Por primera vez en mucho tiempo, Rey sintió el miedo a la muerte.
Era tan crudo y vívido, mientras observaba a la Bestia Divina acercándose con sus poderosas mandíbulas y presencia abrumadora.
Entonces
~FWISH!~
En una rápida translocación del espacio, logró desplazarse unos metros hacia atrás, evitando completamente el golpe mortal de la bestia irracional.
—Haa… haa…! —Los ojos dilatados de Rey, humedecidos por el miedo, miraban a la Bestia Divina mientras respiraba pesadamente.
Ninguno de sus compañeros estaba a la vista, lo que significaba que su transporte había sido exitoso. Lucielle y Bruto también estaban ausentes.
—¡Bien! ¡Eso es bueno!
Gotas de sudor aparecieron en la cara de Rey, y su garganta comenzó lentamente a picar. Tragó la saliva que se había formado dentro mientras mantenía su mirada en el monstruo aterrador frente a él.
—Esta cosa… ¡es demasiado peligrosa!
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