PUNTO DE VISTA DE TESSIA ERALITH
Mi primer encuentro con Aleph no fue el mejor, que digamos; pero en mi defensa, él emitía un aura agresiva que desprendía una oscuridad sin fin, por lo que pensé que era un enemigo y lo ataqué.
Pero no fui rival para él, quien demostró una habilidad sobresaliente e incluso se tomó el tiempo de señalar mis errores.
Después descubrí su nombre, el cual era Aleph Vereoti, un mago de núcleo naranja del elemento tierra y fuego, quien era un conjurador, pero tenía una habilidad para combate físico extraordinaria pero lo más resaltante es su forma de usar la magia; tiene una habilidad para crear hechizos que nunca había visto y, sobre todo, esos golem que crea, que es tan complejos que es capaz de hacer incluso tareas domésticas.
Si Arthur es un prodigio, entonces Aleph es un genio.
Algo que al principio me desanimó, ya que cada vez me sentía menos, pero gracias a Aleph, quien, a diferencia de Arthur, no tiene nada de tacto, y con duras palabras me hizo levantarme para esforzarme y mejorar.
'Tienes potencial, Tessia, y aprendes rápido, pero tu problema es que quieres verte fuerte por razones insignificantes y patéticas, por lo cual nunca avanzarás. Pero si quieres volverte fuerte, tiene que ser porque tú lo quieres o por algún motivo de peso; por lo que si estás dispuesta a esforzarte de verdad, estoy más que dispuesto a ayudarte, princesa mimada.'
Esas habían sido sus palabras, por las que decidiría esforzarme y entrenar. Justo Aleph, quien no era para nada amable en el entrenamiento, incluso había días en los que nos rompimos uno que otro hueso, pero gracias a esa magia rara de Aleph, nos recuperamos rápidamente. Y después de un año y medio, he alcanzado la etapa naranja estable, solo una etapa por detrás de Aleph, pero obviamente él seguía siendo muy superior a mí gracias a sus múltiples habilidades.
Pero dejando de lado todo el entrenamiento y su personalidad, podría decirse que él es mi amigo, uno bastante peculiar.
(.....)
El viento se arremolinaba a mi alrededor, formando múltiples cuchillas de aire que se dirigían a los lobos del bosque, los cuales estaban sujetos a enredaderas que yo misma había creado para evitar que esquivaran mis ataque.
GRRRAAAAAAAAAWRR.
Un rugido sordo se oiría antes de que mis cuchillas impactaran y acabaran con los lobos.
'Rayos, aún no puedo minimizar mi mana.'
Susurré ante mi desempeño, que aunque fue bastante bueno, seguia siendo insuficiente para mi gusto, pero al menos estaba incrementando mi experiencia y mejorando mis habilidades con la espada, algo esencial para mis habilidades. Lamentablemente, los lobos no eran ningún desafío después de entrenar tanto tiempo con Aleph, quien era literalmente un infierno, ya que nunca es suave conmigo y pelea en serio, dándome palizas tras palizas, pero actualmente ya soy capaz de defenderme, y aunque sea difícil de creer, estoy orgullosa de eso. Pero mientras pensaba en lo genial que sería poder devolver un golpe, mis instintos me harían voltear de golpe, solo para ser derribada por una sombra negra de ojos verdes muy bien conocidos.
'Auch.' 'Jeje, me atrapaste.'
Dije al pequeño lobo negro que comenzaría a lamerme la cara como normalmente lo hacía en señal de cariño, mientras que una voz áspera y burlona se oía desde la sombra.
'Bajaste la guardia, princesa mimada.'
Escupiría burlonamente Aleph, quien sonreía al ver mi descuido como normalmente lo hacía.
'Sí, sí, perdón.'
Diría mientras me ponía de pie con Hades entre mis brazos, quien había vuelto a su forma de cachorro, mientras examinaba el cuerpo de Aleph.
'Mmm, pasa algo.'
Preguntó al percatarse de mi mirada.
'Nada, solo busco alguna herida.'
Dije, ya que este tonto solía lastimarse demasiado y nunca decir nada; por lo que, sin darme cuenta, tomé la costumbre de revisar su estado físico en busca de alguna herida para poder tratarla antes de que empeorara.
'Por lo visto, no tienes ninguna herida, pero tu pareces estar débil. ¿Pasó algo mientras estuviste en Sapin? Pregunté, a lo que él simplemente negaría con la cabeza antes de comentaria algo que me dejaría sorprendida.
'Solo rescaté a un grupo de elfos y enanos de unos traficantes.'
'Ya veo... Espera, ¿qué?'.
Dije completamente sorprendida, ya que no esperaba que Aleph, a quien no le importaba nada, salvara a gente que no conocía, mucho menos por la voluntad de su corazón.
'Hace unos días, de hecho, vengo del castillo, ya que fui a avisarle a tu abuelo sobre el incidente y él se está encargando de regresar a los elfos a sus respectivos lugares.'
Diría Aleph mientras creaba un banco de tierra en la cual me invitaría a sentarme y, mientras lo hacía, él diría otra cosa que igualmente me sorprendió, ya que no me lo esperaba.
'Mmm. Oh, cierto, conocí al famosísimo Arthur Leywin.'
De repente, mi mente se emocionó ante las palabras de Aleph, pero algo en su mirada me desanimaría, ya que yo quería que mi amigo y el chico que me gustaba se volvieran amigos, pero por su mirada, al parecer, mi sueño no será realidad.
'Eh, ¿no te agrado?'
Pregunté nerviosa por su posible respuesta.
'No es que no me agrade, al contrario, pienso que es un buen chico; es solo que su negligencia causó que alguien importante para mí estuviera en peligro, y eso es lo que me molesta.'
Al escuchar estas palabras, por un segundo pensé en saltar a la defensa de Arthur, ya que me negaba a creer que él hubiera causado tal incidente; pero al mismo tiempo sabía que Aleph no hablaba solo por hablar, sino por hechos, por lo que me tragaría mis palabras, al menos por ahora, y sabiendo que nunca me diría a quién había puesto en peligro, decidiría cambiar de tema; pero él se me adelantaría.
'Pero, cambiando de tema, te has estado esforzando mucho, ¿verdad? Ya casi alcanzas la etapa amarilla.'
Preguntó Aleph mientras examinaba mi núcleo, el cual está en naranja medio, a diferencia del de él, que estaba en naranja claro agrietado.
'Sí, ya solo me faltan dos escenarios.'
Respondí, mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro, ya que alcanzar el escenario amarillo antes de los 18 años era una probabilidad ahora. Pensé mientras sentía el Maná en mi cuerpo fluir cuando De repente, sentí la mano de Aleph posarse en mi espalda.
'EHH, ¿qué haces?' Pregunté por su repentino movimiento. 'Consideralo un regalo.' Diría Aleph mientras sus ojos verdes claros comenzaban a brillar de un rojo carmesí, solo para que, segundos después, esa sustancia oscura entrara a mi mente, grabando una fórmula mágica peculiar y difícil de entender. Pero antes de que pudiera tratar de ver qué hacía, la voz de Aleph me sacaría de mis pensamientos.
*Ignición*
'¿Qué?'
Dije ante la repentina palabra que Aleph había dicho.
'Ignición es el nombre de la técnica que acabo de grabar en tu mente; esto te permitirá volverte más fuerte de lo que eres por un momento.'
Diría Aleph cuando de repente su poder estalló y no pude más que sorprenderme al sentir un poder similar al de un núcleo amarillo estable. Ante esto, rápidamente recordé la vez que peleó con mi abuelo, donde también se había vuelto más fuerte de golpe.
'¿En serio? ¿Pero cómo?'
Dije mientras trataba de ver la fórmula mágica que había grabado en mi mente, y a pesar de que era extraña, podía comprender más o menos el funcionamiento básico de la técnica, el cual consistía en estallar tu Maná en pequeñas explosiones controladas en ciertos puntos específicos del núcleo para estimularlo y evitar que se dañaran. Esto me hizo entender que si no tenías la fórmula grabada en tu mente, probablemente destruirías tu núcleo al intentar esta técnica, lo que me pareció aterrador.
" Está técnica es originaria de mi familia no se puede enseñar por métodos convencionales y la única forma Es que yo la grabé en tu mente por lo que aparte de mí tú eres la única que puede usarla Tessia."
Ante las palabras de aleph no pude más que sonreír ya que esto me hacía pensar que al menos el confiaba un poco en mi pero mi avaricia quería saber más por lo que pregunte.
" Por qué me enseñas algo tan valioso."
Pregunté ala espera de su respuesta la cual fue satisfactoria para mí.
" Por qué eres mi primer amiga en esta vida Tessia."