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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · 奇幻言情
分數不夠
975 Chs

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 113: ¡Es normal!

En el televisor de un gran centro comercial, se estaba proyectando la última noticia de la ciudad de Zerzura y el discurso de quien estaba causando tanto revuelo.

"Algunos deben haber escuchado cosas buenas y malas de mí. Tratado como un señor de la guerra aterrador, que se está uniendo a las fuerzas de la Ciudad de Zerzura." Dijo Adem McLean y observando la cámara, comunicó. "He cometido errores de los que me arrepiento y algunos que continuaría cometiendo, casi siempre fue por creencias… Creencia que ahora tengo en Zerzura, en lo que busca ser y en lo que se convertirá."

Un hombre conocido como un Gran Señor de la Guerra, de los mismos que algunas veces aterrorizaron estas tierras, llevando a que los ciudadanos de Zerzura tuvieran que huir desesperados.

Era posible que fuera mal visto por algunas, a pesar de que aquellos que vivieron bajo su 'gobierno', pensaban que era uno de los más amables de la zona.

Sin embargo, para aquellos que odiaban a los 'Señores de la Guerra' en general, sin duda causaría bastante rechazo.

Y ahora que hablaba honestamente sobre sus errores, su impresión no mejoró, pero la honestidad sobre Zerzura causo seriedad entre los espectadores.

"No seré el 'Protector de Zerzura', tal título ya lo tiene alguien mejor que yo de muchas maneras." Dijo el General McLean, logrando que el público en este centro comercial asintiera y ese hombre, continuó. "Pero seré un pilar de la ciudad. Uno que se mantendrá firme hasta el final."

Un pilar que mantendría la ciudad sobre sus hombros, cargando no solo con el peso y la responsabilidad de rango SS, de proteger la ciudad, sino que convirtiéndose en un pilar con lo cual la ciudad podría hacer lo que deseara.

"No pude elegir el lugar de mi nacimiento, pero puedo elegir el lugar de mi muerte y este quiero que sea Zerzura." Añadió el General McLean con una voz llena de calma.

No pudo elegir nacer en este continente que fue devastado, pero era capaz de elegir en donde moriría y deseaba que ese lugar fuera Zerzura.

El General McLean no estaba hablando de morir de vejez en este lugar, sino que de morir literalmente por la ciudad.

Estaba dejando en claro al público, hasta qué punto estaba dispuesto a llegar por la ciudad y si bien algunos podían creerlo o no, Aurora sintió que era sincero.

Y ahora, que estaba en este centro comercial en donde bastante espectadores observaban, pudo escuchar los murmullos de toda clase sobre el tema.

Algunos dudaban, otros veían como algo bueno y algunos…

"Me alegro de que la Protectora de Zerzura y todos aquellos fuertes tengan alguien con quien contar." Dijo un señor bastante animado por las noticias.

Que la iglesia con la Cardenal Najjar, James o Turay que estaba presente en esa misma conferencia, respondieran preguntas, oficializando el ejército de Zerzura, concediéndole el rango de 'General' a Adem McLean, solo ayudó para aclarar las dudas.

Una fuerza de rango SS, siempre era bienvenida y esta vez, hasta se hizo público como el General McLean y sus dos esposas, recibían la 'ciudadanía'.

James estaba poniendo mucho énfasis en la publicidad y a la vez, dando el sentimiento que el siguiente año comenzaría bien.

"¿Qué crees que piensa la Protectora de Zerzura?"

Escuchando ese murmullo de alguien de la multitud, Aurora ocultó su rostro y al momento siguiente, se dio cuenta de que era innecesario.

Saliendo entre la multitud, dirigiéndose a otra ubicación, notó los carteles que deseaban feliz año nuevo en las tiendas y luego observó por el reflejo su figura y rostro.

Era otra persona… Cabello rubio largo, ojos celestes profundos y facciones más diferentes, siendo más madura de lo que era en verdad.

"Te ves guapa, ¿no?"

Mientras se distraía, su madre que salía con su hermana desde una tienda, le dijo esas palabras con una gran sonrisa en su rostro anciano.

Daba la impresión de que rondaba sus setenta y si bien no había tantas arrugas, generando cierta imagen de que se cuidaba, no podía ocultar su vejez.

A diferencia de ella, que moldearon un poco su rostro, esa mujer simplemente se disfrazó de ella misma con una edad muy avanzada y el único problema, era que estaba llena de demasiada energía y vestía bastante juvenil, lo que no concordaba con su apariencia.

Aurora en vez de responder a esa mujer, que utilizó su magia para ocultar su verdadera apariencia, le dio una mirada a su hermana.

"Te ves… Muy linda." Dijo Aurora de forma honesta y solo sonrió aún más al ver que su hermana, estaba algo avergonzada, lo suficiente para tratar de ocultarlo.

"No me gustan estos vestidos." Refunfuño Alice mientras su vestido celeste de una pieza floreado se balanceaba y mirando a su madre, declaró. "Prefiero el color negro."

Su cabello rojizo y sus ojos azules eran algo cautivadores pese a que era un disfraz, pero que tuviera facciones más maduras, causaba una mayor impresión.

Agatha que escuchó las palabras de su hermana, no ocultó su sonrisa descarada y al final asintió riéndose.

"Lo sé, pero a mí me gusta verte tan bonita." Reveló Agatha y la sonrisa tan brillante que daba, solo logró que Alice abriera y cerrara su boca, antes de que sus hombros cayeran desanimados y esa mujer, dirigió sus ojos a Aurora y comentó. "¿Qué tal si probamos algo con tu hermana? Algo que nunca ha usado o no le gusta utilizar."

Aurora que estaba observando tratando de pasar desapercibido obtuvo la atención de ese halcón que estaba jugando con ellas y luego de su hermana, quien empezó a sonreír de inmediato.

¿Fue porque ella fue honesta diciéndole que se veía linda? Verla vistiendo un vestido colorido y floreado, que la hacía ver adorable, no era algo de todos los días… Así que Aurora no se arrepintió, cuando esa glotona la tomó de su brazo mientras que su madre la atrapó del otro lado.

Ver a Alice sonriendo de esa forma juguetona, entretenida y feliz, logró que Aurora se dejara llevar y parte era también por su madre, que siempre actuaba de forma seria y ahora sonreía.

"¿Con qué quieres ir? ¿Un traje femenino? ¿Un traje masculino? ¿Ropa tan linda como tu hermana?" Preguntó Agatha con una sonrisa y chasqueando sus dedos, murmuró. "Tal vez deberíamos ponerle algo más lindo a tu hermana."

Con su chasquido de dedos, reveló las verdaderas apariencias solo para ellas, pero manteniéndolas disfrazadas para los demás.

Sus últimas palabras causaron cierto temblor en Alice y por la forma que su expresión temblaba, estuvo claro que no era su estilo llevar algo lindo.

El problema no era usarlo, era que, al utilizarlo, bromearían con ella y buscarían avergonzarla y…

"Tal vez deberíamos buscar algo lindo. ¿Quizás algo rosa? ¿Qué crees, Alice?" Preguntó Aurora con una sonrisa malvada.

Un rosa fuerte, que contrarrestara la frialdad e indiferencia que su hermana emanaba por lo general y que la hiciera ver linda.

¡Incluso si ella también terminaba en la misma posición, verla sería un sacrificio que estaba dispuesta a hacer!

Hoy era año nuevo y quería comenzar el año bien…

Esa glotona le dio una mirada y luego lentamente empezó a sonreír, sin ocultar su profundo lado juguetón.

"¿Qué tal si vamos por algo más 'sexy'?" Preguntó Alice de forma descarada, sabiendo muy bien en donde golpear.

Ahora ella fue la que tembló, y al estar atrapada entre su madre y esa demoniaca glotona, no pudo escapar.

"Somos demasiados jóvenes para eso." Murmuró Aurora, logrando que tanto Alice como su madre le diera una mirada algo entretenida.

"Un poco tarde para decir eso con el trabajo que tienes." Dijo Agatha y chasqueando sus dedos, sus alrededores cambiaron de inmediato.

Con esas palabras le estaba dejando en claro que era muy tarde para utilizar esa clase de excusa, cuando luchaba a muerte y a veces asesinaba a sus oponentes.

Al lugar en donde llegaron, fue a una tienda de lencería y…

"¡Madre!" Exclamó Aurora volviéndose roja y pudo notar que incluso la expresión de Alice, temblaba de forma evidente, dejando en claro que ella también fue atrapada por su sorpresa.

Esa poderosa maga se rio carcajadas y le señaló la tienda al frente de esta.

"Las traje para ir a aquella tienda de vestidos elegantes, pero si quieren puedo comprarle unos conjuntos." Dijo Agatha y sin ocultar sus ojos brillantes y juguetones, las abrazó a ambas y les susurró. "Cuando tengan novio, estos conjuntos lo usaran muy a menudo."

¿Novio? ¿Estos conjuntos? Su madre estaba bromeando, Aurora lo sabía, pero esa mujer era excelente para saber cómo causarle vergüenza y a la vez incomodarla.

Aurora no pudo ocultar esa mezcla de vergüenza con incomodidad y solo Alice que estaba más tranquila la mantuvo estable, pero…

"No te hagas la desatendida, hija. Tú también puedes encontrar alguien con el cual puedas sentirte enojada, avergonzada, tímida y feliz." Dijo Agatha atrapando las mejillas de Alice, que mostraba una expresión tranquila, pero sin detenerse, esa mujer sonrió de forma descarada y añadió. "Incluso si lo intentas, no puedes ocultarte de tu madre, cariño."

No podía ocultarse detrás de esa fachada de alguien indiferente, que no sentía o no deseaba sentir.

Aurora se avergonzó porque pensó en la posibilidad y si bien no estaba interesada en ese tipo de relación, que lo pensara, era suficiente para mostrar que alguna vez podría estar abierta a esa clase de aventuras, aunque ella creía que sería muy lejos adelante.

Sin embargo, Alice mostró más calma y solo incomodidad a la idea de ir vestida con algo de ese estilo, pero no pensando que era para mostrarlo a 'alguien'.

Agatha se rio al ver que Alice desviaba la mirada, dejando en claro que ahora si pensó en la posibilidad… Su madre, era alguien excelente para avergonzarla a ambas y lo hizo a propósito, disfrutando verlas avergonzarse, justo como ahora.

"¿Debería comprarme un conjunto para disfrutar con su padre?" Dudó Agatha y cuando Aurora le dio una mirada más seria, se rio y comentó. "Lo siento, lo siento, me olvidé que los bebes los traen las cigüeñas."

Aurora se avergonzó aún más, causando que Agatha se riera y Alice solo agitara su cabeza con una sonrisa entretenida.

Su madre era la peor persona con la cual podía salir de compras y era bastante libre en algunos temas.

******

Golpeando las manos de su padre, Aurora dio varios puñetazos rápidos, tratando de utilizar su cuerpo para darle la fuerza que buscaba.

Posición, movimiento de cadera, de brazos y hombro, teóricamente todo estaba bien, pero al golpear las grandes manos de su padre, no lograba el efecto que buscaba.

"Tu maestro ha cambiado el método con el cual meditas, ¿cierto? Bueno, trata de utilizarlo ahora." Señaló su padre, que recibía sus golpes que, para ese gran hombre, seguramente se sentían como los puños de una niña.

Su maestro le enseñaba meditando para controlar la energía mágica y esa meditación tenía una forma de respirar, que la ayudaba a controlar el movimiento de esa energía y ahora ella lo hizo mientras golpeaba.

Golpe tras golpe, pudo captar que su fuerza aumentó de forma minúscula, cuando su energía mágica empezaba a reforzar su cuerpo de forma diferente a cuando era un espadachín.

"Me demoraré años si deseo ascender de rango." Murmuró Aurora al dejar de golpear la mano de su padre.

"Obviamente. Te demoraste años en llegar a tu rango actual." Dijo su padre, trayéndole una toalla para el sudor y con una sonrisa al ver su expresión, comentó. "Y lo que estás haciendo es cambiar tu método de entrenamiento. Ahora la energía mágica empezará a moverse por tu cuerpo de forma diferente, reforzando tu cuerpo en su totalidad. Eso te brindara la fuerza que necesitaras para convertirte en una luchadora."

Se demoró bastante tiempo en alcanzar el rango S… Al menos desde que empezó a entrenar fue de esa forma, ya que su maestro le gustaba asentar la 'base'.

Justo como ahora que, en vez de enseñarle a luchar, simplemente trató de cambiar el método con el cual controlaba la energía mágica en su cuerpo.

De esa forma cambiando los efectos a largo plazo y los cambios que su cuerpo recibiría, pero en este punto cuando había tantos enemigos problemáticos frente ella, sintió que los cambios eran minúsculos… Y casi una pérdida de tiempo.

Aun así, no deseaba volver a entrenar con su espada y si bien era capaz de usarla, siempre fue guiada por un objetivo, un deber o una tarea.

"No eres alguien ansiosa. ¿Cuál es la razón que desees entrenar de esta forma?" Preguntó Antón con calma.

Ya la cena de año nuevo había terminado y ambos estaban utilizando por primera vez el sótano, bajo el gran edificio, verificando este campo de entrenamiento de alta tecnología.

La pregunta de su padre la hizo dudar un momento, pero al final suspiro.

"James me ha pedido que entrenara con unos estudiantes. Me dijo que le enseñara mi fuerza, pero… Es un arma." Dijo Aurora sin animarse a decir la verdad.

Solo le dijo que era un arma, ocultando el hecho de que al utilizarla siempre era una carga, un peso y cada vez que era sacada, esa espada era utilizada para eliminar sus objetivos, para manchar sus manos de sangre.

Ahora no pudo ocultar el hecho, de que incluso si se retenía, no se creía que pudiera 'enseñar', como se le había pedido.

No sabía si podría contenerse en su totalidad.

"Eres buena en defensa personal, pero te falta entrenamiento si deseas ser luchadora. Mejorar la postura, controlar mejor la energía mágica y aprender cuando dar un golpe o recibirlo. Tu maestro está cambiando la forma que usas la energía mágica con su método de respirar, para de esa forma que lo hagas de forma inconsciente. Recién estás comenzando." Dijo su padre y pensándolo, comentó. "Pero creo que puede serte útil. Intenta enfrentarte a esos estudiantes como luchadora. Aprenderás que como luchadora estarás a su altura, solo gracias a tu velocidad y experiencia en batalla."

Comprendía que su maestro le gustaba dar paso a paso y era lento, porque ella no se dedicaba totalmente a la tarea de entrenamiento.

Su maestro buscaba que en el futuro pudiera actuar como una luchadora y un espadachín al mismo tiempo, teniendo un cuerpo fuerte de un luchador y los rápidos movimientos junto a los reflejos de un espadachín.

Recién estaba comenzando y sentía que cada paso era pequeño, comparado a su fuerza actual, que ni siquiera se atrevía a desarrollar.

Su padre solo le estaba diciendo, que, si intentaba a luchar con sus puños, solo estaría a la altura de estudiantes normales, gracias a su velocidad de espadachín y la experiencia en batalla que tenía por sus incontables enfrentamientos.

Y eso era bueno si deseaba probarse a sí misma.

"Suena como un desafío interesante." Murmuró Aurora de forma honesta.

"Lo es." Comentó su padre mientras ambos utilizaban un portal para moverse a la sala.

Era bastante agradable utilizarlo, ya que no necesitaban tomar el ascensor que demoraba su tiempo.

Llegando a la sala, Aurora bostezó y al utilizar un artefacto de limpieza sintió bastante sueño.

Ya era tarde en la noche y se había quedado despierta durante un buen tiempo y estaba cansada mentalmente.

Pasar tiempo con su madre era cansador de una manera muy única.

Ese pensamiento tuvo Aurora tras despedirse de su padre y de su madre, que había estado en la sala viendo televisión, entonces cuando subió en el ascensor al último piso, solo suspiro al darse cuenta de que no se acostumbraba al utilizar los portales del edificio.

Viendo algunos drones, recordó a Liam que esta vez había salido para encontrarse con antiguos compañeros de una red de información en la Ciudad Atlántida.

Antes no había podido debido a que temía la vigilancia de la iglesia, pero ahora como estaba un poco libre, se decidió visitar a sus antiguos conocidos en persona.

Al salir del ascensor y dirigirse a su habitación, notó que su hermana también estaba por ir a dormir con una sonrisa en su rostro.

Las fiestas de año nuevo por lo general significaban bastante comida al menos para esta familia y esa glotona, lo disfrutaba como si estuviera en un paraíso.

Despidiéndose de ella, se fue a acomodar y tras prepararse para dormir, simplemente se dejó caer en la cama y sin pensamientos ociosos, cayó dormida.

Solo se despertó muy tarde en la noche sin saber el horario y deseando tomar agua, salió de su habitación y se dirigió al ascensor para bajar.

Cuando las puertas se cerraron recién se dio cuenta de que tenía una cocina con una heladera llena de bebidas incluida en este último piso.

*Crack*

Deteniendo el ascensor en el piso de abajo, en donde estaban la habitación de sus padres y descansaban, Aurora escuchó el sonido de algo rompiéndose desde el otro lado de la entrada y un temblor fuerte.

Lo suficiente para despertarla de su estado medio somnoliento y ella algo preocupada, sintiendo otro temblor, decidió utilizar los portales para llegar al piso de invitados y se dirigió a la habitación de sus padres, en donde estaba el temblor.

"¿Se encuentran bien?" Preguntó Aurora con seriedad, al tocar la puerta.

El temblor se detuvo por un segundo, como si nada hubiera sucedido y Aurora no intentó detectar las presencias, ya que notó que había una barrera.

Que el edificio temblara de forma sutil, cuando la habitación estaba cubierta de barreras… Eso la hizo preocuparse y la puerta se abrió un poco y Agatha mostró su cabeza, ocultando su cuerpo, como si estuviera desnuda.

"Si… Estamos bien." Dijo Agatha con un tono tranquilo, y dando una sonrisa al verla preocupada, añadió. "Estábamos haciendo un hermanito para ti y la cama se rompió."

Aurora que fue atrapada con esa revelación se puso roja.

"¡Mama!" Exclamó yéndose enfadada.

¡¿Por qué tenía que revelarle tales cosas?!

"¿Qué? ¡Es normal!" Gritó de Agatha a su espalda, causando que ella huyera con mayor velocidad.

¡No quería escuchar nada sobre ese tema!

******

El silencio se extendió de la habitación de invitados y Agatha al cerrar su puerta, simplemente se rio entretenida.

A diferencia de lo que se veía desde afuera, llevaba un pijama y ella bostezó con sueño mientras reforzaba las barreras de la habitación y reforzaba el suelo.

"¿No entiendo por qué se enoja? ¿Tal vez no quiere otro hermanito?" Dudó Agatha y caminando a la sala de este lugar, vio a su esposo y preguntó. "Aunque nos cuidamos… Y creo que tenerlo sería difícil, ¿no lo crees, querido?"

Sería difícil ya que el interior de su cuerpo era energía mágica y solo quedaba gran parte del exterior, pero tal hecho se podía solucionar recreando su cuerpo con magia de metamorfosis y hacerlo de forma 'biológica', justo como algunas entidades eran capaces de hacer.

Y la razón de su pregunta, fue al hombre que estaba en la sala, cubriendo su rostro avergonzado por lo que acababa de decirle a su hija y a la vez, por la situación que se encontraba.

Su otra mano estaba cubriendo su parte baja, con una toalla, que lentamente era incapaz de cubrir su cuerpo y su pijama, que empezaba a romperse.

Incluso si era un pijama diseñada para un hombre grande de tres metros de alto y era bastante elástico, ahora era imposible cuando ese hombre empezó a crecer superando los cuatro metros y seguía avanzando.

Sus músculos se tensaban, su cuerpo cambiaba y se perfeccionaba, volviéndose un físico perfecto para la batalla.

Ni muy musculoso, ni muy delgado, lo suficiente ancho para mostrar que su cuerpo ocultaba fuerza y con la suficiente masa muscular, como para que Agatha levantara su ceja algo impresionada.

"No debiste decirle eso…" Murmuró Antón y…

"¿Debería haberle dicho que a causa de un sueño algo intenso ascendiste de rango y ahora tu cuerpo no deja de crecer?" Dudó Agatha y al ver que la expresión de Antón temblaba, mientras se encorvaba para no tocar el techo, añadió. "No te preocupes, cariño. Cuidaré tu secreto."

Un sueño llevó a que fuera el desencadenante para que ese hombre finalmente ascendiera y ahora su cuerpo no dejaba de crecer, mientras que su habilidad innata perfeccionaba sus músculos.

Según ese hombre el sueño fue de batalla, pero si alguien miraba lo que estaba tratando de cubrir, entonces la revelación sería otra.

"Oh, eso también está creciendo… Y mucho." Murmuró Agatha y solo se rio a carcajadas al ver que su esposo se ponía aún más avergonzado, tratando de cubrirse lo máximo posible, sin poder lograrlo.

Incluso con los años y el paso del tiempo, su esposo seguía siendo algo tímido.

Agatha sin ocultar su sonrisa de disfrute chasqueó sus dedos y reuniendo la energía mágica a su alrededor, el espacio se distorsionó junto a su visión.

Sin embargo, no solo fue magia espacial para moverse a una habitación diseñada para personas muy grandes, sino que a la vez su altura empezó a cambiar… Junto a todo su cuerpo

Estaba creciendo lo suficiente como para estar a la altura de ese hombre y Antón puso una expresión seria, al sentir la inmensa cantidad de energía mágica, que literalmente recreaba su cuerpo a su gusto.

Él estaba ascendiendo y en vez de eso, se preocupaba porque ella utilizara su magia… Agatha dio una sonrisa.

"¿Qué tal en vez de darle un hermanito a nuestras hijas, solo nos divertimos?" Preguntó Agatha mostrando que esta habitación fue diseñada y amueblada para personas grandes.

Literalmente grandes, era un lugar que preparó para cuando su esposo ascendiera y ella decidiera disfrutar a su lado, mostrándole que su crecimiento no daba miedo.

Y no lo daba, cuando ella literalmente se convirtió en un gigante a su lado y ahora fue un poco más, siendo ella ligeramente la mayor.

Le había mentido a Aurora sobre el ruido y la cama destruida, ocultando el ascenso de su esposo, pero ahora que veía a su amado tan avergonzado, deseaba convertir el hecho en realidad, solo que sin darle ningún hermanito.

Agatha solo sonrió al ver que su esposo empezaba a mirarlo perdida en su figura que era igualaba su tamaño… E incluso mejoraba algunas partes.

No había aprendido magia tan solo para hacer algo tan simple como disminuir el tamaño de su esposo o recrear su cuerpo, había aprendido magia de metamorfosis para este momento.

Y ahora iba a disfrutar de su esposo como nadie podía imaginar.