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El Dios Dragón Laplace

Hace miles de años, cuando los seis mundos aún existían, hubo varios incidentes de teletrasportacion . Nunca se supo cómo sucedían; eran aleatorios y llevaban a individuos de un mundo a otro, algo que solo los dioses de dichos mundos podían hacer. Estos dioses fueron creados por el Dios de la Creación para que gobernaran esos mundos.

Un día, en el mundo demonio, apareció un hombre de la raza dragón, el cual fue perseguido y huyó a las montañas. Enviaron a varios soldados a asesinarlo, pero nunca lo encontraron, salvo por una hermosa mujer demonio de pelo verde y una lanza blanca . Cuando se encontró con el hombre, pudo ver que no era malvado y quedó prendada de sus ojos dorados y su pelo plateado.

Eventualmente, tuvieron un bebé, pero tanto el hombre dragón como ella fueron asesinados. Sin embargo, la mujer alcanzó a ocultar a su hijo en una cueva; a pesar de ser solo un bebé, el niño era poderoso.

Miles de años después, un hombre de pelo verde y mechones plateados, con alas de dragón y algunas escamas en su rostro, encontró a una niña elfa abandonada cerca de las montañas Dragonroad, donde este hombre tenía su casa.

¿Qué te pasa, niña? ¿Qué haces aquí? Pregunto gentilmente.

—Me abandonaron —dijo la niña llorando—. Tengo una maldición, expulso maná y no puedo controlarlo. Lo expulsé como una explosión, maté sin querer a unos aldeanos y me abandonaron aquí para que los Wyrm rojos me maten. ¿Tú me vas a matar? —dijo, mirando al hombre de pelo verde y ojos dorados, pero su rostro era hermoso y gentil.

—No, ¿tienes hambre? Ven, yo te ayudaré, dijo el hombre a la niña.

Usando círculos mágicos que controlaron su maná este hombre de pelo verde y plateado de ojos dorados cancelo la maldición de esta niña bendita . El hombre se llamaba Laplace y era el dios dragón. La niña se llamaba Rostelina y era una alta elfa de una tribu que vivía en lo que después sería el continente central.

Rostelina se volvió sirvienta de Laplace; le preparaba la comida cuando tenía hambre y cuidaba de la mascota de Laplace, un enorme dragón rojo que ahuyentaba a los Wyrm.

Un día, Rostelina, aburrida, ojeó unos libros, Laplace siempre estaba escribiendo día y noche, dormía poco y comía cada cierto tiempo, y cuando no lo hacía viajaba, pero Rostelina nunca supo donde, solo sabía que el era amable con ella y el era la unica familia que tenia.

Un día cuando Laplace llegó, Rostelina le preguntó por su historia, Laplace la miró. Y le advirtió que sería una historia muy larga, pero aún Así la pequeña Rostelina quería saber.

"Nací en el continente demoníaco. Soy un mestizo demonio-dragon. Nunca supe quién eran mis padres vivía en una cueva y fui rechazado por los demonios nunca supe el porque . Cuando aún era un niño y al borde de la muerte cuando trate de matar un monstruo para comer , el Dios dragón me encontró y me llevó al mundo dragón. Yo no sabía leer ni escribir en ese entonces, pero él me adoptó, y su esposa, la semidiosa humana Lunaria, me aceptó como su hijo. Ella estaba embarazada, pero los embarazos de dioses duraban cientos de años".

"Muchos dragonfolk me miraban en menos por ser parte demonio, pero el Dios dragón dijo que cualquier persona con sangre dragonfolk es un hijo para él. Pasaron unos años y mi padre le pidió a la general Dola, una de las cinco generales dragón, que me entrenara. Ella era estricta pero buena maestra. Pasaron muchos años y aprendí a hablar, leer, volar y me volví fuerte. La general Dola, papá y mamá estaban orgullosos de mí y me sentí aceptado, a pesar de que, si bien se notaba mi sangre dragón, no era tan parecido a los demás. Mis alas eran diferentes a las de los dragonfolk y no tenía tantas escamas, ademas de mi pelo verde que delataba mi ascendencia demoníaca, pero eso no impidió que me convirtiera en uno más de ese mundo.

Un día, mientras entrenaba dragones, la General Dola me dejó encargado de esta actividad, ya que era su época de desove y se había emparejado con el General Cristal para empollar un huevo. Mientras me hacía cargo de eso y Dola estaba en el edificio donde las embarazadas son cuidadas cuando están en gestación, sucedió algo horrible: el General Cristal fue brutalmente asesinado. Los tres generales dragones, Szilard, Caos y Maxwell, acudieron allí y buscaron pistas. Luego, el Dios Dragón los citó incluido a mí, en reemplazo de Dola, y debería darle los resultados de esta reunión . Ella estaba por desovar y estaba muy agresiva, como suele suceder en la raza dragón.

Después de la reunión, se me encargó a mí la búsqueda del asesino. Pasé años buscándolo sin resultados, hasta que un día el Dios Humano se me apareció. No se podía ver su rostro, pero todos los dioses confiaban en él. Me visitó en una cueva mientras cocinaba carne. Él me dijo que debería ir hasta las montañas, casi donde acababa el mundo, y ahí encontraría al culpable.

le hice y encontró un demonio 6 brazos y piel oscura, la batalla duró 10 días y casi muero pero al final logre derrotarlo con mi aura de batalla

Se trataba de Necrolia Necrolia , uno de los 8 reyes demonios. Szilard se lo llevó para interrogarlo y yo fui a contarle a Dola qué había encontrado al asesino. Todos estaban dichosos conmigo, incluidos mis padres, y se me elevó al rango de General Dragón en reemplazo de Cristal, aunque Caos protestó por mi sangre mestiza.

Me volví la mano derecha de mi padre y me llevó a las reuniones de dioses, donde conocí a Necross Lacross. Las cosas estaban tensas entre los mundos, y mi padre negó que tuviéramos a Necrolia, que había desaparecido (sí, él mintió que lo capturé y Szilard lo habíamos ejecutado).

Con Necross Lacross planeamos una reunión de los ayudantes de los dioses respectivos para acercar posturas y compartir conocimientos, tal como lo habían hecho los dioses, y todo parecía un éxito. Incluso la esposa del Dios Demonio, Kirisis Calisis, una mujer brillante, creadora de los círculos mágicos, de hecho, es la madre de toda la magia que conocemos el día de hoy. En estas reuniones, Calisis rápidamente se hizo amiga de mi madre, Lunaria.

Pero lo que no sabíamos era que alguien estaba conspirando contra los mundos, un ser que nació en el vacío que conectaba los seis mundos, había asesinado y tomado el lugar del más benevolente, amable y pacífico de los seis dioses. Ese ser nos llevaría a la ruina".

—Será mejor que vayas a dormir, Rostelina. Mañana debes alimentar y darle comida a Saleyak, que mantiene a los Wyrm rojos lejos de aquí.

—Está bien, maestro —dijo la pequeña elfa.

Pasaron muchos años y Laplace estaba cada vez más tiempo fuera de casa. Rostelina había crecido y se había vuelto una hermosa mujer; seguía haciendo las labores de secar los libros que escribía Laplace y cuidar a Saleyak. Un día, Laplace volvió y Rostelina pidió que terminara la historia.

—Lo que pasa ahora es triste, mi niña.

—Aun así, maestro, por favor quiero saber de usted y no le digas niña, soy una mujer.

—Uffff, está bien —dijo Laplace, tomando asiento.

"Un día Dola me llamo, su huevo había eclosionado y un niño había nacido prematuro, pelo plateado pequeñas alas y aun no habría sus ojos.

" Escucha Laplace quiero que le des un nombre a mi hijo".

"¿Yo maestra? No sería mejor que se lo pida al Dios dragon o a Szilard qué es el segundo al mando" .

"No, quiero que seas tu, eres mi mejor alumno, y quiero que seas su padrino" .

"¿Un nombre? , mamá ordenó a papá darme un nombre cuando me trajo y el me llamo Laplace, como. Debería llamar al hijo de mi maestra?", pensé

"Perugius, llamo a este niño Perugius" .

"Ese es un lindo nombre, dijo Dola sonriendo", algo que pocas veces veía; ella siempre fue estricta conmigo, y yo la admiraba. Sus alas eran hermosas y las. Más grandes entre los Dragonfolk ; nunca más vi alas así en ningún otro Dragonfolk.

Pasaron décadas y todo marchaba bien con Necross y los demás ayudantes de dioses.

Un día, mamá dio a luz; no puso un huevo, sino que dio a luz como lo hacen los humanos, ferales y demonios. Dio a luz una cría viva; era un mestizo, parecía un dragón, pero no tenía muchas escamas, tal como yo, y carecía de alas y colmillos. Pero este niño sería poderoso; su madre era semidiosa y su padre, el Dios dragón.

—Querido, ¿qué nombre le darás? —le preguntó mamá al Dios dragón.

—¿Un nombre? Mmmm, aún no se, querida, déjame pensarlo.

—Está bien, pero piensa en uno rápido.

Cuando hablé con papá, él me dijo que me rescató para que ayudara a su hijo y, como sería un mestizo como yo, y la gente ya se había acostumbrado a mí, que era un demonio-dragón, la gente lo aceptaría al ser mestizo dragón humano.

Durante esos días, Kirisis Calisis, quien nos había enseñado todo sobre magia y círculos mágicos, visitó a mamá. Ella no hacía mucho había tenido una bebé a la que llamó Kishirika, la hija del Dios demonio. Luego de hablar y reir juntas, ellas se despidieron.

Y ahí unos días después , fue cuando pasó, hubo un escándalo en nuestra casa, cuando llegué con papá, mamá estaba muerta, bajo un charco de sangre y con su hijo en brazos, aún vivo. Nunca vi a papá tan furioso; destruyó toda una montaña de un golpe.

El funeral de mamá fue desolador para todos los dragonfolk a pesar de ser una humana, era amada y respetada por todos, papá le hizo un funeral humano, fue cremada y sus cenizas sepultadas y en su tumba y un árbol fue plantado.

Papá me Confesó que al principio no amaba a mamá pero como pasaron los siglos, la amo más que a nadie, me dijo con su bebé en sus manos.

Rápidamente hicieron una reunión, donde los cinco generales dragón fuimos llamados.

Szilard dijo que debió ser obra de los demonios y Caos quería ir a la guerra. Mi maestra no decía nada y yo me sentía culpable; tal vez el asesino fue uno de los ayudantes de dioses que yo había traído a este mundo. Pero entonces llegó el Dios humano y dijo que fue obra de los otros mundos. Nos explicó que a quien querían matar era al hijo del Dios dragón, al ser el hijo del Dios dragón y nieto del Dios humano, haría que la raza dragón y los humanos se unieran, y el resto de mundos estaba temeroso de ellos.

El dios dragón nos llamó a la guerra; yo ni siquiera lo pensé, era mi madre a quien habían matado después de todo.

El primero en caer fue el mundo bestia, donde el dios dragón mató al dios bestia. Muy pocos sobrevivieron, pero el dios humano apareció y se llevó a los sobrevivientes al mundo humano mientras el mundo feral colapsaba, cuando el dios bestia fue asesinado.

Papá me dio la joya del dios feral para que la guardara.

Luego vino el mundo marino y el mundo del cielo; pasó lo mismo: papá mató a esos dioses y su mundo colapsó. Cuando los sobrevivientes no tenían dónde ir, apareció el dios humano y se los llevó a su mundo. Finalmente, quedaba el mundo demonio; esto fue más sangriento. Papá, como siempre, exigió al representante del mundo demonio en nuestras reuniones, pero Necroos no estaba, ni tampoco Kirisis Calisis.

La batalla fue brutal y papá quedó muy mal herido, pero logró matar al dios demonio.

Mientras el mundo colapsaba, papá me ordenó asegurarme de su destrucción. Mientras volaba por el castillo del dios demonio, vi a Necroos huyendo con una bebé en brazos.

Cuando aterricé a su lado, me miró con pavor.

—Esto es lo que querías Laplace: destruirnos.

—Cállate, ustedes ordenaron matar a mi madre. ¿Dónde está la emperatriz Kirisis Calisis?

—¿Qué? ¿La Reina Lunaria está muerta?

—Así es, y sabemos que fueron ustedes.

—La emperatriz fue asesinada, y creímos que fueron ustedes. A mí me apresaron porque me reunía contigo como sospechoso. Esta es su bebé, ahora huía al mundo humano; el Dios humano nos dio refugio.

—Espera, ¿cómo que mataron a la emperatriz?

—¿No lo sabías? Por las heridas, fue un dragonfolk... ¿Me vas a matar a mí y a esta niña, Laplace?

—No, huye —dije y regresé al mundo dragón. Papá estaba muy herido; le tomaría meses, si no años, en recuperarse.

Mientras estaba curando sus heridas, le informé de lo que me dijo Necroos, y papá solo dijo:

—Ya veo.

Papá nos llamó a los generales y nos dijo que nos preparáramos para invadir el mundo humano. Todos estaban en shock; nadie se imaginaba que atacaríamos a ese mundo o a ese dios, el más benevolente de los dioses y el padre de Lunaria. Si tan solo papá se hubiese explicado bien, todo sería muy diferente.

Pero esto llevó a los generales dragón a discutir esta orden y terminaron revelándose.

Yo no me uní y papá me encargó el cuidado de su hijo, mientras los tres generales dragón se preparaban en la fortaleza que creó el rey dragón Caos, a la que llamó el Caos Braker.

La batalla destruyó la capital del mundo dragón y cientos de montañas. El Caos Braker fue partido en dos y Dola cayó mortalmente herida y agonizante. En ese momento fue que pasó, el dios humano, llegó y atravesó el pecho del dios dragón, y arrancó su gema. Mientras estábamos atónitos y preguntábamos el ¿por qué?, él nos reveló su plan: Que nos destruyéramos entre mundos y él ser el único dios, se burlo Szilard, que había seguido sus consejos que llevaron a los mundos a la guerra.

Szilard, no pudiendo soportar la vergüenza por traicionar a Dios Dragón, se suicidó mientras el Dios Humano se burlaba de él y de nosotros, se despidió con una sonrisa y volvió al mundo humano.

Mientras nuestro mundo colapsaba, papá, con lo que le quedaba de vida, ordenó a Maxwell y Caos evacuar a los sobrevivientes al mundo humano, mientras tomó una joya de los otros dioses y la puso en su cuerpo, recuperando algo de fuerzas.

Laplace me dijo de pronto: "Dola".

—¿Sí, maestra?

—Salva a Perugius, por favor.

—Lo haré. Y así, Dola murió en mis brazos.

Tomé a Perugius y a papá a mi hermano, y nos dirigimos a los laboratorios donde papá dotó a mi hermano de varias técnicas secretas de la tribu dragón y lo enviaría al futuro.

—Espera, padre, antes de que lo envíes, dale un nombre. Mamá quería que tú le dieras un nombre.

—Mmmmm... Orsted. Este niño se llamará Orsted, y él matará al Hombre Dios si yo no puedo. Te envío, hijo mío, 10,000 años al futuro, y con técnicas que te permitirán matar a ese bastardo, así te tome miles de años.

Justo después envié a Perugius, casi a la misma época.

—Laplace, hijo mío, debes huir —dijo papá. Huye al mundo humano y prepara todo para la llegada de Orsted.

—Lo haré, padre.

—Escucha, iré a matar al Dios humano. No creo que pueda, pero al menos sellaré al bastardo.

—¿Por qué el Dios humano nos traicionó?

—¿Aún no te das cuenta, hijo? Él no es el Dios humano, es un impostor. El Dios humano está muerto o sellado por ese ser. Lo llamaremos Hitogami. Tú, tu hermano y todos los dragonfolk tienen por misión matar a ese ser, ¿está claro?

—Sí, padre.

—Ahora vete, hijo mío.

Hui de ahí con Saleyak. Cuando llegué al mundo humano, había una gran batalla. Gran parte fue destruida, pero al fin se calmó. Papá había muerto, pero logró sellar a Hitogami en el mundo del vacío. Aun así, lograba engañar a las personas a través de los sueños. Los dragones sobrevivientes huyeron a las montañas y muchos fueron asesinados por las otras razas que se refugiaron en el mundo humano y nos odiaban por haber destruido sus mundos.

Y esa es la historia del mundo dragón, mi querida Rostelina.

Ella no dijo nada. Cuando ya me iba, ella me habló.

—Maestro, ¿por qué te vas tanto tiempo ahora?

Kishirika resucitó y creo que él, Hitogami, la controla. Van a invadir el mundo humano pronto y estoy preparando una armadura para combatirlos.

—Maestro, Orsted, ¿cuándo llegará?

—Mmmm, dentro de unos 3,800 años. ¿Por qué preguntas?

—Quisiera ayudarte a matar a Hitogami.

—No, tú quédate aquí. Yo me encargaré de todo.

Pasaron décadas y Rostelina insistía en ayudar , finalmente, Laplace aceptó.

"Orsted demora en recuperar su mana. Si logramos hacer que, con tu gran capacidad de maná, puedas recargar a Orsted, sería una ventaja, pero debería quitarte tus círculos mágicos y encerrarte en un cristal por 200 años para recomponer tu maldición, y podrías perder tus recuerdos".

—Aun así, quiero.

—Está bien tal vez si te despierto cada 20 años, no deberías olvidar casi nada.

Y así, Rostelina se encerró en el cristal y, cada cierto tiempo, Laplace la despertaba y hablaban un rato antes de volver a dormirla.

Faltaban unos 100 años para terminar el experimento, Rostelina fue despertada, y habló un rato con Laplace, luego la volvió a dormir.

"Olvide decírtelo mi niña, pero derrotamos a los demonios. Y están acorralado en el fuerte de Kishirika, tuve que desechar la armadura dorada, la maldita cosa cobro vida pero la escondí en lo profundo de un laberinto, cuando la guerra termine la destruire. Bien mi niña debo regresar, llego la hora de hablar con Kishirika y ver que le dijo ese horrible ser de hitogami".

Laplace se inclino y acarició el. Cristal. Donde estaba Rostelina.

"Te veré pronto, y recuerda ninguna historia es más triste que la del mundo dragon".

Laplace apago las luces y una profunda oscuridad consumió la montaña.

"Saleyak mi gran amigo. Volveré pronto asegúrate que Nadie moleste a Rostelina" , dijo laplace a su dragón y así partió hacia la fortaleza de Kishirika kishirisu