Gonzalo la mir�� y le dijo:
��R��pido. Llegar�� tarde y el abuelo est�� aqu��.
Cristina mir�� al abuelo que segu��a bebiendo sus gachas. ��l apart�� apresuradamente la mirada como si no lo viera, pero luego inclin�� tranquilamente la cabeza y mir�� hacia all��.
Este peque?o anciano.
Cristina se puso de puntillas y le ayud�� a anudarse la corbata.
Debido a que Gonzalo era demasiado alta, incluso si Cristina estaba de puntillas todav��a no era suficiente. Y nunca hab��a usado corbata, por lo que era muy desconocida y torpe, pero lo hac��a en serio.
Gonzalo mir�� a Cristina y oli�� la clara fragancia medicinal en su cuerpo. Era alto, y cuando baj�� la cabeza vio el pecho de ella...
Lo que hizo Gonzalo quer��a hacer algo m��s.
Su mano rode�� la esbelta cintura de Cristina y la atrajo hacia sus brazos.
De repente, Gonzalo sinti�� que se le tensaba el cuello, estrangul�� su rostro y palideci��: