Érica viajó en un auto de lujo que estaba siendo conducido por uno de sus clones. Su mirada permaneció fría mientras observaba pasar las calles de Londres.
A su lado estaba Leslie quien también estaba mirando por la ventana observando la gente y los edificios pasar.
Ambas estaban en silencioso y la atmosfera era pesada, no tan extraño cuando hace poco acababan de descubrir a qué clase de enemigo estaban enfrentando.
El Presidente del Gigante del Norte y el Arcangel de la Guerra eran parte del grupo que había tratado de asesinar a Aurora. Dos individuos, uno con la influencia de una de las naciones más poderosas y que probablemente tenía una autoridad inigualable al ser el fundador de esa nación y otro una leyenda entre leyendas.
Esas dos personas eran enemigos. Tal realización aterradora para su grupo.
Poder, autoridad, influencia y fuerza para aplastarlos a todos ellos de inmediato. Era imposible no tener miedo ante tal poder y autoridad.
Y, aun así, a pesar de toda la verdad, ellos seguían actuando.
"Espero que Edward sepa algo." Murmuró Leslie sin quitar la mirada de la sociedad.
Edward Palmer quien asesinó a los altos mandos del Gremio de Héroes y quien estaba por ser juzgado. Tal era su nuevo objetivo, precisamente hablar con él y ver si podía responder algunas preguntas y dar cualquier información que pudiera.
Así de desesperado estaban y era normal… Ellos debían estar asustados, cada uno de ellos tenían familia y si su enemigo ya tenía miembros tan poderosos, era normal que tuvieran miedo por sus familiares. Después de todo, la otra parte no estaba siguiendo ninguna regla.
Tratar de preguntar a Edward no tenía mucho sentido y en cierta manera era un movimiento de desesperación, un pedido de calma antes de atreverse a realizar otras acciones.
Todos tenían el deseo de vengar a Aurora, pero el peligro ya no solamente podía apuntar a ellos.
A pesar de que Érica no lo mostró, ella prefirió estas acciones y más ahora que ella era la única rango SS del grupo y no podía protegerlos a todos, sin importar cuanto quisiera.
"¿Has hablado con tu familia? Nicole ha movido sus familiares con el Emperador Víctor y Andrés a Zerzura. Mi familia está cerca de la Reina de Gran Bretaña, pero están atento del peligro debido a mi rango." Érica habló cambiando de tema y mirando a su amiga, añadió. "Una vez que pueda contactar a Clémentine le informare de la situación."
El peligro era incuestionable y cuando se enfrentaban a un enemigo de tal magnitud que además permanecía oculto, no podían evitar pensar en sus familias.
Personas como Nicole, Andrés o Akira y su grupo debido a el trasfondo de sus familiares ya informaron de la situación y la mayoría se mudaron a Zerzura, exceptuando a Nicole quien envió a sus familiares con el Emperador Víctor, quien les ofreció la misma protección a todos los familiares del grupo.
Personas como ella, Clémentine y Leslie cuyas familias ya sea que tuvieran algún nivel de fuerza, autoridad o influencia, necesitaban ser advertidos… O al menos informados de que la situación podía ser peligrosa.
"Hablé con mi padre, no le conté todo… Bueno, es difícil decir todo tan abiertamente y no parecer un lunático, pero la Empresa Cosmos me ayudó. Ellos se están encargando de su protección." Respondió Leslie y mirándola directamente, preguntó. "¿Has escuchado algo de Clémentine? Ha pasado una semana sin responder los mensajes y si bien su familia es poderosa, me gustaría que ella sepa a qué nos enfrentamos."
El padre de Clémentine era un rango SS y el hermano era parte de la Iglesia del Orden por lo cual tenían cierta seguridad, pero siempre era bueno informar de antemano y más cuando uno de los enemigos era un rango SSS.
Si bien dar aviso podría causar riesgos y más si estaban siendo vigilados, resultaba necesario y más si empezaban a realizar movimientos más arriesgados.
"No, ella no ha respondido mis mensajes." Respondió Érica y viendo a Leslie preocupada, añadió. "Es probable que se haya distraído. Es fácil perderte cuando estas aprendiendo algo nuevo y más con un gran maestro como Fenghuang."
Leslie se notaba nerviosa así que ella dio una sonrisa lo suficiente suave para calmar a su amiga… Aun así, Érica anotó en su mente verificar la seguridad de Clémentine.
Mantener un ojo en todo el grupo, tratar de que ninguno hiciera algo arriesgado y tratar de protegerlos resultaba agotador y, aun así, ella no lo mostro.
No podía mostrar sus emociones, ni sus miedos o debilidades. Necesitaba mantenerse fuerte a toda costa.
"Reúnete con el equipo que estará a cargo de la seguridad de Edward y suerte." Dijo Érica al ver que se estaba acercando al Tribunal de Justicia de Londres.
El crimen de Edward era considerado internacional y afectaba a múltiples naciones debido al estatus del Gremio de Héroes, lo que hizo que luego de debate se eligiera Londres como sede donde se realizaría el juicio.
Al estar llegando, Érica vio la muchedumbre reunida y con carteles pidiendo la máxima sentencia e incluso la pena de muerte.
Si ella no actuaba como correspondía, podría quedar atrapada en la opinión negativa en contra de Edward debido a que ahora ella lideraba la Asociación de Héroes.
Fue una ventaja que el juicio se realizara en Londres donde la opinión pública sobre ella era positiva. Lamentablemente no era suficiente para evitar problemas.
Érica resistió el suspiro de cansancio y mantuvo su expresión imperturbable mientras su clon de hielo conducía el auto.
Iba a ser un día largo.
*******
"Edward Palmer a pesar de que fue el aprendiz de un héroe legendario traicionó a la humanidad eliminando a aquellos que la protegían. Tal traicionó merece la más alta de las penas y…"
Edward que estaba sentado detrás de un escritorio llevando un traje simple escuchó a Érica hablar sobre sus acciones y su pedido ante los jueces que eran individuos de varias partes del mundo. Los jueces permanecían ocultos detrás de un velo mágico, que ocultaba sus rostros.
Nadie cuestionó como los jueces fueron elegidos o su capacidad. No, en este juicio estaban para juzgarlo a él en una farsa que lo único que buscaba era hacer un show donde él fuera declarado culpable.
A Edward no le importaba. Era más, hasta le pareció excelente como Érica aprovechaba la oportunidad para distanciarse de él y de la misma forma alejar la Asociación de Héroes de su fundador.
Él había escuchado que ella había quitado a todos aquellos que él puso y tal hecho mostró que ella buscaba distanciarse de él… Lo cual era perfecto, Edward lo prefería de ese modo ya que confiaba en que Érica haría un buen trabajo.
Sin embargo, ya no importaba. Por tal razón, su mirada permaneció fija en un punto sin mostrar rastro.
El juicio siguió, se habló de sus crímenes, lo mostraron como un asesino de sangre fría que estuvo esperando durante mucho tiempo para asesinar a los altos mandos del gremio de héroes… Un hombre ambicioso que traicionó a la humanidad.
¿Aquellos que trataron de controlar el gremio de héroes estaban moviendo los hilos? Edward suponía que lo hacían y él no se defendió.
Él no pidió una defensa e incluso el abogado que fue asignado por aquellos más cercanos a su maestro nunca recibió una palabra de su parte.
"…"
Edward luego del juicio salió lentamente por la puerta del juzgado y se detuvo cuando un hombre se acercó.
"Aseguren las esposas." Ordenó el hombre y mirándolo fijamente a él, dio una sonrisa burlona y declaró. "El aprendiz de uno de los más grandes héroes se ha convertido en un traidor de la humanidad. Es patético."
Lo primero que Edward pensó fue… ¿Quién era?
El hombre era alto, de cabello rubio y su sonrisa orgullosa y confiada. Se notaba la arrogancia al igual que el desprecio que mostraba al mirarlo, pero Edward ni siquiera lo conocía.
"Isaac deberías controlarte."
La siguiente persona en intervenir fue alguien que Edward reconoció.
"Tch. No vale la pena darle tanto respeto, Cardenal." Dijo el hombre llamado Isaac antes de retirarse.
Theodore Laurent, antiguo vice-capitán de los Ejecutores del Orden y ahora fue nombrado Cardenal, probablemente al ascender al rango SS. Edward podía notar la fuerza de rango SS de ambos con facilidad.
¿De qué se había perdido? Edward observó al hombre que estaba cerca de su edad y al final, lo ignoró de inmediato y se acercó a la sala donde vio a miembros de los Ejecutores del Orden y de la Iglesia del Orden.
Sin embargo, entre los miembros de seguridad que estaban aquí para asegurar su persona, se encontraba alguien que él no esperaba.
"La descontento en el exterior ha llegado a un punto extremo." Informó Leslie Haillet usando un dron para mostrar una proyección de afuera de la ciudad.
"Traidor!"
"Asesino!"
"Maten al Traidor de la Humanidad!"
Miles y miles de personas gritando al unísono mientras trataban de superar la seguridad y la policía. Algunos eran personas normales, pero otros eran usuarios de habilidades y si bien no estaban utilizando sus habilidades, eventualmente lo harían.
Era extraño y…
"Es demasiado arriesgado movernos por vehículo. Cambiaremos al plan B." Ordenó Theodore y con una expresión seria, añadió. "Permanezcan alerta."
Él había viajado en auto desde la Iglesia del Tiempo y el Espacio al juzgad, pero ahora se notaba que era imposible volver de esa manera.
Para Edward era extraño. Demasiada coincidencia que justo en este momento la multitud pareciera que haber enloquecido y no tenía sentido que así fuera.
Él asesinó a personas importantes e influyentes, pero no amados desmedidamente como para que una multitud quisiera tratar de lincharlo a la salida de su juicio.
Los alrededores se volvieron traslucidos cuando la energía psionica de color purpura surgió alrededor y cubrió a todo el grupo, que estaba preparado por las ordenes de Theodore.
Este último llevaba un artefacto guiando el viaje espacial psionico.
Edward a pesar de que las esposas estaban consumiendo toda la energía mágica, él con sus sentidos captó cierta interferencia y luego…
"Cuidado." Advirtió Edward a Leslie recibiendo la mirada de Isaac.
Al segundo, el espacio se agrieto y el grupo cayó en medio de una granja y todos sacaron sus armas, incluyendo Leslie que, de un segundo a otro, entró en una armadura gigante moviendo su rifle a los alrededores.
"Los refuerzos llegaran…"
"¿Pronto? Lo dudo."
Una voz interrumpió a Leslie y Edward frunció el ceño de inmediato sintiendo la voz cerca de su oído, como si le estuvieran susurrando. Él no fue el único debido a que la tensión aumentó en todo el grupo.
"Muéstrate bastardo. ¡Te matare!" Gritó Isaac utilizando la lanza mientras una onda psionica se extendía por los alrededores.
Los otros diez paladines y miembros de los Ejecutores del Orden se formaron alrededor utilizando diferentes poderes psionicos para protegerse mientras que Theodore fruncía el ceño sin poder percibir de donde provenía la voz.
"Un insignificante mortal que nadie conoce se atreve a hablar."
Una risa se extendió por los alrededores y Edward que estaba mirando atentamente mientras el cielo se oscurecía, notó una figura apareciendo al lado de Isaac.
"Las personas como tu son aquellos que mueren primero." La figura apareció al lado de Isaac y cuando ese hombre trató de reaccionar, la figura le dio un golpe en el hombro. "Quédate quieto."
Su voz, tan casual y simple, llevó una fuerza extraña que hizo que Isaac se quedara inmóvil mientras la figura se mostraba.
Dos cuernos negros se elevaban desde la cabeza del hombre entre el largo cabello negro. Dos alas demoniacas de color rojizo surgían a su espalda a la vista de todos. A pesar de que una máscara de color gris estaba cubriendo parte de su rostro, no ocultaba los ojos de felino de color rojizo y también la sonrisa.
Una sonrisa demoniaca que se extendía desde la punta de una mejilla a otra revelando colmillos afilados.
Un demonio, uno que hizo que Edward sintiera un escalofrió por su espalda y él no fue el único, Isaac estaba pálido y Theodore estaba tenso, ni hablar de los otros paladines.
La única expresión que no podía verse era Leslie, pero incluso ella estaba paralizada. No se trataba de la apariencia o incluso el aura de la figura, se trataba de la presencia, una que dejaba claro que ellos no eran rivales para él.
"No necesitan estar tensos. Simplemente vengo a buscar a mi nuevo general." Dijo la figura mirando a Edward y viendo que todos levantaban sus armas, ordenó. "Encárgate de las distracciones."
De inmediato y desde el suelo a unos metros apareció una figura femenina que a diferencia de la figura demoniaca que vestía de rojo, llevaba una túnica ajustada de color rosa.
La única diferencia entre ambos era la máscara de color negro que revelaba ojos dorados y labios rosas, que lentamente se deslizaron en una sonrisa.
Y la situación cambio y con un movimiento la mujer se dividió en múltiples clones de agua que atraparon a cada miembro del grupo, exceptuando a Leslie y Theodore.
La primera utilizó su armadura que vibró llevando a que el agua se esfumara antes de que tocara la armadura mientras que Theodore por su parte utilizó su habilidad para liberar un rayo ardiente que quemó el clon de agua y golpeó la barrera de la mujer.
"At…" Theodore ni siquiera tuvo una oportunidad de hablar cuando la figura femenina lo atrapó de la cabeza y lo arrastró por más de cien metros, empujando la cabeza al suelo.
Un rango SSS… No, Edward miró a la figura masculina que se alejaba y lo supo.
Dos rangos SSS.
¿De dónde salieron? ¿Eran parte del grupo que trató de asesinar a Aurora? Era imposible que dos individuos tan poderosos y peligrosos aparecieran de la nada.
*BOOM*
Los disparos de Leslie despertaron a Edward que observó como la explosión ni siquiera tocaba al hombre.
"Que descortés." Dijo el hombre y sonriendo, murmuró. "Señorita, salga de esa armadura."
Su voz otra vez se extendió y Leslie de repente salió de la armadura. Los ojos de la joven se abrieron y luego ella se volvió completamente pálida.
¿Magia mental? No, Edward podía sentir algo más en la voz del hombre, una fuerza que él no podía explicar, pero que sus sentidos le decían que no era magia.
Era algo más poderoso y peligroso que magia.
"Oh, por fin dejas de quedarte atrás." Dijo la figura sonriendo.
Edward dio un paso adelante y luego otro, poniéndose delante de Leslie que estaba pálida y levantó la cabeza observando el cielo que estaba oscuro.
Ese efecto no era causado por la persona que estaba delante de él. No, Edward desde que fue encerrado en la Iglesia del Tiempo y el Espacio tuvo mucho tiempo para pensar y reflexionar, pero también para entrenar.
Desde que Aurora fue a hablar con él, Edward tuvo múltiples libertades y una de ellas fue entrenar su magia y cuando se entrenaba en un lugar donde el tiempo pasaba diferente, entonces… Edward sonrió y desde el cielo cayó un relámpago a su cuerpo.
"…"
No hubo explosión, el relámpago fue absorbido por su cuerpo moviéndose a las esposas de su muñeca y destruyéndola desde adentro, permitiéndole a él volver a respirar y absorber la energía mágica.
Edward tenía una de las más grandes fuentes de energía mágica y con tal capacidad vino una rápida regeneración que ahora mostró con un par de respiraciones.
El cielo se volvió completamente oscuro y los relámpagos se extendieron iluminado varios kilómetros a su alrededor. Revelando el Dominio de la Tormenta con la única diferencia que cada relámpago resultaba extremadamente destructivo.
Todo sin ni siquiera usar su energía mágica, sino que la energía mágica a su alrededor.
"Si. Eso busco." Dijo la figura y sonriendo, susurró. "Ella te espera."
El susurro le llegó únicamente a él con esas palabras vino una imagen de una mujer y él de inmediato sonrió sin darse cuenta.
Su Dominio se esfumó y se acercó a la figura, que le devolvió la sonrisa.
"Gracias por la protección." Dijo Edward mirando a Leslie que trataba de levantarse.
El espacio se agitó a su alrededor y antes de que el viaje espacial apareciera, la figura femenina apareció a su lado y luego los tres viajaron espacialmente.
Edward miró a la figura femenina y luego al hombre que seguía sonriendo y…
"¿Que locura está haciendo Alice?" Preguntó sin poder ocultar su curiosidad y expectativa.
Él había estado esperando para cuando Aurora volviera, entrenando y mejorando, pero ahora Alice vino a buscarlo… No, ella literalmente lo liberó de prisión y Edward no podía ocultar su curiosidad.
Después de todo, entre las dos hermanas, la más extrema siempre fue Alice.