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Capítulo 4

Halana miró las extrañas y novedosas comidas en la mesa, aunque no sabía que eran, olían delicioso.

Quería estirar las manos y agarrar algo para probar, pero su buena educación le impidió ser tan descortés.

En ese momento entraron la señora Taylor y el señor Spencer conversando de forma casual.

El ex mayordomo recorrió en un instante el cuerpo de Halana buscando cualquier signo de que algo hubiera salido mal, e intentó encontrarse con su mirada buscando algún tipo de información de su parte.

La joven sin saber sus buenas intenciones ya había devuelto sus ojos al almuerzo.

Los dos gemelos aparecieron trotando por las escaleras, ambos con el cabello despeinado como un nido de pájaros y el pijama aún puesto.

La señora Taylor no pudo evitar maldecir en su corazón, sus tontos hijos ni siquiera se habían ido a lavar los dientes, como dos perros tontos con la cola en alto perseguían la sombra del joven dando el peor aspecto posible. Por primera vez quería que volvieran a su actitud arrogante y altiva, al menos de esta forma se verían presentables y no como los vagabundos que eran ahora.

Sin embargo, finalmente se dio cuenta que estaba pensando demasiado, Ángel estaba con toda su atención en la comida, incluso si sus hijos aparecieran como dos supermodelos, no tendría reacción alguna.

Ezra y Brook miraban al joven sin pestañar caminando hasta pararse cada uno a su lado.

Cada uno con pensamientos distintos se sentaron en la mesa a comer.

La conversación fue casual y alegre, una imagen armoniosa de dos familias conociéndose entre sí.

Halana comió lo más rápido que le permitían sus modales.

¡Era realmente demasiado fragante y delicioso!

Comió muy contenta. Cuando terminó se tocó la barriga regordeta e hipó tiernamente.

El señor Miller escondió el rostro entre sus manos, no había forma que esta niña pudiera pasar como un chico, la bola de algodón blanca se veía aún más adorable que antes.

Aunque sus preocupaciones no eran infundadas, realmente no tenía nada de qué preocuparse, la mayoría de las personas jamás habían conocido a una mujer que se viera así, por supuesto tampoco un hombre, solo podían decir que era como un hada, un elfo o cualquiera de esas especies de fantasía, una belleza que traspasaba el género.

"Deberían llevar a Ángel al centro comercial y ayudarlo con sus compras"

El señor Spencer se quería negar nuevamente, pero la señora Taylor no lo dejó, se giró hacia sus hijos y les hizo señas para que se apresuraran.

"¿Iras a nuestra escuela?" preguntó Brook.

"Sí" dijo Halana "Tercer grado".

"También nosotros, será duro al inicio, pero te acostumbraras" Brook miró sus brazos suaves y tan delgados como un fideo, y dudo de sus propias palabras, pero no quería asustar a la belleza.

Cruzó la mirada con Ezra y ambos decidieron en silencio, siempre podían cargar a su nuevo amigo en la espalda mientras nadie mirara.

Los ojos de la señora Taylor volaron entre sus dos hijos, socavó una sonrisa y volvió a mirar a Halana "Tienes una voz tan hermosa, digno de tu nombre, Ángel" sonrió "¿Has cantado en el coro?"

"No, pero le canto a los espíri… a conocidos para divertirnos" tranquilizar a los espíritus malignos, por supuesto omitió sus palabras, el señor Spencer ya la estaba regañando con la mirada.

"Puedes entrar al coro de la Iglesia" la señora Taylor aplaudió alegremente "Te encantará, nosotros vamos todos los domingos".

Los dos gemelos gruñeron torturados recordando como habían tenido que levantarse temprano todos los domingo durante los últimos tres meses de vacaciones.

Una conversación silenciosa se volvió a formar en su cruce de miradas, esta vez ambos están de acuerdo en algo.

Si la pequeña belleza cantaba, el sufrimiento se transformaría en el paraíso.

Ambos no dudaron en apoyar la idea de su madre, con el mayor fervor, como si estuvieran votando al próximo presidente del país.

"Definitivamente lo harás increíble".

"Debes hacerlo".

Se escucharon sus voces emocionadas al unísono. Ambos estaban listos para seguir soltando su pedo arcoíris, cuando sonó el teléfono de Brook.

La señora Taylor negó la cabeza divertida, no había forma, sus hijos no podían mostrar un frente digno y varonil, cada vez se veían más bobos. Hizo una seña a Brook para que contestara su teléfono y se levantó para limpiar la mesa, el señor Spencer estaba a su lado en un instante.

Brook miró el identificar de llamadas y salió del comedor resignado.

Con la última persona que quería hablar era Amelia.

"Vamos, hemos estado hablado por mucho tiempo, no desperdicies el día. Vayan a disfrutar" sonrió la señora Taylor y salió del comedor.

En el momento que quedaron solos, Ezra abrió y cerró la boca sin saber por dónde comenzar.

"Eso… por lo general no soy así…" tartamudeo.

"¿Eh?".

Ezra se tiró del pelo corto que estaba hecho un desastre, sin saber que palabras ocupar, no se había sentido tan tímido e intranquilo desde que iba en primer grado.

"Bueno, ya sabes… estaba medio dormido, espero que esto no arruine tu primera impresión de mí" suspiró.

Halana parpadeó sin comprender, no se le podía culpar, desde esta mañana había sido bombardeada con nueva información, desde el papel tapiz que nunca había visto hasta la novedosa forma de hablar de los humanos, había estado tan interesada en todo, que su mente estaba saturada, el accidente del piso superior solo era un evento más entre todo el repertorio.

"Quiero decir que somos vecinos ¿verdad? Podemos ser amigos, ¿tu familia acaba de mudarse?".

"Así es".

Halana tampoco sabía cómo mantener una conversación adecuada, así que simplemente asintió y contestó con pocas palabras, ajustándose a un personaje tímido.

Era tan fácil como bajar ligeramente la mirada y apretar sus manos en su ropa.

Su aspecto pequeño que apenas llenaba la ropa hacía todo el resto del trabajo.

Mirando su aspecto incómodo y cohibido Ezra recuperó su confianza y comenzó a charlar con entusiasmo.

"¿Por qué vinieron hasta la ciudad? Por lo general no tenemos gente nueva, el último fue Silas" hizo una pausa, mirando la expresión curiosa y atenta del pequeño compañero, continuó explicándole todo lo posible "Silas vive al principio de la cuadra, va a la escuela con nosotros, más tarde te lo presentaré, puede ser un poco gruñón e intimidante, pero este caballero te protegerá".

Halana miró como el adolescente se palmeaba el pecho y levantaba la cabeza con orgullo y no pudo evitar soltar una risa, realmente no necesitaba que nadie la protegiera, un simple humano por muy grande y feroz que fuera jamás sería peor que esos espectros malignos que salían de las sombras constantemente para molestarla. Había perdido hace mucho tiempo la capacidad de sentir miedo.

Ezra miró embobado la riza del joven sin percatarse que ya había llegado hasta la puerta de entrada, chocando directamente contra la madera.

Esta vez se escuchó la carcajada de Brook apareciendo desde la cocina, llevaba una bolsa trasparente con galletas caseras de chocolate que entregó a Halana.

"Ángel, son para ti, mamá las envía" el adolescente se sonrojó y rápidamente miró hacia otro lado.

"Gracias" Halana sonrió.

Ezra quería golpear a su hermano por haberse burlado cuando se vio nuevamente anonadado, no había remedio esos ojos entrecerrados llenos de estrellas eran demasiado cautivadores.

Halana miró confundida como los gemelos caminaban extraño a través de la entrada, con las piernas y brazos del mismo lado al mismo tiempo.

"Eso…".

Halana habló y ambos hombres se detuvieron instantáneamente, la señora Taylor que miraba desde la ventana de la cocina, no pudo aguantar más y se rio a carcajadas agarrándose el estómago.

¿Cómo nunca había visto que sus hijos tenían talento en la comedia?

"¿Saldrán en pijama?".

Ezra y Brook se quedaron de piedra, se dieron media vuelta a mirar a su gemelo, viendo el estado desastroso en el que estaba el otro, supusieron correctamente que debían estar en un estado similar, finalmente recobrando la cordura.

Ambos hombres corrieron en un instante de vuelta a la casa, desapareciendo tras las escaleras.

Halana parpadeó confundida.

¿Había dicho algo mal?

¿No era su reacción demasiado exagerada?

¿Cómo parecía que habían visto una película de terror?

No entendía a los humanos.