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CAPÍTULO 26 LA MOTIVACIÓN DEL MONSTRUO.

Perspectiva: Zephyrius.

Bosque Ardus, Viemars 08 de Augustus del 1574.

En el año 1501, cuando llegué a través de La Brecha, estaba completamente seguro de que conquistaríamos este mundo. Pensaba que las 10 Razas eran extremadamente débiles, ignorantes e inútiles; no podía entender por qué aun no ganábamos la guerra; pero al enfrentarme cara a cara contra los guerreros más fuertes del Ejército de la Alianza, entendí la razón de nuestras constantes derrotas; no se trata de fuerza, inteligencia o tecnología, es simplemente que estos insectos que se hacen llamar "personas", tienen la ventaja del territorio, la magia funciona de una forma diferente, y otros factores que los altos mandos no tomaron en consideración; como resultado, hemos sufrido considerables pérdidas.

En este mundo llamado Alfa, la fauna, flora, magia, compuestos químicos, y de más elementos, son completamente diferentes al nuestro. Aunque las disparidades medio ambientales pueden resolverse con tiempo y recursos, hay un aspecto irremediable, y es precisamente una de las principales causas de nuestras continuas derrotas, la magia. Las leyes mágicas son completamente distintas; en nuestro mundo, para realizar un hechizo, solo es necesario entender sus principios básicos, y contar con la cantidad requerida de Energía Mágica; lo mismo se aplica a las habilidades y demás técnicas. Sin embargo, en Alfa esto es mucho más complicado y existen otros requisitos difíciles de lograr, si no se cumplen, se debe pagar un alto precio. Adaptarse a estos cambios es sumamente complicado, si a ello sumamos que nuestros hechizos, dones y habilidades no son compatibles con los de Alfa, la situación se vuelve crítica; la gran mayoría de nosotros podemos hacer uso de los hechizos, dones y habilidades con los que estamos familiarizados, no obstante, estos funcionan de forma irregular y producen graves efectos secundarios como la incapacidad de utilizarlos consecutivamente, dolor, debilidad, entre otros; en consecuencia, muchos de mis camaradas han muerto, y en mi caso, fui gravemente herido por aquellos guerreros del ejército enemigo; me vi obligado a escapar con el rabo entre las piernas, fue denigrante y despreciable, pero lo hice por el bien de mi raza, los Progidium.

Entendiendo que las leyes de la magia no se pueden cambiar, nuestros antepasados intentaron adaptar el medio ambiente de acuerdo a nuestras necesidades. Con el uso de nuestra Energía Mágica, que los ignorantes de este mundo catalogan como Corrupción, llevaron a cabo exitosamente ese objetivo; no obstante, estos seres inferiores de las 10 Razas, encontraron la forma de lidiar con nuestra Energía Mágica; como resultado, la adaptación del medio ambiente no ha sido muy eficaz.

Como nuestras desventajas mágicas y territoriales son imposibles de remediar, he dedicado todos mis esfuerzos en otros campos para compensarlo, pero los obstáculos son enormes. En primer lugar, en este mundo, hablan una lengua primitiva llamada Unuslingua, por lo que leer, escribir y comunicarme en este idioma fue muy complicado; en segundo lugar, me llevó décadas comprender los fundamentos de la magia y la ciencia de este mundo; finalmente, fue un gran reto entender cómo funciona la política, cultura y sociedad. La dificultad y tiempo que tomó aprender todos estos conocimientos, no se debió a mi falta de intelecto, simplemente, no es sencillo acceder a esa información cuando estás malherido y todos quieren matarte.

Tardé décadas en comprender el funcionamiento de este mundo, y entonces, pude determinar cuáles son sus debilidades; si posees las herramientas a la mano, hay muy pocas cosas que no puedes hacer. Para resumirlo en una frase, la raza humana es la clave; comprendí esto al notar como se desenvuelven las sociedades de las otras 9 especies.

Como primera medida, todas las razas dependen en mayor o menor grado de los humanos, ya sea en el aspecto reproductivo, científico, mágico, intelectual, tecnológico, económico o social; por ejemplo, las Gelum requieren de los humanos para mantener su alta densidad poblacional, sin mencionar que la gran mayoría de sus conocimientos mágicos y tecnológicos, están basados en los descubrimientos realizados por humanos.

Como segunda medida, la humanidad ocupa los puestos más importantes tales como líderes políticos y estrategas militares; son los dirigentes de las organizaciones más importantes como el Gremio de Aventureros, el Ejército de la Alianza, el Gremio de Comerciantes, Etc.; mientras que los miembros de las otras razas casi siempre son sus subordinados.

Finalmente, la raza humana es la más numerosa, y la única que habita en todos los continentes en mayor o menor proporción; adicionalmente, las naciones más poderosas como Ferruarum, Lignum e incluso el Reino Profudum de los Marinus, demandan constantemente la presencia de humanos, ya sea como sus parejas, ayudantes e incluso jefes.

Con todo lo anterior en consideración, no hay duda al afirmar que la humanidad representa un pilar fundamental para todas las razas; así mismo, podría ser la perdición de esta civilización. Derrotarlos es de suma importancia para asegurar la conquista de mi especie; por ello, hace poco menos de 15 años, decidí crear y reclutar subordinados fuertes y leales para atacar asentamientos humanos con el fin de disminuir su poder, de esta manera, cuando se abra la Brecha una vez más, extinguiría esta raza junto a mis camaradas.

Durante 3 años, realicé asedios sin descanso a lo largo y ancho de todo el continente Humus; logré penetrar las defensas de muchas ciudades, pueblos y villas; secuestré a sus crías y las convertí en subordinados para continuar atacando hasta alcanzar mi objetivo; no obstante, descubrí que la fuerza no es suficiente para acabar con los humanos, las otras 9 razas les apoyan incondicionalmente; saben muy bien que si los humanos caen, ellos serán los siguientes; sin mencionar que los requieren para mantener su poder y estatus. También está el hecho de que fue sumamente ineficiente, perdí tiempo y recursos en acciones que no proporcionaron ningún beneficio.

Teniendo en cuenta las diversas circunstancias y obstáculos, diseñé un meticuloso plan para destruir a los humanos desde su interior, generando desunión y discordia para que se maten unos a otros. Con eso en mente, opté por crear una nueva raza de Progidium capaces de infiltrarse en sus sociedades y propiciar el caos. Realizar tal proeza me tomó una década, pero los resultados no fueron como lo había esperado, estos subordinados no eran inteligentes ni fuertes, y sus habilidades de infiltración eran paupérrimas.

Al cabo de un tiempo, mis investigaciones habían llegado a un punto muerto, como resultado, me vi forzado a secuestrar a toda clase de sujetos de las 10 Razas para experimentar con ellos, estaba seguro de que lograría producir lo que buscaba; en pocos años, los avances fueron increíbles, ¡lo había conseguido! Progidium que pueden tomar la forma de su espécimen base, conservando gran parte de sus recuerdos y comportamientos; sin embargo, su capacidad de combate es baja, tienen una alta debilidad a los hechizos de purificación, y luego de un tiempo, no podían asumir su apariencia como miembro de las 10 razas, con lo cual, su uso es muy limitado; en resumen, la frustración me alcanzó de nuevo.

Pensando que la fuerza y vida útil de mis creaciones era directamente proporcional a la calidad del sujeto experimental, secuestré a miembros de las razas más poderosas, así como humanos que mostraban talentos o habilidades destacables. Capturé hadas, aventureros, elfos y muchos otros, incluso apunté a lo más alto tratando de raptar a la Santa de la Curación y la Octava Apóstol, pero mis subordinados fallaron. A pesar de todos los inconvenientes, seguí con mis investigaciones con lo que tenía a mano, estaba seguro de que solo requería tiempo y un poco más de empeño para conseguir resultados satisfactorios; así fue hasta que todo se vino abajo.

- Agis Jardiel. – Pronuncio en voz alta el nombre de mi enemigo.

Han pasado más de 70 años desde que fui humillado de esta manera, verme obligado a huir arrastrándome como un miserable, y esconderme en esta pocilga, es simplemente patético. Agis Jardiel, juro por mis antepasados que te matare con mis propias manos, no descansaré hasta hacerte sufrir de la peor forma posible. Voy a deleitarme observando tu rostro lleno de desesperación, cuando te arrebate lo que más amas, solo así estaré satisfecho, es la única forma en la que puedo compensar esta gran pérdida.

Este simple y patético humano, liberó a mis experimentos, con ello, el Ejército de la Alianza se percató de mis intenciones, e inventaron métodos para lidiar con mis creaciones; en resumen, arruinó por completo mi plan y todos mis esfuerzos se desperdiciaron; además, me hirió gravemente y obtuvo beneficio de ello; de solo recordar ese momento, mi ira se eleva al máximo. Por eso he decidido que debo matarlo a como dé lugar, para ello, he comenzado nuevamente con la creación y reclutamiento de más subordinados, no importa si son débiles o fuertes, solo necesito una gran cantidad de ellos para abrumarlo y acabar con él. En lo concerniente a mi plan para la victoria de mi especie, simplemente, debo archivar mis descubrimientos e investigaciones, y posteriormente, entregarlas a los altos mandos; con ello, estoy seguro de que obtendremos la ventaja en las batallas futuras.

- ¡Ha! – mi herida comienza a causarme dolor.

- Señor, debe descansar, aun no se ha recuperado por completo de sus heridas. – uno de mis subordinados me habla con preocupación al ver que me pongo de pie.

- ¡Imbécil! – lo golpeo con fuerza en la cara – ¡no me digas lo que tengo que hacer! ¡lárgate! – hablo con ira.

El Feles, como lo llaman en este mundo, se marcha asustado y dolorido; es triste que mis congéneres no conozcan su lugar, ni la grandeza de su raza. En mi mundo, nosotros somos los dueños de todo, controlamos cada aspecto de la naturaleza y el poder, hemos alcanzado la epitome del desarrollo y la evolución; no obstante, esto conlleva un sacrificio y esfuerzo; por ello, existen 3 castas principales:

La casta Inferior: son individuos nacidos con el propósito de obedecer y morir, en resumen, son seres desechables que su único valor se limita a su capacidad para realizar una tarea, su fuerza e inteligencia es escasa; en Alfa, son los "monstruos" que integran los rangos B e I.

La casta Intermedia: son los que integran el Progidium regular, poseen una fuerza moderada, pueden demostrar grandes capacidades intelectuales, y en algunas ocasiones, logran alcanzar altos niveles de destreza en diversas áreas como la lucha, ciencia, tecnología, etc.; dicho de otro modo, la casta Intermedia son los peones perfectos para llevar acabo las ordenes que los Inferiores no son capaces de realizar; en este mundo, les catalogan como rango A, y algunas veces como S.

La casta Superior: es a la que pertenezco, nosotros somos los Progidium más fuertes, inteligentes y talentosos, nacidos para gobernar sobre las otras castas, y perpetuar la supremacía de nuestra raza. En mi mundo, Terradorum, somos los líderes, los soberanos absolutos que promueven el crecimiento de la sociedad y representamos lo mejor de lo mejor.

Con todo lo anteriormente dicho, es inaceptable que un ser defectuoso de la casta Intermedia, se atreva a cuestionar y refutar mis decisiones; simplemente, no tienen suficiente cerebro para hacerlo, ¡solo son gusanos prescindibles!

- ¡Mierda!

Golpeo con frustración una mesa que está frente a mí, en consecuencia, es destrozada por la fuerza de mi puño. Actualmente, me encuentro en mi oficina, situada en un refugio ruin y lleno de maleza, ubicado en el bosque Ardus, en el Reino de Fingorius. Honestamente, este era el último sitio donde esperaba ocultarme, pero las heridas infligidas por esa escoria humana son difíciles de sanar, y hasta la fecha, los humanos no han cesado de buscarme; como resultado, han descubierto muchos de mis escondites y este es el más seguro que tengo.

Con el fin de revisar la condición de unos potenciales subordinados, camino al almacén; al llegar, observo unas jaulas, allí se encuentran varios miembros de las 10 Razas, todos están con manchas negras en su cuerpo, una señal inequívoca de que pronto se convertirán en Progidium, y serán completamente obedientes a mis órdenes, su naturaleza servil y desechable no les permite aspirar a otra cosa. Sintiendo mi presencia, los desdichados prisioneros se encojen en señal de sumisión, parece que han perdido toda su capacidad racional, y ahora me ven como su amo; es bueno que entiendan su posición, además, puedo notar que unos cuantos muestran el potencial de ser de la casta Intermedia. Imaginando el gran número de subordinados fuertes y leales que tendré, sonrío con satisfacción.

- Agis Jardiel, tus días están contados. – le hablo a la nada con placer.

Recordando una vez más mi vergonzosa derrota, mi sonrisa se desvanece, luego, observo la dolorosa y palpitante herida en mi pecho derecho. Reflexionando sobre mi supervivencia a tal golpe mortal, no sé si considerarlo suerte o desgracia, ese maldito humano utilizó un potente hechizo que impide la regeneración e incrementa el sufrimiento, con lo cual, mis últimas semanas han sido un infierno, y lo peor de todo, es que aún está muy lejos de terminar, pues la cura es peor que la enfermedad; el tratamiento de esta herida supone una tortura.

En el momento que logró clavarme su hacha, hubiera sido muy fácil rematarme, pero supongo que en ese instante no se preocupó por ello; probablemente, estaba más interesado en salvar a sus compañeras y escapar rápidamente; eso me hace pensar que él también se encontraba en malas condiciones. Seguramente, no disponía de suficientes Unidades Mágicas para acabar conmigo, curar a sus mujeres y huir del lugar. Sea cual sea el caso, fue un grave error de su parte, le haré pagar con creces todo este dolor y deshonra, voy hacer que lamente el día en que se atrevió a enfrentarme.

Mientras pensaba en esas cosas, me dirijo a lo profundo del almacén; allí se encuentran reunidas decenas de Progidium de la casta Inferior, listos para recibir mis órdenes. Se mantienen a la espera permaneciendo quietos, de vez en cuando, cambian su posición para evitar calambres. Llevan así aproximadamente más de 2 semanas; es increíble lo resistentes que son estos despojos de seres vivientes.

¿Los "monstruos" necesitan comer? Es lo que se preguntan a menudo los estúpidos humanos, la respuesta está frente a sus ojos y aun así no la encuentran, a veces me dan lástima, la muerte es la única manera de sacarlos de su miseria cognitiva; la verdad es que no necesitamos comer, hemos alcanzado el máximo potencial evolutivo en lo que se refiere a supervivencia. Las células de nuestros cuerpos tienen la capacidad de absorber la magia de los alrededores, de esa manera, logramos subsistir con el mínimo impacto ecológico, y sin necesidad de malgastar recursos en la alimentación; una de las pocas razones para comer, es la posibilidad de recuperar energías con más rapidez, y por supuesto, disfrutar del delicioso sabor de la carne y demás alimentos.

Meditando con detenimiento, tal vez esa sea la razón por la que nos llaman monstruos, mientras que otros individuos, como los Extranjeros, nos llaman extraterrestres, un término que se aplica bastante bien; irónicamente, ellos también podrían calificarse de esta manera, el hecho de que habiten el cuerpo de un miembro de las 10 Razas, no los hace habitantes de Alfa, puesto que, son considerados como la peor forma de vida de este planeta, a pesar de que poseen grandes poderes, y demuestran un talento innato para el combate.

La existencia de esos bastardos es beneficiosa para nosotros, en cierta forma, promueven el caos y la discordia; aun así, la basura sigue siendo basura, sin importar de donde provenga. A lo largo de mis 73 años en este asqueroso mundo, he luchado contra ellos en repetidas ocasiones, pero nunca fueron capaces de causarme un daño tan grave; en este punto, ese humano llamado Agis Jardiel, ya es varias veces más fuerte que un Extranjero promedio; individuos como él se convertirán en una amenaza de alto calibre para mis camaradas cuando se abra la Brecha. Como pensaba, es preciso matarlo antes de que inicie la próxima Gran Batalla; aún faltan 7 años, todavía tengo tiempo.

En Terradorum, habíamos alcanzado el límite de nuestra civilización, pero cuando obtienes todo lo que quieres con facilidad, dejas de apreciar las cosas, como resultado, nuestros antepasados se sumergieron en los placeres vanos y materialistas; en otras palabras, nuestra sociedad estaba comenzando a decaer. Siempre he pensado que el conflicto es un estímulo que hace avanzar al mundo, de lo contrario, permaneceríamos estancados en la pasividad, el retraso y la mediocridad.

La Gran Batalla, La Gran Guerra, o como la llamamos en nuestro mundo, la Campaña de Conquista Interdimensional, se convirtió en una razón para hacer algo, y dejar a un lado los comportamientos autodestructivos. Después de mucho tiempo, surgieron nuevas ideas, la inspiración y motivación eran visibles en los ojos de mis camaradas; de pronto, aquello que parecía imposible, estaba a nuestro alcance. La Brecha se convirtió en la puerta al placer más grande para los Progidium: la matanza, la gloria del combate, aplastar a tus enemigos, romper las frágiles mentes de los guerreros novatos; en definitiva, la Brecha es el boleto al paraíso.

No obstante, las cosas no son tan simples como aparentan, aunque al principio tuvimos muchas victorias, últimamente, las derrotas se han vuelto constantes; aun así, eso no nos detiene de realizar incursiones cada vez más avasalladoras y feroces; sin embargo, cuando no obtienes los resultados deseados, comienzas a cuestionar la razón de luchar.

Muchos camaradas piensan que la creación de la Brecha, es un regalo de los Dioses; otros creen que es solo un juego de tira y afloja para la diversión de las Deidades. Personalmente, considero que esta guerra es solo un motor, una hélice que gira y gira para propiciar el crecimiento, mantener el orden, evitar el declive de nuestra civilización, y alcanzar un nuevo nivel de desarrollo; esto es lo que pienso al ver que durante esta guerra se crearon nuevas tecnologías, las generaciones actuales de Progidium son mucho más fuertes que antes, han aparecido subespecies de las 3 castas que nunca antes habíamos visto, así como muchos otros beneficios.

Los grandes líderes de mi mundo, comprendieron el propósito progresista de esta guerra, aun así, cuando se inicia una disputa, inequívocamente debe haber un ganador y un perdedor, el empate es solo un truco, en realidad, los empates no existen; con eso en mente, la victoria se convirtió en nuestro objetivo principal, y para ello, es necesario acabar con nuestro enemigo; por tanto, eliminar a las 10 razas es nuestro imperativo primordial en esta guerra; de esta manera, podremos reclamar este mundo. Sin embargo, no se puede ganar cuando no sabes a que te enfrentas, y es difícil conocer a tu rival cuando solo dispones de un canal de comunicación unilateral como la Brecha.

Al principio, pensábamos que la Brecha era un Portal Dimensional que conectaba nuestros mundos, pero luego de varias investigaciones, descubrimos que es mucho más que eso. En realidad, es un vórtice que trasciende el tiempo, espacio, la magia y la materia, algo que aún no podemos entender del todo. Las investigaciones para determinar cómo funciona esta "abertura" no son muy concluyentes.

De lo poco que hemos logrado averiguar, sabemos que en nuestro mundo, se abre al cabo de un siglo y se mantiene así durante 3 años, pero en Alfa, este fenómeno se produce cada 80 años, y solo permanece abierta por 3 meses; esto supone un desfase de tiempo bastante preocupante y difícil de manejar, ya que cuando enviamos un objeto inanimado, como un papel, una caja y cosas similares, estos no emergen precisamente del otro lado; en la gran mayoría de los casos, se pierden en el tiempo, aparecen en algún lugar al azar de nuestro mundo en un periodo indeterminado, otras veces, los objetos llegan varios años en el futuro, y en raras ocasiones, llegan muchos años en el pasado.

En Terradorum, la Brecha siempre se genera en el mismo lugar, y cada vez que lo hace, viene precedido de claras señales atmosféricas, físicas y gravitacionales; en cambio, para las 10 razas, la "Puerta de la Fatalidad", como la llaman estos insensatos, surge en cualquier lugar sin previo aviso, y no hay ningún tipo de indicio salvo la mera especulación. Increíblemente, las ratas de laboratorio de este mundo, lograron predecir en qué lugar se abrirá esta "puerta" con cierto grado de certeza; si lo piensas con detenimiento, es algo que es muy fácil de comprender, cuando ves que, a lo largo de los años, la Brecha aparece únicamente en sitios extensos como valles y llanuras.

Un aspecto muy preocupante para nosotros, es que una vez se atraviesa la Brecha, no es posible regresar. Durante la "Décimo Quinta incursión", cuando me dispuse a escapar, me fue imposible cruzar la Brecha, había una especie de barrera imposible de romper; extrañamente, solo los habitantes de Alfa podían hacerlo. No obstante, es bien sabido que se convierten en cenizas tan pronto llegan a Terradorum, y convenientemente, sus pertenencias quedan relativamente en buen estado, y aparecen justo del otro lado.

Según las investigaciones, durante el viaje, se produce un cambio súbito de la magia que sus cuerpos no pueden resistir, sin mencionar que el ambiente de mi mundo, es mucho más duro e inclemente con los débiles; sin embargo, el desfase de tiempo hace que lleguen al cabo de varios meses. A pesar de todo, esto supone una excelente noticia, y más que eso, fue un medio de comunicación, pues la Brecha se mantiene abierta durante varios meses, en los cuales, utilizamos a varias de estas escorias como señales para que los altos mandos envíen refuerzos.

Marchándome a mis aposentos, me siento sobre mi cama, que no es otra cosa más que una base con un colchón de paja, algo denigrante, pero esto es lo mejor que se puede conseguir en este bosque de mierda. En una mesita de noche, hay una pila de documentos escritos en el idioma de mi mundo, así como en la lengua primitiva de Alfa; son informes sobre las actividades de ese humano, también hay alguna que otra noticia referente a los movimientos del ejército. Leyéndolos con detenimiento, las cosas no marchan nada bien, los humanos iniciaron una especie de campaña para mejorar las defensas de sus ciudades, detectar con más precisión la "Corrupción", y están desarrollando nuevas estrategias para lidiar con diversos escenarios.

- Humanos, no podrían ser más estúpidos porque no pueden. – Pronuncio estas palabras en voz alta mientras sonrío con ironía.

Los remitentes de estos informes son miembros pertenecientes a una extraña organización llamada el Culto de los Adoradores de los Monstruos; son un grupo de humanos completamente locos a causa de la exposición a nuestra Energía Mágica del medio ambiente. Por lo visto, desean convertirse en monstruos para ser más fuertes y luego apoderarse del planeta, un objetivo desproporcionado para un grupo de gusanos sin cerebro.

En mis investigaciones sobre este mundo, descubrí la existencia de estas ratas y decidí hacer uso de ellos; debido a la influencia de la "Corrupción", sus capacidades intelectuales se ven reducidas considerablemente; además, tarde o temprano terminan convirtiéndose en progidium de la Casta Inferior, sin mencionar que la gran mayoría son descubiertos por las autoridades; como estos humanos están locos, generalmente, no son interrogados sobre sus actividades y simplemente son ejecutados; no obstante, son útiles para obtener información básica de los periódicos y demás anuncios que circulan en las ciudades, pueblos y villas. Gracias a esos insectos, he logrado reunir los conocimientos con más facilidad.

Al cabo de un tiempo, me levanto con absoluto desagrado y comienzo a preparar un ungüento especial, ya es hora de iniciar el tratamiento para deshacer mi estado incurable.

- ¡Puta vida! – maldigo debido al dolor que me causa el tratamiento – ¡maldito humano! ¡te mataré! ¡juro que te mataré!

De esta manera, pasé los siguientes 20 minutos vociferando toda clase de frases aberrantes. Maldecir y clamar venganza evitan que me desmorone ante el espantoso dolor que genera este tratamiento; desde otra perspectiva, demuestra la debilidad de mi cuerpo y lo mal que me encuentro. Supongo que es algo normal, al fin y al cabo, tengo más de 350 años, estoy en la recta final de mi vida, es posible que el día de mañana sufra de muerte súbita. Las 10 Razas piensan que los "monstruos" somos seres inmortales, esto se debe a que nuestros cuerpos no presentan señales de envejecimiento, nunca nos han visto morir de otra forma que no sea por medio de la violencia, y porque casi nunca nos apareamos para procrear; sin embargo, estas presunciones son incorrectas. La esperanza de vida promedio de un Progidium de la casta Superior, es de 300 años aproximadamente; los de la casta Intermedia, viven más o menos 200 años; y los de la casta Inferior, solo pueden llegar hasta los 100 años; dicho esto, he superado esa cifra por un amplio margen, supongo que eso tiene mucho que ver con mi viaje a este mundo de pacotilla; es muy probable que mis células hallan logrado mantenerse saludables por más tiempo debido al medio ambiente menos hostil y a mi constante exposición a condiciones de vida peligrosas y desconocidas.

La inmortalidad es la fantasía de los seres vivos racionales, generalmente, es debido a nuestro inherente miedo a la muerte y a lo desconocido; pero lo cierto es que no existe tal cosa como vivir para siempre, el ciclo de la vida es el mismo para todos, sin importar en que mundo te encuentres; por supuesto, es más largo para unos y muy corto para otros, una clara muestra de que incluso los Dioses y la naturaleza tienen sus favoritos. Durante mucho tiempo intentamos alcanzar ese sueño dorado, invertimos grandes esfuerzos e increíbles cantidades de dinero; al final, ni siquiera logramos acariciar la superficie; como mucho, conseguimos alargar un poco la vida de un moribundo anciano que después sufrió una espantosa muerte. Entendimos que no se puede escapar de las leyes naturales, podemos torcerlas y abusar de ellas, sin embargo, se debe pagar un alto precio, y a veces, esto también afecta la vida de otros; por ello, se decidió que dejaríamos de jugar a ser Dioses, aun con todo el poder del mundo, siempre hay cosas que no se pueden hacer.

Completamente fatigado, me acuesto sobre mi cama y enfoco mis pensamientos en otros asuntos, para mitigar el dolor punzante en mi pecho; considerando mi condición actual, pasarán varios meses para estar al 100%, es frustrante no poder hacer nada mientras tus enemigos solo se hacen más fuertes. "El tiempo es oro", dicen los humanos de este mundo; estoy parcialmente de acuerdo con esa sentencia. En realidad, el tiempo no tiene precio, es invaluable, pero eso es lo máximo que los pequeños cerebros de los ignorantes cegados por la codicia pueden demostrar; dicho esto, el descanso nunca es una pérdida, he reflexionado constantemente sobre mi futuro, y estoy realizando los preparativos correspondientes con mucho detalle; cuando me recupere, traeré muerte y desgracias, los humanos pagarán con sangre todo este sufrimiento.

Ese humano llamado Agis Jardiel tuvo suerte al enfrentarme, lo subestimé demasiado, pensaba que no había forma en la que unos débiles gusanos pudieran hacerme daño, sin mencionar que nos encontrábamos en un lugar en el que debía limitar mi poder. La próxima vez que nos encontremos no será así, lucharemos en un sitio donde sea capaz de usar toda mi fuerza, es entonces cuando ese miserable va a entender su gran debilidad e incompetencia. Debo asesinarlo por el bien de mi raza y recuperar mi honor, ¿Cómo podría mostrarme ante mis camaradas sabiendo que un miserable humano me hirió gravemente? Es por eso que los días de ese bastardo pronto llegarán a su fin.