68 My only love

La estela angustiada de Carlos caminaba de un lado a otro, mordiéndose las uñas inconscientemente, una que otra lágrima aparecía en su rostro que era rápidamente limpiada por el dorso de su mano, su mente estaba poseída por un solo pensamiento, Elena, Elena, Elena.

Benedek lo miro con recelo y envidia, todas sus lágrimas, preocupación y dolor por ella fue tragado con una mezcla amarga de impotencia y frustración. "No hay oportunidad", pensó bajando la cabeza al tiempo que apretaba los puños. " Quizás el amor solo es una idea subjetiva de la soledad y el deseo, quizás solo deseo algo porque ya no esta disponible", pensó el joven de lentes con un aire de derrota y depresión. "Nada en esta vida esta asegurado, ¿porque llegue a pensar que Elena estaría siempre... a mi lado?".

bip... bip... bip...

El sonido del fuerte latido de la joven se escuchaba en el monitor del cuarto, estaba fuera de peligro pero aun no era posible que recibiera visitas, para entonces, una serie de rostros entre preocupados y aliviados se asomaban de vez en vez por el cristal de la habitación de terapia intensiva. Muchos heridos de la batalla estaban siendo atendidos a la par de su Capitana y muchos mas siendo enterrados en la superficie, en un lugar alejado, donde nadie pudiera volver a perturbarlos, en medio de la madre naturaleza y entre suaves sollozos y rezos de todos sus compañeros, amigos y familia que eran en el grupo.

Eikadrin entregaba los últimos honores al valeroso equipo que se sacrifico para vulnerar el robot, mientras una suave tonada de la flauta se confundía con el viento, trayendo melancolía y tibieza al mismo tiempo en el corazón de todos los presentes. No había mas, esta pequeña batalla había costado lo de una guerra para ellos y, a pesar de la victoria, quedaba el sabor amargo de una derrota disfrazada. Eikadrin, con su largo cabello suelto, se dejaba llevar por el vacío de sus pensamientos hacia el horizonte donde una familia le sonreía desde las nubes, una lágrima rueda por su mejilla hasta caer en los pétalos de las flores que decoran tumbas sin nombre, sin pasado ni futuro, personas que habían tomado decisiones radicales por diversos motivos pero con una sola meta en común. "No te defraudare Lucy, te amo, donde quiera que estés, nos volveremos a ver, mi único amor".

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Después de organizar las operaciones de rescate de heridos y recuperación de cuerpos, Benedek se sumergió en la tarea de restablecer todo el sistema, después de ese ataque fatal y de que hubiera tantos espías en el equipo, despertó su delirio de persecución y se dio a la tarea de cambiar la programación y las barreras de seguridad de Medusa. Por suerte, el contacto no llego a concretarse dejando a salvo toda la infraestructura de futuros ataques terroristas y, con la ayuda de Mein, lograría terminar la tarea en unas cuantas horas.

-Amo, el diagnóstico muestra tres intromisiones en el sistema, solo alcanzaron a penetrar hasta la segunda barrera pero están realizando ataques simultáneos desde diferentes servers en tiempos aleatorios, me es difícil establecer un patrón para proyectar los próximos ataques.

La tierna asistente posaba su barbilla sobre sus manos con actitud derrotada mientras se recargaba sobre el brazo de Benedek que estaba apresurado tecleando códigos y demás en la interfaz.

- No te preocupes Mein, están probando nuestra defensa y quieren que usemos algún método para rastrearlos, quieren aplicar el efecto " Caballo de Troya", no hagas el rastreo y solo fortalece las barreras en lo que yo termino de reprogramar los nanobots que estaban rumbo al Congo.

Debido a los sucesos ocurridos, el rescate de los gemelos se cancelo y se dieron por muertos o por traidores dadas las circunstancias, no podían permitirse ofrecer un espacio de entrada nuevamente al enemigo, habían sido demasiado arrogantes y confiados.