Phloria siguió su propio consejo, avanzando hacia el combate cuerpo a cuerpo en lugar de mantener la distancia que le daría ventaja a Quylla.
—¡En la academia, estabas tan asustada de acercarte a Lith que te gané a pesar de que llevabas tres meses por delante! Luego, estabas tan desesperada por amor que aceptaste el anillo de esclavo como una idiota y mataste a Yurial.
Su espada se movía en una corriente perfecta de estocadas que se convertían en tajos de revés y por encima de la mano con solo un movimiento de muñeca. Entre la verdadera Phloria anticipando sus movimientos, el núcleo superior de Quylla y el gran área de efecto de Ligadura de Sangre, ningún ataque alcanzó su objetivo.
Aún así, las palabras de Phloria cortaron profundamente, haciendo tambalear a Quylla.
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