CAPITULO 13: EL ENCUENTRO CON LAS TROPAS MEXICANAS

El ejército Mexicano cabalgaba rumbo al lugar de encuentro con los hombres del gobernador Madera. No era un gran contingente, como mucho debían ser cinco o diez jinetes vestidos con el uniforme tradicional de los granaderos españoles que solo llevaban sus fusiles con bayonetas incluidas. El abrazador sol del desierto quemaba sus cuerpos y al ver el pequeño arroyo donde se efectuaría el prometido encuentro, los soldados tuvieron que reprimir sus incontrolables deseos de darse un buen chapuzón. Aquel lugar era idílico, un árbol cubría el suelo con las sombras de sus verdes hojas mientras una leve hilera de pasto se encontraba delante y al medio cerca de donde el arroyo trazaba la línea. Un monte con leve vegetación se encontraba del otro lado frente al dulce riachuelo. Manteniéndose en las sombra los soldados esperaron a que llegara el contingente de Madera cuando creyeron oír algo acercarse desde el otro lado.

Qué bien- sonrió el sargento Mexicano al oír a Madera acercarse- me gusta que los hombres de negocios sean puntuales

Antes de poder añadir algo más, vio horrorizado como dos mujeres aparecían en el monte mientras llevaban un enorme cañón que se veía listo para disparar.

¡Oye mano!- le gritó la mujer de cabellos negros, ojos azules y traje negro- ¡Vengo en nombre del Gobernador Madera, él le manda saludos y quiere agradecerles por el oro!

La mujer rubia que llevaba un elegante vestido rosa acercó la antorcha encendida a la mecha de pólvora encendiéndola.

¡Guarden el cambió!- sonrió la mujer rubia apuntando a los soldados quienes empezaron a gritar e intentar huir de allí cuanto antes

Antes de que pudiesen dar la vuelta, la pólvora llegó a su destino y el cañón disparó su bala dándole en la columna vertebral de uno de los soldados que intentaba escapar.

Haciendo uso de su rifle, Winchester disparó a la cabeza de otros tres soldados acabando con ellos. Sonriendo vio como el resto de soldados emprendían la huida dirigiéndose de nuevo al cuartel que tenían por las cercanías.

¡Y no vuelvan o les irá peor!- los amenazó Winchester sonriéndoles con malicia.

Al ver como las siluetas de los soldados se disipaban en el horizonte, Ana le preguntó a Winchester:

¿Y ahora? Ahora ve con tu novio mientras vuelvo al pueblo, tengo que preparar la última fase de nuestro plan y debo hacerlo sola- le indicó Winchester Que sucede Winchester ¿Acaso no confías en mí?- le preguntó Ana dedicándole una sonrisa provocadora No, simplemente no quiero que te relacionen con lo que sucederá a continuación. Si el aliado de Timber descubre que tuvimos algo que ver con lo ocurrido, solo será cuestión de horas para que nos capturen a ambas y nos obliguen a confesar donde está tu muchacho solo para ser ejecutadas junto a él- le explicó Winchester dándole la espalda a Ana dirigiéndose a donde estaba la base de operaciones ¿Y qué es lo que sucederá Winchester?- le preguntó Ana sorprendida Lo que sucede cuando un militar es estafado y atacado- le respondió Winchester alejándose- tomar lo que cree que le pertenece a la fuerza

Los soldados le contaron al general lo ocurrido. Acariciando con sus dedos su grueso bigote, el general López les dijo a sus tropas en voz alta

Con qué el gobernador nos ha querido robar y tomarnos por tontos ¿Eh?- realizando gestos de avance por medio de sus brazos, añadió- pues ahora veremos quién es el tonto ¡vamos hombres! ¡Tomemos rumbo a San Domínguez que tenemos una tierra que reclamar!