríamos intentarlo después de que pasen esas cosas; yo no quiero ver nacer a mi hijo en una época de caos.

- Son excusas. – Leonora habla con tristeza, mientras baja la vista – Dices que soy la numero uno para ti, pero no puedes cumplir mi deseo. ¿No soy lo suficientemente buena? Apuesto que si fuera Katherine, dirías que sí sin pensarlo. – lo dice entre lágrimas.

- No es eso Cariño… – la abrazo una vez más – no has pensado que es muy pronto, yo solo tengo 19 años, y tu cumpliste hace poco los 29; – me alejo y la tomo de los hombros – creo que aun somos muy jóvenes. Podemos esperar unos cuantos años más, ¿No crees? – intento apelar a su sentido común.

- Estoy en mi momento óptimo, las Gelum solo somos fértiles hasta los 60 años, y entre más envejecemos, la dificultad para embarazarnos aumenta. – Leonora me refuta – Además, me lo prometiste cuando nos casamos, ¿Recuerdas? – apela al Pacto de matrimonio – Sé que has cumplido con nuestro Pacto, y todavía falta mucho para el sexto año, pero podemos hacerlo antes de tiempo sin problemas. – habla con optimismo.

- … – guardo silencio y me torno pensativo.

La manera en que Leonora dice las cosas, hace parecer como que si no lo hacemos ahora, después será casi imposible conseguirlo; adicionalmente, no puedo ignorar la posibilidad de que me lo esté pidiendo con tanta insistencia, debido a algún tipo de instinto materno. De todos modos, no era consciente de que la fertilidad de las Gelum era tan corta, comparada a su larga esperanza de vida; no obstante, resulta lógico, de lo contrario, habría familias con más de 15 hijos, lo que sería una locura. En lo concerniente a nuestro Pacto, es cierto que logré obtener las 4 esposas antes del quinto año, por lo que embarazarla ahora no es nada descabellado, considerando que a medida que pase el tiempo, habrá más complicaciones.

- Desde que perdí esa batalla contra Katherine, no puedo sacarme la idea de que soy un fracaso como mujer, al no ser capaz de mantener mi posición como tu primera esposa; – Leonora toma la palabra al notar que estoy dubitativo – he deshonrado a mi difunta madre, y a mi familia. ¿Qué pensará mi padre al saber que soy la segunda? ¿Merezco ser la Emperatriz? ¿Quién va a seguir a una perdedora y segundona? – se cuestiona con aflicción – Esas preguntas resuenan en mi cabeza todo el tiempo, y me atormenta conocer las respuestas; es por eso que cuando estoy haciendo el amor contigo me siento sucia, y pienso que debe ser una experiencia desagradable para cualquier hombre, penetrar a una mujer como yo; ya no tengo honor, ni valía como una dama. – realiza una expresión de profunda tristeza – Por eso quiero ser la primera en darte un hijo, de esa manera, al menos, podré ver a la cara a mi padre y a mi pueblo, demostrando que estoy cumpliendo como mujer, y volver a sentirme segura conmigo misma. – habla con sinceridad.

- Cariño, no te desprecies de esa manera, – digo esto mientras la tomo de la mano – eres una chica maravillosa, con un cuerpo fantástico, no hay forma en la que me sienta desagradable al hacerte el amor… – hago una pausa para reunir valor – si realmente tener un hijo hará que te sientas mejor, yo estoy dispuesto a hacerlo, pero me gustaría que a partir de ahora intentes ser más positiva, que socialices con las demás, como lo hacías antes; y si es posible, logres llevarte bien con Katherine. – le hablo con cariño y amabilidad.

Aunque no estoy completamente preparado para tener un hijo, la expresión desconsolada de Leonora, me dice que, de negarme, afectará gravemente su autoestima de manera permanente; temo que la Gelum no pueda recuperarse nunca, e incluso empeore su estado notablemente, algo que sería muy doloroso de ver. Adicionalmente, estaba subestimando la importancia de ser la primera esposa para ella, y el gran impacto que fue perder su lugar; seguramente, en su cultura y crianza, debe tener un significado más profundo. Por otra parte, tengo mucha inquietud respecto a cómo educar a mi futuro hijo; en mi otra vida, hice lo mejor que pude para transmitir todos mis valores, y enseñarles a ser una buena persona; sin embargo, las cosas son muy diferentes en este mundo, mis ideales pueden ser equivocados, y causarles problemas.

- Mi Amor, yo te amo… – me da un beso apasionado – te prometo que te daré un hijo sano y fuerte. – seguidamente, se pone de pie y empieza a quitarse la ropa.

- Si… – respondo con nerviosismo.

- Mi Amor, puede que no sea un buen momento para empezar, y tal vez no estés tan dispuesto, pero, quiero que me hagas el amor justo ahora… – lo dice mientras me quita la ropa con cuidado – intentaré hacer lo que me pides, y por eso voy a iniciar luchando contra mi disfunción sexual ahora mismo.

Por lo visto, mi respuesta ha motivado bastante a Leonora, pues esta es la primera vez desde la pelea con Katherine, que se muestra animosa de tener sexo, ya que en las otras ocasiones, se estaba obligando a sí misma, únicamente por cumplir como mi esposa, algo muy deprimente. Obviamente, debo responder a sus intenciones de la mejor manera, y por ello, voy a sacar las ganas de donde sea para corresponderle adecuadamente. Aunque me despierte inquietud embarazarla y tener un hijo, eso no ocurrirá de manera inmediata, por lo que tengo la oportunidad de prepararme física y mentalmente para ese momento; no obstante, ahora que lo pienso, esto debe mantenerse como un secreto entre los dos, de lo contrario, el resto de mis chicas también querrán lo mismo, lo que me pondrá en una difícil posición.

- Cariño, puede que esto suene mal, pero quiero mantener en secreto el hecho de que estoy intentando dejarte embarazada. – digo esto mientras acaricio con ternura el rostro de la Gelum.

- Por supuesto, sería muy malo que las demás te pidan lo mismo, y complicaría las cosas para ambos. – Leonora accede sin cuestionar – Además, estoy feliz de que esto se mantenga únicamente entre tú y yo; me hace entender lo importante que soy para ti. – lo dice con mucho afecto.

Posteriormente, Leonora y yo comenzamos a besarnos y acariciarnos mutuamente con pasión y delicadeza; como era de esperar, la Gelum todavía tiene dificultades para excitarse, por lo que alargamos el preámbulo el tiempo necesario, hasta que su erotismo despertara completamente. A diferencia de las otras ocasiones, no fue una relación sexual frenética, al contrario, lo hicimos con suavidad y sensualidad, por lo que tardamos mucho más de lo habitual para llegar al clímax; en verdad, no recuerdo la última vez que lo hice de esta manera con Leonora o alguna de mis chicas, pues ellas son demasiado entusiastas y pervertidas. Considero que esta noche de sexo con la Princesa Gelum, es una de las más placenteras y románticas, a pesar de todos los inconvenientes.

◇◇◇

Mirusmari, Viemars 30 de October del 1575.

El encuentro sexual de aquella noche con Leonora, sumado a la importante plática que tuvimos, se convirtió en un punto de inflexión para ella; desde entonces, su actitud ha mejorado mucho: ya no es tan apática, se esfuerza por hablar con las demás y ser sociable, se alimenta como es debido, e incluso está retomando sus actividades cotidianas como hacer ejercicio, entrenar, entre otras cosas; en verdad, me llena de alegría ver que se está recuperando relativamente rápido de su depresión. Lógicamente, la Gelum y yo hemos hecho el amor varias veces en estos días; algo que me pone un poco nervioso, es que luego de cada relación, Leonora tiene la manía de tocar su vientre, como si ya estuviera embarazada, haciéndolo durante un tiempo considerable, lo que me hace pensar que, tal vez, me precipité en acceder a su petición.

Ya que Leonora se muestra mucho más animada y saludable que antes, he logrado compensar adecuadamente a mis chicas; tuve citas con cada una, en las que salimos a comer, bailar, pasear, beber, a piscina, por mencionar algunas; por supuesto, también he tenido sexo con todas, por lo que actualmente mantienen un buen humor; así mismo, existe un ambiente sosegado en la mansión. Aunque la rivalidad entre Aurora, Leta y Camelia siempre está presente, pareciera que con el pasar del tiempo, el hada está cediendo poco a poco; por su lado, la sirena es mucho más amigable, y las discusiones cada vez son menos frecuentes. Del mismo modo, no se han presentado problemas entre la Princesa Gelum y la Santa; aun así, todavía falta mucho para que puedan llevarse bien.

Durante estas semanas, no solo me he dedicado a complacer a mis mujeres, también estudio magia, realizo entrenamientos matutinos, investigo sobre maldiciones con la ayuda de Katherine, para encontrar la forma de romper mi maleficio por mi cuenta, ya que el hospital no está progresando; finalmente, he aprovechado que la situación es mucho más calmada, para aclarar ciertos detalles con Leonora y Aurora. En primer lugar, las cuestioné sobre su desconocimiento respecto al verdadero propósito del Gremio de Aventureros; la Princesa Gelum respondió que en Ferruarum no existe, y nunca estuvo interesada en saber nada acerca de esa organización. La vampira me dijo que, si bien, en el Reino Regem si existe el gremio, su abuelo, como buen Rey Demonio, es muy hermético en lo que respecta a información delicada, y lo poco que sabe sobre la Asociación de Reencarnados, es debido a que presionó a uno de sus subordinados.

En segundo lugar, hablé con Leonora sobre el tema de que yo voy a ser el emperador en las sombras; le pregunté la razón por la que me ocultó ese detalle tan importante. La Gelum fue honesta conmigo, y me dijo que su padre le ordenó que no lo mencionara, ya que él mismo se encargaría de hacerlo; adicionalmente, admitió que ni siquiera ella misma conoce el verdadero trabajo de su padre, ya que él se reúne a puerta cerrada con muchas personas, y nunca habla sobre ello; en consecuencia, tampoco sabría explicarme con conocimiento de causa, lo que realmente implica ser el emperador; finalmente, agregó que su padre y tía, que también es su madre en un sentido familiar, seguirán en su cargo al menos 15 años más, así que considera que contamos con el tiempo suficiente para resolver mis dudas, y prepararnos en todo lo concerniente a gobernar un país, por lo que no debería preocuparme.

Por último, abordé el asunto que más me causa intriga, el periodo de gestación de una Gelum, y el procedimiento de dar a luz. Leonora me habló de ello con bastantes detalles, además de mostrar mucha ilusión; lo que me contó fue revelador. Una vez la embarace, el bebé nacerá 6 meses después; tal parece que esta raza tiene un sistema reproductor más "sofisticado", por decirlo de alguna manera, logrando acelerar con gran rapidez, el desarrollo del feto, sin comprometer la condición física de la madre, con lo cual, Leonora podría correr, saltar, e incluso pelear si se lo propone; no obstante, se volverá notablemente más débil, ya que todas sus cualidades raciales se verán limitadas temporalmente, pues su cuerpo tendrá que mantener otra vida.

En lo concerniente al parto, afirmó que es idéntico al de los humanos, con la diferencia de que el bebé, ya sea Gelum o no, será muy pequeño y con poco peso, comparado con un recién nacido de una humana; no obstante, crecerá rápidamente, hasta alcanzar el tamaño de un niño normal; esto es gracias a que la leche materna de esta especie, acelera este proceso, sin comprometer la salud o causar algún otro inconveniente. Leonora me mostró un libro ilustrado sobre maternidad, donde se puede apreciar que los bebés de las Gelum, generalmente miden entre 20 y 22 centímetros, y pesan entre 1,2 y 1,7 kilogramos, menos de la mitad que un recién nacido humano; de la misma manera, la barriga de una chica embarazada, es considerablemente más pequeña.

Ahora mismo, me encuentro en la habitación de Leonora, con el fin de realizarle la prueba de embarazo, ya que tuvimos sexo hace unos 2 días. Incidentalmente, las Gelum no tienen algo semejante al periodo menstrual, por tanto, pueden quedar embarazadas en cualquier momento; en otras palabras, no existe tal cosa como días "seguros", ¡todos son de riesgo! Hablando de las pruebas de embarazo en cuestión, Leonora afirma que son 100% certeras, ya que analizan la sangre y el cuerpo minuciosamente; respecto a su apariencia, se trata de un Artefacto Mágico de color blanco, del tamaño de una caja de zapatos, con una pantalla táctil en la parte superior donde muéstralos resultados.

- Mi Amor, voy a empezar con la prueba. – habla con voz decidida.

- Si… – respondo con inquietud.

La Gelum toca la pantalla del Artefacto, luego, se divide a la mitad, en la cual introduce su brazo, seguidamente, el aparato se cierra a su alrededor; posteriormente, se escucha un sonido mecánico, una clara señal de que la máquina está trabajando. No sé si se trata de alguna costumbre de su raza, pero Leonora insiste en que debo estar con ella a la hora de realizar la prueba; seguramente, permanecer a su lado implica apoyo moral o cosas así, por lo que no tengo opción. Cabe mencionar que esta no es la primera vez, de hecho, es la quinta; cuando el resultado es negativo, la Princesa Gelum siempre me pide disculpas por no lograrlo, algo que me pone muy incómodo. Aunque suene egoísta de mi parte, deseo que aún no esté embarazada, todavía no estoy mentalmente preparado.

Al cabo de unos minutos llenos de ansiedad, el Artefacto realiza un sonido de timbre, indicando que ha finalizado su análisis; en la pantalla se pueden leer las palabras: "NO EMBARAZADA". Debo admitir que una parte de mí, se siente aliviada, pero la otra se encuentra triste, tanto por Leonora como por saber que no lo conseguimos. Huelga decir que en Alfa, estas pruebas de embarazo son extremadamente baratas, e incluso las realizan gratis en los hospitales; la Princesa Gelum la compró, ya que es la mejor manera para evitar que las demás se enteren.

- Mi Amor, perdóname por no ser capaz de darte un hijo… – lo dice con tristeza mientras retira su brazo del Artefacto.

- No te lamentes Cariño, podemos seguir intentando, no todo ocurre a la primera. – lo digo mientras la abrazo cariñosamente.

- Si… – lo dice con voz baja.

Al terminar el abrazo, Leonora procede a guardar el Artefacto en su [Almacenamiento]; claramente, se encuentra un poco deprimida, una reacción normal.

- ¿Será que ni siquiera soy apta para darte un hijo? – se pregunta a sí misma mientras lagrimas salen de sus ojos.

- Ya te lo dije, no es eso, solo necesitamos tiempo, o tal vez yo soy estéril… – la aparto de mí con cuidado, y digo esto con tono pensativo.

- No, tú no eres estéril, lo consulté con el Curandero cuando estabas en recuperación, soy yo la que tiene el problema. – me responde con aflicción.

- Empezamos hace poco, creo que no es tan sencillo que una mujer se embarace tan rápido; no te desanimes, ¿sí? – hablo con optimismo.

- Mi Amor, yo no voy a rendirme hasta lograrlo. – lo dice con determinación.

- Así me gusta… – le doy un corto beso en la boca.

La Gelum y yo continuamos platicando un rato más para animarla; Leonora manifestó con mucho anhelo su deseo de ser madre, los planes a futuro para nuestro hijo, entre otros temas. Con el paso del tiempo, la Princesa recupera su optimismo, y empezamos a hablar de nuestra infancia, como éramos cuando niños, y cosas así; en ese momento, recuerdo que no he conversado con mis padres. A pesar de que abandoné Villa Limes hace años, nunca he perdido contacto con mi familia; periódicamente, hablo con Juno o Egeo, para enterarme un poco de la situación de la familia Jardiel; naturalmente, lo hago por medio del Artefacto de Comunicación Portátil. Aunque Egeo me dice que no hace falta, de vez en cuando, envío un poco de dinero para que no sufran problemas económicos; por supuesto, esto es fácil de hacer, gracias a los bancos, porque sí, en Alfa existen dichas entidades, y es posible realizar toda clase de transacciones monetarias al igual que en la Tierra.

- Mi Amor, ¿Ocurre algo? Te vez muy pensativo. – Leonora me pregunta con preocupación.

- No es nada, es solo que no hablo con mis padres desde hace tiempo. – respondo con nostalgia.

- Es verdad, si quieres, puedo llamarlos con mi Artefacto, a mí me gusta hablar con tu madre, se nota que es muy cariñosa; mi madre era muy estricta conmigo, pero también me amaba mucho. – Leonora lo dice con una sonrisa.

- De acuerdo, hagámoslo. – hablo con decisión.

- [Almacenamiento] – la Gelum saca el Artefacto.

Leonora procede rápidamente a llamar; lógicamente, estos Artefactos tienen una función para realizar comunicación compartida, por lo que es posible sostener charlas telepáticas entre varias personas, siempre y cuando estén en contacto con el aparato. La Gelum, al igual que todas mis mujeres, ha hablado con mis padres en varias ocasiones, e incluso conoce su apariencia; irónicamente, yo nunca he sostenido una conversación con la Emperatriz, ni con el padre de Leonora, ya que a su familia no le gusta usar esos medios, y prefieren emplear cartas, pues parece que la "señal" de estos Artefactos puede ser interceptada; también he de decir que todavía no quiero hacerlo, no sabría de qué hablar.

- [¿Papá? ¿Mamá?] – hablo al notar que la llamada fue contestada]

- [¡Hijo! Soy yo, tu mami, no sabes cuan feliz me hace escuchar tu voz. – Juno me responde con voz alegre]

- [Yo también estoy feliz de escucharte, parece que estás bien. – lo digo mientras sonrío para mí mismo]

- [Si, y como yo, todos están bien, tu papi, Ceres, Luzbel, Víctor, y tus hermanas. – habla en tono casual]

- [Ya veo, me alegra saberlo. – hablo con optimismo – Ahora mismo estoy con Leonora. – integro a la Gelum a la conversación]

- [Madre, es un placer volver a hablar contigo. – Leonora habla en tono formal]

En Alfa no existe, o más bien, no se usa la palabra suegros para referirse a los padres de tu cónyuge, en su lugar, es preferible llamarlos por sus nombres, o mejor aún, padre y madre con respeto; por lo visto, es una manera de ser más íntimo e informal, ya que decir suegro, implicaría que los consideras personas ajenas a ti, y que realmente no son tu familia. Ya que Juno y Egeo son tan confianzudos, le pidieron a la Princesa Gelum que los llame de forma más familiar, por lo que las cosas resultaron así.

- [¡Oh! Mi querida Leonora, que dicha escucharte; – Juno habla en tono muy familiar – la última vez que hablé con mi Agis, mencionó que estabas muy deprimida, ¿Ya te encuentras mejor? – pregunta con preocupación]

- [Sí, Madre, Agis y yo tuvimos una importante charla, y eso ayudó mucho en mi recuperación. – Leonora lo dice mientras me mira con picardía]

- [Que bueno; – Juno lo dice con tono aliviado – pero, querida, pienso que no deberías deprimirte tanto por ser la segunda esposa; yo soy la tercera y no me preocupo por ello. – expresa su opinión]

- [Te entiendo Madre, pero había hecho una promesa con mi padre, además, es algo muy importante para mí como mujer, y como Gelum. – Leonora habla con honestidad – Pero ya estoy bien, poco a poco lo voy aceptando, y tu hijo me está compensando con algo muy especial. – lo dice con una sonrisa audaz]

- [Ya veo, me alegra mucho saber que estás bien, y perdona si no entiendo las costumbres Gelum. – mi madre lo dice con tono de disculpa]

- [No te preocupes Madre, sé bien que no lo dijiste con mala intención. – Leonora lo dice con tono gentil]

- [Hijo, tu hermana Marian pregunta por ti todos los días, ella te extraña mucho; de hecho, está aquí a mi lado escuchando. – Juno cambia el tema]

- [¡Hermano! ¡Te extraño mucho! Quisiera verte y mostrarte mi Estado, ¡Es increíble! Y cuando despierte mi don, tal vez un día pueda ser tan fuerte como tú. – Marian habla con admiración]

Hace un tiempo, hablé con Egeo y Juno expresándoles mis preocupaciones y comenté la situación de mis chicas; a estas alturas, Egeo es mucho más que mi papá en este mundo, lo considero mi maestro, ya que gracias a él, he logrado mantener la compostura ante 10 mujeres, que exigen todo de ti constantemente. Naturalmente, el hombre me confirmó que Marian es portadora de un don; aunque no es posible saber con certeza cuál es, muchos afirman que, por sus ojos dorados, seguramente, son los legendarios Ojos de Realidad; un poder ocular increíble, que permite manipular la magia a tal punto que es posible hacer cosas inverosímiles.

Ya que mi hermanita posee un potencial increíble, Juno y Víctor se debaten constantemente, entre convertirla en una Santa o Apóstol de la iglesia, o enlistarla en el Ejército de la Alianza, donde seguramente se uniría a la División de Fuerzas de Élite, o al Cuerpo de Caballeros Estatales. Ya sea suerte o desgracia, Marian quiere seguir mis pasos, es decir, ser una Aventurera; antes de saber la verdad, la estaba animando a eso, pero ahora tendré que retractarme, e intentar convencerla de que escoja otra profesión.

Huelga decir que Marian no es una reencarnada, y estoy completamente seguro de ello, de lo contrario, se mostraría aterrada por las costumbres de Alfa, lo que se vería reflejado en su actitud y forma de pensar; además, Katherine me dijo que las Extranjeras, son rápidamente detectadas y ejecutadas cuando son niñas, y las que logran pasar desapercibidas, son descubiertas fácilmente, debido a su comportamiento arrogante, y tendencia a tener muchos amantes escondidos, pues eso es un sacrilegio, y nadie se atrevería a hacerlo, especialmente una mujer. Dicho esto, Marian es una niña muy dulce que sigue las costumbres de Alfa, como lo hace cualquier habitante; contrario a lo que fui yo, ella no destaca demasiado en los estudios, y juega con sus amigas como cualquier chiquilla, ignorante a la complejidad de este mundo.

- [Yo también te extraño mucho; papá me ha contado que te has convertido en una niña muy bonita, justo como mamá. – hablo en tono cariñoso]

- [Yo soy más bonita, ¿cierto mami? – pregunta a Juno]

- [Claro que sí, Marian es la niña más hermosa del mundo. – responde amorosamente]

Leonora y yo seguimos hablando por un buen rato con Juno y Marian; tratamos temas triviales como: las amigas de la escuela de mi hermanita, las novedades de la casa, como se desempeñan el resto de mis hermanas con sus esposos, y la situación de Víctor con sus 5 mujeres. Mi hermano tuvo que casarse con un grupo de elfas, que vinieron desde el Reino de Silva, expresamente a convertirse en sus mujeres; ya que el Departamento de Orden Público, al ser una división del Ejercito de la Alianza, y conociendo la situación de la raza Élfica en lo concerniente a la natalidad masculina y hombres disponibles, le ordenaron que tomara como esposas a esas mujeres, o la milicia de los humanos sería fuertemente criticada, algo que no van a permitir.

Como un buen soldado, Víctor aceptó, y ahora vive en casa con un quinteto de elfas muy hermosas, que intentan seducirlo todo el tiempo, tratando de ganarse su afecto a como dé lugar. En consecuencia, Egeo, Juno, Ceres, Luzbel, y Marian, tienen una convivencia muy apretada, ya que mi hermano aun no encuentra una casa para vivir por su cuenta, o más bien, no quiere hallarla, pues todavía no termina de hacerse a la idea de estar solo en una vivienda con esas chicas. Curiosamente, Juno me dice que esas mujeres son bastante jóvenes, tienen menos de 20 años, y a pesar de eso, se muestran ansiosas por tener hijos, pues parece que así es la cultura de los elfos de ese país.

Por otra parte, Royse se casó hace un año con un humano de la villa, por lo que actualmente está viviendo en otro lugar; de igual manera, Nelia y Thais están casadas con un hombre de Patet, así que ahora viven en la ciudad, y al parecer, son muy felices. Todavía pienso que es muy extraño que ambas se comprometan con el mismo hombre, pero en este mundo eso es algo normal y cotidiano; según Juno, es un buen método para mantener las relaciones familiares más compactas, y sobre todo, le ahorra mucho tiempo y esfuerzo a Thais, quien es la menor, con lo cual, tendría más dificultades para encontrar marido, ya que las hadas son vistas como mujeres difíciles de manejar.

- [Sabes hijo, extraño mucho tenerte en mis brazos y abrazarte con fuerza, ¿Recuerdas cuando eras niño y dormíamos juntos? – me pregunta con añoranza]

- [si, jejejejeje… – respondo con vergüenza]

- [Por eso he hablado con todos, para ponernos de acuerdo e ir a visitarte; tus hermanas quieren presentarte a sus esposos, y ellos también quieren conocer a su nuevo hermano, ¿Qué te parece? – me cuestiona con anticipación]

Esta es una situación incómoda, no solo por el hecho de que Juno trajo a mi mente los momentos en que dormíamos juntos, si no al hecho de conocer a mis supuestos "nuevos hermanos"; francamente, no quisiera conocerlos, ya tengo suficiente con lo que Egeo y Juno me cuentan sobre ellos, además, me sentiría extraño viendo al par de hadas coquetear frente a mí con el mismo hombre, sumando que Royse es la tercera esposa de su respectivo marido, lo que incrementa mi incomodidad. Para rematar, no puedo olvidar las 5 esposas de Víctor, lo que haría de la reunión familiar, algo demasiado extraño, con eso de las presentaciones y otras cosas.

- [Creo que sería algo increíble, pero no tienen que venir todos, si solo fueras tú, papá, mamá Ceres, mamá Luzbel y Marian, pienso que así es más que suficiente. – intento disuadirla]

- [No te preocupes por eso, todos nos hemos puesto de acuerdo, y contamos con el dinero suficiente para el viaje; – insiste – el marido de Nelia y Thais, es un comerciante que gana mucho dinero, por lo que se ofreció a cubrir los gastos, con el fin de conocer al Héroe Agis Jardiel, ¿no te parece increíble? – apela a mi fama.

- [Madre, pienso que es una excelente idea, un encuentro familiar, eso es algo muy raro en mi país; – interviene Leonora – desde que se casaron varias de mis hermanas, no las he vuelto a ver. – lo dice con voz ligeramente triste – Además, creo que es el momento perfecto, en la mansión que vivimos actualmente, hay suficiente espacio para todos; también, quisiera verte a ti como a mis hermanas y hermanos en persona. – lo dice con entusiasmo]

- [Entonces está decidido, voy a comunicarme con las demás para elegir un día, y llegar todos juntos. – Juno lo dice con emoción – Hijo, no tienes idea de lo maravilloso que será reunirnos como una familia una vez más. – habla con ilusión]

- [Mamá, en serio, no tienes que tomarte tantas molestias, si es por reunir a la familia, yo podría ir a Patet y Villa Limes después, no tienes que hacer que todos realicen un viaje tan largo hasta la capital. – lo digo afanosamente]

- [Hijo, no digas tonterías, ¡vamos a ir todos! – no cede – tu hermanita Marian está saltando de felicidad en este momento. – habla con alegría]

De esta forma, se decidió que toda la familia Jardiel se reuniría una vez más; la conversación prosiguió con la discusión de la fecha, cual transporte usar, el equipaje, entre otras cosas. Con resignación tengo que aceptar el hecho de que vendrán, y sin dudas, esos serán momentos muy embarazosos para mí; sin embargo, no puedo evitar sentirme un poco contento, pues volveré a ver a mis seres queridos, por lo que estoy oscilando entre la dicha y vergüenza.