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Episodio 1 parte 6

El Señor Choi se arrodilló y agacho la cabeza delante del "Señor", diciendo...

—¡Le juro por mi vida que no fui yo quien mando a esos asesinos! ¡Jamás me atrevería a hacerle algo como eso a usted!—gritaba el Señor Choi desesperado.

Su voz daba la impresión de que estaba arrepentido, pero la expresión de su rostro demostraba todo lo contrario. Contuvo todo su enojo mientras miraba al suelo, apretando fuertemente sus dientes.

« No esta mintiendo, pero tampoco está diciendo por completo la verdad. ¿Qué está tramando exactamente?»

Pensó el "Señor", mientras lo miraba.

—Esta bien. Le creo, señor Choi.—dijo el "Señor".

« Por ahora solo puedo creer lo que dice.»

Pensó el Señor, mientras lo miraba.

—Señor...

Dijo el Señor Choi con una voz quebradiza, levanto la cabeza y miro al "Señor" con arrepentimiento y agradecido, al mismo tiempo, y con su voz quebradiza dijo...

—¡Muchas gracias por confiar en este fiel sirviente!

« Este tipo es bueno hablando.»

Pensó el "Señor" mientras lo miraba.

—Señor, debe tener hambre. Quédese a comer. La comida aquí es la más deliciosa de todo Joseon. Además, debemos celebrar este gran día. Luego de comer podemos organizar los últimos detalles todo para esta noche.

—Agradezco su invitación, pero debo ir a otro lugar. Luego nos reuniremos para organizar los últimos detalles.

El "Señor" se levanto y se dirigió a la puerta de la habitación y antes de salir, dijo...

—Además, yo nunca celebro antes de una batalla. Me retiro, Señor Choi. Disfrute su celebración.—dijo cerrando la puerta de la habitación.

La expresión del Señor Choi cambio totalmente desde el momento en que el "Señor" cerro la puerta, cayo sobre el suelo dando un suspiro. Su expresión de felicidad paso a una completamente opuesta, estaba muy enojado.

« ¡Estuvo muy cerca! Tuve mucha suerte esta vez, ese maldito bastardo es muy astuto. Si me hubiera descubierto, yo...»

Pensó el Señor Choi temblando y tocando su propio cuello.

« No tengo más remedio. Luego de que ese bastardo me ayude a matar al Rey, lo mataré y así podré ser el nuevo Rey de Joseon. ¡Debo matarlo de cualquier forma!»

Pensó el Señor Choi mostrando una sonrisa.

••••••••

Luego de salir de la habitación, el "Señor" camino por el patio delantero de la Residencia dirigiéndose a la puerta principal. Gyeong-hui, acababa de entrar a la Residencia, paso al lado del "Señor" acompañada de su sirvienta personal, dirigiéndose a su habitación.

Gyong-hui se percato de algo inusual. Un leve aroma diferente, supo de inmediato que eran feromonas. Sorprendida, se volteo y miro al "Señor" dirigiéndose a la puerta principal.

—Un hombre con máscara de payaso. ¿Habrá venido por trabajo? Tal vez quiera trabajar como sirviente. ¿No lo cree, Señora?—dijo la sirvienta personal de Gyeong-hui.

« Esa máscara... Creo que la vi en otro lugar.»

Pensó Gyeong-hui, estaba sumergida en sus pensamientos, tratando de recordar.

—¿Señora? ¿Le sucede algo?

—Ah, perdón. Estaba pensando en algo.

—¿En qué pensaba, Señora?

—Nada. No es importante.

—¡Ahora lo recuerdo! Señora, vimos a ese hombre en el mercado, se fue corriendo luego de que la viera. ¿Lo recuerda?

—¿Mercado...? ¡...! Tienes razón.

« Ella tiene razón. Pero esa máscara siento que la vi en otro lugar antes, pero no lo puedo recuerdo.»

Pensó Gyeong-hui.

—Ese hombre tal vez la este persiguiendo, Señora. Deberíamos decirle a su padre.

—No. Deberíamos irnos ahora. Padre debe estar ocupado ahora mismo. Solo lo molestaremos por un asunto trivial. Vámonos.

—Espéreme, Señora.

« Aunque se lo diga, él no hará nada. Es ese tipo de hombre, codicioso y cruel. Destruye a cualquiera que se cruce en su camino solo para lograr su objetivo, ignorando y destruyendo todo lo que está a su alrededor. Como mi madre.»

Pensó Gyeong-hui frunciendo el ceño.

Episodio 1 parte 6

Casa Kisaeng

—Ya regresé.—dijo el "Señor" entrando a su habitación.

—¿A dónde fue? Estuve preocupado.—dijo Taeyang acercándose rápidamente al "Señor".

« Mi Señor nunca había salido sin mí.»

Pensó Taeyang.

—Abre la boca.

—Respóndame, por favor. ¿A dón...?

Antes de que Taeyang siguiera hablando, el "Señor" introdujo algo en su boca. Taeyang lo trago sin pensarlo.

—¿Qué es lo que me dio?—preguntó Taeyang.

—Es algo que me dieron. Es delicioso, ¿no?

—Tiene razón.

« Ni siquiera pude probarlo un poco.»

Pensó Taeyang.

—También traje esto. Toma.—dijo el "Señor" entregándole una caja a Taeyang.

—¿Qué es esto?—dijo Taeyang sosteniendo la caja.

—Es un secreto. Debes abrirlo cuando regreses a casa. Reúne a todos y ábrelo. También prométeme que protegerás a todos sin importar lo que me suceda.

—¿Qué quiere decir "cuando llegué a casa"? Además, ¿por qué dice cosas tan raras de repente? Volveremos a casa juntos.—dijo Taeyang agarrando fuertemente el brazo del "Señor", estaba completamente enojado.

Taeyang empezó a sentir un fuerte dolor de cabeza y todo a su alrededor empezaba a verse borroso. Su cuerpo empezó a perder fuerza, soltando inconsciente el brazo del "Señor".

El "Señor" se dirigió a la puerta sin mirarlo, sabia que si lo miraría terminaría arrepintiéndose, Taeyang intento caminar hacía el "Señor", pero fue inútil. Termino cayéndose sobre el suelo, intento agarrar su ropa con la poca fuerza que le quedaba, pero su mano temblaba.

El "Señor" siguió caminando y antes de salir de la habitación, dijo...

—Perdóname, Taeyang.

—Señor... ¿Por qué...?—dijo Taeyang con su último aliento que le quedaba, cerrando lentamente sus ojos y quedando completamente inconsciente.

El "Señor" cerró la puerta y se fue de la Casa Kisaeng dejando a Taeyang profundamente dormido en el suelo de la habitación.

••••••••

『 Momentos antes del ataque al palacio 』

Las afueras del palacio se encontraba completamente rodeado por hombres armados, vestidos completamente de negro, solo se podían ver sus ojos y sus espadas, cualquiera podría darse cuenta que eran asesinos, listos para atacar en cualquier momento. El "Señor" estaba junto a ellos, liderándolos, vestido completamente de negro, con su máscara y una espada.

« Madre... Padre... Llegó el momento de vengar su muerte. Hoy mataré al último miembro vivo de la familia Real, el culpable de su muerte y el de muchos inocentes en Joseon. ¡Juró que los vengaré a todos! ¡Mataré al Rey!»

Pensó el "Señor" con determinación.

••••••••

Al mismo tiempo dentro del Palacio

—¡Perdóneme la vida, Su Majestad! ¡Se lo ruego! ¡Por favor, perdóneme la vida, Su Ma...!

Grito el hombre suplicando por su vida al Rey. El Rey corto la cabeza del hombre con su espada sin piedad, con una mirada fría e indiferente, luego de asesinarlo miro a los otros hombres que se encontraban en la habitación.

—Los traidores como ustedes deben morir.—dijo el Rey.

Los otros hombres arrodillados en el suelo, estaban completamente pálidos y temblando. No se atrevían a mirar al Rey, ni decir ni una palabra.

« Estos traidores están asustados, pero no creo que hablen. Deberíamos torturarlos, pero Su Majestad lo prohibió. Dijo que él mismo los haría hablar. ¿En que está pensando exactamente, Su Majestad? No lo entiendo.»

Pensó Tae-Bum mirando al Rey.

—Si me dicen quien los envió, les perdonare la vida ahora mismo. Si no lo hacen terminarán igual su compañero.—dijo el Rey agarrando la cabeza que había cortado y mostrándola frente a todos los traidores.

Los hombres miraron la cabeza de su compañero y algunos empezaron a vomitar. Sin embargo uno de ellos dijo...

—Su Majestad, yo... Le diré todo lo que sé.

—¡Cállate! ¡Bastardo traidor! ¡Fue un error que vinieras con nosotros! ¡Deberías morir en este...!

El Rey cortó la cabeza del traidor antes de que siguiera hablando, los demás hombres se quedaron viendo aterrorizados la espada del Rey, estaba completamente bañada en sangre.

—Tae-Bum, te dejo el resto.—dijo el Rey guardando su espada.

—Esta bien, Su Majestad.—dijo Tae-Bum con una sonrisa.

El Rey salio de la habitación, dejando solo a Tae-Bum con el resto de los traidores.

—Y-Yo... dije que diría todo lo que se.—dijo asustado.

—Esta bien, esta bien. Tú serás llevado a otra habitación, pero antes debo encargarme de algo.—dijo Tae-Bum con una sonrisa.

« Este chico es joven y tiene un lindo rostro, es una pena que tenga que asesinarlo luego de que hable.»

Pensó Tae-Bum.

—Solo espérame aquí un segundo.—dijo Tae-Bum mientras vendaba sus ojos.

« Quiero acabar con esto rápido.»

Pensó Tae-Bum.

—Les sugiero que no se muevan mucho. No quiero mucho la habitación con su sangre.—dijo con una sonrisa, al mismo tiempo que sacaba su espada.

••••••••

Habitación del Rey

—Los sirvientes están atados, los traidores han sido capturados y la guardia Real está oculta, vigilando secretamente todo el interior del Palacio. Incluso su habitación está siendo vigilada.—dijo el Secretario General.

—Gracias por ocuparte de todo, Secretario General.

—Es un honor que confíe en mí, Su Majestad.

« Todo lo que me contó el Rey me tomo por sorpresa. Por un momento pensé que el Rey se dejaría manipular por el Señor Choi, al igual que su padre, incluso luego de la muerte del Rey anterior... De todos modos la traición del Señor Choi no fue nada inesperado, sabía que lo intentaría traicionar al Rey tarde o temprano, pero nunca pensé que sucedería esta misma noche. ¡El Señor Choi debe pagar por sus crímenes!»

Pensó el Secretario General.

—Su Majestad, debe descansar. Nosotros nos ocuparemos de todo.—dijo el Secretario General.

« El Secretario General se encargará del resto. No debería preocuparme más, pero...»

—Secretario General.

—¿Qué sucede, Su Majestad?

—Necesito que haga algo más.

••••••••

Casa Kisaeng

« Todo esta oscuro...»

Pensó Taeyang, abriendo sus ojos.

Taeyang se levantó y empezó a caminar en la oscuridad que lo rodeaba, no sabía a dónde ir o que hacer, hasta que vio una luz. Empezó a caminar hacía ella, y cuando llegó a donde estaba la luz, vio una habitación.

« ¿Qué es está habitación?»

Pensó Taeyang.

Abrió la puerta de la habitación, e inmediatamente retrocedió. Estaba completamente pálido.

El cadáver del "Señor" estaba en el piso, sobre un gran charco de sangre que salia de su cuerpo. Su cuerpo estaba atravesado por una espada, y junto a él se encontraba un hombre con el rostro cubierto.

El cuerpo de Taeyang temblaba y no podía pensar en nada, miraba como el hombre sacaba la espada del cadáver, dirigiéndose hacía él, mirándolo directamente a Taeyang con una mirada fría e intimidante.

••••••••

—¡Mi Señor...!

Gritó Taeyang, despertando repentinamente de la pesadilla. Su cuerpo estaba atado y empapado de sudor, sus ojos buscaban desesperadamente al "Señor".

—Veo que al fin despertaste.—dijo Seong-Jin, se encontraba sentada a su lado.

—¡¿Dónde está mi Señor?!

—Primero debes calmarte.

—¡¿Por qué estoy atado?!

—Cuando estés calmado, te desataré.

—¡Desátame ahora mismo, mi Señor esta en peligro!

« Es muy ruidoso y testarudo.»

Pensó Seong-Jin dando un suspiro.

—Tu amo dejo una carta antes de irse. Si te calmas te la daré, pero si sigues gritando la quemaré ahora mismo. ¿Qué decides?—dijo Seong-Jin mostrando la carta.

Taeyang al ver la carta se tranquilizó, y dijo...

—Desátame, por favor.

—Buena elección.

••••••••

Seong-Jin le dio la carta a Taeyang luego de desatarlo, y Taeyang no volvió a gritar. Solo leía la carta detenidamente.

« Desde que le di la carta no a pronunciado ni una palabra. ¿Realmente estará bien?»

Pensó Seong-Jin.

—Mi Señor...

Murmuró Taeyang.

« Mi Señor... ¿Por qué? ¿Por qué tienes que hacer esto? Simplemente no lo entiendo. Pensé que ya lo había dejado en el pasado, pero...»

Pensó Taeyang, arrugando la carta enojado que le había dejado el "Señor".

« Parece molesto, pero... ¿Por qué esta llorando?»

Pensó Seong-Jin.

Taeyang mordió su labio inferior intentando aguantar su llanto, pero eso era imposible. Sus lágrimas no paraban de salir y caían sobre la carta.

—Oye. Deja de llorar. Si estás muy preocupado por tu Señor, deberías ir a buscarlo.

—No lo entiende, Señora. Incluso si lo fuera a buscar, él... Él no regresaría conmigo.—dijo Taeyang con voz quebradiza.

« Pensé que mi Señor lo había dejado en el pasado por completo, pero me equivoqué. Me equivoque por completo. Fui un tonto. ¿Por qué no me di cuenta antes? Mi Señor... fue solo a ese lugar para terminar con todo esto.»

Pensó Taeyang.

Taeyang empezó a llorar desconsoladamente sosteniendo aún la carta, en ese momento nadie podía entender su dolor, y nadie podía consolarlo. La persona a quien había servido desde que era un niño pequeño, ya no volvería a su lado.

Al mismo tiempo, dentro del palacio, el "Señor" había comenzado el ataque y nada lo detendría de completar su venganza.