Rudeus cayó dormido, mientras Silphy, Aisha, Norm, Roxy y July construían refugios provisionales para los Superd que habían perdido todo. La aldea estaba destruida. Se podía ver en la cara de los Superd la decepción por ello, sin embargo, Ruidjerd les dijo que la batalla había finalizado, que ahora podrían vivir en paz. Eso los animó un poco , y los hombres y mujeres se pusieron a sacar escombros y recolectar los alimentos que se habían salvado, ya que muchos se almacenaban bajo tierra.
Mientras Rudeus y Eris, junto con Elinalise y Cliff, fueron llevados a un refugio para que durmieran, los que estaban sanos se dedicaron a ayudar a los Superd. Doga como siempre, se dedicó a entretener a los niños construyó una improvisada portería para jugar al fútbol, aunque pronto sacaron a Doga del arco, porque no había como hacerles goles, después de eso se dedicó a fabricar muñecos de madera para las niñas que se agrupaban a su alrededor . Isolte miraba al gran Doga con una sonrisa mientras esta ayudaba a las mujeres Superd.
Mientras, Orsted encerró la armadura del Dios de la lucha en una caja con magia de tierra y caminaba por la aldea buscando a alguien, mientras Alek lo seguía como un cachorro.
— General Paul Greyrat, —le dijo de pronto Orsted a Paul que hablaba con Ghislaine y Ruidjerd .
—¿Sí, Dios Dragón?
— Podría acompañarme y traer eso por favor dijo apuntado la armadura del Dios de la lucha. —Tú también, Ruidjerd, Alek, Ayudenlo a llevar la armadura del Dios de la Lucha y síganme, —les dijo, mientras se dirigían a las afueras de la villa donde había sido la batalla con Badigadi, donde esperaron por unas horas mientras Orsted dibujaba un círculo mágico.
De pronto, algo llegó desde el cielo. Era el Chaos Braker. Rápidamente apareció Almanfi, y tras él, Perugius y sus doce familiares. Aparecieron en el círculo que Orsted ya había dibujado por petición de Perugius, quien le pidió que lo hiciera fuera de la aldea para no toparse con los Superd.
Aunque el rey dragón no puso buena cara al ver a Ruidjerd ahí con ellos, sin embargo, no dijo nada.
— Y bien, ¿dónde están los trozos del Hermano de la loca?, preguntó Perugius.
— Pues no recuerdo bien, —dijo Paul. — Solo recuerdo que Eris lanzó algunos al abismo y ese que está ahí,— dijo apuntando al que Eris cortó.
— Uuuuf, Almanfi, reúnelos por favor, —dijo Perugius.
Mientras Almanfi los reunía, Aleksander estaba extasiado y rapidamente se presentó ante el famoso Héroe.
— Mucho gusto en conocerlo, Majestad, —le dijo Alek.
— ¿Y tú quién eres niño?
— Soy Aleksander Ryback, el Dios del Norte, Kalman III, es un gusto conocer a un héroe como usted.
— Ya veo. Si debes serlo, eres idéntico al idiota de tu padre, cuando era un niño estúpido que estaba obsesionado con vengar a Carl y ser un héroe. ¿Qué quieres? ¿Fama, fortuna? ¿Matarme?, porque si es así morirás.
— Nada. Solo quería conocerlo, señor usted es una leyenda.
— He escuchado de ti. Eres tan estúpido como Atofe. Dios, que falta hizo Carl para que les pateara el culo, muchacho. De hecho, creo que regañaré a Alex cuando aparezca, por no haberte educado bien. Mira todo el problema que ocasionaste, tarado, te dejaste influenciar por el Dios humano, si no fuera porque Orsted que te perdono y te tiene bajo su supervicion, te habría sellado maldito tonto.
— Si, bueno, lo siento, pero no creo que pueda hablar con mi padre, el está muerto, señor.
— ¡Claro que no! El se regenera mucho más rápido que tu niño. Seguramente Debe estar por ahí mientras su cuerpo se regenera, ya va a aparecer pronto.
Tú, el Rúdeus maduro, ¿conoces a Alex?,— le dijo a Paul
— Yo, bueno, este, solo de vista, Majestad, —le dijo Paul.
— Bien, cuando lo veas dile que debemos hablar sobre su hijo, todo este problema es por culpa de su niño idiota y las estúpidas fantasías de heroísmo qué el idiota de Alex le metió en la cabeza. En vez de contarle tonteras, debió darle unas buena patadas en el culo para educarlo mejor,— dijo mirando a Aleksander .
— Eeeh, bueno si lo veo le diré , su Majestad, —dijo Paul, asustado por este diálogo.
— Listo, —dijo Almanfi, quien trajo los brazos y la carne sin los guanteletes dorados. Estos últimos se habían desprendido y se habían pegado a la armadura dorada.
— Bien, bajemos, —dijo Perugius. — Abajo hay una ruina del pueblo dragón, ahí sellaremos al otro idiota que se cree inteligente .
— Mi señor, va a viajar con el demonio, —le dijo Silvaryl, apuntando a Ruidjerd.
— Sí, no te preocupes. Él es un aliado de Rúdeus, no nos hará nada, además fue él quien le dio el golpe crítico a laplace que hizo que Urupen lo sellara .
— Bien, mi señor, —dijo Silvaryl, mientras bajaban al abismo sin quitarle la mirada a Ruidjerd qué también la miraba nervioso, el la recordaba como una guerrera fuerte.
Una vez en la ruina del pueblo dragón , los trozos de Badigadi empezaron a regenerarse hasta volver a tomar forma, aunque esta vez era más bajo, Badigadi los miro sorprendido.
— Wuajajajaja, vaya pero sin son nada más ni nada menos que, el joven Alek, Ruidjerd Superdia , el joven Dios Dragón Orsted , el rey dragón Perugius y sus familiares, y tú, ¿Quien eres tú? Estabas en la batalla disparando cañones de piedra , te pareces a Rúdeus, —dijo Badigadi, mirando a un asustado Paul. — ¿A qué se debe esta ocasión? Wuajajajaja —Sin medir palabra, Orsted tomó Kajakut y lo cortó en seis partes , y la parte principal fue arrojada a la cueva.
— ¡Hey, eso dolió!, dijo Badigadi quien se regenero , mientras Perugius y sus familiares convocaban un hechizo y encerraban a Badigadi en un círculo. Luego, hicieron lo mismo con sus partes. Y para que los sellos fueran irrompibles, usaron el maná de la armadura del Dios de la Lucha y la espada Kajakut, que le darían energía a los circuitos que conectan los círculos mágicos.
— Bien, —dijo Perugius mirando la armadura sellada junto con la espada de Alex en otros círculos qué le daban maná a él sello de badigadi. — Eso, más el poder del demonio inmortal, ni Laplace podrá sacarlo de este sello.
— ¿Estás seguro?, preguntó Orsted.
— Sí, con El poder de la armadura y Kajakut, ni Laplace con su poder podrá destruirla por ahora, de hecho ni tu podrías salir Orsted. Aunque será mejor mantenerlo oculto. De todos modos, Laplace odia a Hitogami, y el jamás le haría caso a ese ser. Por eso jamás lo visita, y contigo aquí, el hombre dios no tiene idea de como lo sellamos .
— Entiendo, —dijo Orsted, que cerró todo con magia de tierra, manteniendo todo oculto.
Cuando subieron, Perugius ayudó a reconectar círculos directos a la Sharia, en donde se empezaban a desenterrar los círculos de la oficina y la reconstrucción de esta.
— Bien, Orsted. Me retiro. Tú seguro tienes los diseños de los demás círculos. Cuando Rúdeus se recupere, que el los haga.
— Te lo agradezco, —dijo Orsted.
— Bien, vámonos, —dijo Perugius, mientras los familiares lo seguían. — Por cierto, ¿qué harás con ese niño?, —dijo, apuntando a Alek.
— Trabajará para mí.
— Pfffff, —le dije a Carl que tener descendencia con esa maldita de Atofe solo le daría hijos idiotas. El único que es más centrado es ese cocinero y su hijo, ese de cara fea.
— Alex es mucho más centrado ahora, y en cuanto a Aleksander va a madurar, tenlo por seguro —le dijo Orsted.
— Bien, si tú lo dices. Dile a Rúdeus que lo lleve a verme. Hace siglos que no veo al tonto de Alex. Solo se la pasaba preguntándome por la batalla de Laplace y de héroes. Jaja, niño tonto, —dijo Perugius, antes de ser teletransportado al Chaos Braker, el cual se alejó lentamente en el cielo.
— ¡Pero qué amargado!, —dijo Alek.
— Sí. Ya te vas a acostumbrar. Solo comportate con él.
— Lo haré, señor, —dijo Alek.
Cuando llegaron a la aldea, Orsted se puso a hacer tablillas de contacto con la ayuda de Silphy y Roxy para poder reconectarse con sus aliados.
Punto de vista de Rúdeus.
— Desperté dos días después. Lo primero que hice fue ir a mear y a cagar. Luego de eso, me di un buen baño con agua caliente y me puse ropa que Aisha había traído de la Sharia. Pronto Eris llego a mi lado con un plato de comida y se sentó a mi lado, mientras mirábamos la aldea qué estaba lleno de mercenarios y médicos de Asúra.
Todos se estaban trasladando más allá del abismo del Wyrm de Tierra.
Al día siguiente Orsted me comunicó que deberíamos ir a hablar con el Rey por las condiciones que habíamos acordado, así que partimos a la capital con Cliff, Elinalise, Eris, Ghislaine, Isolte y Ruidjerd.
No hubo problemas, el Rey aceptó a los Superd con la condición que tres de ellos deberían trabajar para la guardia del Rey. Si bien fue una tragedia lo del Dios Ogro y lo de Hiurelil, la alianza con los ogros estaba intacta y ya estaba empezando la reconstrucción. Ya con eso listo, y el permiso para el traslado de la aldea , regresamos al bosque donde estaría el Nuevo asentamiento. Cuando llegué unos días después, estaba un poco avanzado, ya que Aisha había traído a varios mercenarios de la Sharia.
Silphy nos estaba esperando en una cabaña, y cuando entré Nanahoshi estaba ahí y saltó a mis brazos.
— Te extrañé mucho, mi amor. ¿Estás bien?, —me dijo.
— Sí mi amor, te extrañe, pero ¿quién está en la casa?
— Tranquilo, tu padre está allá. Está con otros mercenarios restaurando la cabaña, —me dijo.
— ¿Y los niños están bien?
— Si Los extrañan mucho, en especial Lucy. ¿Cuándo regresan, chicos?, —preguntó Nana.
— Cuando terminemos de trasladar la aldea, ahí volveré, —le dije.
— Bien. Regresaré esta tarde de todos modos. Solo quería venir a verte mi amor . Por cierto, me encanta tu pelo blanco, te ves lindo.
— JEJE, gracias, Nana. Y sabes, todo mi pelo está blanco, si sabes a lo que me refiero jejeje, —le dije guiñandole un ojo .
— Ufff, tú y tus vulgaridades, —me dijo, inflando sus mejillas.
Después de comer, salí con mis esposas a dar un paseo. Ahí la presenté a Nanahoshi con Ruidjerd.
Nana llamaba la atención a los Superd por su pelo. De hecho, muchos pensaron que era la hermana del imbécil de Alek.
También estaba Aisha con Rinia y Purcena, quienes daban órdenes a los mercenarios que construirían casas a toda velocidad.
— Oye, Aisha, muchas gracias por lo que haces, —le dije.
— De nada, hermano.
— Por cierto, Orsted me contó todo lo que hiciste al hablar con Perugius y convencerlo de ayudarnos . No sabes cómo te lo agradezco, sin tu ayuda esto podría haber terminado mal.
— Agradeceme creando caminos y cimientos y una pared de protección para la aldea, hermano.
— Dame otros días para recuperarme, y lo haré.
— Me parece bien. Bien, hermano, seguiré trabajando. La idiota de Norm solo se lleva tras Ruidjerd. Dile que haga algo productivo, —me dijo fastidiada. — Ustedes dos, díganles a esos idiotas que se muevan, —ordenó Aisha a Rinia y Purcena.
Mientras esas dos pasaban por mi lado, me tiraron los sablazos.
— wow, jefe. Miauuu, qué lindo pelo. Te pareces a Fitz. Miauuu.
— Te ves sexy, Nano, —me dijo Purcena.
— Ya lárguense de aquí, —les dijo Nana.
—que mal carácter, Silet, miau, no te lo voy a quitar, —le dijo Rinia.
— Esperen, no tan rápido. Vengan, —les dijo Eris, que las hizo poner sus cabezas en su regazo y empezó a acariciarlas.
— Ufff, qué furra, —pensó Nana.
Antes de que Nana se fuera a casa, tuvieron una reunión mis cuatro esposas, donde discutieron algo. Nana salió muy sonrojada, aunque no me dijo de qué hablaron mientras la acompañaba al círculo de teletrasportacion . Se despidió de mi con un beso y regresó a la Sharia. ( En esa reunión de chicas, Nana también le informó que Ariel había ido a ver qué había pasado con Rúdeus y que quería venir a ver personalmente que pasaba. Esa información dejó con dudas a Silphy y Roxy) .
Los días siguientes siguieron los trabajos de reconstrucción, mientras Rúdeus , con Silphy y Roxy, creaban caminos, Eris despejaba áreas cortando árboles con Doga, Ghislaine e Isolte .
Por otro lado Aisha dirigía con mano dura la construcción.
— Oye, tú, idiota, ¡mueve los malditos brazos! Has estado toda la mañana ahí sentado mirando el cielo como un imbecil, —le dijo Aisha a un chico de pelo negro.
— ¿Cómo te atreves a hablarme así, niña? Yo no trabajo para ti, ¿Acaso no sabes quién soy yo?.
— Si, eres el estúpido que está todo el día detrás de Orsted como su perro faldero , y provocó todo esto, podrías mover el trasero y ayudar en algo.
— Grrrr, escucha con atención mocosa, soy el Dios del Norte, Kalman III, ¡para que lo sepas aparecida ! Y no soy un niño, tú eres la niña y una muy vulgar.
— Ya tengo dieciséis, soy una adulta y soy la hermana del dios del cauce . Ahora muévete, o le diré a mi hermano que te sorprendí mirándome el culo.
— ¿Qué?¿Cómo?¿Cuando? Yo no hice eso, —dijo Alek, nervioso. — ¿Cómo te atreves? Yo no te estaba mirando .
— No, pero mi hermano me va a creer a mí. Le diré que me mirabas las tetas y el culo, —dijo Aisha, sonriendo, mientras se desabrochaba un poco su blusa y se subía la falda mostrando sus muslos.
— Bien, bien, iré a ayudar a mover troncos, —dijo Alek, sonrojado.
— Pff, idiota, esto siempre funciona, —pensó Aisha.
Zanoba volvió a la Sharia con Ginger para ayudar a la reconstrucción de la cabaña y con los círculos mágicos, ya que Zanoba también es discípulo de Perugius por si lo olvidaron, y sabe de círculos mágicos. Cliff dijo que se quedaría un poco más para ver bien el tema de la plaga, aunque solo investiga medio día, ya que Elinalise rápidamente se lo lleva a una cabaña, eso ya es algo común y la mujeres Superd no dejan que los niños pasen cerca de esa cabaña cuando el sacerdote Milis se encierra con ella elfa .
Norm por otro lado se llevaba con Ruidjerd todo el día. Realmente, ella lo ve como su padre, aunque tuve que decirle que ayudara con magia o a despejar el campo con maná, ya que Aisha estaba furiosa de que no ayudara.
Hablando de Aisha a estado rara los últimos días. Está usando unas faldas más cortas como la que usa Silphy cuando esta en casa y usa un escote pronunciado como el de Rinia, mostrando la silueta de sus tetas. Quién sabe, tal vez le gusta algún chico Superd, bueno son tipos guapos.
Hablando de que te guste alguien, por más que he tratado de dejar a Doga solo con Isolte, el muy idiota se arranca de ella, se pone muy nervioso al lado de la hermosa Isolte y solo le Dice, Aha, o empieza a tartamudear .
Por cierto, debo ir al santuario de la espada, Isolte habló con Eris, y esta última me obligó a prometerle a Isolte que iré al ritual del santuario del Dios del Cauce.
Los días siguieron con la construcción de la nueva aldea y la llegada de autoridades de Biheiril a supervisar todo, pero no tuvimos ningún problema con ellos, y los Superd los trataron con mucha amabilidad.
Uno de esos días, mientras despejaba árboles con magia de tierra y los apilaba para que Eris los cortara, alguien apareció. Venía solo, vestido con arapos, y se notaba el desgaste en su rostro. Era Alex Ryback, que había regresado. Cuando Doga lo vio, casi se pone a llorar de la felicidad y corrió a abrazarlo.
— Maestro, ¿estás bien?, pensé que había muerto.
— Aaagh, sí, Doga, estoy bien. Ahora, bájame, —le dijo con una sonrisa .— ¿Puedes traerme ropa, por favor?
— Claro, —dijo Doga, que corrió a su tienda.
— Gusto en verte, Alex, —le dije.
— Vaya, Dios del Cauce. No te reconocí con el pelo blanco, por un segundo pensé que eras alguien de la tribu dragón jajaja .
—Si, agote todo mi maná, —le dije
—Si estás vivo, supongo que venciste, Reidar .
— No fui yo . Al final, Orsted tuvo que intervenir. La aldea Superd fue destruida. El reino nos autorizó a moverla acá, donde la concentración mágica es menor. Cliff dice que eso pudo causar la plaga.
— Ya veo, —dijo, mientras se sentaba y una mujer Superd rápidamente le traía comida.
Alex se sentó a comer mientras seguimos hablando.
— Lamento lo de tu madre. Tardará siglos en regenerarse, —le dije.
— Wuajajajaja. No lo creas. Aparecerá cuando menos lo esperes, Ella estará bien. Pero el Dios Ogro murió, —me dijo.
— Lo sé. Al menos en la isla Ogro están todos vivos.
— Sí, de hecho, después de regenerarme, aparecí ahí en una playa . Ellos me cuidaron varios días antes de venir acá. Siento no haber llegado antes.
— No te preocupes Alex. Por cierto, creo que te alegrará ver a alguien.
— ¿A quién?, —preguntó Alex.
Justo en ese momento, apareció Orsted y a su lado, Aleksander.
— Vaya, sí es el pequeño Alek. Pensé que habías muerto, hijo.
— Demoré diez días, pero me regenera, padre.
— Ya veo. ¿Causó algún problema, Lord Orsted?
— Sí, pero ya está a raya, ¿no es así, Alek?.
— Así es, Dios Dragón.
Entendí lo que me quisiste decirme, padre. La espada nos quita potencial, por lo mismo, pedí que me sellaran el brazo. Ahora trabajaré en el ejército de Orsted, y espero entender bien qué significa ser un héroe.
— Tu padre está orgulloso de ti, hijo mío, —le dijo Alex.
— Solo, (…) solo miré a otro lado luego de esta charla sin sentido. Ese imbécil casi nos mata dos veces, y ahora Alex está orgulloso de su recapacitación. Malditos idiotas. Si Ars, Siegh, o Edward hicieran eso, los cago a palos, pero los re cago a palos , hasta hacerlos entender.
— Vaya, esto es como en los tiempos de la guerra. Los Dioses del Norte, el Dios Dragón y Reidar Reí juntos. Solo falta Perugius, —dijo Alex.
— Él estuvo aquí, padre, —dijo Alekdander. — Dijo que fueras a verlo. Dijo que te regañaría por mi comportamiento.
— Wuajajajaja, el viejo no cambia, eh. Pero no era que odiaba a los Superd, ¿qué lo hizo recapacitar?.
— Hable con él y la hermana de Rúdeus ayudó, —dijo Orsted.
— Vaya, genial. Solo conozco a la chica de vista, pero si es hermana de Reidar, debe ser muy lista también, —dijo Alex.
En ese momento, llegó Doga con ropa para Alex.
— Gracias, Doga. Oye, ¿esas no son Isolte y Ghislaine?
— Sí, —dijo Doga.
— Anda, habla algo con Isolte, —le dijo Alex.
Doga se puso muy rojo, se paró y se fue a acarrear madera para construir cabañas.
— Wuajajajaja, bueno, ya le hablará, jaja, Wuajajajaja. Y, ¿cómo derrotaron al tío?, —preguntó Alex.
— Bueno, verás, —le dije, contando la historia.
— Oh, ya veo. El tío Badigadi siempre creyó que era listo y se hacía llamar el rey Demonio de la Sabiduría. Pff, es solo un completo imbécil, —dijo Alex.— Bien, ya que estoy vestido, ¿qué debo hacer?, —dijo kalman II , poniéndose a disposición del trabajo.
Durante esos días, después de trabajar, Aisha se iba a practicar con su espada en un claro del bosque con Rudeus, Paul o Norm, pero ahora Rudeus estaba ocupado haciendo caminos, Norm se la llevaba con Ruidjerd o cocinando con Silphy, y Paul había regresado a la Sharia definitivamente, además, Eris y Roxy también habían regresado por unos días a ver a los niños .
Estaba ahí practicando, cuando de pronto se sintió observada.
— ¡Sal de ahí, degenerado! Sé que me estás mirando. Cada vez que camino cerca de ti, me estás mirando las piernas y las tetas.
— No te miraba por eso, maldita mocosa. Solo veía cómo practicabas.
— Ah, sí. Te advierto, estúpido. Si me haces algo, Orsted y mi hermano te va a matar.
— Ya lo sé, no soy estúpido. Ya juré lealtad. Mi palabra no se rompe, soy un hombre de honor, ademas no tengo intenciones de atacarte niña.
— ¿te llamaste a ti mismo Hombre? (…) jaja solo eres un chico de unos 17 años.
— Tengo cuarenta y tres años, niña .
— Te ves muy joven para tener la edad de mi papá . ¿Qué eres, medio elfo?
— No. Pero soy un cuarto demonio.
— Y un 90% estúpido, —le dijo Aisha.
— ¿Quieres practicar conmigo, niña?
— Bien, —le dijo Aisha, lanzándole una espada de madera mientras lo atacaba .
Rápidamente, Alek la desarmo.
— Jajaja, muy lenta, pelirroja. Así no llegarás a Santa del Norte.
— Get over here, —dijo Aisha, lanzándole una lanza.
— Ja, maldita. No eres ni la fracción de rápida de lo que es Reidar. Eso es muy lento, —dijo Alek, dando un salto mientras reía, solo para ver a Aisha lanzarle la Espada del Silencio.
— Así que eres avanzada en dos escuelas. Nada mal.
— Mi padre y mi cuñada son Reyes del Norte. No soy tan débil.
— Bien. Bajaré el nivel. Si tienes algún truco y puedes darme un golpe, te enseñaré un movimiento, —le dijo Alek.
— Bien, —dijo Aisha, tomando postura en Dios del Cauce.
— Jaja, niña tonta, esa es la postura más fácil para atacar a un practicante del Dios del Norte, —le dijo Alek, avanzando hacia Aisha. Cuando estaba cerca de desarmarla, Aisha levantó su falda y le mostró las bragas , dejando a Alek ahí paralizado con la espada de madera sobre su cabeza, totalmente congelado al ver eso. Momento que Aisha aprovechó y le dio un palo en la cabeza.
— Jajajajaja, puedes ser el Dios del Norte, pero solo eres un niño que le teme a unas simples bragas de mujer . Jajaja, me debes una lección para aprender una técnica, Aleksander.
— Espera, eso no fue justo. Eso no se hace. Eso fue trampa. Yo, yo, yo… ¡grrr! ¡Maldita mujer vulgar!, —dijo Alek, sonrojado, pateando una piedra.
Mientras en la aldea.
Los días siguientes, les propuse a las chicas un cuarteto (y no hablo de un cuarteto músicas, aunque las chicas si tocarán la quena) , pero mis esposas me dijeron que lo volveríamos a hacer cuando regresaramos a casa, y que me tienen una sorpresa. Además no hay mucha privacidad por ahora en la aldea con tanto mercenario dando vuelta . Aunque le recordé a Eris en privado que me debía el pspspspsfufufu, a lo que ella dijo que cuando estuviéramos solos en casa.
Han sido más de dos meses sin ponerla, y estoy como un volcán a punto reventar . Maldita sea, quisiera hacerlo acá, pero nos escucharían todos.
Además, Eris está preocupada porque ha pasado casi un mes de la batalla y aún no recuperamos el color de nuestro pelo. Creo que se me quedará blanco para siempre, como a Silphy ya que ni raíces castañas puedo ver . Cuando peleé con Orsted, fueron solo diez días, eso quiere decir que gasté mi maná más allá de lo que podía. Pero, dejando de lado mi pelo , he recuperado todo mi poder mágico, más no el color de mi pelo obviamente.
Unos días después, Eris, Roxy y Silphy decidieron regresar. Les dije que me quedaría hasta terminar la aldea. Después de todo, solo faltaba una semana para terminar, y ellas debían regresar a sus trabajos, por si lo olvidaron, Eris y Roxy son profesoras en la universidad. Bueno, Eris a medio tiempo, pero es algo que disfruta hacer .
Así que esos días por las noches, después del trabajo, las pasaba bromeando con Alex, Doga, Ghislaine, Ruidjerd, Aisha, Norm e Isolte mientras bebíamos y comíamos alrededor de una fogata.
También el tarado de Alek estaba ahí y hablaba con nosotros, pero más que nada con los demás. Yo no lo tomaba mucho en cuenta al maldito loco. Casi siempre veía a Alek hablando con su padre, Doga, Ghislaine, Aisha e Isolte. El tipo se comporta muy bien, muy diferente a su modo fanfarrón de antes. Yo mastico, pero no me trago su supuesto cambio de actitud, maldito bastardo.
Más encima, estoy durmiendo solo, ya que mis esposas se fueron, y Aisha y Norm comparten una cabaña con Rinia y Purcena.
Duermo en la cabaña más alejada de la aldea, atento por si el idiota se le corta algún circuito y nos ataca de pronto.
Mientras tanto, esa noche en el Chaos Braker, alguien estaba frente a Perugius.
— ¿Planeas ir ahí?
— Así es, Majestad.
— Escucha, es peligroso. Hay lobos invisibles, y está vigilado por los Superd ellos no te reconocerán .
— Se lo pido, Majestad. Por favor, —dijo la hermosa mujer rubia, acompañada de una mujer de pelo castaño y otras dos chicas que cuidaban un bebé .
— Bien. Enviaré a Almanfi a avisarle a Orsted. Cuando todo esté listo, te transportarás ahí, pero te recomiendo dejar al príncipe aquí, bajo el cuidado de tu séquito y Silvaryl .
— Gracias, mi señor.
— Deja de decirme así. Eres la reina por Dios santo.
— Gracias, Alteza.
— ¿Por qué quieres ir, Ariel Anemoi Asura?
— Me preocupan mis súbditos. Alex, Ghislaine e Isolte. También el estado de nuestros aliados.
— Jaja, no me mientas. Quieres ir a ver a Rúdeus, ¿cierto?
— Bueno, sí. Es un aliado, Majestad.
— Jaja, sí, claro que sí ✌️aliado✌️. Por cierto, un Superd protege a Rúdeus debes ser cautelosa . Bien enviaré a Almanfi a decirle a Orsted que iras allá, y te espere, dile que te ayude a mantener al Superd, los Dioses del Norte, y sus amigos alejados.
— No sé de qué habla, Majestad.
—Jajaja claro, ✌️no lo sabes✌️. Por cierto ¿sabías que Rúdeus ahora el Dios del cauce, Séptima Potencia Mundial? , y ahora es nada más que Reidar Reí. Jaja, muy curioso considerando que el Reidar original también se llamaba Rudeus. Jajajajajaja.
— Eso ya lo sabía, mi señor, —dijo la rubia tratandonde ocultar el placer de saber que Rúdeus es Reidar le generaba.
— Bien, todo está listo, —dijo Perugius, cuando llegó Almanfi a su lado. — Viaja tranquila.
Cuando llegó al círculo, se topó con una escena de destrucción que asombro a la rubia y su acompañante. Y ahí, con su casco, la esperaba el Dios Dragón.
— ¿A qué debo tu visita Ariel Anemoi Asúra ?, —le preguntó Orsted.
— Quiero verlo.
— ¿A quién?
— A Rudy. Quiero verlo. ¿Está bien? ¿Está herido?
— No, el está bien, pero no debiste venir. Es peligroso este lugar.
— Y confío que usted me cuidará, Dios Dragón.
— Puf, bien, vamos, —dijo Orsted, guiando el camino hasta que llegaron a la cabaña donde Rudeus dormía. — Escuchen, me sacaré el casco para evitar que alguien se acerque aquí. Solo tienes cuatro horas antes del amanecer antes que Ruidjerd, Aleksander o Alex lleguen a despertar a Rudeus.
—¿ El hijo de Lord Alex está vivo?
— Sí, tranquila. Ahora está de nuestro lado.
— Oh, bien. Confío en usted. Tristina, por favor quédate cerca.
— Pero si viene alguien(…)
— Nadie vendrá, —dijo Orsted a Tris . — Estaré lejos, pero atento a ustedes.
— Gracias, Dios Dragón, —le dijo la rubia, entrando en la cabaña y cerrando la puerta .