Después de algunos intentos, la Capitana logró replicar el hechizo de Lith, pero entre el largo vuelo y la inminente pelea, necesitaba recuperar sus fuerzas, así que tuvo que dejar que se desvaneciera.
—¿En qué base del ejército sirves, Mayor? Con su permiso, me gustaría solicitar un traslado. Hay mucho que podría aprender de ti.
—No estoy de vuelta en el ejército, Capitán. Una vez que terminemos nuestra misión, volveré a ser un civil—. Él respondió, dejándola bastante decepcionada.
Estudiar hechizos estándar a partir de un libro era una cosa, recibir enseñanza de un Archimago era otra muy distinta.
Mientras los soldados descansaban, Lith debatía con los oficiales cuál era la mejor manera de rodear la ciudad con sus números limitados y evitar que alguien escapara. Todos los miembros del regimiento podían volar, pero muy pocos podían usar magia dimensional.
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