Lith apenas había tocado el suelo cuando el Wyvern volvió, lanzándose sobre él como un ave de presa sobre un conejo tonto.
Qisal tenía sus alas abiertas mientras apuntaba sus garras al pecho de Lith para empalarlo. Al mismo tiempo, su cola azotaba el aire de izquierda a derecha con su gruesa punta ósea, haciendo imposible que Lith esquivara las garras y un río furioso de brillantes Llamas del Origen azules brotaba de la boca de Qisal.
El Wyvern explotó al máximo su poderoso cuerpo, ejecutando un ataque de tres frentes que no dejaba salida a Lith.
Esquivar significaba ser empalado por la cola, bloquear para recibir las garras de lleno, y las Llamas del Origen destrozarían cualquier defensa que pudiera conjurar en el último segundo. Moverse hacia arriba o hacia atrás habría sido un absurdo, ya que no tenía forma de vencer al Wyvern en velocidad pura.
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者