71 We will see your face (2)

Media noche, Carlos se encontraba entrenando desde la tarde sin parar, sudaba profusamente y comenzaba a verse su rostro ligeramente pálido. Desde lo lejos, la entrenadora Fujimoto lo observaba detenidamente, sentía que esta sed de avanzar terminaría afectando la salud del novio de la capitana. Después de los sucesos ocurridos en la batalla y la escena del hospital, rumores eran esparcidos acerca de un triángulo amoroso, Elena siempre habia sido un misterio para el grupo y muchos tenian un tipo "crush" con ella, su aura, sus habilidades e inteligencia despertaba admiracion en todos. Entonces, la llegada de Carlos despertó la curiosidad de saber que tipo de hombre había conquistado a LeiSavage (su codigo de espia), debia ser excepcional y dominante... pero la realidad es que era un don nadie y promedio, lo que dejo perplejos a todos.

Un "tud" desperto a Fujimoto de sus pensamientos para encontrar que efectivamente Carlos yacía inconsciente en el suelo, rápidamente fue a ayudarlo, checo su pulso, pupilas y respiración, estaba frío y su pulso era débil, se notaba la deshidratación severa y cansancio. "Estúpido Carlos", pensó, como pudo lo levantó y lo llevo a la enfermería dónde lo asistieron inmediatamente, Fujimoto se quedo a su lado hasta que le informaron que estaba fuera de peligro.

- Es una deshidratacion aguda, a pesar de que suena leve no lo es, esto ocurrio por sobre esfuerzo fisico, de seguir asi puede complicarse e incluso darle rabdomiolisis y afectar sus riñones, Fujimoto, tu como entrenadora debes saberlo ¿por que lo dejaste llegar a esto? - La doctora estaba molesta, era bien sabido la rudeza de los entrenamientos de ella, pero era la primera vez que terminaba alguien hospitalizado y, lo peor, el novio de la capitana.

- Esta bien Bianca, yo me encargo, no le informen a la capitana...

- Pero ¡lo que me pides es traición! Estamos ha...

- Se de quien hablamos - la interrumpió tajantemente Fujimoto - tomare toda la responsabilidad, encargate que no salga de aquí - sin mas que decir, la entrenadora se sento al lado del convaleciente Carlos.

- Ok - dijo la doctora Bianca - solo no hagas una estupidez hermana -después de dicho esto, salió de la habitacion.

No, no era un estupidez, al menos eso creía, después de todo el tiempo de estar en el grupo, jamás había conocido a alguien que moviera los hilos de su ser, el hombre en la cama se había vuelto un motivo para despertar con ánimos de entrenar nuevamente, el entusiasmo y pasión por aprender le había dado frescor a su vida. "No es una estupidez..." murmuró para si misma.

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-Entonces hemos hallado la guarida de nuestros enemigos - dijo en tono orgulloso el joven de lentes y aspecto intelectual.

- Una de tantas Benedek, recuerda que hablamos de los dueños del mundo, no sera facil pero, en este centro quizas encontremos algo que nos haga entender el virus que implantan en la gente - la joven revisaba la base de datos, sin embargo, gotas de sudor comenzaban a aparecer en su frente. Sentia dolor y trataba se disimularlo, mas la mirada atenta de Benedek descubrio la incomodidad de Elena.

- Elena, es hora que descanses, son las 2 de la madrugada y apenas hoy te dieron de alta, por el momento no ganaremos nada con tenerte aqui, dejanos a Mein y a mi con la tarea de preparar la informacion y mañana la checamos para hacer un plan de infiltracion- Al terminar de decir eso, dejo los reportes a un lado y se sento a trabajar, se notaban las ojeras de los dias anteriores y, por Eikadrin, supo que habia estado yendo multiples veces a verla en la sala de recuperacion, que no habia parado de trabajar para poner en orden todo el caos de la batalla y que si no fuera por el, quizas el enemigo hubiera infiltrado el sistema aprovechando la confusion. Todo eso y mas habia hecho su buen amigo y compañero, sentia una inmensa gratitud... no... sentia que le debia el mundo. Con ojos ligeramente llorosos por el gesto desinteresado, lo miro detenidamente y suspiro.

- Beni... gracias.

Sus miradas se cruzaron pero esta vez, habia algo diferente.